Capítulo 58

Aviso: Este es el capítulo 58, así que si aún no has leído el 57, el cual ha presentado varios problemas, léelo antes...

...

— Kook, bájame. — Reía Tae tratando de controlar su risa mientras su pareja caminaba por toda la casa con él en su hombro.

Ya hacía más de una hora que habían comido y que su padre se había encerrado en la habitación que le habían dado. Decidieron beber champaña sin alcohol acostados en el sofá de la terraza, sintiendo el aire batir en sus rostros y como el cielo lentamente comenzaba a cambiar de color para darle paso al anochecer. En esa época del año comenzaba a oscurecer ya a las seis de la tarde.

— No creo que eso ocurra hasta que te deje caer en mi cama, si no estuviera tu padre en casa, lo hubiésemos hecho por todo el lugar. En el la misma terraza te hubiera castigado por provocarme tanto.

— Eso no fue provocación... — Se quejó entre risas. — ¡Ay! — Gritó cuando Jungkook le pegó en las nalgas. — Que no se te olvide que yo también tengo fuerza y te puedo someter.

— Ya lo veremos, hoy me toca a mí, ya te dejaré ir a la revancha cuando yo termine contigo... Si tienes aún fuerza, por supuesto. — Giró su cabeza y mordió el costado de su trasero que le quedaba justo encima del hombro.

Lentamente bajó a Tae, acunándolo en sus brazos, acercando su boca para besarlo mientras lo iba colocando arriba de la cama. Sus lenguas estaban ansiosas, el castaño se desesperaba mientras que Kook seguía buscando permanecer bajo control. El castigo para su pareja no iba a ser perforarlo con fiereza como bien el disfrutaba, no, eso para él sería un regalo.

Admiró la perfección de hombre que tenía a su lado y sonrió, aún más cuando la sonrisa ajena se anchó mirándolo con aquellos ojos llenos de amor. Volvió a eliminar los pocos centímetros de distancia que había entre ambos para besar esos labios, su mayor perdición, esa en la que amaba perderse.

Los tirones que Tae ejercía en su cabello mientras se entregaba como si estuviera rematadamente poseído por el dios de la lujuria y el deseo, acompañado del dios del amor. Sus labios que eran diminutos estaban completamente hinchados por sus mordidas y succiones pero a su vez, totalmente sensibilizado, vibrando cuando la lengua ajena los recorría relajándolos y haciéndolos anhelantes de más.

— Parecen siglos los que estuve sin ti en la cama, necesitaba tanto esto... — Su pronunciación se le dificultaba, es que nadie podría hablar correctamente mientras sigue devorando otra boca sin control.

Sus manos se colaron por debajo de la camiseta de Tae, entrando en contacto con su piel, disfrutando el vapor que emanaba la misma. Su alma gemela no pensaba en nada que pudiera escuchar, estaba totalmente entregado a sus caricias, a ese momento que compartían y se sentía complacido. Sus dedos tintinearon los costados de su torso, ascendiendo y descendiendo con lentitud y firmeza, sus palmas palpaban el pecho para con casi imperceptible roce pasar por sus pezones.

Taehyung no se quedó atrás, adoraba perderse en aquella ancha espalda, disfrutar de los gemidos que Jungkook jamás podía ocultar cada vez que sus uñas se enterraban hasta su dermis. Sus piernas entrelazadas le permitía disfrutar de una exquisita fricción que estaba consciente que en pocos minutos podría llevarlo a la locura. Solamente con eso, no necesitaba más. Alzó sus caderas buscando intensificar aquella deliciosa cosquillas que sentía en su entrepierna, perdido en los galantes y enloquecedores besos que Kook comenzaba a ofrecerle a su cuello.

— Estoy demasiado sensible, creo que necesito venirme pronto... — Jadeó apretando más la cabeza de su luniano. — Chupa mis pezones.

Jungkook ignoró su pedido, siguió rodeándolos, lamiendo sus aureolas sin rozarlos siquiera, mordiendo de vez en cuando el centro de su pecho, amasando sus nalgas con vehemencia.

— Oh Kook, krop, krop...

— Wielle krop? — Sonrió disfrutando de un Tae entregado que agilizaba los movimientos de se cintura y buscaba unir, si era que se podía, más sus cuerpos. — Repite que quieres más... — Habló en su oído, haciéndolo estremecerse al sentir su aliento.

Taehyung no pudo contestar, ocultó su rostro en el pecho de su pareja, tensándose, sintiendo como todo su cuerpo de calentaba aún más, con todas las burbujas que sentían crearse en su sangre, tendrían orgasmo y no precisamente pequeño.

— Kook... Me voy a... ¿Qué mierda estás haciendo ahora? — Se quejó casi con lágrimas en los ojos cuando este se separó de golpe, caminando hacia el baño.

— Vamos a ducharnos amor, llevamos más de veinticuatro horas sin tomar un baño.

— ¿Pero tenía que ser justo ahora? Me faltaban segundos para correrme, eso es muy cruel de tu parte, porque no me digas que no lo sabías cuando conoces mi cuerpo y reacciones a la perfección. — Jungkook lo miró sonriente y no pudo evitar sentirse usado, su novio estaba jugando con él. — ¿Te estás riendo hijo de puta?

— Que sepas que le diré a mi mafa como lo llamaste. Está grabado en mi cerebro y lo reproduciré en holograma. — Bufó fingiendo molestia.

— ¿Puedes hacer lo mismo que tu fada? — Kook asintió quitándose lo poco que le quedaba de ropa. Taehyung se levantó siguiendo el ejemplo, eliminando las prendas que le quedaban para después caminar hasta él. — ¿Entonces podrías reproducir esos recuerdos de alguno de nuestros intensos momentos? Creo que solamente con vernos podría terminar con eso que interrumpiste hace pocos minutos.

— Ahora, vamos a bañarnos, después, ya lo veremos.

Taehyung hizo una mueca intentando quitar sus manos del cuerpo del luniano pero las manos ajenas fueron más ágiles y lo inmovilizaron, volteándolo, dejando su espalda calentar su pecho. Besó su cuello y el terrestre no pudo evitar estremecerse, dejando escapar un gemido.

— Abusas de mí mi príncipe... — Dejó escapar antes de voltearse a besarlo. — Pero me gusta que lo hagas.

Trastabillando mientras se besaban terminaron de entrar al baño, con algunas risas que se les escapaba, sin dejar de mirarse mutuamente de forma penetrante.

— Me perdí en esos ojos desde el momento que te vi en aquel lugar el día que llegué. No pude sacarte de mi mente y cuando iba a buscarte, el destino nos hizo encontrarnos en la universidad a la cual yo no quería asistir. Estábamos rodeados de personas tanto yo por los curiosos como tú por aquellos que querían estar cerca de ti pero mis ojos no se apartaron de tu persona desde ese instante.

Era hermoso poder escuchar las cosas que Kook le decía mientras el agua comenzaba a caer encima de sus cuerpos. Quiso total el gel de baño pero le fue arrebatado, sintiendo como segundos después lo dejaban caer sobre su piel, masajeándolo con el mismo creando un fina capa de espuma blanca. ¡Oh, era delicioso!

— Me sentí decepcionado cuando no me reconociste, aún más con tu actitud, tan diferente a la de nuestro primer encuentro, sin embargo no pude odiarte. — Mordió el lóbulo de su oreja deslizando sus manos por todo su torso hasta sus ingles. — El día que te vi en aquel oscuro lugar, solitario y en precaria situación mi corazón se estremeció, no por lástima pero toda la molestia que tenía hacia ti, desapareció.

— Nunca te agradeceré lo suficiente por todo lo que has hecho por mí. Me has dado todo Kook, me has regresado mi vida y las ganas de vivir, hasta me diste a mi frijolito. — Sonrió, siguiendo las manos del luniano que se posaron en su vientre, moviéndolas lentamente de forma circular.

— Nuestro frijolito... — Mordió su cuello y Tae buscó la estabilidad de su cuerpo apoyándose más en él. — Es el regalo más grande que pudiera recibir, tenerlos a los dos, es algo único.

Volvió a descender ambas manos luego de untar un poco más de aquel líquido con olor a lavanda en sus manos. Colocó una entre sus glúteos y la otra en su miembro, para comenzar acariciarlo lentamente, viendo como aquel cuerpo se deshacía con sus mimos. Presionaba su entrada al mismo tiempo que su mano recorría toda su extensión, una y otra vez, besando su cuello aún libre de gel.

Buscando sentir algo más que una simple presión, movió sus caderas con algo de desesperación, sus señales fueron recibidas, rápida y claramente, siendo insertado por dos dedos que comenzaron a hurgar en su interior.

— ¡Mierda! — Exclamó soltando el cuello de Kook para buscar apoyarse en la pared de la ducha cubierta por azulejos negros. — Necesito más amor, entra tú completamente en mí.

— ¿Por qué te desesperas? — Mordió sus hombros. — Déjate guiar y gózalo.

Cuatro dedos bailaban en el interior de Tae quien entre espasmos y gemidos los recibía gustoso aunque anhelante de más. Todo era malditamente placentero y embriagador. Se movía al encuentro de aquella mano, jadeando a cada nalgada sentida. Ahí estaba nuevamente, la tan conocida sensación, la misma que antes de entrar al baño lo había recorrido. Estaba a punto de venirse y sus movimientos de caderas comenzaron a ser erráticos. No recibía más estimulación que la de aquellos cuatro dígitos pero aún así lo que se avecinaba era delicioso.

— ¡Sí! Más... más...

El miembro de Jungkook goteaba cantidades absurdas de pre-semen. Ver a su alma gemela era siempre su mayor estímulo y en esas circunstancias más, sin embargo aún no era el momento de avanzar. Sintió su interior arder y contraerse, en aviso de lo que ocurriría pero retiró la mano, viendo las caderas del castaño agitarse.

— N-No pares carajo, no ahora... ¡Kook! — EL agua que minutos antes había cesado se volvió a sentir, golpeando su cuerpo, sintiendo cada simple gota chocando contra su piel, receptiva al menor de los estímulos. — ¿Por qué me estás haciendo esto hoy con las ganas que te tengo? Se supone que sería una sesión placentera y no una tortura.

— ¿Esto no fue placentero? Porque tu cuerpo parecía disfrutarlo bastante. — Habló lo más serio que pudo, controlando sus ganas de reír frente a los manotazos que su pareja le proporcionaba a la pared. — Si sigues golpeando así a esa inocente pared terminarás haciéndote daño.

— ¡Te odio!

— Me amas como yo te amo a ti.

Ignorando los pucheros de Tae, comenzó aclararle la espuma que comenzaba a secarse en su piel, enjabonándose él rápidamente, frente a la mirada golosa de su novio, principalmente cuando limpiaba su miembro, acción que extendió más, provocándolo con miradas y sonidos lascivos.

— Tú sí que eres un arte en el que quiero graduarme... — Expresó el terrestre relamiéndose los labios, loco por poner sus manos en aquel cuerpo verdaderamente perfecto que tenía antes de él pero una vez más, su pareja parecía odiarlo. Se terminó de enjuagar y detuvo el agua. — Eres...

— Quien más te ama en este universo.

Se acuclilló frente a él y sin preámbulos, engullo de una vez todo su falo, tomándolo de sorpresa.

— ¡Oh maldito luniano! ¿Qué pretendes h-hacer conmigo -h-hoy? — Habló con dificultad, aferrándose el cabello de Kook para liderar el movimiento. — Así, en cuclillas y haciéndome la más exquisita felación te hace ver tan jodidamente sensual. Eres grandioso Kook.

Recostó su espalda a la pared, poniendo una pierna por encima del hombro de su hombre, dejándose llevar, estaba tan caliente que sabía que no tardaría mucho, menos bajo la implacable boca de aquel lunasio que tenía por padre de su hijo. Sus pezones fueron también sometidos por los dedos ajenos y sí que lo agradecían. Buscó apoyo con un brazo en la pared y con el otro tiró de Kook con fuerza, viendo esa cara de perverso que escurría saliva, con sus labios enrojecidos e hinchados.

— Quiero grabar por siempre esta imagen en mi mente. Te amo mi dulce enfermo. — Apretó sus mandíbulas para hacerlo abrir aún más la boca y penetrarlo, regresando a sus cabellos una vez logrado el cometido. Sus cadera se aceleraron, buscando liberar en aquella sensual boca. — Eres el mejor, de haber sabido esto, te hubiera ido a buscar a Luna Dorada desde que abrí mis ojos al nacer.

Jungkook no pudo reírse aunque quiso, s trabajadora lengua que se agitaba aumentando el placer del momento y la presión que ponía alrededor de su virilidad no se lo permitieron.

— ¡Ahhh! — El grito que escapó de Tae y la tensión de su cuerpo, le dejaron saber que una vez más se estaba acercando a su punto cumbre para una vez más, liberarse del agarre e impedírselo. — ¡¿Qué cojones estás haciendo Kook?! — Gritó con lágrimas en los ojos mientras sus piernas temblaban.

Un poco de semen logró asomarse, una minúscula gota pero no fue suficiente. El castaño gruñó, iba a liberarse, lo necesitaba y por ende hizo el intento de llevar su mano derecha a su pene pero fue retirada con brusquedad. Kook sostuvo sus dos manos y lo besos, dejando una mordida antes de dejar sus labios. Volvió a hacer correr el agua sonriendo y segundos después la detuvo.

Extendió su mano para alcanzar una toalla y secarlo cuidadosamente, incluso un acto tan simple tenía a Tae oscilando sus caderas. El luniano también se secó y llevando al terrestre entre sus brazos como tanto doraba hacer, se dirigió hasta la cama. Mismo que intentó taparse algo molesto antes de ser tirado por las piernas hasta que dar abierto y a merced de aquel lunasio que jugaba con su propio miembro y lo miraba con ojos de monstruo listo para matar.

— ¡Oh sí, finalmente me van a dar lo que merezco! — Exclamó sonriendo, imitando la acción de Jungkook.

Con sus piernas abiertas, se tocaba, sin apartar la vista de aquel monumento de hombre que parecía querer triturar su labio inferior con sus dientes. Agitó su mano izquierda frente a él e introdujo dos de sus dedos en aquella boca hasta que estuvieron ensalivados al máximo, llevándolos después hasta su entrada trasera. Levantó un poco sus piernas para dejarle una mejor vista y muy lentamente metió los dedos en su interior.

El luniano agitó su cabeza controlándose, con solo aquella imagen de Taehyung masturbándose, estimulándose ambos extremos, podía terminar.

— ¿Estás seguro que no quieres entrar aquí? Mmmm... — Sacó sus dedos y dejó ver su palpitante anillo de carne a la vista para volver a introducirlos segundos después. — Mierda... — ¿Por qué estoy tan sensible? Estoy a punto de correrme de solo ver a Kook en ese estado.

Sus pensamientos fueron escuchados y esta vez Kook también necesitaba acabar con ese castigo que funcionaba de ambos lados. Retiró bruscamente debido a la impaciencia, abrió más aquellas piernas y se hundió en él. Un grito de satisfacción por parte de ambos resonó en toda la casa, estaban seguros que incluso Hoseok podía haberlo oído, pero no les importaba.

— Dinkse!

— Por dios Kook, no sabes c-cuánto necesité esto...

Enrolló sus piernas en su cintura, necesitaba verlo a la cara para cuando alcanzara ese maldito orgasmo que sin apenas moverse comenzaba aflorar en él.

— ¡Muévete rápido! Creo que ya... M-Me...

Jungkook le tapó la boca con una mano para luego inclinarse para besarlo, sostuvo su cuello con firmeza y mordió sus labios. Tae sonrió y extendió su lengua, misma que fue succionada con ahínco por su pareja mientras lo embestía con desenfreno.

— Tae, eres tan perfecto... ¡Te amo!

— K-Kook... — Sus gemidos no lo dejaban articular palabra, sin embargo sus pensamientos le dejaron saber al lunasio lo que su boca no lograba decir. — Lored!

Ambos se movían frenéticamente al unísono, abrazándose, ahorcándose y nalgueándose locamente mientras sus orgasmos se acercaban a la puerta. Algunas tensiones, jadeos y gemidos más y los dos terminaron a la misma vez. No había un solo clímax que alcanzaran que no se sintiera mágico y único, diferente de todos los anteriores, cada uno era un capítulo diferente.

Sin importar que estaban limpios, recién bañado, el luniano se dejó caer arriba de Taehyung, empapándose de su liberación mientras él dejaba salir en su interior la primera corrida de muchas que tocarían ese día. Sus bocas se exigieron, se unieron, se fundieron en algo más que besos por unos cuantos minutos.

— ¡Ayyy! ¿Qué estás haciendo? — Cuestionó Taehyung cuando fue volteado y su nalga sintió el fuerte golpe proporcionado por su pareja. — Oh mierda...

La lengua de Kook en su parte trasera era una de las maravillas del mundo. Se afincó en el colchón y literalmente mordió la almohada ahogando sus gemidos. Estaba seguro que era probable que ya su padre hubiera oído algo, pero no quería darle la sinfonía completa. Minutos después ese músculo fue sustituido por uno muchísimo más grande y potente que se abrió paso en su interior hasta llegar a lo más profundo.

— Esta noche que recién empieza será una muy, pero que muy largo noche. — Exclamó Kook comenzando a moverse.

— ¿Vives en el monstruo y no le conoces las entrañas, mi alteza? Estoy más que listo para lo que se avecina. ¿Alguien dijo dormir?

‼️💜‼️
Hola mis queridos lunianos, no sé si se lo esperaban pero aquí les dejo el capítulo 58 que era el que correspondía hoy. Espero que haya sido de su agrado y nos vemos en el próximo. 🙈😘
💜💜💜LORED💜💜💜

Pd: Me gustaría invitarlos a que se pasaran por mi nuevo FF "Liquidator"🖤 Es otro género pero también kookv/vkook . Espero que les guste🤞🏾🙈😘

https://youtu.be/sBxMosobQq8

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