10

Yoongi salió de si casa, pensativo, él había visto claramente como había algo escrito en el espejo y el hecho de que Seokjin no pudiese verlo le hacía dudar.

Tomó el rumbo usual de la escuela, su hermano había insistido en acompañarle, pero éste se negó, no quería estar con nadie por un momento, necesitaba pensar que era lo que pasaba con él, si había algo malo con él. ¿Tenía relación con sus sueños? ¿Quién escribiría aquel mensaje? Y lo más importante, ¿Por qué en el espejo?

Caminó hacia la casa del de cabello rosado y aún seguía confundido, ¿Por qué su hermano no pudo verlo?

...

Jimin se levantó, había terminado de llorar y, a pesar de querer seguir lamentándose su hambre ganó, bajó a la cocina, abrió el refrigerador y tomó lo primero que encontró, ciertamente extrañaba que su madre cocinara para él, entendía porque sus padres se habían separado, pero desde eso su padre trabajaba todo el día y él se descuidó mucho, se recuperó cuando apareció Jungkook y todo se fue definitivamente a la mierda cuando terminaron. Volvió a recordar a Yoongi, había algo que le había llamado la atención, y era que cuando su hyung estaba dormido en su sala éste estaba moviendo su mano en diferentes direcciones, algo como trazando líneas y, al principio le dio miedo, pero después fue más curiosidad que cualquier otra cosa. Se levantó de la mesa y se dispuso a lavar su plato, sonó el timbre de su casa, Jimin frunció el ceño, cerró el grifo del agua y caminó hasta la puerta, él nunca recibía visitas, ¿Quién era? Abrió la puerta y casi se desmaya cuando vio a Yoongi frente a él.

—Hola, ¿Puedo pasar? — Su rostro seguía siendo serio, pareciera que no sabía otra expresión más que esa. Jimin se hizo a un lado para dejarlo entrar, seguía sorprendido, jamás esperó que volviera a su casa y menos que recordara el camino para llegar.

—¿Pasó algo? — Fue lo primero que dijo, tomó asiento frente a él.

—Mi hermano está libre hoy, vine para que me des lo que llevamos de proyecto para traducirlos. — Parecía más una orden que un favor. Jimin asintió, subió a su habitación por ellos y cuando bajó vio al pelinegro frente a un espejo que se encontraba en su sala.

Jimin se acercó con cautela para no ser visto, ¿Qué veía su compañero? ¿Acaso era muy vanidoso? No, la mirada de Yoongi era lejos de tener aires de grandeza, más bien parecía triste.

—Aquí están. — Habló el menor tras él, Yoongi dio un salto y se volvió para verlo. Jimin le extendió los papeles y le sonrió. —Sé que, probablemente no es de mi incumbencia, pero ¿Estas bien?

Yoongi se sorprendió al escuchar eso, ¿Por qué se lo preguntaba?

—¿Alguna vez has visto algo y cuando le dices a alguien lo que viste de repente ya no está? — Jimin bajó la mirada, pensando, es como cuando un niño habla con sus padres de su amigo imaginario y éstos fingen verlo, pero realmente no lo hacen.

—No sé si te sirva, pero, cuando era niño yo juraba ver a un niño igual que yo, y decía que era mi gemelo, mis padres me decían que no había nadie. — Volvió a mirar a Yoongi. —Supongo que tu mente te juega bromas a veces. — Sonrió.

No, su mente no le jugaba bromas, ojalá fuera tan simple como eso, era algo más complicado, eran sus sueños, las voces que escuchaba, el accidente principalmente, Yoongi solo sonrió en respuesta, pero no era una sonrisa a manera de gratitud, ni sincera, era una sonrisa monótona, por cortesía, sin significado. Caminó hacía la puerta dando la espalda a Jimin.

—Por cierto, ¿Cómo te llamas? — Preguntó antes de salir de la casa.

Jimin río, era un poco raro que después de haber ido a su casa y haber dormido en ella apenas le preguntara su nombre.

—Park Jimin. — El otro asintió, abrió la puerta y por fin se retiró de la casa.

Yoongi volvió a su casa, llevaba muchos papeles en sus manos, su madre fue a cerciorarse de que fuera su hijo menor quien había llegado, cuando lo vio, pudo notar tristeza en sus ojos, algo había pasado.

—Yoonie, ¿Sucede algo? — Su madre se acercó a él. El menor la miró y sonrió, no quería preocupar a su madre.

—No mamá, todo está bien. — Le tranquilizó, después subió las escaleras para ir a su cuarto.

La señora Min no se fiaba de su hijo, sabía que mentía para no preocuparla, así que en cuanto escuchó la puerta de su cuarto cerrarse subió con mucha cautela hasta el cuarto de su hijo mayor. Llamó a la puerta.

—Está abierto. — La mujer hizo una mueca, giró el picaporte de la puerta y entró.

—Deberías abrir, ¿Qué tal si es tu hermano? Imagínate, se siente mal y tú por no querer abrir se desmaya. — Seokjin se rio ante la suposición.

—¿Qué pasó mamá? — Se levantó.

—Tu hermano llegó un poco triste, me preocupa que algo le haya pasado en su salida, le pregunté, pero no quiere decirme, ¿Puedes preguntarle? — Seokjin quería decirle lo que pasó esa mañana más no quería que pensaran cosas raras y tampoco quería dejar a su hermano solo de nuevo, de repente recordó que ninguno de sus padres sabía lo del accidente, o al menos no los detalles, no lo que él sabía.

Asintió, su madre le sonrió y le agradeció, salió de su cuarto para continuar con sus actividades. Seokjin dio un gran suspiro y fue hasta la habitación de su hermano.

Yoongi estaba frente al espejo, mirándolo.

—¿Yoonie? ¿Estás bien? — Habló el mayor. Yoongi permaneció imperturbable.

—No lo entiendo Jin, yo no escribí eso. — Volvió su mirada hacía él.

—Yo sé que había algo escrito ahí, yo te creo Yoonie. — Se acercó a él.

—Es que no lo entiendo, ¿Qué tengo? — Tomaba su cabeza entre las manos, tenía mucha frustración guardada, quería saber porque veía todo eso, porque no podía recordar absolutamente nada, y lo peor no fue cuando se obligaba a sí mismo a recordar, sino cuando millones de voces comenzaron a hablarle y el dolor se apoderó completamente de él todas murmuraba al mismo tiempo, quería callarlas, cayó al suelo, sentía que su cabeza explotaba y las voces –Que habían comenzado como susurros– Ahora eran gritos.

—¡Yoongi! — Seokjin gritó. —Mírame, mírame Yoongi.

—Haz que se callen, por favor Jin, por favor. — Comenzó a rogar, la desesperación en él fue tanta que comenzó a arrancarse cabello, no pasó mucho para que la madre de ambos subiera a ver lo que sucedía.

—¿Que está pasando? — Ver a su hijo en tal condición, hizo que la invadiera el miedo de perderlo.

—¡Trae el sedante, rápido mamá! — Jin lo sostenía de las manos para evitar que Yoongi se siguiera haciendo daño. El menor cerraba los ojos con fuerza, las voces no cesaban.

La madre de ambos llegó con una jeringa preparada, Seokjin la recibió y la inyectó en Yoongi, eso lo haría dormir por un buen rato, al menos que se calmara un poco.

Yoongi sintió como todo dentro de él se desconectaba, cerró poco a poco los ojos, viendo como último paisaje el rostro aterrado de Seokjin, después de eso todo se volvió oscuro.

Mare †

Hey! Mare reportándose 💙💜
¿Siguen vivas despues del comeback?, no sé ustedes yo morí, amé "IDOL" con cada parte de mi ser :3 se los dejo para que compartan mi amor y emoción 

En fin, perdón por no actualizar pronto, pero la escuela me tiene taaaaan ocupada que hasta apenas encuentro un espacio para darles el cap, por cierto, alguien sabe como mejorar tarjetas en "SuperStar BTS"? Es que yo no sé :(
Bueno, ahora si ya me voy, se cuidan bebes, no leemos en cuanto pueda, bye 💜

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top