Ramo de rosas
Tres días habían pasado ya, y nuestros padres empezaban a notar que algo andaba mal entre nosotros, no nos habíamos llamado, enviado mensajes y en la escuela nos evitábamos constantemente, era un poco más difícil teniendo a Jens en todas las clases.
Desperté por las luces de la alarma que me despertaban, estando tan cerca de la selección habían modificado mi horario para no sobre exhederme.
Me paré adormilado para sentir ese crujir en mi pie, recordando que la cajita de mis oídos los había dejado en el suelo la noche anterior, bajé la mirada temeroso para confirmar que era el segundo par que rompía en menos de un mes.
Me agaché para recogerlos pero la mano de mi Papá en mi hombro marco mi sentencia.
Le miré nervioso esperando el regaño, papá solo me dio una ligera sonrisa.
—<Fue un accidente de acuerdo> —me calmó— <Para la próxima ten más cuidado en donde los dejas>
Asentí para levantarme y sentarme en la cama agotado, mi padre se sentó a mi lado para poner su mano en mi hombro dejando su bastón a un lado como siempre.
—<¿Donde están los otros?> —preguntó papá.
Miré mi mesita de noche donde no estaban, me asomé al otro lado de la cama para verlos, los tomé para dárselos.
—<Creo que Krypto tenía hambre> —Sonreí torpe.
Papá me miró para negar y rodar los ojos.
—<Pues muy bien señorito ya no tienes implantes> —me miró negando.
—<¿Alguno de los viejos servirá? >—pregunté nervioso.
Pero no, me habían cambiado el implante interno así que los que tenía de recuerdo no servirían.
—<Ya hice cita para hoy en la tarde pero tardarán en llegar> —me miró Pa sirviendo mi desayuno.
—<Te dije que comprarás más> —me queje.
—<Pues cuanto crees que cuestan Oti> —negó papá divertido— <Tener tres ya era un lujo>
Bufé para tirarme en la mesa a comer.
—<Apúrate que llegarás tarde> —ordenó Pa.
—<No iré> —me negué.
—<Oh claro que si> —asintió papá sabiendo las razones porque no quería ir.
Me negué cruzándome de brazos pero ahí estaba yo en el auto con mi Pa llevándome a la fuerza, al llegar hice mi último intento, porque de ellos era el que más me complacía.
—<No voy a entender nada> —le recordé.
—<Pídele a Jensen que te sirva de intérprete, seguro que te ayuda> —me miró sonriendo.
—<No interpreta bien> —me negué molesto.
—<No quieres más bien, siguen molestos no es así> —lo mire inseguro, el poder de los papás latinos de saber todo.
—<Que... no... como...
—<Ni lo intentes que eres igual de pésimo mintiendo que tu padre> —se negó riendo.
Suspiré para mirarle.
—<Que tu nunca te peleaste con tus amigos> —señalé.
—<No... bueno con Lu por mucho tiempo y eso solo me hizo sentirme solo> —contó— <pero es diferente ustedes son como hermanos>
Bufé para cruzarme de brazos, papá me atrajo a él para abrazarme y luego meterme un golpee.
—<No seas orgulloso, ahora ve> —ordenó— <Cabeza arriba y que no te importen los demás>
—<Total si se burlan no los escucho> —asentí.
—<Esa es la actitud> —afirmó para irse.
No había podido ni con el más débil de mis padres... estaba perdiendo mi encanto.
Entre un poco nervioso a la escuela pues no me sentía seguro.
Al llegar a mi casillero dejé las cosas, ese olor a dulce me llegó, me giré para verla sonreír.
Le mostré mi oído para señalar que no tenía mis implantes.
—¿Qué Pasó? —preguntó hablando lento para que pudiera leer sus labios.
—<Se rompieron> —conté usando mímica de más para que me entendiera.
Ella asintió para abrazarme y tomar mi mano.
—<¿Las clases?> —preguntó, iba mejorando en su lengua de señas.
—<Me prestas tus apuntes> —pedí.
Ella asintió, realmente solo venía por las faltas y por mi orgullo al parecer, pero las clases no estaban diseñadas para personas como yo claramente.
—<Jens puede...
—<No> —la detuve— <Con él no>
Cas me miró para negar y darme unas palmaditss en el hombro.
Los gemelos me abordaron a medio camino, después de la breve explicación los chicos sonrieron.
—<Tu no te preocupes Oti, yo tarro bien, bien> —sonrío Chip equivocado.
—<Si, somos las mejores> —apoyó Dale, equivocado también.
—<Gracias chicos, pero será mejor que no> —los calmé.
Los dos se tocaron el pecho ofendidos.
—<Grosero> —dijo Chip.
—<Con esa boca besas a tus patos> —se indignó Dale.
Los dos se fueron molesto y nosotros más confundidos que de costumbre.
El nuevo profesor de física era buena onda por lo que no tenía que alarmarme para nada.
Me senté hasta al frente como siempre, Jens iba frente a mi pues al ser el más pequeño nadie lo dejaba ver.
El chico solo pasó a mi lado viéndome de re ojo para sentarse, a Tali no la dejaban sentarse con él pues era demasiado alta.
Puse mi grabadora cuando me dio indicación el profesor para poder grabar la clase y así poder escucharla después.
Era tremendamente aburrido estar ahí sentado solo mirando lo que decían, copiando lo de la pizarra y deseando estar en casa.
No me quejo no fue tan malo... o eso creía pues al parecer todo el mundo decidió hablarme hoy, realmente era estresante tener que escribir, sonreír y señalar que no traía mis implantes.
Terminé harto para la hora del almuerzo, me senté a comer pues bien la comida siempre hace feliz.
Cas llegó con una sonrisa para abrazarme fuertemente, la miré un poco confundido.
—<¿Qué?> —pregunté.
Ella solo sonrió, lo entendí cuando Tali llegó trayendo en su hombro al enano para sentarlo.
—<¿Qué es esto?> —pregunté molesto.
—<Intervención> —explicó Jensen molesto.
Mire a las chicas que le dijeron algo al enano para que luego me dijera a mi.
—<Dicen que nos van a dejar solos para que arreglemos las diferencias y que mientras no lo hagamos no nos hablarán> —se quejó.
Dicho eso las chicas se levantaron, Jens trató de hacer lo mismo pero la mirada de Tali lo hizo detenerse.
Nos sentamos sin decir nada por un largo rato, nos aventaron un par de papas fritas para que empezáramos.
—<Ni creas que me voy a disculpar> —empezó él.
—<Tu eres el que inició esto> —me queje.
—<¿Yo? tú eres el que empezó a joder> —bufó molesto.
—<Yo sólo quería ayudarte porque claramente no estás bien y tú en tu primera oportunidad me atacaste> —reitere.
—<Yo no dije nada que no fuera verdad> —señaló.
Le miré molesto recordando sus palabras.
—<¿Crees que mi vida es perfecta? pues no lo es> —me queje— <Tengo una buena vida si, pero para nada es perfecta>
Él me miró serio.
—<Crees que es genial tenerme que parar a las cuatro de la mañana a correr y hacerlo tres veces más al día porque a pesar de que lo odies ya es demasiado tarde para dejarlo porque todos esperan demasía de ti> —confesé— <Tener miedo todos los días de que como hoy te quedes sin escuchar porque sabes que no habrá nadie para ti>
—<Oti> —me llamó con una mirada tranquila,
—<De que apesar de tener a una chica maravillosa a tu lado no estás seguro de que sea la correcta, de no poder ser lo que mis padres esperan de mi y ser constantemente comparado con ellos> —solté lo que me tenía guardado— <es muy difícil Jensen>
Una lágrima salió la que seque de inmediato, el chico se levantó para darse la vuelta y llegar a mí para abrazarme.
—<Soy un estupido... lo siento> —suspiró sentándose a mi lado— <Tienes razón no estoy bien, creí que si pero ese auto... Cade tenía uno igual y simplemente me recordó todo lo que nos perderíamos, que precisamente sería un cumpleaños mas sin él.
Lo atraje a mí para revolver su cabello de nuevo.
—<Hermanos> —le extendí la mano.
—<Por favor, ya fueron muchos días> —suspiró.
Estábamos en la misma pero el orgullo no iba a dejar que ninguno de los dos se disculpara primero.
—<Así me gustan> —sonrió Cas.
—<Mucho Drama> —señaló Tali quien también había empezado con sus clases de lengua de señas.
Negamos divertidos, mientras desayunamos un balón me llegó a la cabeza.
Lo tomé molesto para girarme, ahí estaban los de Americano riéndose, sin más le tire el balón a la cabeza del mariscal del equipo.
Se levantaron para darme frente, que creían que me iba a a intimidar.
—Pero que tenemos aquí, el señor olímpico y su perro —se burló el receptor, hablando lento para que entendiera.
Jensi sonrió para sin previo aviso meterle un buen puñetazo en el abdomen que lo dejó ahí tirado con los del equipo riendo.
—<Aún celoso porque los de atletismo si pasamos y ustedes llevan más de diez años que no> —me burlé.
Exactamente el último que habían ganado fue cuando mi padre estaba en el equipo pero lo sacaron y nunca más volvieron a ganar.
Jensi me ayudó a traducir sin embargo ellos solo hicieron burlas de mi lenguaje imitándolo mal.
Estaba por impactar mi puño en su cara cuando el especial Dagda le llegó, cuando la morena estrelló su cabeza en su pierna.
—<Vuélvete a burlar imbecil y el siguiente especial te deja sin hijos> —afirmó sonriendo.
Vi a un pendejo acercarse a ella y sin darle tiempo le metí un buen golpe.
Los gemelos llegaron porque a ellos eso era lo que los llamaba y sin preguntar metieron un golpe a un par de ellos.
Y así sin más nos empezamos a pelear, Temi no se echa para atrás aunque sean hombres, aprovecho para golpearlos un par de chicos.
Nos separaron claro esta pero la sonrisa de Temi no se la iba a quitar nadie o eso creí pues ahí estaba caraculo.
—Temi porqué te comportas así, eres una mujer —la regañó, con ayuda de Jensi traduciéndome.
—¿Y eso que significa Conner? Qué por ser mujer no puedo pelear para defender a las personas que me importan —le miró irritada.
—Solo digo que guardés la compostura, una mujer es lo más delicado que...
—Conner no digas mamadas —afirmó— quieres una mujer delicada que te atienda y siga tu palabra como ley, eso no seré yo —dejó en claro— boxeo desde los cinco, gane una competencia de comer carne a los nueve y mi padre me a enseñado que sobre mi nadie así que más vale que me aceptes como soy.
El chico suspiró para tomar sus manos.
—Lo siento Artemisa pero no es lo que busco en mi futuro, si consideras cambiar por mi podemos seguir —sentenció.
—Claramente no, a la chingada Conner —sonrió pasando de él.
La morena llegó con nosotros, el enano la abrazó para disculparse con ella de inmediato.
—<Lo siento> —me disculpe.
—<Los tres fuimos unos completos imbeciles> —dejó en claro.
—<Así es> —afirmó.
—<Entonces que dicen festejamos con unas hamburguesas> —sonrió Tems.
Pues resulta que no, terminamos castigados con mis padres viniendo por nosotros pues mi tío Lu estaba en el pediatra con Harry y mis tíos Blue resolviendo lo que había hecho su mini demonio.
Nos dieron solo un castigo que claro me quitarían porque a la escuela solo le importa que sume victorias y ser seleccionado me eximía.
Terminamos en casa comiendo hamburguesas con mis padres.
—<Es mejor la pizza> —se quejó Jens.
—<Tienes suerte de que sea sordo y no escuchará esa gran estupidez> —señale.
El chico puso los ojos en blanco para comer su hamburguesa.
—<¿Por qué Harry está con el pediatra?> —pregunté por fin.
—<Seguramente se comió algo que no debía, les pasó a todos los Dagda> —aclaró Temi.
—<Tu también te comes cosas que no debes> —gruño Jens.
Se pelearon un poco pero terminaron bien gracias a mi papá.
—<Y Jake que hizo ahora> —preguntó Temi.
—<Con ese Niño ya ni se sabe> —se quejó Jens— <No lo quieres tío Santi, te lo regalo>
—<Trae pelea con mi patito Jens, yo creo que mejor te lo quedas> —afirmó.
Mi papá y yo lo miramos serios ante su proclamación de que era su pato.
Estábamos por pelear cuando mi tío Lu entró con un Harry molesto.
—<Ya salió el lego> —dijo emocionado.
Al niño no le hizo gracias que no se lo devolvieran.
—<Pequeño engendró del diablo> —me saludó mi tío.
—<Porque llamas engendro a mi hijo> —se quejó Papá.
—<Llamé a tu esposo diablo> —señaló.
—<Eso ya lo sabemos, pero no llames engendro a mi retoño si >—pidió.
El tío le dio un beso para calmarlos.
—<Bueno nos vamos que tenemos que comprarle otro lego a mi Harry> —beso su frente para que sonriera— <vamos Jens que te dejo con tus padres>
Se fueron para dejarme con mis padres a solas.
—<¿Por qué no tuvieron más hijos?> —pregunté confundido.
—<¿Por qué quieres un hermano? Somos grandes pero...
Negué pues claramente no me iban a quitar mi reino.
—<Bueno cuando te tuvimos teníamos pensado tener más, sin embargo no se nos dió el tiempo >— explicó papá.
—<Estábamos tan centrados en tu crianza que cuando nos dimos cuenta ya eras más alto que tú Papá> —se burló mi Pa.
—<Nunca sentimos la necesidad de tener más hijos Oti, decidimos darte todo nuestro amor> —afirmó papá abrazándome.
—<Gracias> —sonreí.
Estaba agradecido de verdad, pero como le había dicho al enano... mi vida no era perfecta.
Ya no sé en qué día vivo jaja pero aquí les traigo este capítulo. 🙌🏻
Claramente no nos iban a durar tanto tiempo peleados, sin embargo lo que se dijo siempre se quedará.👌🏼
Yo soy Oti en la vida pero con los lentes, ¿Dónde están? Es una buena pregunta.🧐
POR FIN NOS LIBRAMOS DE CARACULO. ✨
La Temi no le teme a los putazos so esa es mi chica.👌🏼
Por cierto que team son ¿Pizza o Hamburguesa?🧐
Y nos acercamos al final así que ahh que emoción.😱💕
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