Extra

Un niño de 7 años corría por el bosque, el pequeño tenía un peculiar color de cabello, era rosa y sus ojos eran de un hermoso color verde.

Otro niño de cabello negro y muy desordenado, también tenía la misma edad que el pelirosado lo perseguía, éste se veía muy furioso mientras le gritaba -¡Dragneel!-

-No me vas a alcanzar Gajeel- Gritó el pequeño pelirosado.

-¿A qué juegan?- Preguntó una niña de unos 5 años aproximadamente.

-Wendy, mejor no juegues con esos idiotas, puedes salir lastimada- Dijo un niño rubio con un arete su oreja izquierda, el cual aparentaba la misma edad de la niña.

-Sting tiene toda la razón esos dos son peligrosos a la hora de "jugar", recuerda lo que te ocurrió el otro día- Dijo otro niño de cabellos negros y muy corto que aparentaba la misma edad que Wendy y Sting.

-Rogue, Wendy, vamonos a jugar a otro lado- Dijo el rubio sonriéndole a los dos pequeños.

Los dos niños asintieron y se fueron dejando a los dos niños mayores solos.

-Gajeel, juguemos a las luchas- Dijo el pelirosado entusiasmado, le encantaba luchar.

-Natsu, te voy a ganar- Respondió Gajeel sonriéndole a Natsu.

Ambos niños estaban preparados para pelear, pero para el pesar de los pequeños no pudieron pelear, ya que sus padres llegaron para reprenderlos.

-Gajeel Redfox, cuantas veces te he dicho que no debemos pelear entre nosotros- Dijo un hombre de cabellos plateados.

-Pero era un juego- Dijo enojado Gajeel.

-Nosotros los Dragones no debemos pelear sin motivos contra nuestros compañeros del Clan- Dijo el hombre serio.

-Pero era una simple pelea- Dijo soltando un suspiro.

-No me importa, ahora vayamos a casa- Dijo el peliplateado levantando a Gajeel, para luego irse dejando solos al pelirosado con su padre.

-No es justo, ya estaba encendido- Dijo mirando fijamente a su padre.

-No me interesa, no debes pelear sin ningún motivo- Dijo su padre observando al pelirosado.

-¡Igneel! Si teníamos un motivo, íbamos a luchar para saber quien era más fuerte- Dijo exasperado.

-Por todos los Dioses, Natsu las... un momento, ¡Cuantas veces te he dicho que me digas papá!- Dijo furioso, -Ahora nos vamos a casa- finalizó agarrando a Natsu, para irse a casa.

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Sus cabellos rubios, sus ojos color chocolate, tenía alas iguales a las de los Ángeles, pero éstas eran marrones, ella era tan hermosa como su nombre...

-Mi nombre es Lucy-

¿Dónde he escuchado es voz tan dulce como la miel?

-¿Un príncipe me salvó? Guau tendré alguna anécdota para cuando tenga nietos "Su abuela fue salvada por el ahora Emperador...- 

No puedo creerlo, mi Ángel sonrió a un ¿Emperador? ¿Qué Emperador ayudo a mi Ángel?... ¡Yo soy el único que debería hacerla sonreír!

Era tan hermosa en su apariencia de Grifo, ¿si la conociera me dejaría subirme?, aunque lo dudo ella me ignoraría, después de todo soy un niño y ella es adulta. ¡Ya sé! La buscaré cuando yo sea un adulto y un poderoso dragón.

-Interesante, estás al frente del Emperador de los Demonios, no me pides clemencia para que te deje viva...-

¿Emperador de los Demonios? ¿Clemencia? ¿Viva?... ¿Ese emperador no creo que la vaya a..?

-Debería matarte por semejante pecado, pero dejaré que sufras sabiendo lo que cometiste"

¿De quién es esa dulce voz tan angelical? Esperen un momento, ella dijo ¿Pecado? ¿Ese Emperador asesinó a mi Ángel?

¿Qué es este ardor en mi brazo? ¿Por qué siento tanto calor? ¡Papá ayúdame! ¡Me estoy quemando! ¡Ayuda!

-¡Natsu! ¡Despierta!- Gritó el padre del pequeño que se encontraba recostado en su cama mientras gritaba.

Natsu abrió los ojos lentamente y abrazó a su padre, -Papá, él la mató... ¡mató a mi Lucy!-

-¿Lucy? ¿Quién es Lucy?- Preguntó Igneel intentando de calmar a Natsu.

-Una mujer cambia formas, aunque en mi opinión parecía más un ángel... pero el Emperador de los Demonios la asesinó- Dijo el niño entre sollozos.

Igneel abrió los ojos impactado, ¿cómo su hijo sabía sobre el Emperador?

-Papá me arde el brazo- Dijo Natsu adolorido.

Igneel vio el brazo de su hijo y se encontró con lo impensable, su hijo tenía la marca de compañeros, pero ¿Cómo era posible? 

-¿Qué ocurre papá? ¿Qué tiene mi brazo?- Preguntó su hijo asustado.

Igneel al no responderle decidió el niño ver su brazo percatándose que tenía un tatuaje, era una enredadera en la cual tenía escrito el nombre "Lucy", algo que Natsu no pudo comprender fue que su dragón interior se sentía orgulloso por el extraño tatuaje.

-Papá, ¿Por qué tengo este tatuaje?- Preguntó entre extrañado y asustado.

Su padre con el rostro aún impresionado le dijo -No es un tatuaje, es una marca de compañeros-

Natsu ladeó la cabeza y preguntó -¿Qué es una marca de compañero?-

El padre de Natsu observó el techo y soltó un suspiro -Iba a esperar a tu adolescencia, pero al parecer te gusta ser el primero en todo...-

Y ese fue el comienzo de una explicación, la cual duró un par de horas, debido a que Natsu levantaba la mano cada cinco minutos...

-Si mi marca dice Lucy, significa que ella está viva- Dijo feliz, su Lucy estaba viva y la iba a buscar.

-Al parecer lo está...- Dijo Igneel extrañado, cómo un niño tiene una compañera y además soñó con ella... 

Esto en definitiva debía estar relacionado con la Diosa Mavis, pero la pregunta es   ¿Por qué a esta edad y sin conocerla?

-¡Igneel! Me convertiré en el Dragón más poderoso y la buscaré por mar, cielo y tierra- Dijo Natsu con determinación.

Así es mi Lucy, cuando te encuentre no permitiré que los demonios se acerquen a ti, en especial ese Emperador. 


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