white
Su respiración acelerada y sus piernas temblorosas, le jugaron una mala pasada.
La menor se desplomó en la tierra misma, húmeda y llena de hojas, simplemente para llorar.
Sus manos cubrían su rostro y las lágrimas no dudaron en desbordaban de este.
De pronto, los aullidos de lobo se hicieron presente poco a poco.
Miró a su alrededor y vio como la niebla se apoderaba del bosque junto a la oscuridad de la noche. Park había omitido esa parte al escapar de su familia. Ahora estaba sola y debía tener cuidado.
-- ¿Estás perdida? -- inquirió una voz tranquila a lo lejos, rompiendo entonces el silencio.
Un escalofrio recorrió todo el cuerpo de la menor, erizando entonces su piel al instante.
Existía la posibilidad de que se lo haya imaginado, claro, después de todo tenía miedo y, estaba nerviosa por los lobos.
-- Algo así -- respondió Rosé temblorosa, buscando mientras con la mirada, rastro alguno de aquella supuesta persona desconocida.
Para su suerte, una sombra salió de entre los árboles y camino tranquila directo a su ubicación.
Estando ya frente a frente con la rubia, a unos pocos metros de distancia, el cuerpo ajeno de capa negra se quitó la capucha sin previo aviso.
Los últimos rayos del atardecer dejaron ver finalmente el rostro de la pelinegra.
Tenía flequillo, pelo corto y ojos verde oscuro.
Park quedó boquiabierta ante la ocurrida revelación. La chica era tan hermosa, que no recordaba haberla visto antes, mucho menos en el pueblo.
-- Lisa -- dijo firme la mayor al extender su mano derecha.
-- Rosé -- exclamó la de ojos café al recibir el saludo.
Ambas caminaron juntas por el bosque profundo, en busca del arroyo. Pues el seguirlo, las llevaría devuelta al pueblo.
Rosé trago en seco saliva y se quedó estática en el lugar. No podía creer lo que veían sus ojos café.
A unos metros frente suyo, había una cabaña con forma triangular de dos pisos, chiminea de piedra y tres ventanas en total. Todas con luz en ellas gracias a las velas.
Lisa negó con la cabeza y dió media vuelta tratando de explicar la situación pero, ya era tarde. El cuerpo frágil de Park yacía en el suelo. Se había desmayado.
-- ¿Que me diste? -- exclamó Rosé molesta, haciendo referencia al plato que tenía Lisa en sus manos.
-- Sopa --
-- Eres una bruja -- interrumpió Park sin más.
-- Bruja blanca, Rosé -- corrigió Lisa con voz firme, para luego dejar el plato en la mesa a su lado.parada en una esquina de la habitación con los brazos cruzados.
La menor, cambio su expresión de ceño fruncido, a una de confusión total. ¿Bruja blanca?, seguro es lo mismo que una bruja normal. Desmbulan por el bosque y matan a los animales silvestres, crean hechizos y lanzan maldiciones para los pueblerinos.
A lo largo del tiempo, habían recibido varios nombres
Las brujas malas existían, claro, pero Lisa no era de esas.
Trabajaba con magia blanca
Por precaución, no debían ir juntas por el pueblo.
Ambas, se miraron entre si al instante, entendiendo todo finalmente.
-- Lisa -- musitó la menor como pudo. -- Ellos no saben... -- agregó con su último suspiro. Siendo luego, devorada por el fuego.
Lisa no quería lo que más necesitaba, el estar sola.
Pues siquiera tenía razón alguna por ello pero, lo hizo.
Tuvo que pensar demasiado para liberar a Rosé. Quien, le había dado mil y un razones para que volara, para que continuará sin ella.
Tras recordarla, mantenía la frente en alto. Pensando que de no ser para siempre su amor, lo intentaron
capitulo único
gracias por leer
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top