Sigo al director por los pasillos del castillo mientras pienso en que lió me he metido ahora. Que yo recuerde, no he hecho nada, soy inocente (en el sentido de que al menos he(mos) estado quieta en las ultimas 8 horas). Llegamos a una gárgola y yo espero a que Albus diga la contraseña; normalmente suele ser algo estúpido y dulce.

-Cucaracha de limón.

-Señor ¿como se le ocurren esas contraseñas?

El sonríe y nos ponemos en el ultimo escalón.

-Oh, pues se me ocurren mientras como esas cosas dulces de los muggles.

-¿Los caramelos?

-Sí, creo que se llaman así.

Las escaleras empiezan a subir por si solas y yo me agarro a la silla de ruedas. Cuando llegamos a la puerta de su despacho, abre la puerta y empuja la silla hacia dentro.

-¿Un... caramelo? ¿Así se llaman?

-Si señor.-Digo riendo.

-Llámame Albus.-Dice tendiéndome un caramelo.

-Vale... Se.. Albus-Digo retractándome- ¿Por qué me ha llamado?

-Oh, otra pregunta curiosa. Bueno, es sobre tus poderes.

-Me lo suponía.

-No es nada malo, solo que deberás tener algunas clases para controlarlo. Me he informado sobre el tema y podrían pasar muchas cosas si no estuvieses preparada.

-¿Pero como voy a prepararme? No hay nadie que pueda ayudarme.

-Me ofendes, señorita.-Dice Albus riendo.

-¿Usted? ¿Sabria como ayudarme?

-Lo intentaría; aunque también vendría bien una ayuda.

-¿La de quien?

-Oh, eres tan curiosa como tu madre.-Yo me sonrojo y el ríe- Después te lo diré. Ahora deberías volver a clase; mandare a alguien a buscarte para venir después.

Yo asiento y me trago mis ganas de preguntar aunque me muera de curiosidad. Salgo del despacho del director y bajo las escaleras derrapando y no me caigo. Solo me doy contra la gárgola. ¿Que raro, eh?

-Maldita gárgola, maldita parálisis, maldito todo...-murmuro por lo bajo.

-Señorita Potter ¿Que hace aquí?-Dice una voz chillona. Me doy la vuelta y veo a la profesora de adivinación; su pelo esta enmarañado, tiene un montón de chales encima de algo así como una túnica (supongo que es una túnica) y unas gafas que le aumentan el tamaño de los ojos. Da bastante miedo, y eso quitando el ruido que hacen sus cuentas del cuello.

-Nada, solo he venido a ver al director.-Digo intentando sonreír. Ella asiente y yo salgo rodando antes de que me de alguna de sus "GRANDES" profecías. Voy hacia el aula de encantamientos mientras intento no chocarme, atropellar o matar a alguien (que no ha dado resultado.)

-Annie ¿Necesitas ayuda?-La voz de Noa me hace soltar un suspiro de tranquilidad.

-Sí Noa, por favor.

Ella me ayuda empujando la silla hacia el aula de encantamientos.

-¿Alguna novedad?

-Oh no, ninguna. En Hufflepuff somos muy tranquilos. ¿Alguna broma entre manos?

-Oh si, pero mas que broma, venganza.-Digo con risa malévola.

-Ya... muy normal y eso...-Dice riendo. Entonces Cedric pasa por delante de nosotras y le lanza una sonrisa tímida a Noa. Veo que esta le corresponde.

-"En Hufflepuff somos muy tranquilos"-Digo imitando su voz-¿Ser tranquilos significa que has besado a Cedric Diggory?

-¡NO!-Dice ella mas roja que un tomate-Es muy majo, pero... no... eh...

-Estas tartamudeando. ¿Quieres que finja que no se nada o algo?

Ella asiente y entonces Lea aparece por detrás.

-¿Fingir nada de que?-Dice sonriendo pícaramente-Si la gran Annie Potter se digna a decirlo.

Yo ruedo los ojos y Noa le cuenta lo que hemos hablado estos últimos minutos.

-¿Asi que Cedric Diggory, eh?-Dice Lea moviendo las cejas- Es guapo...

Noa le da un golpe en el brazo y estallamos a carcajadas.

-¡LADY POTTER!-Cuando escucho el grito me encojo en la silla de ruedas. Noa y Lea se miran y me dejan solas en el pasillo.

-¡TRAICIÓN! ¡ALTA TRAICIÓN!-Grito.

-Es Halloween, te aguantas.-Dice Lea riendo.

Suelto un bufido y me doy la vuelta.

-¿Si, George?-Digo poniendo cara inocente.

-Filch casi nos pilla y no hemos podido hacer la broma.

-¡¿Que estabais haciendo la broma sin mi?! ¡ES LA SEGUNDA ALTA TRAICIÓN DE HOY! ¡Malvados!-Digo con fingida furia.

-El tema es que si nos pillan con el cubo, no podremos hacer nada.-Dice el ignorando olímpicamente mi grito de guerra. Yo enarco una ceja y el me mira suplicante.

-Hoy, a las 00.00 en la sala común. Lleva el mapa.

Y me dirijo hacia el aula de encantamientos.

***

-Lady Potter, todavía no entiendo el plan.

Ruedo los ojos como por séptima vez en los últimos quince minutos.

-¿Que no entiendes? Vamos a las mazmorras, escribimos "tu ya sabes que" en la pared con la pintura rosa y volvemos. ¿Tan difícil es?

George mira a Fred y Fred me mira a mi. Decidimos movernos solo con esa mirada. Mientras bajamos las escaleras, le cojo el mapa a Fred.

-"Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas"-murmuro tocando con la punta de la varita el pergamino. Cuando termino el pergamino se convierte en el ya tan estudiado mapa que teníamos los tres. Miro hacia las mazmorras y veo que nadie esta merodeando por allí. Perfecto.

-¿Y que tal va la poción?

-Bien, va bien.

-¿Y cuando la terminaras?

-Pues necesita su tiempo.

-¿Y entonces va bien?

-Fred, que lo preguntes cada dos segundos no va a cambiar nada.-Digo rodando los ojos.

Cuando llegamos a las mazmorras, notamos como la temperatura desciende un poquito.

-Vamos, a pintar la pared.

-Esto no me acaba de convencer.-Dice George mirando el cubo de pintura.

-George, no seas aguafiestas.

-No lo digo por eso Lady Potter. A esto le falta mucha purpurina.

Me doy la vuelta y miro a George y a Fred, que miran el cubo y asienten. Yo me rió.

-¿Y vosotros os llamáis Gryffindor?-Saco la varita y hago aparecer purpurina para regalar-¿Asi mejor?

-Sí, como respuesta a las dos preguntas.-Dice Fred llendo a pintar la pared. Yo saco el mapa y monto la guardia.

-Estáis tardando mucho.-Digo con tono de queja.

-Las obras de arte necesitan su tiempo, pequeña saltamontes.-Dice George- Yasta.

Me doy la vuelta y miro la gran obra de arte. En grandes letras rosas y llenas de corazoncillos, esta escrito "Marcus Flint ama a todo el mundo". Yo no evito soltar una carcajada.

-Vamos, ya hemos terminado nuestro trabajo aquí.

Y los tres volvemos riendo a la sala común.

-Seguro que le encantará su regalo de Halloween.