Especial San Valentín
Día 14. Carta
Tipo: AU HARRY POTTER
Protagonistas: Shin Soukoku
Dedicatoria: Este capítulo con esta temática va dedicada a la persona de la cual estoy enamorada, aunque prefiere el soukoku, es fan de Harry Potter. Por un hoy y siempre. hasta que la snitch dorada pierda su brillo, y lumos no llegue más...
Hogwarts, por mucho la escuela de magia y hechicería. Hogar de magos de todo tipo. Eran divididos en 4 casa, gryffindor, Hufflepuf, Ravenclaw y Slytherin. Cada alumno era seleccionado por el sombrero seleccionador y responsable de que su casa no perdiera puntos, a esto: podían ganarlos con sus triunfos, y perderlos con infracción de reglas.
Estaba en la sala común de su casa, en una bodega en el mismo pasillo subterráneo que la cocina. Había unos ventanales circulares donde entraban los rayos del sol y las masetas más grandes y hermosas colgaban, Nakajima Atsushi, adoraba montarse en ellas para recibir esos rayos de sol por la mañana, cosa que a sus compañeros les divertía. - ¡Buenos días, chicas!
- Buen día Atsushi
Atsushi tenía dos mejores amigas, una con la que compartía casa, su nombre era Montgomery Lucy. - ¿iras a ver a ese chico de nuevo? – pregunto curiosa entre los pasillos
- Si, Dazai-san puede ser un chico listo, pero es divertido verlo. Además, el profesor Sakunosuke me lo pidió como favor especial.
- Si tu lo dices, eres el experto en plantas, seguramente que, si el chico tiene dudas, sabrás decirle
- Eso espero, siendo un Ravenclaw me intimida un poco
- Por favor, no te dejes intimidar, eres el mejor
- Si, lo intentaré.
Mas tarde, allí estaba, y no, no era el único, estaba en la misma sala que un Gryffindor, un Ravenclaw y un Slytherin – Odasaku ¿Por qué nos traes a todos aquí?
- Para empezar, hiciste que Chuuya vomitara hierva mala, y solo Atsushi sabe cómo quitarla
- Pero eso no fue
- Tengo comezón en l alengua – se quejó Chuuya con él.
- Y en segunda, Ryunosuke tiene un enrojecimiento por haberte seguido al bosque prohibido
- Odasaku, eso no es mi
- Así que vas a pedirle amablemente a Atsushi que te ayude con las pociones para tus amigos
Dazai inflo sus mejillas, miro al pequeño Hufflepuf – Atsushi-kun – le llamo, pero este entendió todo, sonrió al castaño amablemente
- No se preocupen, se que hacer
- Atsushi, deja que te lo pidan – se quejo Oda haciendo reír al albino
- Profesor, uno tiene picazón y otro un enrojecimiento que no es bueno – menciono – apresurémonos con esas pociones
- Esté niño... Bien, -miro a los otros tres – buscarán lo que Atsushi les pida, y apresúrense, iré a ver si el profesor Ango sirvió curry
El pelirrojo se marchó, Atsushi los miro – los ayudaré
Chuuya era un buscador, así que fue rápidamente por los ingredientes, Dazai era un experto en pociones así que preparo todo para el brebaje y Akutagawa, era un experto en el seguimiento y escondite para tomar algunas cosas extras de los profesores. Con todo junto y listo, Atsushi reviso la lengua de Chuuya y el enrojecimiento de Akutagawa. Le indico a Dazai que hacer para cada uno con hierbas medicinales. Es un chico sencillo pero sabía lo que hacía. – Atsushi-kun, eres bastante bueno en esto
- Gracias - dijo sonriente – me gustan las plantas, las flores – suspiro – son bellas
- Me gustaría seguir en contacto contigo Atsushi-kun, tu conocimiento es complementario al mío en pociones ¿Qué dices?
Atsushi sonrió amplio – no tengo ningún problema con ello
Los meses pasaron y la amistad creció y se profundizo, solía jugar y reír con Chuuya, experimentar con Dazai, y Akutagawa, bueno, solía solo verlo. Era el único con el que no charlaba, casi no se cruzaban palabras y lo hacían, el azabache tenía una lengua filosa así que prefería evitarlo.
Hasta que una noche...
Estaba cepillando a su mascota, un gatito llamado Byakko, era un curl americano color blanco con su peculiar marca negra en su cabeza y unos preciosos ojos color azul. A su habitación, llego una lechuza peculiar, su plumaje era color negro con distintivos color blanco. Sorprendiendo tanto al gato como a su dueño.
La lechuza tenia una carta, Atsushi se acerco a tomarla y la mascota solo se relajó.
"Se llama Rashomon, no se ira hasta que respondas"
Era lo que ponía la carta, - Gracias Rashomon – le contesto a la lechuza haciendo que esta se acomodará en la cama del menor – ponte cómodo... - Atsushi curioso, la abrió la carta encontrándose con un fascinante poema.
"Me tienes temblando como arbusto nervioso. Tus ojos me dejan igual de ciego que un lumos solem o una azotalenguas, tu cabello blanco como fría nieve y tu preciosa sonrisa que se vería hasta en casa de un Ravenclaw.
Quiero tenerte conmigo tal lazo de diablo, poseerte agresivamente como un higo seco en nevada.
Siento que me has lanzado un Crucio, tortura mi corazón por tu indiferencia. Quisiera darte amortentia, vivo aterrador de pensar que puedas fijar tu mirada en otro color, acepta una cita conmigo, o podría solo usar un desmaius; incluso un imperio para tenerte a mi lado."
Atsushi no sabía que responder a tan hermosa declaración, estaba nervioso y feliz pero no entendía ¿de quién era la lechuza?, para su fortuna, como la carta decía, Rashomon no se iba, lo cual le hizo pensar que con ella podía encontrar a su dueño, pregunto con algunas personas, pero no tuvo respuesta, incluso le había hecho un tronco de base para ella. Tenía dos semanas con la lechuza y ya no sabía dónde más buscar a su dueño. – Rashomon ¿Cómo me dirás quien envió esto? – se quejó moviendo la carta. La lechuza miraba el papel moverse fijamente, Atsushi analizo aquello - ¿tengo que responder? – Pregunto - ¡oh claro! Eso tiene sentido.
Se sentó a escribir listo para una respuesta, pero una vez más quedo en duda ¿Qué debía responderle? Rashomon quería dejarse caer al suelo solo con verlo confundido de que responder, mientras que Byakko se sentó a su lado parecían entenderte.
Salió de su habitación, necesitaba tomar algo de aire y dejar de pensar en aquella confesión. Termino sentándose en el jardín, ver las plantas lo calmaba, Dazai y Chuuya pasaban por el otro lado, discutían sobre la asignación de la competencia de Chuuya, detrás de ellos, Akutagawa - ¡Atsushi-kun!
- Hola Dazai-san, Chuuya-san
- ¿Qué haces aquí pequeñin? – pregunto Chuuya
- Mira quien habla
- Cállate
- ¿Qué pasa? – pregunto Dazai
- Bueno... - Atsushi abrazo sus piernas – tuve una confesión
- ¡¿Qué?! – gritaron los dos mayores y miraron disimuladamente al azabache
- Si, bueno, su lechuza lleva unos días en mi habitación, no se ira hasta que tenga una respuesta mía
- ¿y que quiere? – pregunto Chuuya
- Una cita
- Oh vamos, solo es una cita – le sonrió – dile que si y luego puedes dejarlo y ya
- No lo sé – suspiro Atsushi – estoy asustado
- ¿Por qué?
- Hablo de encantamientos, flores curativas y hechizos prohibidos en su dedicatoria
- ¿tan malo fue? – pregunto Chuuya
- Hablo sobre usar hechizos de Crucio, Amortentia, desmaius sobre mi
Ambos mayores reaccionaron a aquello y miraron al azabache – Te ayudaremos, pero tenemos que ir a arreglar el horario de Chuuya, volvemos en 20 minutos ¿no?
- Si, espéranos, Akutagawa acompaña al niño
Chuuya y Dazai se fueron corriendo, Akutagawa se sentó al lado de Atsushi y este suspiro – no tienes que quedarte estaré bien – dijo el menor
- ¿no te gusto la dedicatoria?
- Si me gusto – menciono alegre pero después lo miro preocupado – pero... Un conocimiento así, ¿Qué tal si el en verdad usaría amortentia conmigo?
- No lo creo, creo que sabe que te gustan las pociones y quiere llamar tu atención, debió pasar horas investigando sobre plantas
- ¿tú crees?
- Atsushi, conoces a todos los conocedores de herbolaria ¿en verdad alguien sabría todo eso sin estudiarlo?
Atsushi se sonrojo al pensar aquello, alguien había estudiado cosas que le gustaba y aprendido, no solo eso, hizo una dedicatoria para él. Estaba emocionado – bi-bien, de acuerdo – Atsushi le sonrió y se acerco besando su mejilla – voy a ir a responder
Akutagawa se quedo petrificado mientras Atsushi corría de vuelta a su habitación, ahora que sabía que responder. El azabache reacciono como pudo y salió corriendo a su habitación también, tuvo que ir a las mazmorras para encontrarse con su lechuza – Rashomon – le llamo mientras entraba con una carta de papel rosa.
La lechuza se acomodó en su nido, lo extrañaba después de tantos días fuera. El azabache se apuró para abrir el papel colorido, podía sentirlo, tenía olor a flor de cempasúchil.
"si conoces el camino, el sol te guiará, entre la vida y la muerte encontrarte pronto será. Al ocaso, aula de pociones"
Akutagawa trago saliva, faltaban 3 horas para el ocaso. Volvió a salir buscando si no estaba por allí el albino, y en efecto, estaba con Dazai y Chuuya platicando entre pasillos – Akutagawa, te perdiste – se quejó Chuuya
- Él se fue y me aburrí – se quejó – fui al salón por unos libros – no mentía, llevaba unos como cuartada
- Iremos a la habitación de Atsushi-kun – dijo Dazai - ¿vienes?
- Tengo cosas que hacer
- Bien
El azabache vio a los otros tres retirarse, no era mentira que quería hacer algunos arreglos al aula de pociones para que fuese romántico. Por eso los libros, unos libros muggle más precisamente, llamado "las mejores 100 citas en Japón". Llevo un rato leyendo y analizando las citas. Guiado por la cita 58, "paseo entre los caminos de glicinas" uso su varita para llenar el aula de pociones de glicinas llenando el techo de aquel color lila parecido a los ojos de su amado. Destapo un par de frascos de lavanda y lima-limón, quería que todo fuese perfecto.
Se acerco a la ventana, faltaba unos minutos para el ocaso.
Espero solo unos minutos, cuando la puerta se abrió, Akutagawa sentía unos nervios enormes, su cuerpo se puso rígido y sus mejillas las sentía arder, estaba sorprendido el primer segundo al ver una canasta, y después vio a Atsushi. Esté también se sorprendió de ver al azabache. Le sonrió haciendo que se pusiera más nervioso y se acercó – Akutagawa, que sorpresa verte aquí – menciono - ¿me ayudas?
- ¿eh? ¿a qué?
- Hay una persona que cite aquí, prepararé una poción para que no me recuerde como su amor – decía mientras sacaba frascos con líquidos de su canasta
- ¿qu-que? ¿Por qué?
- Es que no me atrevo a rechazarlo – menciono decaído
- ¿Por qué lo vas a rechazar? – pregunto intrigado y algo cabreado.
- Me... gusta alguien más – menciono avergonzado – pero no puedo decir mis sentimientos, pero tampoco quiero que esa persona sepa que acepte verme con alguien más. Quiero que quede super claro que no aceptaré a nadie, ni quiero ver a nadie y
- ¿Por qué no nos dijiste? – pregunto interrumpiéndolo
- Po-porque...
- ¿Por qué?
- N-no lo sé
- Pero por que
- Te digo que no lo sé
- ¿en serio no sabes? ¿es por que somos de otras casas? ¿eres tonto?
- N-no, es que son mis amigos pe-pero
- ¿pero qué?
- N-no lo sé
- Oh por favor, eres tan pasivo – se quejó - ¿Por qué no vez todo lo que hay en este lugar?
- ¿las glicinas? El profesor suele poner plantas aquí por los olores, ¿no las conocías? – pregunto confundido
Akutagawa se molestó, tomo los hombros de Atsushi y lo miro con molestia – yo soy quien te trajo aquí, no, es decir, tu me pediste venir aquí, yo soy el anónimo y toda está glicina es por que me recuerda a tus preciosos ojos, y todo este show es por que me gustas y no sabía como decírtelo, pero si vas a rechazarme por que te gusta otro, esta bien. No me molesta ¿Quién es? Apuesto que es ese tonto Hufflepuf de Sigma o quizá ese Ravenclaw de Shibusawa ¿no es así?
Atsushi estaba completamente sorprendido y por fin pudo reaccionar - ¿eh? ¡¿EH?! ¿Cómo crees que me gustaría Shibusawa?
- Entonces es Sigma
- Nooo, no me gustan ellos – se quejó - ¿Por qué piensas que son ellos?
- Ellos... E-ellos te siguen seguido y he visto que Shibusawa te regala panecitos y cartas de dragones
- Pe-pero jamás he aceptado algo así ¿Cómo puedes creer eso? – se quejó – todavía que prepare todo para hacer una poción de olvido y que no me estes cuestionando todo esto resulta que ya te cuestionabas por otros
- ¿Cómo no estarlo? Si siempre llegan a la hora de las reuniones o cuando nos vemos para salir con los demás
- Pero no era mi intención – se quejó – ellos no me gustan, en serio
- Si, entiendo y – Akutagawa por fin reacciono, miro al menor - ¿Qué? ¿Cómo que "no me estes cuestionando"
- ¿eh?
- "no me estes cuestionando" la poción era para quien te pidió una cita, pero la poción era para que el que te guste no lo sepa
Atsushi se puso completamente rojo, Akutagawa sonrió – así que... ¿te gusto?
- ¡AH! NO LO DIGAS ASÍ – grito avergonzado
Akutagawa se ruborizo ligeramente y tomo las manos del albino, Atsushi lo miro – sabes, - hablo ruborizado – a mi desde hace tiempo, tu... - Atsushi estaba totalmente nervioso, no podía terminar. Akutagawa lo pude ver enternecido, estaba esforzándose.
- Déjame decirlo – propuso alegre – Atsushi... Me gustas
Atsushi volvió a mirarlo – n-no puedes decirlo, yo iba a decirlo – menciono - ¡me gustas!
Ambos se miraron sonrojados y comenzaron a reír. - ¿Qué tal si tomamos tu canasta y hacemos un picnic?
- Estoy de acuerdo con eso
Ambos chicos recogieron y limpiaron, fueron tomados de la mano al jardín de la escuela donde Akutagawa quiso mostrar su "rebeldía" al usar magia para hacer un pequeño portal a la cocina, Atsushi se sintió acelerado por la duda si hacerlo o no pero el cupcake se veía totalmente delicioso y cayo por el crimen del joven slytherin.
Tras aquel día, comenzaron sus citas, Rashomon iba a la habitación de Atsushi a dejarle cartas o lugares donde verse, y Byakko iba a dejarle algunas plantas a la habitación de Akutagawa.
A ambos les encantaba darse cosas, y unas semanas después hicieron oficial su noviazgo a lo que Dazai y Chuuya solo pudieron decir: "por fin".
Ahora podían caminar por los pasillos de la escuela entrelazando sus manos y sonriendo entre ellos, la vida era larga y su joven amor lleno de cartas.
...
Feliz San Valentín
¡Gracias por leer!
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