2. Amigos

Había pasado un día con los LaRusso y me pareció una familia unida.
Un matrimonio estable y enamorado.
Samantha, es una linda chica con notas perfectas. Además de tener un auto lujoso y amigas ricas, lo que no lo hace tan bueno si es de ese tipo de chicas.
Anthony, un niño que vive en el celular y que todo le sirven. Pero que en el fondo los quiere.

Daniel me presentó ante ellos como su hermana, o media hermana, y les explico la razón del por qué viviría con ellos ahora en adelante.
Supongo que ser amable es uno de sus fuertes.

Además me cambiaron de escuela, por lo que volvería iniciar todo. No es que tuviera muchos amigos pero los pocos que conocía eran buenos.
Al llegar a la escuela supe que aquí habría de todo tipo de chicos; desde los que cambian de auto como si fuera ropa, hasta los que se sientan solos porque no tienen amigos.

Vi las chicas con las que Sam se sentó en las clases, las cuales no fueron de mi agrado, y decidí estar sola. A la hora del receso, recogí mi desayuno y me senté sola en una mesa vacía. Notaba la mirada de algunos chicos, pero decidí ignorarlos porque sabía cuáles eran sus intenciones.
Poco a poco en las mesas se fueron llenando y conforme pasaban los minutos más y más estudiantes llegaban.

—Ah, disculpa —miren dirección a dónde provenía la voz— estás en la mesa de los rechazados.
—No veo un cartel que diga eso —dije levantando una ceja.
—Eres nueva ¿no? —asentí— bueno, en esta mesa nos sentamos los perdedores.
—Oh, ¿me invitan a formar parte del club?
—Claro —dijo el chico sentándose— por cierto, soy Demetri y él es Eli Mozkowitz.
—Soy Anette, pero todos me llaman Annie.
—Muy bien Annie, ¿qué te trae a esta mesa?
—No lo sé, algo me llamó y me invocó aquí.
—Me gusta tu sarcasmo.

A los pocos segundos un chico de tez morena y mirada perdida se acercó.

—¿Puedo sentarme aquí?
—Lo siento, esta mesa tiene mucha demanda. Puedo ponerte en la lista de espera, pero es probable que se liberé recién el próximo semestre —reí por el comentario.
—Está bien.
—No, bromeó. Siéntate.
—Miguel —dijo el chico.
—Demetri. Él es Eli y ella Annie.
—Hola —nos saludó y le sonreí.
—Es un hombre de pocas palabras.

A un lado de nosotros pasó Sam con otra chica, que es de con las que se sentó; las cuales ignoraron las miradas de los tres chicos de mi mesa. Yo miré a mi "hermana" y ella sonrió, a lo que respondí.

Se siente raro tener una hermana.

—Amigo, no te tortures. Son las chicas ricas.
—¿Alguna vez hablan o...
—Si, todo el tiempo. Nos juntamos después de la escuela. Nos besamos, nos manoseamos. Eli es el rey del baile. Se acuesta con más chicas que con nadie ¿verdad, Eli? —él chico sonrió— ¿Hablar con ellas? ¿Te das cuenta en qué mesa estás sentado? Abandonaste cualquier esperanza de perder tu virginidad antes de la universidad.
—Diablos, Yasmine nos está mirando —dijo Eli por primera vez— seguramente se está burlando de mí otra vez.

Miré hacia donde las chicas y en efecto, Yasmine miraba a Eli con desagrado.
Ahora siento desprecio por ella.

—Oye Annie —miré a Demetri— ¿Conoces a Sam LaRusso?
—Vivo con ella —sonreí de lado con algo de incomodidad mientras picaba mi ensalada. Senta mirada de los tres sin entender a qué me refería.
—Espera ¿cómo que vives con ella?
—Es una larga historia.
—Contexto.
—La historia rápida es que somos medias hermanas.
—Wow, eso es...
—Sorprendente —dijo Eli y agachó la mirada cuando yo lo miré.

Junto a la mesa pasó una chica con sobrepeso y cabello rizado, ella me miró y le sonreí y sonrió de vuelta.

—No me importa si Yasmine es la chica más malvada de la escuela. Mataría ambos para que me escupiera.
—Si no lo intentas, no tendrás oportunidad.
—Es cierto, pero tampoco sufriré de un rechazo humillante. Estoy en paz con mi depresión. Lo último que necesito es ser suicida.

Miguel se pudo de pie mirando a Sam.
¿De verdad lo haría?

—¿Qué haces?
—Golpeo primero.
—Carajo, que no nos golpeen también.

Miré al moreno y como se acercaba, pero un chico de rasgos asiáticos se sentó junto a Sam abrazándola por los hombros.
Miguel volvió a la mesa con la ilusión en el suelo.

—¿Cómo te fue?
—Sera para la próxima —alenté a mi nuevo amigo.

Uyyyyy
Ya van armando sus shippeos
No importa que sean de amistad, los leeré 😁

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