🌊1.

—¡Está temblando! ¡Gloria, despierta, despierta! ¡Despierta!

Los gritos desesperados de su abuela la arrancan de golpe del sueño. La cama se mueve con violencia y los objetos de la repisa caen por todas partes. Gloria da patadas a las sábanas intentando levantarse. Se cae al piso justo cuando su abuela abre la puerta de su pieza con fuerza.

—¡Afuera, vamos, vamos!

Aturdida, siente como de un manotazo le toman el brazo y se deja arrastrar por el pequeño pasillo. La casa es de madera y cruje como un monstruo. En el living todos los cuadros, adornos y vasos están en el piso.

Son las 3:34 de la madrugada del 27 de febrero del 2010 y se siente como un fin de mundo.

—¡Rápido, rápido! Afuera —repite su abuela, empujándola a los brazos de su tata, que afirma la gruesa puerta de madera de la entrada.

Gloria ha vivido varios temblores a lo largo de sus seis años. Chile está en el Cinturón de Fuego del Pacífico y cada cierto tiempo los choques entre las placas tectónicas producen liberaciones de energía que se traducen en temblores. Sabe que la parte más segura de una casa es bajo la puerta y que nunca hay que salir corriendo a la calle sin control, porque es peligroso.

Pero esto no está en ningún libro de clases, no lo escuchó en ninguna charla educativa. Esto es el horror.

Aferrada y escondida en medio de sus abuelos se percata de los gritos. Del ruido que no solo ruge en la tierra que no ha dejado de moverse. Las alarmas de los autos chillán, los perros no dejan de aullar y la mar, oh, la mar ruge embravecida, clamando destrucción y miedo.

El durazno que está en el patio del vecino se agita con tanta fuerza que las ramas crujen y caen al piso. Es lo último que alcanza a ver antes que un fogonazo de luz enorme ilumina todo y tras una explosión, la oscuridad los devora sin piedad.

No se da cuenta que está llorando hasta que siente a su abuela afirmarla con fuerza. Está rezando un Padre nuestro en su oído. Su abuelo gruñe algo que no logra entender.

La tierra sigue y sigue y sigue moviéndose con una fuerza incontrolable.

Y después de los cuatro minutos y medio más largos de su vida, todo acaba como si nada. Hay un silencio muy, pero muy extraño en medio de todo el ruido.

—¿Ya terminó? —pregunta su abuela. La voz le tiembla.

La tierra ha dejado de moverse, pero los gritos parecen intensificarse y de alguna horrible forma, Gloria está segura que todo no ha hecho más que comenzar.

Mientras ella y su pequeña familia están abrazados en medio de la oscuridad, Jorge Hénriquez Cárcamo, jefe de la Oficina Nacional de Emergencia de la región del Bío-Bío, se levanta y yendo contra todo el instinto de ir y ver a su familia, toma el teléfono y marca desesperado a la oficina central de Santiago. Le contesta un encargado de turno, no espera respuesta, ni saludo.

—Esto es un terremoto —dice.

—No, no, nos reportan que es grado ocho Mercalli, no es grave.

¿No es grave? ¡Cómo no va a ser grave! Él apenas puede ponerse de pie. Apenas pudo caminar para hacer esta llamada.

—Mira conchetumare, esto es un terremoto y es de grado nueve a diez. Hay que hacer algo YA.

Él sabe lo que se viene. Y sabe que no tienen mucho tiempo para actuar.

La Escala de Mercalli está basada en la sensación física o los daños estructurales de los movimientos telúricos. Es mucho más inexacta, pero es la primera que se utiliza para medir un temblor o terremoto; esto es porque no en todas las zonas hay aparatos que miden los sismos y mientras se esperan datos de la central sismológica se pueden tomar decisiones como evacuaciones o empezar a abrir albergues o centros de acopio.

Luego se usa la Escala de Ritcher, que es más objetiva. Esta mide la energía liberada de los temblores o terremotos y también ayuda en la toma de decisiones. En Chile, este terremoto fue de 8.8, lo que equivale a la energía liberada de 120 bombas atómicas. 

En el caso de Chile, la ONEMI (Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior) trabaja en conjunto con el SHOA (Servicio Hidrográfico y Oceánico de la Armada de Chile), ya que también somos un país marítimo. El SHOA debe informar sobre los cambios y/o situaciones relacionadas con el mar y en este caso, avisar que hay o no un tsunami para así poder activar las alertas y protocólos de seguridad. Todo se concentra luego en la ONEMI, desde dónde se toman todas las decisiones; cuando la situación es demasiado grave (temblores, emergencias de todo tipo), las decisiones se realizan en conjunto con el presidente para movilizar a los ministerios necesarios. 

Ambas organizaciones están en contacto permanente con la Pacific Tsunami Warning Center, que vela por la seguridad de todo el mundo, especialmente de los países que están en el Cinturón de Fuego. 

La última parte de este capítulo habla de un caso real. Hernández trabajaba en ese tiempo en la sede ONEMI del Bío-Bío y su advertencia fue desestimada (junto con otras). Parte de su diálogo fue sacado de CIPER, que lo entrevistó. En esa entrevista, Carmen Fernández, la directora de la ONEMI en ese año, declaró lo siguiente:

"Nunca fui informada que el jefe de la Onemi regional había percibido, en el borde costero, una intensidad tan alta. Si esa información hubiese circulado esa madrugada, probablemente se hubiesen tomado otras decisiones". 

El terremoto dejó 525 muertos y 23 desaparecidos, de los cuales 8 eran niños. Gran parte de estos muertos fueron producto de las malas acciones del gobierno, otros fueron producto de edificos o puentes que se desplomaron por el terremoto. 

3:34 la había publicado años antes, pero era una historia mucho más corta. Un oneshot que hice para un concurso (que nunca publicó los resultados, F) y hace un tiempo decidí alargar la historia porque Gloria tiene mucho que contar y porque en el fondo de mi corazón, aún tengo mucha rabia en como se llevó esto. 

No iba a volver a Wattpad, pero ClaudiaWinchester quiere esta historia casi tanto como yo, así que decidí traerla de vuelta. ¡Incluso con una nueva portada! ¿Les gusta? Díganme que les parece porque la hice usando recursos de Freepik y acepto consejos de mejora sobs. 

La tengo terminada y mi idea es ir publicando capítulos día por medio. Y es bastante corta, así que estará acabada pronto★. ¡Espero que me acompañen en ella! 

¿Hay algo que me quieras decir? ¡Este es el momento!



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