Nadie nos Lastimará

Un pobre castaño de ojos azules como el hielo, caminaba despacio por los pasillos sin miedo alguno que los inspectores lo atrapasen.
A su paso dejaba un pequeño rastro de escarcha, su osito de peluche arrastrándolo por el suelo mientras las lágrimas solo resbalaban por sus mejillas.
Él sabía que tarde o temprano algo así le iba a ocurrir, pues no todo el mundo tiene esa magnífica tolerancia que TownTrap le tuvo al momento de enterarse de su problema. Pero, de quien menos lo esperaba era de quien el pensaba que había encontrado un mejor amigo.
Recordaba sus conversaciones después que el rubio llegaba del trabajo, se quedaban desvelados únicamente hablando de sus vidas, y de como tenían tanto en común.

Ambos perdieron a sus padres cuando eran niños.
Golden tenía muchos recuerdos de él, pues el accidente donde el hombre perdió la vida había sido cuando el joven Alium tenía unos 5 años.
En cambio, Freddy no tenía recuerdo alguno, pues su madre le contó que aquel hombre que aportó para darle la vida había muerto después de 7 meses de nacido.

A Golden lo habían separado de su madre un año después del fallecimiento de su padre, donde nunca más supo de ella. Algo que nunca le perdonaría a su abuelo, que según él, esa mujer no estaba capacitada para criar bien al joven cantante.
Cuando a Freddy le descubrieron su Trastorno de Doble Personalidad, su madre comenzó a temerle al llamado Fred, al ser algo nuevo para ella. Eso marcó una gran diferencia en su actitud, causando que el castaño se sintiese aún más solo en el mundo.

Ambos amaban cantar, y la música en sí. Muchas veces Golden le insistía al ojiazul que cantase para él, mas éste solo se avergonzaba y decía que tal vez en otra ocasión.

Más lágrimas caían cuando recordó todo aquello que compartían. Se sintió horrible, porque todo eso se había ido a la mierda.
No entendía la razón de su enojo, pues el castaño no consideraba que había hecho algo malo. Él tenía sus secretos, todo el mundo tiene secretos, y él no iba a ser la excepción.

De pronto, sintió pasos venir hacia él. Pensó que serían inspectores, que rondaban por ahí y que obviamente lo iban a pillar fuera de su habitación.
Más problemas.
Pero entonces...

"¡Hey, eres el wey ese congelador!"

El ojiazul levantó la mirada para encontrarse a un peligris de ojos ámbar, vestido con ropa casual, algo extraño considerando la hora.
Freddy ya sabía de quien se trataba, pues lo había visto con su amigo león.

"¿E-Eak?"

"¿Qué haces aquí afuera?", el ojiambar no tardó en notar las lágrimas en los ojos del castaño y el rastro de escarcha tras él, algo que le incomodó, "¿Qué te pasó, wey?"

"Y-Yo... t-tuve...", trataba de hablar entre jadeos el Alium más alto, pensando muy bien sus palabras antes de confiar, "...u-una... discusión con m-mi compañero..."

El peligris se sobresaltó, "¿Una discusión? ¿Con "The Golden Boy"? ¿Sobre qué?"

El castaño evitó la mirada del ojiambar avergonzado. ¿Debía mentirle a él también? Después de toda esa discusión, el ojiazul no quería volver a decir una mentira. Pero tampoco quería ser descubierto, por lo que se quedó en silencio, simplemente sollozando, rogando no tener que hablar del tema con aquel chico que apenas conocía.

Eak se dio cuenta de eso, por lo que miró a su alrededor y tomó al castaño del brazo, guiándolo entre los pasillos, "Si nos quedamos allí parados como pendejos nos van a pillar", decía el peligris fingiendo desinterés, "No puedo ayudarte, pero sé quien sí puede"

Antes de que Freddy pudiese decir algo, el chico mexicano lo llevó a una de las habitaciones. Parecía que esa era su habitación.
Eak entró violentamente al cuarto, con el castaño sujetándolo del brazo, obviamente despertó al calmado pelinaranja que dormía plácidamente.

"¡Despierta carnal, tenemos visitas!", gritó el águila como si fuese de día, cerrando la puerta detrás de él con la misma fuerza con la cual la abrió.
TownTrap salió disparado de su cama por el susto, e inmediatamente al calmar sus nervios, se levantó del suelo con la suficiente ira para regañar al peligris... Hasta que vio a Freddy sollozando a su lado.

"¡Freddy!", exclamó el pelinaranja, corriendo a abrazar al pobre chico. Eso logró calmar el fuerte dolor en el corazón del castaño. Tal vez si había gente a la cual él les importaba de verdad. Correspondió al abrazo con fuerza, tratando de resistir el impulso de llorar a mares en el hombro del león, mas cuando este empezó a acariciar su espalda con cariño, el ojiazul no pudo contener más las lágrimas.
Necesita contención, solo eso, y TownTrap es el mejor para esos casos.

"Tranquilo...", le susurraba el león al exhausto chico que nada más lloraba y lloraba, botando todas las penas que desde hace años tenía contenidas, "Vamos... Bótalo todo, déjalo salir..."

Pasaron los minutos, minutos que parecían horas, que parecían días, que parecían años. El ojiazul logró calmarse en los brazos del pelinaranja, casi conciliando el sueño en ellos.
Eak había estado observando la escena todo ese rato, con mucha atención. Le daba pena el pobre chico, y aunque no lo admitiría en voz alta, le dolía el corazón verlo llorar. Sabiendo ahora todo lo que ha tenido que pasar, con esa extraña enfermedad, se ve que el chico estaba frágil... Aunque, le molestaba un poco que estuviese TAN cerca de TownTrap, pero no decía nada pues sabía que el ojiazul lo necesitaba.

"Ya está...", decía en un susurro el ojinaranja, acariciando la cabeza de su amigo con ternura, "...Ya pasó... ¿verdad?"

El castaño se separó del abrazo, para mirar a TownTrap a los ojos. Con una débil sonrisa asintió, limpiándose las pocas lágrimas que quedaban en su rostro.

"¡Muy bien!", sonrió el ojinaranja, invitando al ojiazul con delicadeza a sentarse en su propia cama en la cual había estado durmiendo minutos antes, "Ahora que estamos más calmados, ¿me vas a contar que pasó?"

El castaño sonrió con tristeza y apoyó su cabeza en el hombro del mayor, suspirando, haciendo el intento de hablar sin temor. Él sabía que podía hablar con TownTrap, confiaba en él... Esperaba no equivocarse como lo ha hecho toda su vida, "D-Discutí... D-Discutí con G-Golden"

"¿Discutiste con él?", preguntó el pelinaranja, extrañado, "¿Y por qué?"

"E-Es que él se enteró de- d-de.. de lo que tu ya sabes"

"Oh, no te preocupes wey, yo ya se todo", rió el peligris integrándose a la conversación, interrumpiendo el círculo fraternal que se formó entre los dos chicos.

"¿¡Q-QUÉ!?", exclamó aterrado el chico castaño, logrando perder un poco el control, levantándose de la cama, "¡POR FAVOR DIME QUE NO ES UN RUMOR DE PASILLO!"

"¡Tranquilo wey!", se rió el chico mexicano, "Me lo contó mi carnal, no te alteres"

Los ojos azules del chico alterado, se tornaron oscuros. Volteó la mirada hacia el pelinaranja.

"Mira, si no fueses un tío tan bueno con Freddy, estarías muerto", dijo el ahora ojinegro, causando sorpresa de ambos chicos participantes de la conversación.
TownTrap trató de hacerse la idea sobre la situación.

"¿Eres Fred?", preguntó el ojinaranja, causando aún más confusión de parte del peligris.

"En persona y completamente perfecto", sonrió pícaro el azabache, con un gesto coqueto, como suele ser.

"Vaya, si que eres diferente de Freddy", suspiró el león, sorprendido, pues nunca había visto una conducta así, de doble personalidad.

"Eso me han dicho", sonrió el ojinegro, sentándose en la cama cómodamente. El mexicano comprendió de cierta forma la situación, era la otra personalidad del castaño. Que raro... "Bueno, tengo que agradecer que Freddy los tenga a vosotros, a veces mis consuelos no son suficientes"

"¿Consuelos?", preguntó el pelinaranja, "P-Pero, tu eres malo con Freddy..."

"¿Te parece que soy malo? Cuando supiste de con Freddy estábamos peleados, nada más", explicó con cierta amargura, cruzándose de brazos.
Todo el mundo lo consideraba un parásito, ¿no?

"¡Uf! Yo si que te entiendo, cabrón", habló con desmadre el peligris, "Golpeas a quien intente intimidarte, insultas a quien se te cruce por delante, asustas a tu mejor amigo y terminas siendo el chico malo..."

TownTrap solo se golpeó a si mismo el rostro, claramente desconcertado. Mas ignoro las palabras de su compañero y se dirigió nuevamente a quien era la otra personalidad de su amigo.

"Entonces, Fred... Eh... ¿Quieres un juguito?", preguntó con ligera sospecha, no confiaba en el ente que Freddy había dicho que arruinaba su vida.

"No gracias, leoncito, solo relea Freddy unos segundos para que se calmase... Creo que ya está bien, así que fue un placer conoceros, blah blah blah, tal vez otro día hablamos", fue lo último en decir el azabache, cuando los ojos azules volvieron, "H-Hola otra vez..."

"¡Ay, esto me lleva a la chingada wey!", gritó el ojiambar al notar el cambio de personalidad, "¿Cómo es qué tú- me refiero a, que tú y él, o sea, él y tú- Eh?"

El castaño solo rió divertido, mientras se levantaba lentamente de la cama. El pelinaranja solo rodó los ojos a su amigo y se dirigió al castaño que reía tranquilo, "¿Estás mejor?"

"Sí, muchas gracias chicos", dijo el ojiazul abrazando muy fuerte a los dos chicos que lo acogieron y animaron.
El león no tardó en responder al abrazo del castaño, pero el águila dudó. Él no es de ir por la vida abrazando gente desconocida, pero de todas formas correspondió al abrazo, ya se sentía merecedor de éste.
Los tres chicos estuvieron unos minutos abrazados, algo que ya estaba incomodando a Eak, hasta que el castaño se separó con una radiante sonrisa, y algunas lágrimas que pasaban desapercibidas.

TownTrap sonrió y se acercó a lo que parecía una mini nevera en su habitación. De ahí, saco un vaso de plástico que cierto contenido particular.

"Ten Freddy", sonrió el pelinaranja, "Mi jugo revitalizante de TT siempre ayuda a levantar el ánimo"

"No mames, carnal", frunció el ceño el peligris, "No de nuevo con tus pinches juguitos"

El castaño solo rió y se dispuso a tomar su osito de peluche, el jugo de TownTrap, y se acercó a la puerta.

"Muchas gracias por recibirme, de verdad se los agradezco", dijo feliz dándoles una sonrisa sincera al dúo que lo ayudó.

"Cuando quieras Freddy, sabes que puedes confiar en mí... Digo, en nosotros", sonrió el ojinaranja, atrapando por sorpresa al ojiambar.

"Sí, y wey, si es que algún otro pendejo te hace llorar así, tú solo me avisas", dijo Eak igual se sonriente que su compañero, con un gesto amezante apretando sus puños, algo que alegró el pequeño espíritu del ojiazul.
El león miró a su amigo sonriendo, se alegraba de que Eak sintiese aquella demostración de protección tan naturalmente.

"De verdad, muchas gracias", sonrió el castaño antes de abrir la puerta para salir, "Son tan buenos conmigo que no sabría como agredecerles"

El león fue sorprendido por la acción de retirada del ojiazul, por lo cual intervino de inmediato.

"Freddy, ¿volverás a tu habitación? ¿Con... Ya tu sabes quién?", preguntó el pelinaranja, un tanto preocupado.

"¡Quédate con nosotros, wey!", exclamó el peligris, "Con mi carnal podemos dormir en mi cama, y tú en la otra cama"

"¿¡D-Dormir juntos!?", casi gritó el león, cuando un sonrojo invadió su rostro completamente. Freddy comprendió enseguida, eso iba a ser muy incómodo para TownTrap, considerando sus sentimientos que ahora le jugaban en contra.

"No se preocupen, yo ya tengo a donde ir..."

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Un ruido persistente interrumpió la paz rubio oscuro que soñaba tranquilo. Abrió lentamente sus ojos gricaseos, pues el ruido aquel no paraba. Reconoció como el sonar de la puerta. Se sentó en su cama, echó una mirada a su compañero de habitación, y se sorprendió al ver al pelirrojo profundamente dormido.
El rubio se levantó lentamente por la pereza, y caminó hasta la puerta.

Sin embargo, su expresión de cansancio cambió drásticamente al ver al castaño de ojos azules que desde hace tiempo había estado pensado en su forma de ser.

"¿Freddy?"

"Hola, SpringTrap... ¿A-Aún corre tu invitación a una pijamada?"

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Amo la democracia jajsjajja

Bueno, lamento la tardanza pero sigo en clases y esta última semana ha sido muy intensa. Sin embargo, mañana ya seré libre.

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Como sea, he visto que este fic ha llegado más lejos de lo que pensé. Espero que siga así y cada vez seamos más.
Muchos me han preguntado mi Twitter, soy: @Natta_Mar
Sigamos el hashtag: #FNAFHSALIUM
Para que compartamos arte, dibujos, teorías, etc.
Tengo muchos dibujos que quiero hacer, pero hasta ser "libre" seguiré esperando.

¡Ah, y otra cosa!

Me nominaron, pero a mi no me gusta cortar el hilo de la historia por algo con nada que ver.
Así que:
1. Tengo Resistencia Insulímica (Pre-Diabete)
2. Me queda un año para ir a la Universidad, y mi carrera elegida hasta ahora es "Cine" y "Animación Digital"
3. Escucho mucho Rock, RockGlam, RockPop
4. Unos de mis pasatiempos favoritos es dibujar, escribir y cantar
5. Entre ir a carretear o quedarme en casa, prefiero quedarme en casa
6. Tengo una relación muy estrecha con mi prima, llegando a considerarla una de mis mejores amigas.
7. Soy media nómade, por lo que me cambio de casa muy seguido
8. Mi comida favorita es la Italiana.
9. Color favorito; amarillo
10. Odio el cinismo, por lo que soy bastante franca con la gente
11. Me gusta sentir la adrenalina, por lo que si, me encantaría tirarme en bongi
12. 100% Humanista
13. Mi nombre es Renata, que en latín es "volver a nacer". Me gusta pensar que mi vida solo YO la dirijo, todo es nuevo para mi por lo que aventurarse es la única opción.
Por eso soy Natta, así solo nazco una vez.
Bueno, para el próximo capítulo:
Un pequeño spoiler ;)

"Tal vez deberías dejar de complacerlo como todos lo hacen", gruñó el pelirrojo, "Está tan acostumbrado a tener todo lo que quiere cuando lo quiere, que si alguien lo consigue antes que él, se vuelve celoso"

"¿C-Celoso?"

Creo que ya saben de quien hablan.
Y ustedes elegirán;

¿Con quién Freddy hará sentir celos a cierta personita?

-SpringTrap

-Foxy

-Eak

¡Vamos! Que se viene interesante... Y no hablo del Golddy.

Solo les diré que es importante recordar el mayor anhelo de Freddy...

-Natta

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