Capítulo 45

—Todoroki, no podemos hablar así, vamos. Levanta la cabeza, por favor, ¿sí?

Kirishima se había inclinado en el suelo, observando al bicolor que seguía abrazado a sus rodillas y con la espalda pegada a la red de alambre que tenía detrás, estaba entre enternecido y divertido por la forma en que se negaba a mirarlo, sacudiendo la cabeza cual niño pequeño y murmurando que no lo haría ni bajo amenaza. Estaba siendo terco pero, escuchando lo que escucho podía entender un poquito de porqué.

Después de todo, el bicolor llegaba a ser muy inocente y la situación en la que se vieron metidos podía ser fácilmente malinterpretada.

—Bueno, si no quieres verme, está bien —termino cediendo el de dientes puntiagudos — ¿Qué te parece si te cuento lo que pasó cuando te lleve a tu casa?

El de quirk dual negó una vez más con la cabeza, sintiendo sus orejas rojas y el corazón al máximo de sus latidos, el pelirrojo estaba igual pero debía seguir adelante o de lo contrario no llegaría a ningún lado con el bicolor. Por lo tanto, se aclaró la garganta y empezó, pasando de la vergüenza que sentía.

—Para empezar, era muy tarde. Pero tu padre y tus hermanos seguían despiertos teniendo una reunión navideña. Estaban muy sorprendidos de que estuvieras ebrio y lo encontraron divertido —contó el de dientes puntiagudos —Uno, el más alto, se ofreció a llevarte a tu habitación para acostarte pero tú te negaste y me pediste a mí que lo hiciera. Y lo hice, te lleve hasta su cuarto y pensaba dejarte ahí pero después me hiciste pasar y me mostraste un par de tus libros.

Shoto vagamente empezó a recordar eso, no sabía porqué pero quería compartir a Eijirou su colección de poemas y otros libros de misterio en su habitación. Tal vez, debido a que inconscientemente sabía que se iría, quiso retenerlo el mayor tiempo posible. Esa revelación hizo que se sintiera más avergonzado de ser posible y que tuviera más deseos de volver a su Guardia de Hielo.

—Te escuché por un rato y luego tú padre vino a preguntar si estaba todo bien y si podía irme solo a casa. Le dije que tomaría un taxi y entonces te enojaste, me agarraste del brazo y empezaste a congelar todo, diciendo que si me iba tu habitación se iba a convertir en una nevera. Tu padre intento razonar contigo pero fue inútil, también tus hermanos lo intentaron y como todo fue inútil, tu padre termino pidiéndome si me podía quedar a pasar la noche —continuó el de dientes puntiagudos, que recordaba con toda claridad al bicolor agarrado a su brazo, con sus preciosos ojitos pidiéndole que no se fuera y sus labios formando pucheros, una imagen a la cual era imposible negarse —Acepte hacerlo ya que no tenía problema y te quedaste más tranquilo y tu padre pareció bastante contento de que no fueras a congelar tu cuarto. Llame a mi mamá Reiko para avisarle y después nos íbamos a acostar para dormir, cuando dijiste si podíamos conversar...y ahí paso lo del chupetón.

Oh, genial, llegaron a esa parte de la historia. El de quirk dual estaba a nada de usar su hielo para bajar de la azotea e ir al aeropuerto para conseguir un pasaporte a Chile o Colombia. O quizás Brasil. Cualquier lugar en ese momento era mejor que la azotea de la academia.

Kirishima se llevó una mano al cuello para disimular su nerviosismo. Ya tenía un par de veces lidiando con un Todoroki borracho, se suponía que nada debió haberlo sorprendido aquella noche. El bicolor se ponía caprichoso y demandante cuando bebía, lo cual era adorable ya que sus emociones se volvían más transparentes y las comunicaba mejor, en especial si estaba disgustado. Sin embargo, esa noche, el de quirk dual rompió todas sus defensas y si no fuera porque tuvo un enorme control de sus impulsos, sí que algo hubiera terminado muy mal en aquella tradicional habitación.

El que hubiera terminado deshonrado sería el de quirk dual, no él. Mierda, todavía recuerda su rostro ruborizado por el alcohol y puede sentir cómo su miembro reaccionaba a eso. Trato de enfocarse en la conversación y siguió con el relato de lo que pasó esa noche.

—Querías hacerme unas preguntas, porque Ashido te contó que tuve una novia en la secundaria y querías saber de ella. Te dije una o dos cosas sin importancia, ya que hace mucho tiempo que no pensaba en ella y de repente me empujaste contra el piso, lo que me asustó bastante —confesó el de dientes puntiagudos, en ese momento, realmente tuvo miedo de terminar con una erección inoportuna y que el más alto se diera cuenta —Creo que grite, pero no estaba muy enfocado en eso cuando atacaste mi cuello y me declaraste de tu exclusiva propiedad. Es posible que ahí sí hubiera gritado. Tus dientes dolieron, Todoroki.

Cancelados los viajes a Chile, Colombia o Brasil, lo que el de quirk dual quería en ese momento era irse con los muertos. Dios, ¿por qué no sonaba la maldita campana para salvarlo de esta tortura? Prefería estar en las aburrida clases de Cementoss o en el entrenamiento espartano de Ereaser Head.

—Como parecías muy satisfecho con tu cometido —comentó el pelirrojo, escuchando del bicolor un murmullo acerca de ir a ver a sus antepasados e intentando no reírse —Te quedaste tranquilo y fuiste a preparar el futón para dormir los dos. No pasó nada más que eso, me quite la remera para acostarme y tú ya estabas profundamente dormido. Y al otro día me fui temprano después de que me llamo mi mamá Saori.

Shoto se sintió enormemente aliviado de que no hubiera cometido una falta deshonrosa contra Eijirou. Por otra parte, realmente iba a matar lenta y dolorosamente a sus hermanos mayores por hacerle creer lo contrario y burlarse tanto de él. Touya y Natsuo disfrutaron demasiado ese día. Tendría que vengarse de ambos.

— ¿Ya puedes levantar la cara para verme? —volvió a pedir el pelirrojo haciendo un pequeño puchero —Creo que necesitamos tener una conversación hombre a hombre.

— ¿No podemos fingir que nada paso? —preguntó en un vano intento de salir de tal problema el de quirk dual.

—Denegado —se cruzó de brazos el pelirrojo y se sentó más cómodamente en el suelo, con las piernas flexionadas y las manos sobre las rodillas —Vamos a arreglar esto como hombres.

Todoroki no quería arreglar nada ni hablar nada sin importar si era un hombre. En ese momento felizmente aceptaría ser incluso un sapo con tal de escaparse de esa conversación. Pero tampoco podía negarse a Kirishima, por lo tanto, haciendo un enorme esfuerzo contra su vergüenza levanto la cabeza y lo enfrentó. El de dientes puntiagudos le dió una enorme sonrisa y, luego, inclino la cabeza, haciendo que se sintiera confundido hasta que escucho su abrupta declaración.

— ¡Me gustas, por favor, acepta tener una cita conmigo!

—Entonces, ¿hicieron apuestas sobre nosotros, Kacchan?

Midoriya parecía mucho más indignado de lo que Bakugou supuso, lo que hizo que darle la noticia fuera más divertido. Mientras comían su almuerzo en la sala de Soporte Técnico, el cenizo se reía de la cara que ponía el de pecas y se sentó más cerca suyo en el suelo, con la caja de bento entre sus piernas y mirando de reojo como el pecoso se sonrojaba pero se mantenía tranquilamente a su lado. Sin dudas, el entrenamiento rendía sus frutos.

—Que no te afecte, tonto. Ya te dije muchas veces que en mi clase están todos igual de locos que Hatsune —le dió un pequeño golpe en el hombro para animarlo —Además, gane dinero con la apuesta que hice sobre Todoroki y Kirishima hoy.

— ¿Tan pronto? —se sorprendió el de ojos esmeralda — ¿Cómo paso eso?

— ¿Te enteraste del incendio en la azotea principal? —preguntó el de quirk explosivo y el de pecas asintió —Fue culpa del bastardo mitad-mitad. Kirishima se le confesó y le pidió una cita, todo junto. No lo aguanto y casi me quedo sin un amigo por su jodida culpa.

Debería haber aguantado la risa por respeto a Todoroki que era su amigo pero el de pecas tuvo que cubrirse la boca para no escupir todo el arroz que estaba comiendo en ese momento al imaginarse la escena. Según los profesores, el incendio se debió a un fallo en los fusibles de la azotea, no al descontrol del quirk de uno de los estudiantes. Posiblemente, lo hicieron de esa manera para evitarle más vergüenza al de quirk dual, pero si el cenizo lo sabía entonces todos los demás miembros de la clase A también y seguramente no le tendrían piedad.

—Kirishima tenía toda la ropa quemada y Todoroki el rostro rojo cuando entraron al salón de clases después del incendio —siguió contando el cenizo —No fue necesario preguntar nada y por hoy los van a dejar en paz. Pero mañana será otro tema.

—Pobre Todoroki-kun —se rió el de pecas —Va a estar difícil para él.

—Kirishima lo salvará de Ashido y Kaminari, pero con la cola de caballo y los demás no tendrá tanta suerte —sonrió el cenizo con maldad —Yo en especial quiero molestar al mitad-mitad.

—No seas malo, Kacchan, que existe el karma —dijo el de pecas aunque sabía bien que el cenizo no lo escucharía —Se bueno con Todoroki-kun. Van a pasar toda una semana juntos cuando sea su viaje y no querrás que te devuelva tus bromas, ¿cierto?

Katsuki debía reconocer que el de pecas tenía razón en eso. Ereaser Head les había contando a inicios de semana que tendrían un viaje especial por su final de preparatoria. Por coincidencia, sería al mismo lugar donde estaría Izuku haciendo su pasantía, la Universidad Americana de Estados Unidos. No era su viaje de final de curso, ya que ese sería a fin de año y durante el invierno. Era un viaje a modo de "premio" que tenían ese año, para que tuvieran un descanso antes de los entrenamientos intensos y sus exámenes. Además, también era para fortalecer la relación de Yuei con la universidad estadounidense, ya que varios estudiantes terminaban haciendo pasantías en ese país para ganar experiencia como héroes profesionales.

Como el de quirk explosivo y el de quirk dual tuvieron los dos mejores promedios del año pasado se ganaron la estadía por quince días. Una semana más en comparación a sus compañeros y podrían asistir a unos cursos más que se daban en la Universidad Americana. Y a diferencia del resto de sus compañeros que se quedarían en un hotel de la ciudad junto con los profesores, ellos tendrían la oportunidad de estar en un dormitorio del campus y convivir más de cerca con los estudiantes de ese lugar.

—Supongo que dejaré que la ojos de mapache se encargue de todo —suspiro el cenizo, no quería correr la suerte de que en un pequeño dormitorio el bicolor terminará congelando todo su cuerpo o quemando su cabello por sus bromas —Tienes que mostrarme buenos lugares, Deku.

—Lo haré, Kacchan, te lo prometo —aseguró el de pecas con una sonrisa —No sería mi primera vez en Estados Unidos, he visto varios sitios lindos en los que podemos llegar con un micro o tomando el tren. Por cierto, ¿a qué otros países me contaste que habías ido?

—A Francia e Italia, por mis viejos y todos sus desfiles —respondió el cenizo —Me gustaron los museos y la comida.

—Lo tendré en cuenta...—murmuró el de pecas, bajando ligeramente la cabeza y sonrojándose, lo que llamo la atención del cenizo —Hum, Kacchan.

— ¿Qué?

Bakugou sintió un poco extraño que el ambiente de repente se hubiera puesto tenso, bajo sus palillos para dejar de comer su bento y se inclino más hacia el de pecas. Estaba bastante pegado a él y le gustaba esa sensación. Midoriya tenía un cuerpo firme, brazos anchos y musculosos, además de que la ropa toda negra que usaban los de Soporte Técnico para trabajar le quedaba jodidamente bien en los últimos días y su piel estaba algo bronceada. Sentía la ligera necesidad de subirse a su regazo y besarlo, quería sentir esas manos enormes tocando su trasero y acariciando su espalda. Mierda, debía parecer un maldito caliente y el muy estúpidamente inocente del pecoso no se daba cuenta de que se lo estaba comiendo con la mirada.

Oh, necesitaría mucha paciencia con este chico. Realmente quería que lo follara.

—C-Cuando salgamos a esos lugares —tartamudeo el de ojos esmeralda completamente ignorante de lo que sentía el cenizo en ese momento — ¿P-Podemos tomarlo como la primera cita?

El cenizo salió de sus impuros pensamientos al escuchar al de pecas decirle eso, en un tono de voz tan bajito y cargado de nerviosismo. En serio, el muy maldito le estaba haciendo difícil el que no quisiera besarlo. Para calmarse, apoyo la cabeza en su hombro e ignoró su comida, de todas formas ya no tenía hambre.

—Sí, podemos —aceptó con tranquilidad y escucho al contrario suspirar con alivio — ¿Ya tienes todas tus cosas para el viaje?

El de pecas agradeció el cambio de tema —aunque él mismo hubiera sacado lo de la primera cita— que propuso el más bajo y empezó a contarle sobre lo que preparo para su pasantía. Estaría en la Universidad Americana un mes y medio, dónde vería a el cenizo y a los chicos de la clase A en medio, durante la temporada de eventos internacionales. Su padre le había dicho que se había contactado con algunos de sus amigos en esa universidad y otros colegas con los que trabajo, para que le dieran la bienvenida y lo hicieran sentir cómodo. Hisashi tenía bastantes trabajos hechos para los Estados Unidos e hizo unas cuantas pasantías en la universidad, además de que trabajo en empresas estadounidenses. Era muy reconocido y querido, según su madre, muchos lo extrañaban y querían que volviera a su trabajo pero su padre había decidido que era suficiente. Paso muchos años fuera de su hogar y no quería hacerlo más, tenía bastantes ahorros como para llevar una vida tranquila y estable, haciendo trabajos de informática para pequeñas compañías de vez en cuando.

Izuku pensaba que su padre se cansaría de la vida cotidiana en uno o dos años, pero estaba resultando todo lo contrario. Le gustaba cocinarles la cena a él y a su madre, limpiar y ordenar mientras no estaban, hacer rompecabezas en su tiempo libre y leer libros. Llevaba a Inko a citas cada fin de semana e hicieron un viaje el año pasado por su aniversario. Aparentemente no tenía planes de volver a trabajar en el extranjero. Tal vez, daría algún seminario cuando llegara el momento y se llevaría a su madre con él para hacer un viaje. El de pecas creía que eso era lindo.

—Mí papá vivió una infancia bastante pobre. Mis abuelos murieron cuando él era un adolescente y tuvo que estudiar y trabajar desde una temprana edad. Siempre agradeció la ayuda de dos de sus tíos que le pagaron la matrícula en un buen instituto y sus primeros años de trabajo fueron para pagarles a ellos y otras deudas que mis abuelos no llegaron a liquidar —contó el de pecas al cenizo —Mí mamá siempre estuvo con mi abuela, ella la crío y la cuido, así que comprendía acerca del sacrificio, el amor y el trabajo duro. Creo que por eso duraron tanto tiempo estando juntos pero sin verse y conmigo. Y ahora que papá está en casa, mamá se ve más contenta.

— ¿Es como si estuvieran recién casados otra vez? —cuestiono el cenizo que no se imaginaba a la amorosa pareja separada por demasiado tiempo.

—Algo así —se rió el de pecas —Es lindo de ver. A mí...hum, si algo alguna pasantía en otro país, no creo que sea por mucho tiempo. No quiero estar alejado de ti.

Katsuki agradeció que el de ojos esmeralda no le estuviera viendo en ese momento, se frotó contra su hombro y murmuró que era un maldito cursi, lo que le hizo reírse. El más alto dejo de comer también, ya que había acabado y sintiéndose un tanto confiado, paso su brazo por la cintura del cenizo. Su corazón tuvo un cosquilleo al sentir lo pequeña que era y se giro para verlo, entonces, pudo notar que tenía la nuca un poquito roja.

Kacchan es muy lindo, muy pero muy lindo.

El de pecas pudo percibir el olor dulce a caramelo que venía de su quirk mezclado con su perfume y acerco su nariz más a su cabello. Era suavecito y se sentía bien, era un poco tranquilizante y sin darse cuenta apretó más al cenizo para mantenerlo cerca. El más bajo no se quejo, coloco sus manos en el abdomen en el contrario, sintiendo la firmeza de sus musculosos y un escalofrío subió por su cuerpo cuando sintió su mano subiendo por su espalda, metiéndose debajo de la ropa pero sin ir más allá. Sus nervios temblaron ante esos toques y nunca estuvo más agradecido por el toque de la campana.

Por primera vez, el de quirk explosivo estaba más nervioso que el de pecas luego de un acercamiento. El más alto estaba aprendiendo a cómo mantener la calma y se sentía cada vez más a gusto cuando lo tenía cerca, se estaba volviendo casi necesario tenerlo a su lado. Y cuando se pusieron de pie, el de pecas le tomó de la mano y lo acompaño hasta la puerta.

Bakugou tenía el entrenamiento de la tarde con Ereaser Head y Midoriya podía quedarse en la sala una hora o más. Estaba la opción de que lo acompañara hasta el patio pero Ashido y Uraraka no dudarían en molestarlos si los veían juntos. Ya que Kirishima y Todoroki estaban prohibidos por hoy, ellos serían el blanco predilecto por toda la clase A.

— ¿Te espero a la salida, Kacchan? —preguntó el de pecas, acariciando la mano del cenizo con ternura y haciendo pucheros porque ya tenían que separarse.

—No, ve a casa antes —negó el de quirk explosivo divertido por la carita de puchero del más alto —No sé cuanto pueda tardar o si alguno de los idiotas va a terminar en la enfermería. Si eso pasa, tengo que asegurarme que no hagan ninguna tontería.

—Me gustaría esperarte de todas formas —hizo un puchero el más alto dejando a la vista su insatisfacción —Dentro de una semana no te veré más y quiero estar contigo cuánto tiempo pueda.

El cenizo sintió como todo su rostro se ponía rojo y le apretó, por reflejo, la mano al de pecas que le miro con atención y una sonrisa se pinto en su rostro al notar su reacción. Con el ceño fruncido y las mejillas ruborizadas, el de quirk explosivo se veía adorable y se acercó hacia él, inclinando un poco el cuello para apoyar su frente contra la suya.

—Kacchan, ¿puedo besarte? —preguntó, mirando hacia los labios entreabiertos del más bajo con tentación.

— ¿Vas a preguntar cada maldita vez, Deku? —murmuró enfurruñado el cenizo y desviando la mirada —Haz lo que quieras.

—Gracias, Kacchan.

Izuku uso una de sus manos libres para acariciar el rostro del cenizo, tocando su oreja y escuchando el bajito quejido que dió cuando lo hizo. Después acortó la distancia entre sus labios y lo beso, lento, con cuidado y muy tímidamente uso su lengua para meterse dentro de su boca. El de quirk explosivo estuvo un tanto sorprendido al inicio pero no puso resistencia, separó sus labios y le permitió el acceso a su interior. Su lengua se encontró con la suya y empezaron a moverse juntas, el de pecas no lo alargó por mucho tiempo ya que no quería cometer un error y golpearse los dientes contra los del más bajo. Se separó de sus labios y el cenizo soltó un tch de protesta que se le hizo adorable, volvió a juntar sus labios con los suyos una vez más y está vez no pudo controlarse. Empujó al más bajo contra la puerta y lo acorraló contra ella mientras seguía devorando su boca.

Katsuki no se espero para nada ese nivel de brusquedad por parte del pecoso. En un inicio fue gentil, pero después se volvió más demandante y rudo. Aunque su toque seguía siendo suave, acariciaba su cara y la mano que todavía sostenía entre la suya. Su corazón estaba acelerado y el sonido de la última campana le llegó de un modo distante. Fue gracias a eso que el de pecas le soltó, está vez en serio y él no pudo evitar sentirse molesto.

Mierda, los besos se habían sentido mucho mejor de lo que imagino. Era un milagro que no tuviera una erección.

— ¿Estuvo bien, Kacchan? —quiso saber, de manera tímida el de pecas, dejando un beso en la frente del cenizo y viéndole con una sonrisa —B-Busque un poco en internet acerca de qué se sentía bien para poder besarte sin lastimarte. Hum, ¿cómo lo hice?

—...Bastante bien —murmuró el de ojos rojizos, nervioso y con el rostro horriblemente rojo.

—Que bien —le soltó el de pecas, dejando al cenizo respirar y le abrió la puerta de la sala —Que te vaya bien en el entrenamiento, Kacchan, ¡da lo mejor!

Bakugou solamente asintió, cubriendo su cara con el dorso de la mano debido a que la sentía caliente y se fue por el pasillo. Midoriya se le quedó viendo hasta que desapareció de su vista, después se metió dentro de la sala y cerró la puerta con cerrojo.

Y, muy lentamente, miro hacia abajo para ver el bulto que tenía en sus pantalones.

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