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Alana

El teléfono no dejaba de sonar, y como cosa rara la contestadora hace su gran labor.

No es que sea demasiado perezosa como para no responder, es solo que estoy dibujando algo muy importante y no puedo dejar que la imagen se me vaya.

Es un collar, mas específico, un corazón, lo particular es que la mitad del collar está roto, en el pedazo que he dibujado, escribo mi nombre.

Hace días había soñado con ese collar y no entendía el porque, me parecía un collar hermoso solo que no sabía por qué tendría mi nombre.

El teléfono sonaba otra vez, así que me dispuse a contestar.

-¿Hola?. - Respondí muy impaciente.

- Alana, querida, ¿Por qué no me respondías?. - Era mi madre.

- Lo siento mamá, estaba terminando un trabajo, ¿Necesitas algo?.

- Alana, necesito que vengas a casa hoy, es muy importante que lo hagas.

- ¿Algo va mal?.

- No querida, solo necesito hablar contigo.

- Está bien, voy en un hora.

- Bien, te quiero, cuídate.

Mi madre casi nunca me llamaba para ir con ella, siempre entendió que no me gustaba salir de casa o relacionarme, así que esto debía ser algo crítico.

Guardé todos mis dibujos, y el del collar, lo dejé en mi mesa; me dispuse a organizar mi pelo y tome las llaves para salir de casa con un raro presentimiento.

Siempre era un reto salir, tenía miedo, por evitar esta sensación no salía.

No vivía muy lejos de mi madre, por eso podía irme caminando.
Las calles estaban con mucha multitud, y no era para nada extraño, estábamos en fin de semana. Muchas miradas se posaban en mi, lo cual me incómodo mucho y con un gran esfuerzo por fin llegué a dónde mamá.

No les mentiré, la casa de mi madre era algo espectacular y, ¿Cómo no serlo?, era muy adinerada. Era algo que no me agradaba tanto.

Toqué el timbre y me abrió Rosa, una de las de servicio.

- Hola Rosa. - Saludé muy cordial. Rosa era una mujer muy hermosa, y era muy atenta y amable.

- Señorita Alana, que gustó volver a verla por aquí.

- Muchas gracias Rosa, ¿Mamá está?.

- Claro que si, venga, pase, ya le traigo su café favorito.

- Gracias Rosa.

Me senté en uno de los tres sillones que tenía mamá en el salón, y rápidamente escucho sus pasos acercarse.

- Alana, querida. - Me abraza Mamá.

- Hola madre, ¿Cómo estás?. - Le abrazo también.

- Muy bien hija mía, ¿Ya has comido?.

- No madre, no tengo apetito.

- Alana, por dios, ya deberías haber comido algo. ¡Rosa!, ¿Puedes venir por favor?. - Rosa inmediatamente llega, que mujer tan cumplida.

- Señora Elizabeth, ¿En qué puedo servirle?.

- ¿Puedes traerle algo de comer a mi hija, por favor?.

- Será un placer. - Y se retira del salón.

- Esa mujer es muy eficiente. - Me dice mamá. - Bueno, hija, toma asiento que tenemos muchas cosas de qué hablar.

Hago lo que me pide.

- Alana, tu ya sabes tú historia, no es un secreto para nadie. Te encontré en mi puerta el veinte de septiembre de el año dos mil.

- Ajá. - Eso ya lo sabía.

- ¿Te conté que eras la bebé más preciosa que jamás había visto?, tus ojos tan azules como el mar, tu cabello tan negro como la oscuridad, tu singular mancha en el pecho, todo de ti me enamoró y juré protegerte.
Thomas y yo estábamos encantados de tenerte en casa, no podíamos tener hijos y tú llegaste alegrar nuestras vidas.

- Papá Thomas. - Recordarlo me duele. - ¿A qué se debe todo esto madre?.

- Bien, hay algo que no te dije hija.

- No me asustes.

- Cuando te encontré en mi puerta, venías en una canasta con esta manta. - me entrega una pequeña manta color rosa con alas blancas incrustadas en ella, era muy hermosa y tenía un olor particular.- Y esto. - Me entrega un collar de plata en forma de corazón.

Todo a mi alrededor se detiene.

El collar.

Es el mismo que rondaba en mis sueños, estaba partido a la mitad y tenía mi nombre escrito en el.

- No puede ser. - Tomo el collar con una fragilidad increíble he inmediatamente me lo pongo.

Al hacerlo siento que un escalofrío me recorre, me siento...viva.

- ¿Alana?, ¿Todo bien?.

- Tengo que irme.

- Pero si no has comido.

- Lo siento madre, tengo que irme. -me levanto lo más rápido que puedo y me voy.

Siento que una nueva luz está alumbrando mi camino.

.

.

.

¿Que les parece?, ¿Les está gustando mi historia?.

¿Que creen que significa el collar?
¿Por qué Alana tiene una mancha muy peculiar?.

Hasta el próximo capítulo lindúras.

-Uxia-

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