Nuevo barco... Nuevos tripulantes

Capítulo 3 Nuevo Barco, Nuevos Tripulantes.

Se encontraban sentados en la elegante sala de Nico Robín, los cuatro tripulantes comiendo galletitas, mientras que Robín les servía una taza caliente de té, después de todo ya hacia algo de frio.

-Dime Luffy ¿A dónde iremos? – pregunto Usopp.

-De vuelta a puerto, a wáter 7 – dijo serio.

-Iremos a reparar el Merry – se entusiasmó el tirador.

-Iré a Fumarme eso – mostrando un cigarro - ¿Dónde está tu patio Robín?

-La puerta de la cocina, cocinero san – se levantó dejando su taza sobre la mesa de centro – Te acompaño. Y ambos salieron.

Zoro ya venía venir la charla y él no tenía escapatoria, no tenía una excusa para zafarse del asunto.

-Bueno veras Usopp – Balbuceaba el capitán – mmm, Zoro puedes ayudarme con esto.

-Luffy– gruño molesto, se sobo la frente – veras el Going Merry...arg... esta...

-¿Qué pasa con el Merry? – pregunto el tirador.

-Usopp veras – su tono de voz resultaba serio, aún más de lo común –El Going Merry fue un buen barco... Pero ya está muy dañado y creo que las intenciones de Luffy son las correctas – se levantó y toco el hombro de Usopp – Lo siento amigo – El espadachín salió dela habitación rumbo al pasillo donde se encontraban las escaleras hacia el segundo piso – desearía beber algo ahora mismo.

-¿Y qué te apetece? – pregunto la duela de la casa.

-Lo siento, no quiero incomodarte.

-No es ninguna molestia – abrió una pequeña puerta que se encontraba justo al lado de la escalera – Tu lugar feliz – comento.

-Aun lo conservas – infirió.

-¿Porqué deshacerme de él? Es muy práctico – le guiño el ojo. Zoro se sonrojo levemente.

-Que termináramos no quiere decir que no podamos ser amigos – le dio una botella de vino tinto, la que el siempre solía tomar con ella.

-Tu favorita... salud – le dijo él.

-Gracias– le devolvió el gesto ella.

En la sala se escuchaba el llanto del capitán y de él tirador, que a moco tendido gritaban cosas como "Extrañaremos al Merry" y"Sentimos no haberte cuidado mejor".

La resaca de la mañana siguiente no fue gentil con Zoro, mucho menos con Robín. La cabeza le dolía y no reconocía la habitación, se incorporó en la cama, dándose cuenta de su falta de ropa.

-Mierda– se rasco la cabeza, posteriormente cerro sus ojos esperando lo peor y giro al ver el bulto a su lado – Mierda... Mierda... Mierda– Tomo la sabana y la jalo descubriendo el rostro de su acompañante– Robín – susurro, rápidamente se vistió y bajo a la cocina,donde Sanji lo esperaba con el desayuno.

-Hey, estúpido – El rubio llamo a Zoro – la taza de color verde tiene café y muy cargado. Te servirá para la resaca pero no para tu moral destruida.

-El espadachín tomo la taza sin pensarlo dos veces, murmurando un gracias, posteriormente se sentó en la barra de la cocina a esperar el desayuno. La mañana paso ruidosa y sin novedades, Zoro no menciono nada de lo ocurrido la noche anterior.

-Zarparemos al atardecer, la marea estará alta y podremos salir sin complicaciones – ordeno el capitán.

-RobínChwan nos acompañara cierto – canturreo Sanji.

-FuFuFuFu,estoy pensando en ceder a tan tentadora oferta del capitán san –le sonrió.

Zoro casi se ahoga con el pan que se estaba comiendo, su ex en el barco,sería inconcebible para él, como podría resistirse a la tentación.Su ex era ambrosia de los dioses que a él le gustaba saborear.

-¿Dónde se encuentra Usopp? – pregunto el espadachín.

-Fue al banco a depositar las ganancias y después a llamar a Brook para que haga lo pertinente al respecto.

-¿Brook?– pregunto Robín.

-Nuestro contador... shishishi... la banda ha crecido desde que te fuiste.

-Cuantas sorpresas... FuFuFuFu.

-Hay un carpintero en américa el cual quiero convencer de unirse a nosotros.

-Enserio le dirás a Franky- intervino Zoro.

-Es el plan – Respondió calmado el capitán.

A pesar de haber hablado en secreto con Luffy acerca de invitar a una chica al barco, basándose en leyendas de los antiguos marinos y piratas, para tratar de hacerlo desistir, como única respuesta recibió.

-Zoro aun crees en esas leyendas... estamos en el siglo 21.

Esa misma noche el Going Merry Zarpo por última vez...

Un mes mar tarde

Después de unas merecidas vacaciones, donde los tripulantes regresaron a sus tierras natales a visitar a sus familiares. Se re encontraron en América en la Franky House.

-¡Luffy!¡Chicos! Es súper volver a verlos – Saludo Franky, abrazando efusivamente al capitán.

-Igualmente es un gusto Franky.

-Pasen, pasen, están en su casa – Decía el hombre de 40 años por lo menos, adentrándose en su taller – Por cierto tu pedido está listo, lo deje en el astillero listo para zarpar.

-Zoro, acompáñame... los demás esperen aquí.

El capitán y el espadachín entraron junto con Franky a su astillero.

-Nunca me habían pedido algo tan extraño, siempre eh cumplido cada pedido al pie de la letra... pero es la primera vez que me piden crear el barco de mis sueños...

-¿Qué?– Se exalto Zoro - ¿Qué le pediste qué?

-Tranquilo hermano, te enamoraras del Thousand Sunny.

El sol los deslumbro, pero aún más deslumbrados quedaron por el barco de ensueño de Franky.

El sol los deslumbro, pero aún más deslumbrados quedaron por el barco de ensueño de Franky.

-Es más grade que el Merry – comento el peliverde.

-Es mucho más grande... tiene más capacidad de carga... una cocina equipada para Sanji, el nido de cuervo es más amplio, ahí instale tu equipo de entrenamiento... capitán comentaste que una chica estaría en tu tripulación, añadí dos camarotes ambos grandes, un taller para los experimentos de Usopp, un área médica, otra de navegación, una biblioteca.... Estoy orgulloso de mi creación.

-Únetenos– le dijo de una Luffy – llévanos a conocer el mundo – le sonrió.

Ahora Zoro entendía la trampa – Vamos Franky no querrás que cualquie ridiota repare tu barco cuando Usopp y Luffy lo rompan.

-¿Cuándo zarpan?

-Cuando suba la marea. Iremos a Canadá a recoger a muestro médico,necesitamos quien nos guie y tu...

-Alto muchacho... de navegación yo no sé mucho; yo solo hago barcos con el Don que Tom me heredo, puedo navegar un barco por la costa, pero en alta mar olvídalo.

-Yo estoy escuchando un si – Murmuro Zoro.

-Eso creo también shishishi, creo que conseguimos un carpintero.

Franky soltó una sonora carcajada, había caído en el juego del sombrero de paja. Esa misma tarde zarparon rumbo a Canadá donde el medico ya los esperaba. Arribaron al puerto de Quebec al siguiente día por la mañana, hacia un frio tremendo.

-¿Cómo soportan tan crueles temperaturas? – decía abrigada con una gabardina de flores.

-Pero si tú eres Rusa – refunfuñaba Usopp abrigado con una túnica morada – Yo soy de clima cálido y muero cada vez que vamos al norte.

-Que llorón eres Usopp – le decía Sanji – debes de ser un caballero y ser considerado con la dama que engalana el barco... su té Robín.

-Eres un caballero cocinero san – le sonrió.

Arribando al puerto de Quebec, bajaron Luffy y Usopp, el resto se quedó en el barco, específicamente en el acuario, en los sillones de piel se encontraba Zoro, recargado con la cabeza hacia atrás, tratando de relajarse, a punto estaba de quedarse dormido sintió un peso a su lado.

-Me está consumiendo la curiosidad... ¿Esas pulseras de oro que llevasen la muñeca?... ¿Son de alguna chica en especial?- pregunto Robín, con un tono sugerente.

-Si– respondo cortante- una hermosa peliroja, de ojos color caramelo,delicada silueta y piel clara como la arena del caribe – sonrió estúpidamente al describir a la "chica", no se consideraba romántico y mucho menos cursi, en ocasiones pensaba que ella era producto de su imaginación pero esas pulseras de oro, confirmaban que era real. El chico dio un largo suspiro.

-¿Quién eres? Y ¿Qué le hiciste a Roronoa Zoro?

El peliverde soltó una risita – No me ha pasado nada... creo que eh madurado – dijo tocando las pulseras.

En un rápido movimiento Robín se posiciono sobre el regazo de Zoro,posando sus manos en el pecho del muchacho, provocando el nerviosismo de este.

-¿Qué...que... que... estás haciendo?

-Lo de la otra noche – lo tomo por el cuello de la camisa y lo beso apasionadamente, cosa que el muchacho correspondió gustoso, coloco ambas manos en la cintura de la chica, profundizando el acto.

En la cubierta del barco todos babeaban por una chica que fue a pedir empleo a la famosa empresa del sombrero de paja.

-Pues veras el capitán no está, pero nuestro súper vice capitán puede atenderte.

-¿Y dónde se encuentra el?

-madeimoselle ese primate debe de estar en el acuario del barco... ¡Si gustas te acompaño! – El chef comenzó a revolotear alrededor de la muchacha, Franky le indico el camino y ella con calma y un andar elegante emprendió su trayecto.

En el acuario las cosas estaban subiendo de tono y a la pareja le comenzaba a dar calor, provocando que Robín se sacara el abrigo y comenzara a abrir el de Zoro.

El caminar de la chica y el sonido de su tacón resonaba por todo el Sunny como un martilleo constante, Zoro se percató del sonido pensando en Franky reparando algo, decidió ignorarlo y repentinamente paro. El peliverde abrió el ojo al percatarse de una silueta en la entrada del acuario.

-ejeeemm...ejemmm – raspaba la garganta la chica – disculpe vice capitán.

La voz delicada y suave de la chica fue como una alarma que se activó en Zoro, arrojando a Robín a un costado y abrochándose en automático el abrigo, con un leve sonrojo se levantó, se sentía como un chico de secundaria al que habían descubierto sus padres en el acto.

-Discúlpeme,señorita... ¿Puedo ayudarla en algo? – apenas y podía hablar delo apenado que se sentía.

-Creo que interrumpo algo importante- volteando a ver a Robín... volveré cuando alguien más competente esté disponible.

Y sin que Zoro pudiera hacer algo la chica salió de la habitación en dirección a cubierta.

Robín se levantó acomodándose la ropa y se colgó del brazo de Zoro.

-En que estábamos – se le insinuó.

-Ya no puedo seguir con esto... tú me dejaste y solo estás jugando conmigo – la tomo por los hombros para verla fijamente a los ojos –Te amé como nunca eh amado y me dejaste porque según tu soy un niño... sabes... olvídalo... pierdo el tiempo – la soltó y se encamino a cubierta – sabía que la invitación de Luffy para Robín no era la decisión correcta – murmuro.

Robíns e quedó impactada con las palabras de Zoro, nunca imagino que ese chico que dejó, maduraría con el tiempo y valla que maduro mental y sobre todo físicamente, ahora se le veía musculoso y el cabello más largo, había crecido un poco y esa misteriosa cicatriz que atravesaba uno de sus ojos lo hacían ver aún mucho más guapo. Inconscientemente ella lo deseaba. Se arregló el cabello y el abrigo para después salir hacia su camarote.

En la cubierta

-¿Dónde está la chica? – pregunto Zoro.

-La corriste imbécil - le grito Sanji – dijo que un incompetente como tú no podía atenderla.

-Maldito cocinero – le respondió apretando los puños.

-Zoro hermano, tranquilo... esa preciosura en realidad dijo eso – comento el carpintero haciéndolo sentir peor.

Horas más tarde regreso el grupo de Luffy con un nuevo integrante, un chico que si acaso apenas había cumplido los dieciocho años. Todos se reunieron en el acuario del Sunny, se hicieron las debidas presentaciones.

-Mi nombre es Anthony Chopper, médico de profesión y navegante por disposición.

-Eres bastante joven doctor dan – rio Robín.

-Mi edad no será un inconveniente para ayudarlos en lo que pueda –dijo el muchacho lleno de inspiración.

La hora de la cena llego y como siempre Sanji se había lucido con lacena, ahora con una cocina y comedor más amplios, podía moverse a su antojo y hacer lo que quisiera.

Mientras la noche caía más y más, todos se encontraban reunidos en la mesa a excepción del capitán, que se encontraba en la cabeza del león que adornaba el Sunny.

-"Un navegante" –pensaba. Inmerso en sus pensamientos ajeno al bullicio de la cocina,escuchaba unos tacones que resonaban en la cubierta detrás de él,el sonido poco a poco se acercaba más, hasta que se detuvo detrás de él.

-Escuche que necesitabas un Navegante – comento la persona a sus espaldas.

-¿Ytú sabes dónde puedo conseguir uno?- se levantó para hacerle frente a la voz de la chica y automáticamente quedo encantado con la belleza de ella – ¡Se mi navegante! Le propuso de inmediato el chico, su corazón latía al mil por hora, necesitaba verla diario,dentro de él crecía un sentimiento que solo había sentido una vez con una chica – la paga es buena y tienes beneficios por ser amiga del capitán – le sonrió - Tenemos un trato – le extendió la mano y ella la estrecho a modo de cerrar un trato.

-Mi nombre es Nami y seré la mejor navegante que jamás habías deseado.

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