Capítulo 7: Un Nuevo Convenio


Amy se recostó sobre la cama de sabanas carmín colocando su cabeza sobre las suaves almohadas de plumas, y así, él se colocó sobre ella para verla aún inseguro si procedía adecuadamente. Amy le sonrió dulcemente brindándole la respuesta; con unas manos temblorosas ella quitó lentamente los botones de la chaqueta que enseñaba su poderío y así, por primera vez, ver su pecho desnudo y ver tal cual ella recordaba al erizo que tanto amaba.

Sonic se despojó de cualquier prenda que tuviera encima con rapidez mientras acariciaba con la mirada el cuerpo desnudo de la eriza frente a él, sintiendo algo extraño dentro de él, casi como un deseo reprimido de él mismo hacia esta eriza. Como si la conociera de antes, en un sueño distante... en una vida diferente.

–Por favor Sonic... hazme tuya– dijo con sonroje por sus osadas palabras.

Sonic tomó su mentón delicadamente con su dedo índice para besarla, a diferencia de la primera vez, con suavidad y gentileza para así jugar con sus labios carnosos, mientras sus manos recorrían cada curva del cuerpo de ella y entre besos opacar los gemidos ahogados de ella. De nuevo tocó su intimidad, más húmeda que nunca. Se separó de ella para ver su expresión de deseo y placer remarcado en su rostro.

–Si me lo permites... desearía probarte.

–¿Probarme?– repitió la eriza rosa sin realmente entender, hasta que sintió una de los dedos de él introducirse nuevamente en ella, haciéndola gemir, y entonces entendió a qué se refería –S-Sí...– pronunció entre jadeos.

Sonic le sonrió divertido y así bajó lentamente con su boca, besando primeramente el camino en medio de sus senos sin poder evitar ver los pezones erectos de ella, que lo llamaban por igual –Con ustedes regresaré más tarde– dijo divertido para seguir su camino de descenso y para lamer sutilmente su abdomen, llegando a su ombligo y así poco a poco acercarse a su objetivo principal. Sonic se apartó para ver la flor de la feminidad frente a él... y era hermosa; lamió delicadamente su intimidad provocando un gemido de placer por parte de ella y que la flor frente a él floreciera ante el contacto. Sin contenerse más probó su boca el manjar de lo que era ella haciéndola gemir en cada pequeña lamida que su ansiosa lengua degustaba.

Amy colocó una almohada sobre su cabeza para acallar sus gemidos de placer retorciéndose ante sus caricias. Logrando a penas quedarse en su lugar antes que nuevamente una corriente eléctrica de placer inundara todo su sistema nervioso, hasta que él cambió su atención, sintiendo como subía nuevamente, recorriendo el mismo camino. Quitó el almohadón de su rostro para verlo detenerse frente a sus pequeños senos, sintiéndose avergonzada por su tamaño, a lo cual él no pareció prestarle atención para que su boca jugará con ellos provocando que su boca salivara y que sus gemidos brotaran sin control mientras con su mano acariciaba su otro seno jugando suavemente con su pezón erecto.

–S-Sonic...– jadeaba mientras el placer la envolvía por completo.

El erizo se colocó sobre ella para besarla nuevamente y ahí sentir por primera vez la virilidad de él, haciéndola reaccionar de pronto. Sonic la vio con intriga, ante los ojos temerosos de ella.

–¿Estás lista para esto?– preguntó intentando ahogar la excitación en su voz.

–S-Sí...– logró responder jadeante.

Sintió como poco a poco él se introducía en ella abriéndose paso lentamente en la flor de su feminidad, provocando que ella se aferrara a la espalda de él y ahí, dentro de ella, sentir como así perdida aquel don que había guardado para su verdadero amor. Él se detuvo por un momento para verla a los ojos, conteniéndose de seguir.

–¿Estás...– un beso por parte de ella lo hizo acallar, así como un suave movimiento de cadera le dio a entender que podía continuar, obligándolo a gemir al sentir como ella se movía debajo de él.

Sonic sujetó su mano con suavidad y así comenzó a moverse dentro de ella en un inició lento para luego aumentar el ritmo mientras ella gemía con gozo y placer repitiendo su nombre en cada pequeña envestida que él le propiciaba, sin poder evitar besarla de tanto en tanto para ahogar sus gritos sintiendo como la excitación aumentaba en cada gemido de la eriza rosa y en cada envestida, sintiendo como él prontamente llegaría al orgasmo. Ambos se vieron a los ojos mientras el se movía empedernido dentro de ella, conectándose más allá de lo que hubiera imaginado. Amy le sonrió jadeante y aquella expresión antes tímida e inocente se borró para dar paso a una mirada sensual y sonrisa sugerente haciéndolo moverse aún más rápido y sin contenerse besarla con pasión desbordante. Ella se aferró sus piernas fuertemente a sus caderas incrementando el roce entre ambos y así, él liberarse dentro de ella sin poder evitarlo.

Ambos se vieron jadeantes uno frente a él otro, sin poder pronunciar palabra alguna ante lo sucedido. Amy le sonrió con dulzura a lo que él respondió con un suave beso haciéndola sonrojar por el inesperado acto romántico de su parte. Sonic se separó de ella lentamente para mover los mechones que yacían dispersos sobre la frente de ella, viéndola de una manera extraña.

–¿Por qué siento... que he estado esperándote?– le susurró confundido.

Los ojos de ella de nuevo volvieron a llenarse de lágrimas sin poder evitar recordar lo que la tenía ahí. Él no era su Sonic, pero hubiera dado lo que fuera en ese momento para quedarse a su lado y no tener que enfrentar la dura realidad que vivía.

–Ahora estoy aquí– dijo entre lágrimas para tomar su cabeza lentamente y propiciarle un dulce beso –Y está vez no pienso irme a ningún lado...

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Shadow corría por los pasillos una vez que logró librarse de sus deberes con Eggman, en busca de Amy y de Sonic, algo le había pintado mal en el momento en que ella se había marchado con ella. Si Amy no prestaba atención podía ser absorbida por eso mundo, y eso era algo que no podía permitir. Siguió con su camino para terminar en un pasillo solitario que daba a una única salida.

–Pero qué rayos...– murmuró viendo a sus espaldas y ver un pasillo extenso detrás de él –Estaba seguro que iba por el camino correcto– se dijo a sí mismo caminando a la puerta frente a él para abrirla y ver una habitación. Una alfombra carmesí cubría parte del suelo de mármol blanco, enfrente de él una cama de sabanas carmín con una cabecera de acero retorcido que le daban un aspecto gótico yacía en medio de la habitación. Un ventanal que llegaba del techo al piso le propiciaba una vista panorámica de la isla. Un diván de color bermellón yacía a un lado de la cama y una librera en la pared opuesta de la misma llamó su atención. Entró con sigilo investigando dicho lugar cuando escuchó las puertas se cerrarse a sus espaldas volteando al acto, sin entender qué había sucedido.

–He estado esperándote...– escuchó decir para ver a una aparición frente a ella, una que había visto en pergaminos antes.

–Midnight– llamó al ver al espíritu sentado sobre aquel diván. Un vestido largo negro con toques bordes en carmín y un profundo escote la vestían. Sus botas color carmín llegaban por arriba de la rodilla y en su cuello una gargantia con una luna menguante se dejaba ver. Shadow la vio imponente en un intento de no mostrarle debilidad alguna –Imagine que nos encontraríamos tarde o temprano– dijo al fin.

Ella sonrió divertida ante sus palabras para verlo con deleite, haciéndolo sentir incómodo por la mirada persistente de ella.

–He esperado mucho tiempo para verte nuevamente... y tú, decides venir a mí, sin necesidad de mi intervención– habló la espíritu ruborizándose con emoción –En especial porque viniste a un mundo como lo es este...

Su expresión de inocencia y ternura lo confundieron. Este no era el espíritu del caos y la guerra que esperaba ver frente a él.

–¿Verme nuevamente?– repitió Shadow confuso –Esta es la primera...

–Ep, ep, ep– silenció Midnight para ponerse en pie –Como ya sabrás para este punto, afuera hay muchos mundos y dimensiones diferentes a la tuya, como esta por ejemplo– explicó para caminar hacia él con un aire sensual y una mirada sugerente –Aunque claro, esto yo ya te lo había explicado antes– recordó con nostalgia en su mirada mientras una sonrisa dulce adornaba su rostro. Midnight observó la expresión de confusión en el rostro del erizo por sus palabras –A otro tú, de otro mundo...– aclaró –En juego muy divertido mucho tiempo atrás– recordó alegremente para ver de nuevo a este erizo quien desconocía de su presencia –Y por esa única razón te deje entrar al juego de Amy– explicó con una inocente sonrisa.

Eso no tenía ningún sentido. Shadow arqueó una ceja sin saber como responder a lo que parecía un coqueteo infantil. El espíritu que Tikal tan fervientemente le advirtió tener cuidado parecía inofensivo y dulce... no se miraba como un espíritu del caos o desdichas.

–¿Dices que la única razón por la que accediste que ayudará a Amy es porque te agradó?– intento comprender el erizo negro.

–¿Agradarme?– repitió Midnight con sorpresa para flotar hacia el erizo cual nube y tomar su rostro con sutileza –No, claro que no– negó con dulzura –Yo quiero tu alma, quiero verte deambular en mi paraíso de muerte y caos por toda la eternidad...– dijo con ensoñación, haciéndolo estremecer por la malicia de sus palabras encubiertas en un tono y expresión dulce. Shadow intentó retroceder para alejarse de su tacto. Los ojos de la espíritu brillaron con un rojo incandescente provocando que ramas retorcidas rompieran el concreto y brotaran del suelo para enroscarse en el erizo negro aprisionándolo en su lugar. –¡Tú decidiste retarme!– vociferó para elevarse por los aires con aquella mirada reluciente, irascible –¡Fuiste con Dawn en busca de auxilio para infiltrarte en mi juego y arruinar todo!– bramó iracunda, provocando que rayos y truenos se escucharan en las afueras del cabaret, y el día, antes soleado, se nublara de pronto –¡¿Todo para qué?!, ¡Para redimir tu alma atormentada!– exclamó cual estruendo por todo el lugar.

Shadow observó el verdadero rostro del espíritu del caos, comprendiendo las advertencias de la gran sacerdotisa, era obvio que hacerla enojar no era prudente.

Shadow sintió la mirada intensa de la espíritu, desnudando su alma. Le desvió la mirada, sin articular palabra alguna. Recordó la razón por la cual había decidido involucrarse en este juego y alterar al espíritu de la luna, y a pesar de que sabía que podía costarle algo más que su vida, tenía que hacerlo.

–Pero supongo que tienes razón...– dijo Midnight más calmada, descendiendo de lo alto y despejando el cielo de aquel día. –La verdad es que esa personalidad ambivalente y egoísta que tienes es lo que me atrae tanto de ti– expresó con una sonrisa pícara –Y cuándo pierdas todo, bien habrá valido la pena.

–¡Eso no pasará!– retó el erizo negro, hablando al fin –Amy encontrará la forma de...

–La carne es débil, lo sabes ¿no?– interrumpió ella victoriosa para llegar a su nivel y acariciar con suavidad su rostro –No tienes idea de lo que una chica es capaz de hacer por un poco de amor...– murmuró con deleite. El rostro de ella quedó frente a él, sintiendo la respiración cálida del erizo negro sobre su rostro, viendo aquellos labios que alguna vez la traicionaron, para con su pulgar acariciarlos con cierta brusquedad, notando un baño carmín en las mejillas del erizo negro, haciéndola sonreír divertida. –Por una noche de aceptación– completó Midnight para besar fugazmente sus labios y así alejarse con una sonrisa en su rostro. –Ahora ve– indicó chasqueando los dedos al aire soltándolo de sus amarras obligando a las raíces que una vez salieron de la tierra regresaran a la misma.

Shadow se tambaleó al no tener las ataduras que lo sostenían para ver a la espíritu, quien ahora tocaba con la yema de sus dedos sus labios de forma juguetona, sonrojándose por lo que ella acaba de hacer, desviándole la mirada pícara que ella tenía.

–No te preocupes– habló Midnight abriendo las puertas de la habitación de par en par –Nos veremos más pronto de lo que crees– indicó. Shadow no respondió nada y dio media vuelta camino a la salida –Por cierto– detuvo ella con sus palabras para que el erizo la viera de reojo –, si deseas hacer un trato conmigo, ven y estoy segura que podré encontrarte algo que hacer que... me complazca– rió lujuriosa.

La proposición indecorosa por parte de ella lo sonrojó con fuerza desviando su mirada al frente y marchándose de aquella recámara donde se había visto atrapado. Shadow se alejó tan rápido como pudo de ella; algo en Midnight le daba escalofríos, así como había algo que le atraía de una manera difícil de explicar. Él pensar que un yo diferente había convivido con ella antes le generaba una inmensa cantidad de preguntas en su cabeza, sobre todo, averiguar ¿qué tipo de relación había mantenido para que ella le robara aquel beso fugaz?

–Concéntrate– se regañó a sí mismo, sabiendo que nunca conseguiría respuestas para esas preguntas. –Es hora de buscar a...– calló al reconocer a la eriza rosa caminar con una charola de plata y en esta una taza de té y su tetera en dirección a la habitación del erizo azul. –¡Amy!– exclamó provocando que ella se detuviera. –¡Demonios te he estado buscando!

–Pues ya me encontraste– dijo ella confundida por la urgencia de él –¿Te sucede algo?, te ves un poco sonrojado– señaló la eriza para verlo de cerca.

–¡¿Eh?!– exclamó sorprendido desviando su mirada a un lado –Nada que no pueda manejar– murmuró el erizo negro recobrando la compostura –, pero te buscó por qué...– calló al ver la cabellera revuelta de la eriza y percatarse del poco arreglo del uniforme. No era una ciencia compleja averiguar qué era lo que había estado haciendo. –Esto tiene que ser una broma...– masculló molesto para tomarla del brazo y apartarla del corredor principal.

–¿Qué, qué sucede?– inquirió Amy siguiéndolo con dificultad.

–Dime que no lo hiciste– suplicó en murmuró el erizo negro.

–N-No sé de qué hablas...– musitó avergonzada la eriza rosa.

–Maldición– golpeó la pared junto a ella rabioso –¿No ves que es lo que Midnight quiere?

–¿Por qué ella querría que yo y Sonic... bueno...– silenció Amy sonrojándose sin poder terminar la frase.

–No lo sé, pero lo es– dijo Shadow pensativo –"Y posiblemente tenga que ver conmigo de alguna manera"– pensó recordando las últimas palabras de la espíritu.

–Escucha, sé que esto suena extraño, pero creo que Sonic me recuerda, a todos.

–¿Uh?, ¿Por qué haría algo como eso?

–Él me lo dijo, es decir... Creo que nuestro Sonic también vino con nosotros, pero lo ha olvidado, yo...

–Escúchame bien– indicó Shadow colocando ambas manos sobre sus hombros –Él no es Sonic, no malinterpretes lo que sucede aquí. No puedes confiar en nadie, mucho menos en él.

Amy frunció el ceño soltándose de su agarre molesta –Tú no lo conoces– debatió.

–¡Demonios, tú tampoco!– gritó exaltando observando como varios de los empleados se detenían a observarlos, resoplando frustrado por la actitud rebelde de la eriza –Tengo suficiente intentando arreglar esto que has hecho, no me hagas tener que arreglar más cosas tuyas con Midnight.

–Pues nadie te está pidiendo ayuda– dijo molesta –No te necesite antes, no te necesito ahora– sentenció –Ahora si me disculpas tengo cosas que hacer– dijo por último caminado lejos de él.

–Perfecto– dijo en un suspiro para verla andar lejos de él.

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Regresó de nuevo a la habitación donde él yacía escribiendo algo en un cuaderno, únicamente vistiendo un pants desgastado. Su corazón volvió a acelerarse al verlo, aun recordaba lo que hace pocos momentos acaba de pasar.

Inicio del Flash Back

–Ahora estoy aquí– dijo entre lágrimas para tomar su cabeza lentamente y propiciarle un dulce beso –Y está vez no pienso irme a ningún lado...

–Amy... tú y yo ya nos conocíamos ¿Cierto?– murmuró sintiendo un extraño dolor de cabeza alejándose de ella –En... algo... es decir– balbuceó incoherente –¿Algo me pasó?

Los ojos de ella se iluminaron al escucharlo hablar para sentarse de golpe y verlo con expectativa. Él lograba recordarla, Sonic realmente recordaba su vida juntos, ¿podría ser que todo este tiempo había tenido a su Sonic con ella con sus recuerdos alterados como ella?

–¡Sí, sí!– exclamó –¡Estoy aquí para ayudarte, Sonic!– confesó para verlo con emoción –He luchando tanto para poder salvarte, pero...

El colocó un dedo índice sobre sus labios haciéndola callar para sonreírle con dulzura. –No estoy seguro de qué pasa, pero desde que te vi al entrar ayer empecé a sentir y recordar cosas– explicó aún confuso –Desde que tomó el té eso pasa más y más a menudo.

–¿El té?– repitió para ver aún la taza de porcelana regada a los pies de la cama –¿Por eso lo tomas?

–Bueno, esa es una de las razones.

–¡Entonces conseguiré más!– dijo saltando de la cama y como pudo cambiarse rápidamente.

–E-Espera... puede esperar, es decir a penas...

–No, debe ser ahora– interrumpió para verlo con una sonrisa –Y así podremos regresar a casa... juntos– habló con dulzura.

–¿A casa?

–Regresaré pronto– indicó para correr fuera de la habitación.

Fin del Flash Back

Shadow no sabía de lo que estaba hablando, pero ella se encargaría de mostrarle su error. Amy se adentró a la habitación para cerrar sus puertas, haciéndole saber que había regresado. Él le sonrió con dulzura provocando que ella caminara velozmente y así se sentara a su lado, enseñando de nuevo la charola de plata.

–Toma, por favor.

–¿Estás segura de esto?– inquirió él arqueando una ceja.

–¡Sí, sí!– asintió –¿Escribiste lo que te pedí?

–Umm– asintió en forma positiva para entregarle aquel cuaderno y así tomar la taza de té –Es todo lo que "recuerdo".

Amy leyó a prisa y tal como pensó vio pequeños fragmentos de su vida juntos de donde ella venía. –¡Es maravilloso!– dijo para abrazar aquel cuaderno.

–¿Es decir... que Eggman y yo no somos aliados?– preguntó luego de un sorbo –Es... todo muy confuso.

–No, no– negó ella –Es decir, de donde vinimos así es... pero aquí es todo diferente.

–No veo por qué Eggman y yo seríamos enemigos– río divertido sorbiendo el resto de la bebida –Hemos logrado mucho juntos.

–Pronto recordarás todo y verás– dijo tomando aquella tetera de porcelana para servirle un poco más –Toma, y pronto todo quedará claro.

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La noche había llegado de pronto y no la había vuelto a ver. Shadow sabía que mientras ella no recordara sobre el contrato con Midnight ella no podría entender qué era lo que realmente sucedía y lo delicada que era la situación.

–Ahora sólo nos queda un día– dijo viendo a la luna resplandeciente de esa noche –En algún momento de mañana pasará...– dijo Shadow en un suspiro. –Si tan sólo hubiera una manera de hacerla recordar sin yo decirle...– calló de pronto frunciendo el ceño molesto. Sólo existía una manera y aunque no le agradaba el precio que debería de pagar para hacerlo, si no lo hacía perderían contra Midnight.

Decidido regresó al burdel sabiendo que debería de hacer. Shadow recorrió los desolados pasillos para así toparse con las puertas finamente talladas que sabía que aguardaban por él. Chasqueó en señal de molestia por lo que haría a continuación y con un pesado suspiro se armó de valor para abrir las puertas y ver así la oficina de la dueña y señora de aquel burdel en donde ella yacía de espaldas a la puerta viendo a la luna de esa noche.

–¡He venido a hacer un trato contigo!– habló imponente.

¡Uff! Lemon completo!!! Bien gracias a todos por el apoyo. Siendo sincera fue complicado escribir un lemon en esta área, sin embargo, realmente ame el resultado!!! Lamento mucho la tardanza, pero la universidad me absorbió por completo!! En fin, espero realmente haya sido de su agrado. 

¡GrAcIaS pOr LeEr! 

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