Capítulo 23

Regresar al trabajo y pretender que nada ha pasado entre Josh y yo no es una tarea que encuentro complicada, ya lo había hecho antes con otros chicos, sin embargo, creo que nunca había experimentado cierta sensación en mi corazón como de gusto al verlo de nuevo, pero sí, me encuentro experimentando una dulce sensación al verlo en el trabajo a pesar de que los dos actuamos bastante casual, como si nada hubiese pasado entre los dos.

Esta mañana han llegado dos clientes nuevos con los que Josh ha quedado de verse y parece estar ocupado gran parte de ella, yo como no tengo otro lugar donde estar, me quedo allí en la oficina acomodando papeles mientras los escucho hablar.

Una casa nueva y una construcción para una oficina, un despacho de abogados en otro pueblo cerca de este no es tan mala idea, en especial cuando escucho la suma de dinero. Los dos hombres del despacho de abogados se tratan de un padre y su hijo, si bien, el hijo debe de estar a punto de llegar a sus treintas y he notado que desde que entró, no ha dejado de mirarme, en especial las piernas debido al vestido corto que he optado por usar hoy me ofrecen una sonrisa cada que nuestras miradas se encuentran y respondo de vuelta porque no quiero ser ruda.

Al parecer, no soy la única que se da cuenta de ello porque Josh se aclara la garganta en su dirección para llamar su atención, entonces su mirada repara en mí y me observa de arriba abajo antes de volver a hablarle a él, noto que la voz de Josh se ha vuelto más seria, un poco más grave mientras habla.

─Lo siento, me he distraído un poco ─le dice el hombre en un tono descarado que lo hace gruñir.

─Bien, si hay alguna distracción en esta habitación, podríamos tener esta conversación en otro lado.

─Estoy cómodo aquí ─le asegura, pero a Josh no le agrada.

─De acuerdo, continuemos ─le responde y prosiguen con la conversación que han estado teniendo. Creo que pasan aproximadamente treinta minutos para cuando Josh cierra el trato con esos hombres y cuando los hace, los dos se despiden de él y también lo hacen de mí, sin embargo, el hombre joven, que responde el nombre de Nicholas, se acerca a mí con una sonrisa coqueta.

─¿Puedo preguntarle su nombre, señorita?

─Savannah James.

─Un gusto conocerte ─me saluda y su sonrisa se ensancha cuando nuestras manos se estrechan─. Lo siento si soy imprudente, pero eres una mujer hermosa, me sorprende que trabajes en un lugar como este...

Su comentario lo encuentro fuera de lugar, ¿existe algo de malo trabajar aquí? Porque hace ver como si hubiese algún problema por trabajar en la constructora, por supuesto, Josh escucha el comentario y de inmediato se coloca a mi lado, su cuerpo es rígido, tenso.

─¿Hay algún problema con eso?

Le pregunta en un tono arisco a Nicholas, quien, con una sonrisa forzada, niega.

─Para nada, es solo curiosidad, me sorprende que sea la única mujer en la constructora, aunque...

─Bueno, es un lugar agradable para trabajar aquí, me agrada.

Le interrumpo, porque no me agrada para nada lo que intenta decir, Nicholas asiente con la cabeza y después vuelve a hablar.

─Bien, lamento ser imprudente, pero ¿supongo que no es soltera?

Vaya, si que va directo al grano y nos toma a Josh y a mí por la forma en que lo dice y noto que el cuerpo de Josh se tensa a mi lado y gruñe por lo abajo.

¿A qué ha venido eso?

Sé que los dos habíamos dicho que nada de compromisos antes, pero siento que puedo aprovecharme de la situación solo para provocar, al menos es un instinto y quiero hacerlo, aunque me parezca un tanto rudo al mismo tiempo.

A veces, se vale jugar con las emociones de alguien cuando están confundidos, ¿no?

Si tan seguro está de no querer nada serio conmigo, no debería de importarle si coqueteo un poco.

Así que me acomodo mejor el cabello antes de responder a su pregunta.

─Si crees que esa es la respuesta, eres pésimo haciendo suposiciones ─le digo y él enarca las cejas con sorpresa, sin embargo, la sonrisa que se forma en sus labios sigue siendo coqueta.

─En ese caso, no importaría sí...

─Sí importaría, cuidamos las relaciones de trabajo ─interrumpe Josh de la manera más seria y cortante que le es posible─. Ningún trabajador tiene permitido salir con algún cliente de la empresa, lo siento.

No puedo voltear a ver a Josh, quien no se molesta en verme a la cara, cuando volteo a ver a Nicholas, él tiene los labios fruncidos.

─Ya veo, en ese caso, una disculpa a ambos ─aclara y después se aparta con un asentimiento leve de cabeza─. Nos vemos luego, gracias.

Josh aguarda a mi lado a que los dos salgan de la oficina y cuando por fin estamos solos, me alejo de él para colocarme enfrente suyo.

─¿Qué ha sido eso?

Le pregunto y él se encoge de hombros para restarle importancia.

─No acepto que mis clientes se relacionen con mis empleados, no es ético.

─Parecía un buen tipo, de esos discretos que no generan altercados.

─Pues no lo permito.

Esta vez soy yo quien deja salir un gruñido bajo.

─No tenía idea de ello.

─Pues ahora la tienes.

─Qué pena... ─digo volteando en dirección a la puerta como si el hombre aun siguiera allí y en cualquier momento fuera a abrir la puerta de nuevo. Cuando me vuelvo a voltear, veo que tengo a Josh frente a mí a una distancia bastante corta.

─Savannah...

Sentencia mi nombre de una forma que me hace sonreír al ver que lo he provocado.

─Está bien, lo tendré en cuenta a la próxima.

Le guiño un ojo como respuesta y me aparto de él con una sonrisa que no dejo que vea. Sin embargo, no me llego apartar mucho de él porque Josh me toma del brazo, impidiéndome seguir adelante, me detengo y él tira de mi levemente para volver a acercarme a él, cuando lo consigue, coloca una mano en mi cintura y con la otra mano, me acaricia el cabello de una manera que encuentro dulce.

Aquello me ha tomado desprevenida.

─Pensaba que tu y yo podríamos comer juntos.

─Creí que no volveríamos a tener una cita.

Gruñe.

─Yo no estaría tan seguro de ello.

Sus ojos azules me observan con una pizca de deseo que me hace sonreír, me lamo un poco los labios al ver los suyos, rosados, carnosos.

Josh se inclina un poco, lo suficiente como para darme un roce de labios que me toma desprevenida por completo.

─Alguien puede vernos.

Murmuro y él gruñe.

─Lo dudo, todos están ocupados con el trabajo.

Y seguido de eso, Josh me da un corto beso que respondo de inmediato.

─¿A qué se debe eso? ─Le pregunto cuando cortamos el beso, intento buscar su mirada. Josh parece titubear unos segundos, pero responde de inmediato.

─Quería besarte ─decide ser directo con su respuesta. No le digo nada ya que su beso ha sido bueno, en realidad Josh es bueno besando, pero me ha tomado por sorpresa.

─Creí que dijimos que nada de esto sucedería...

Por alguna razón, pongo un poco de distancia entre los dos, aunque eso no me hace sentir conforme, es solo que no quiero que nos vean, sería demasiado incómodo para ambos, pero los recuerdos de nuestra cena vienen a mí y es difícil sacarlos de la cabeza, me veo diciéndolo de nuevo y tengo que apartar la mirada de él.

─Cierto ─Josh habla con un leve asentimiento─. Lo había olvidado, además, cualquiera podría entrar ─dice, aunque por suerte, el cristal les impide ver de afuera hacia adentro.

─Sí, yo uh, volveré a terminar lo que estaba haciendo ─digo intentando que el ambiente a nuestro alrededor no se sienta incómodo, Josh asiente con la cabeza y después se aclara la garganta.

─Saldré a inspeccionar a los chicos.

Dice y seguido de eso se dirige a la puerta. Creo que no es hasta que lo veo marcharse de la oficina que es cuando tomo un respiro de la situación.

¿Qué ha sido todo eso? pienso.

Josh sin duda se había puesto celoso ante aquel hombre y me había besado tiempo después, como si necesitara asegurar algo, aunque solo estuviéramos él y yo solos.

No puedo evitar sonreír ante ello y tocarme un poco los labios por culpa de nuestro beso.

***

Para cuando se acaba las horas de trabajo, Josh como de costumbre, me lleva a casa y me acompaña hacia la puerta de esta.

─Me parece que ya es costumbre traerme a casa, ¿no?

Es lo que se me ocurre decir para evitar el silencio en el aire, Josh se lleva las manos a los bolsillos de su pantalón y da un pequeño asentimiento.

─Sí, bueno, tu casa queda algo lejos de la constructora.

Se excusa y pongo una sonrisa en la boca, después hago algo que me nace por impulso. Me acerco a él y le doy un beso en la mejilla que lo sorprende.

─Aun así, no es tu obligación traerme, Josh, gracias.

Se aclara la garganta.

─No tienes qué. ─Dice y esta vez sí se forma un pequeño silencio a nuestro alrededor que ninguno de los dos rompe de inmediato─. Quería comentarte algo, por cierto.

─¿Qué cosa?

Pregunto enarcando las cejas y aguardo a que él hablé.

─Trenton y Palmer vendrán mañana a la constructora, quieren que revisemos una pequeña propuesta que tienen para nosotros, y están interesados en saber tu opinión como diseñadora.

Una sonrisa se forma en mi boca con lo que me ha contado.

─Bueno, no soy una diseñadora profesional, claro pero es bueno que tengan en cuenta mi opinión.

Él asiente en acuerdo.

─Bueno, ellos están fascinados con los decorativos, no me sorprendería que quieran que estes de nuevo involucrada.

─¿Qué les has dicho?

Le pregunto porque sé que es demasiado especial con el trabajo y al principio, no parecía conforme con mis ideas.

─Les he dicho que está bien, que nos reuniremos con ellos en una cena mañana por la noche ─explica y asiento levemente, aunque es una cena de trabajo y lo ha dejado en claro, la idea de volver a reunirme para cenar con él, aunque sea en circunstancias diferentes me emociona.

Me digo a mi misma que no debería entusiasmarme demasiado por ello porque solo son asuntos de trabajo que cualquiera suele hacer, sin embargo, pasar tiempo a solas con Josh es bastante tentador.

─Muy bien, buscaré que puedo ponerme.

Quizás es un comentario bastante superficial y tonto a la vez, pero Josh sabe que eso es importante para mí y por suerte no me juzga.

─De acuerdo, tengo que irme.

─Muy bien.

Digo y Josh se da la vuelta para bajar los tres escalones que hay en la entrada, sin embargo, solo consigue bajar uno y volver a subirlos para venir directo a mí y plantarme un beso rápido en los labios.

─Buenas noches, Savannah.

─Buenas noches, Josh.

Digo de vuelta y lo observo marcharse esta vez, al entrar a casa cierro la puerta y observo como de costumbre como su camioneta desaparece frente a mi casa y me aproximo a la cocina para servirme un vaso de agua, ha sido un beso corto, casi fugaz, pero me ha tomado por desprevenida y eso me ha gustado.

En realidad, me gusta que Josh tome la iniciativa con esto de los besos. Es atrevido de su parte y en definitiva me gustan los hombres atrevidos.

Al irme a la cama, tengo que admitir que me voy con una sonrisa que es difícil de borrar y me veo quizás fantaseando con Josh de nuevo.



**** 

Josh marcando territorio con Savannah para que otros no se la quiten jajaja

¿Qué les pareció el capítulo? Sé que no es muy largo pero ya quería actualizar aunque fuera un capítulo corto así que aquí estamos, espero que lo hayan disfrutado!


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top