Real Realidad
"¿Fred?"
"¿Freddy?"
"¿P-Pero qué-?"
"Veo que estamos soñando"
"¿Esto es un sueño?"
"¿De qué otra forma nos veríamos frente a frente, idiota?"
"¡Hey! Tú eres el idiota, idiota"
"¡Ja! No sirves ni para insultar"
"¡Cállate!"
"¡Ay, mis niños, ya dejen de pelear! Que se les hace tarde para la escuela"
Yo reconozco esa voz... Es la voz de mamá.
Entonces, veo como mi entorno, que hasta ese entonces era negra oscuridad por kilómetros, se comienza a transformar en mi habitación, en mi hogar.
Pero no era mi verdadera habitación, era la misma habitación de mi sueño, el que tuve hace un tiempo.
Donde yo era un chico normal, mi padre estaba vivo y Fred era mi hermano, lo que junto a mamá y a mí, formábamos la familia perfecta.
Fue el mejor sueño de mi vida.
"¿Quién dijo eso?", preguntó mi otra personalidad, antes de voltearme a verlo con claridad. Era igual que en aquel sueño, su piel era como la mía, cabello castaño oscuro, y sus ojos chocolate.
"Fred... ¡Es mi sueño perfecto!", dije a quien se suponía era mi hermano, y corrí al espejo donde en mi sueño anterior me había reflejado, para darme cuenta de mis ojos color chocolate nuevamente... ¡Igual que en mi sueño!
"¿¡Qué!? ¿Y qué hago yo en tú sueño? ¡Se supone que yo no sueño!", exclamó él. Y en parte tiene razón, pues él nunca ha sido parte de mis sueños, él solo los ve desde fuera, como un espectador. De hecho, se había molestado mucho cuando tuve aquel sueño, pues dijo que el Fred del sueño no era nada parecido a él.
"No lo sé, ¿crees que sé todo lo que respecta a ti?", fruncí el ceño. Mi sueño anterior era perfecto, ¿por qué tenía que estar él ahora?
"Hijos, ya basta de discutir", habló la voz suave de antes. Ambos nos volteamos para encontrarnos a mamá en el marco de la puerta de "nuestra" habitación, "Vamos, que su padre ya los espera para llevarlos a la escuela"
Con Fred nos miramos, confundidos, y pues en mi sueño anterior no había ido a la escuela, y la verdad no tenía muchas ganas de ir. Hasta que recordé, que no soy Alium en este sueño, soy un chico normal, no debería de tener problemas con mis compañeros.
Eso me ánimo bastante, y antes de que Fred pudiese decir algo, salí corriendo de la habitación, bajé rápido las escaleras, y salí de la casa con varias protestas de mi otra personalidad, digo hermano, detrás de mí.
Ahí me encontré al hombre de rostro borroso, dentro de un auto bastante grande, de color gris parecido a una furgoneta, de esas que las familias grandes tienen.
"Hola, hijo", me habló el hombre con una sonrisa, "¿Y tu hermano?"
"No busque más, padre...", escuché por detrás mío, y volteé para ver a mi hermano con su típica sonrisa pícara, "...que la perfección ya llegó"
El hombre solo rió, y nos dijo a ambos que nos subiéramos al auto, que se nos hacia tarde para la escuela, y por lo tanto, a él para el trabajo.
Me pregunto en qué trabajará.
Mamá nunca me quiere hablar de papá, sobre cómo era y sobre lo que hacía. Y cada vez que toco el tema, solo me dice que fue un gran padre.
Como sea, con Fred nos subimos al auto, en los asientos de atrás, con nuestras mochilas que ni siquiera me di cuenta que cargamos, y para que decir, que recién me había percatado que él y yo usábamos uniforme escolar.
Cosas de sueños.
Una vez que estábamos arriba del auto, nos despedimos de mamá por la ventanilla, y partimos rumbo a la escuela. Miré a Fred y le hablé por lo bajo para que el hombre de rostro difuso no escuchase.
"Fred, ¿qué fue eso?", le pregunté, pues había actuado bastante bien en lo que respecta al sueño.
"Bueno, no tengo más opción que seguirle la corriente a tu sueño", dijo él encogiéndose de hombros, "Ni que pudiese salir de él..."
Estaba a punto de contraargumentar eso, cuando el auto frenó. Vi por la ventanilla, y me fije que ya habíamos llegado a la escuela.
Vaya, eso fue rápido.
Con Fred procedimos a bajar del auto con nuestras cosas no sin antes despedirnos de nuestro supuesto padre.
La escuela de mi sueño es el recuerdo vago de la primera escuela a la que asistí, mezclada un poco con la infraestructura del internado FNAF.
Sonreí, tratando de darme valor a mi mismo, rogando por ser el chico objeto de burlas y abusos como en todas las escuelas en las que he estado.
Creo que Fred se dio cuenta de mi inseguridad, por lo que me rodeó con su brazo derecho para darme un abrazo amistoso. No es la clase de comportamiento que esperarías de alguien como Fred, pero de todas formas, él es único apoyo que he tenido durante años de mi vida. Él único a quien yo tenía cuando no había nadie, él único con quien yo podía contar cuando todo parecía oscuro.
Sonreí y le devolví el abrazo, algo que en los verdaderos malos ratos nunca pude hacer. Cuando iba a hablarle para agradecerle, ambos escuchamos gritos que nos llamaron fuertemente la atención.
"¡FRED & FREDDY YA LLEGARON!"
Cuando escuché aquel gritó, vi aproximarse un mar de gente hacia nosotros. Instintivamente, retrocedí cubriéndome el rostro y cerrando los ojos, pero al no sentir ningún contacto agresivo, si no que un montón de voces nerviosas y/o emocionadas, me decidí a abrir los ojos. Con Fred nos encontrábamos rodeados de gente sonriente, toda con rostros borrosos.
Todos nos miraban e intentaban hablar con nosotros o querían tomarse una foto con nosotros, como si fuésemos estrellas de cine o algo por el estilo.
"¡Ay, Fred!", suspiraban casi todas las chicas que lo rodeaban, "Eres tan guapo, y cantas tan hermoso"
Obviamente, Fred sonrió como el fanfarrón que es.
"¡Hey, Freddy! Este sueño no está tan malo después de todo", dijo él abrazando a una que otra chica de la cintura para posar a las fotos que le pedían. Muchas de ellas se volvían locas por Fred, mientras que detrás mío habían también muchas chicas, pero la verdad, es que en mayor parte los que iban detrás de mí eran chicos.
Genial... Nótese mi sarcasmo.
"Fred, tu definitivamente eres el más lindo del dueto", dijo una chica, que terminaba de sacarse una foto con mi alter ego.
¿Dueto? ¿Acaso Fred y yo cantamos juntos? Eso explicaría la popularidad que tenemos en la escuela.
Esperan, esperen... ¿¡Cómo que él es el más lindo!?
"Pero si somos gemelos", le dije a la chica esa, "¿Cómo podría él ser más guapo que yo?"
"¡Acéptalo, bro! Yo soy el mejor de los dos en todos los sentidos", se mofó el maldito de mi hermano, que en realidad no es mi hermano sino que es sólo un parásito.
¡Agh! Es tan insoportable a veces.
"¡Claro que no! ¡Freddy es el más lindo de los dos!", aclaró una de las chicas que estaba tras mío.
"Sí, y también es el que canta mejor de los dos", agregó un chico que igualmente como una fangirl me tomaba fotos y se sonrojaba cuando yo le sonreía, "Además de que es muy adorable"
Yo solo reía nervioso, rogando porque ningún chico intentara nada conmigo, cuando de pronto, todos se voltearon al escuchar un grito desde atrás de toda la muchedumbre.
"¡QUIETAS ESAS MANOS, QUE ESA LINDURA ES MÍA!"
De pronto, todos quienes se hacían llamar mis fans, comenzaron a correrse, abriendo un camino entre ellos, para de este saliera...
"¿¡Golden!?", exclamé al ver al rubio que conozco bien aparecer de entre el gentío como autor de aquel grito.
"Hola, Freddy", me habló coqueto con esa sonrisa que hace que me sonroje siempre que la veo. Yo solo me quedé mirándolo confundido, para ver después que todo a mi alrededor desapareció, incluido Fred.
Solo eramos él y yo.
Golden comenzó a acercar su rostro al mío, pasando sus manos por mis mejillas. Estaba completamente paralizado, por un lado quería salir de allí, simplemente huir, pero por otro lado, quería terminar lo que el mismo Golden había empezado y sentir sus labios en los míos...
¿¡QUÉ ESTOY DICIENDO!?
"¡NOOOOOOOOOOOOOO!", gritó el castaño cuando despertó de golpe de aquel sueño, sentándose rápidamente en su cama.
Miró a su alrededor para percatarse que había vuelto a la realidad, y se calmó. Sin embargo, revisó nuevamente su habitación con la mirada para ver que ya era de noche, y la cama de Golden estaba vacía, intacta desde la mañana.
El ojiazul recordó haberse quedado dormido después de la pequeña diferencia que tuvo con su compañero, quien salió para hablar con el director sobre un tal permiso.
Si fue así, entonces Golden debía estar cumpliendo con sus obligaciones.
Freddy revisó el reloj despertador para ver que eran las 1:36am, por lo que se levantó de encima su cama, decidió ponerse la pillama y acostarse como corresponde debajo de las sábanas.
Ni quiso preguntar por su otra personalidad, pues debía seguir dormida, así que el castaño siguió su ejemplo y volvió a dormir.
O al menos eso planeaba hacer cuando sintió un fuerte portazo en el cuarto, que incluso despertó al azabache dentro de la mente de Freddy. El mismo Golden Boy del cual el castaño había estado pensando, entró iracundo a la habitación, vestido muy elegante.
"¡Golden!", exclamó el ojiazul molesto, sin embargo tranquilo, "¿Estás loco? No puedes entrar a estas horas de la noche dando portazos"
"¡Oh, ¿ahora TÚ pones las reglas?! ¡Eres increíble!", gritó furioso el rubio, "¡Yo cierro la puerta como se me da la maldita gana!"
"¿Y ahora qué mosca te picó?", se molestó el castaño al ser tratado así, pero sin perder la tranquilidad que lo caracteriza, "Él que debería estar molesto aquí debería ser yo, pues no tienes ningún derecho en ver mis cosas personales"
"¡Explícame esto, Freddy!", gritó el ojigris nuevamente, haciendo caso omiso a lo que el castaño había dicho, enseñándole el frasco con pastillas que encontró en la cajonera de su compañero.
El ojiazul se quedó helado al ver sus pastillas, que ya había dejado de tomar desde que llegó al internado. Un escalofrío recorrió su ser.
"¡Vamos! ¡Dime que significa esto!", insistió el rubio al no obtener respuesta.
"E-Eso no te incumbe", habló seriamente el castaño, poniéndose de pie de su cama, "E-Es mi vida p-personal"
"¡Oh, y después me dices a mí que soy un cobarde!", se burló de forma grosera el rubio, "¡Dime la puta verdad de una vez, Freddy!"
"¡Golden, ya basta!", exclamó el castaño enfafadado, "¡No voy a tolerar más estos tratos! ¡Mira que ya he soportado demasiados abusos en mi vida como para aguantarlo también de quien se hace llamar mi mejor amigo!"
"¿¡Cómo tienes el descaro de decirme Mejor Amigo después de lo que hiciste!?", gritó el rubio, ya bastante alterado.
"¿¡De qué estás hablando!?"
"¡Ya lo sé todo, Freddy!", gritó en la cara del ojiazul, dejándolo aturdido, "¡Sé de tu Trastorno de Doble Personalidad!"
Un silencio llenó la habitación, al igual que un frío que heló la situación. Escarcha fue esparciéndose en las paredes del cuarto, por los nervios del ojiazul. Con el miedo adueñado de su ser, trató de negar lo que el rubio daba por hecho, mas solo causó que el cabello rubio del cantante se prendiera fuego por la ira.
"¡Y ME SIGUES MINTIENDO!", exclamó él como las flamas de su cabello se disparaban por encima de su cuerpo, no causando daño alguno, "¡DEJA DE NEGARLO, TENGO ESTO QUE ME CONFIRMA!", gritó sacando el expediente de Freddy del bolsillo de su saco, el cual ardió en llamas apenas este estuvo a la vista de todos ya que la ira de Golden controlaba sus poderes.
"¡MIERDA!", maldijo al ver el expediente envuelto en fuego, aún más molesto, "¡Bueno, pero creo que te haces una idea de lo que decía el expediente, ¿no?!"
Es techo completo de la habitación estaba cubierto de escarcha, "G-Golden... M-Mira... Y-Yo puedo explicarlo..."
"¡No necesito ninguna explicación!", dijo el de cabello en llamas, "¡Yo podría haber entendido, Freddy! ¡Pero lo que no entiendo es el por qué mentirme! ¿¡Por qué me mentiste!? ¿¡Por qué se lo contaste de TownTrap y no a mí!? ¡Siendo que soy tu mejor amigo! O al menos, eso pensaba..."
"¡No, Golden! P-Perdona, yo no quería que te enteraras así, y-yo solo... t-tenía miedo... Y-Yo no quería que nadie se enterara de esto, porque sé lo que provoca en la gente", decía el castaño al borde de las lágrimas, "T-TownTrap se enteró por error, no era algo que planease, y-yo... y-yo..."
El castaño tenía tanto miedo, la habitación completa estaba cubierta de escarcha. Sentía que lloraría ahí mismo frente al rubio, algo que no quería hacer, por lo que pidió ayuda a la parte de él que sabía lidiar con ese tipo de situación.
"¡Deja a Freddy tranquilo, rubio pantene!", ok, esa no era la clase de ayuda que esperaba.
¡Fred! ¿Qué haces?
Ya lo sabe, ¿no? Poco me importa lo que piense, no dejaré que nos haga daño.
"¡Ajá! ¡Tú debes de ser la otra personalidad!", habló con rabia el ojigris, "¿¡Acaso no eres lo bastante hombre como para encarar tus errores, Freddy!?"
"¡Deja de hablarle así a Freddy! Y para que sepas, estás hablando con Fred, imbécil!", se defendió el de ojos oscuros, "¿Te crees que eres mejor que nosotros para tratarnos así? ¡Freddy solo nos protege de personas como tú! ¡Que son solo una pantalla, una cara bonita para luego apuñalarte la espalda!"
"¡Oh, ¿ahora yo soy el culpable?!", el hielo del techo lentamente se derretía por el fuego que emanaba el rubio, "¡Eso es lo que haces, ¿no?! Haces sentir a los otros culpables de tus acciones, pues adivina que, con personas frías como tú yo no trato, porque son mentirosas, frívolas, traicioneras y manipuladoras"
Fred, de esto me encargo yo...
Un fuerta cachetada calló al rubio, quien al ver los ojos del castaño, nuevamente azules, estaban botando miles de lágrimas.
"¡N-No vuelvas a hablarme así!", exclamó, sujetando a su oso de peluche y caminando hacia la salida de la habitación, "¡N-No dejaré que n-nadie nos vuelva a lastimar!"
Y con eso, el rubio se quedó solo en la habitación.
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Me dolió mucho el kokoro al escribir esto :'(
Bueno, directo al punto.
¿Dónde pasará la noche nuestro querido Freddy?
-En la habitación de SpringTrap & Foxy
-En la habitación de Bon & Bonnie
-En la habitación de Eak & TownTrap
Ahora, me iré a dormir :D
-Natta
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