20 de Noviembre de 1975. El Generalísimo Señor Don Francisco Franco Bahamonde ha fallecido. Por si alguien tiene alguna duda, comunico que su alma no ascendió a Gea ni ascenderá. Vaga por su Galicia natal sin encontrar ningún alma que quiera comunicarse con la suya. Padecerá una permanente soledad hasta que se arrepienta de su represión y crímenes.

Su Majestad Don Juan Carlos I de Borbón fue nombrado pocos días después Rey y Jefe de Estado de España. Nombró Presidente del Gobierno a Don Adolfo Suárez. Así comenzó la Transición a la Democracia.

Una de las primeras leyes fue la legalización de los partidos políticos, como los históricos Partido Comunista y Partido Socialista Obrero Español. El propio presidente Señor Suárez fundó la Unión de Centro Democrático. El ex ministro de Franco Don Manuel Fraga fundó Alianza Popular.

¡Qué ironías guarda el destino! El mismo año que Paul y yo cumplimos mayoría de edad, el gobierno la establece en dieciocho años. Más irónico, si cabe, es el caso de nuestro amigo Jose; saca tres años a su hermana África y cumplen mayoría de edad este mismo año de 1976.

Paul y yo sabemos que seremos protagonistas de la Transición, pero hemos decidido vivir su inicio como espectadores. No quiero contar nada de nuestra carrera política hasta ese momento. Excepto un detalle, la mejor manera de cambiar la sociedad es formando parte del Gobierno.

Nuestra posición económica es mucho más que halagüeña. Lourdes y Miguel han desaparecido de nuestra cuenta corriente y del depósito. Los intereses generados en el depósito, durante cuatro años, han sido suficientes para pagar los créditos. Por lo tanto, el depósito conserva el mismo importe, aunque la crisis ha aumentado la carestía. Nuestra cuenta se ha incrementado, debida mayormente a las devoluciones de nuestros préstamos, por eso la cuenta nos basta para mantener nuestro tren de vida.

Pero todo esto carece de importancia comparado con nuestro cumpleaños. En domingo, como aquel primero hace cinco años. Aquel fue más entrañable y éste más numeroso. Nuestros amigos y familiares han aumentado tanto que no caben en nuestro comedor, por eso hemos decidido celebrarlo en el restaurante de Remigio. Alquilamos autocares para nuestros invitados.

Lourdes, Marcos, Mercedes, nuestros hijos Laura y Ángel, Paul y yo viajamos en nuestro coche la tarde del sábado. Paul ha preparado la tarta en el restaurante durante la mañana.

La comida es deliciosa, aún más la tarta. Los camareros la sirven y llenan las copas. Paul toma la palabra:

—Estoy muy feliz y agradecido por vuestra presencia. Recuerdo como si fuera ayer aquella mi primera visita a la peluquería, me enamoré de esta linda y sabia mujer que me hizo hombre en unos meses. Gracias, mi amor y muchas felicidades. Cris, es tu turno.

Paul tiene la voz tan potente que llega a cualquier parte del salón. Yo no, por lo tanto debo aumentar mi volumen.

—Feliz cumpleaños y muchas gracias, Paul. Por ser como eres y por regalarme los años más felices de mi vida. Queridos familiares y amigos, alzad vuestras copas para comprobar que todos las tenemos llenas. No quiero brindar por nosotros, aunque seamos los protagonistas, sino por alguien que ya existe y aún no podéis ver: nuestro próximo hijo Juan Carlos.

La sorpresa fue unánime, reaccionaron con una cálida ovación. Alguien que no sabe nuestro secreto pregunta:

— ¿Cómo sabes que será niño?

—Paul lo ha soñado.

No hace falta comentar más, todos saben que los sueños premonitorios de Paul siempre se cumplen.

La comida acaba y comienzan las felicitaciones con las entregas de regalos. Una hora más para recibir y despedirnos.

Todos volvemos tal como llegamos, con la diferencia de que los autocares pasan por el domicilio de cada invitado.

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Nace un nuevo periódico, El País. Juan Luis Cebrián es su director, conocía a Gustavo y le ofrece el mismo trabajo en el nuevo diario, Gustavo acepta porque las condiciones son mejores. Nuestro amigo periodista también asiste al cumpleaños, por supuesto que tiene la exclusiva del evento.

La censura controlaba todos los medios de información y actividades culturales. Estaba formada por miembros civiles, militares y religiosos. Su misión era eliminar cualquier ofensa o discrepancia al régimen o la iglesia. Un caso singular fue la película Mogambo, interpretada por Clark Gable, Grace Kelly, Leslie Howard y Ava Gardner. En la versión original, los personajes de Kelly y Howard son matrimonio; en la versión española, son hermanos para ocultar el adulterio de ella.

Se estrenan las primeras películas llamadas de destape. Una de ellas fue Lo verde empieza en los Pirineos. Es una comedia que cuenta la llegada de españoles a Perpignan, Biarritz, etcétera, para ver películas eróticas.

Paul y yo vamos al cine una vez cada mes. Las extranjeras más vistas son La naranja mecánica y El último tango en París. Las españolas nos decepcionan, no tienen la calidad de esas dos extranjeras, aunque no son tan eróticas como cuenta la gente y comparadas con las españolas.

Sí nos ha gustado Experiencia prematrimonial, por la crítica al anterior régimen. Cuenta el amor entre una adolescente y un hombre. Como ejemplo, voy a describir una escena:

La pareja va al cine. El portero les pide el documento de identidad, no deja pasar a ella porque no tiene dieciocho años, aunque está embarazada.

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La sociedad está cambiando. Ya hay más peluquerías como la nuestra. Tenemos tanto éxito que contratamos a dos nuevos empleados: Sol y Nicolás.

Son mellizos, hijos de español y chilena. El padre se exilió allí tras la guerra, tuvo la desgracia del golpe de estado que asesinó a Salvador Allende. Su esposa es peluquera, no quiso abandonar Chile y su marido no quiso abandonarla a ella ni volver a España mientras viviera Franco.

Sol es diminutivo de Solange. Ni alta ni baja, morena con pelo largo, rostro esférico, con gafas y ojos grandes negros, nariz pequeña y labios gruesos. Nicolás es como su padre, pelo castaño, alto y delgado. Ambos heredaron la vocación de su madre y aprendieron con ella.

Su padre habló con un hermano suyo para que sus hijos escaparan de la dictadura chilena. El hermano aceptó y los mellizos emigraron a Madrid con quince años. Ingresaron en una academia de peluquería para obtener el título. Recién lo habían conseguido cuando les contraté.

Tienen un leve parecido físico y ninguno psicológico. Sol es espontánea, locuaz, simpática, extrovertida y algo siniestra. Nicolás es introvertido, callado, meticuloso y concentrado en su labor.

Una tarde, a última hora, nos quedamos solos él y yo.

—Nicolás, no llego a conocerte, eres muy reservado. Quiero que confíes en mí, como si fuéramos amigos.

—Gracias, Cristina. Me caes muy bien, eres una jefa estupenda.

— ¿Te gusto como mujer?

—Eres guapa y simpática, pero no eres mi tipo.

— ¿Te gusta más mi esposo?

Se tapa la cara para tapar su llanto, cuento con mi brazo en un hombro suyo

—Perdóname. Era una duda que quería comprobar. No temas nada, sólo Paul lo sabrá. Ánimo, la sociedad está cambiando. Haré todo lo que esté en mi mano para que las personas como tú no sufran. ¿Somos amigos? Puedes contestar sin decir nada.

Él me abraza para demostrar su gratitud, sigue llorando. Nuestros vientres están arrimados, no se excita, es la prueba de que di en el clavo. Froto su espalda. El silencio habla más alto que las palabras.

Su llanto desaparece de golpe cuando ve a alguien que yo no, pero sé quién es.

—Disculpe, señor Pablo. No es lo que parece.

—Tranquilo, Nicolás. Sé lo que sientes y no me ofendo, siempre y cuando me respetes. ¡Ah! Por favor, no me llames señor y tutéame.

—Gracias, Pablo. Sois una extraña pareja, ¿cómo puedes saber lo que tu esposa acaba de descubrir?

Le cuento toda la verdad, secreto por secreto, para darle confianza.

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Nuestro poder mágico se extiende. Nuestras almas nos revelan actos futuros, no sólo en breve espacio de tiempo, sino también en años. Como la mili de nuestro amigo Jose.

No tuvo la suerte de sus hermanos de servir en Madrid, le tocó el Centro de Instrucción de Reclutas número cinco en Cerro Muriano, Córdoba.

Se presenta en un cuartel del barrio de Campamento una tarde de julio. Hay cientos de reclutas vestidos sin uniforme militar. Son llevados a la estación militar, donde montan en un tren exclusivo para ellos, con el destino citado.

Los trenes militares tienen el último grado de preferencia, deben esperar a que pase antes cualquier clase de tren, incluso los de mercancías. Aún no han salido de la provincia de Madrid cuando llega la medianoche. El amanecer les despierta antes de llegar a Despeñaperros.

Dieciocho horas después de la salida, casi el mismo tiempo parados que en marcha, llegan a la estación militar más cercana al campamento; pero aún les falta media hora de marcha bajo el sol estival. Menos mal que hay sombra de árboles de vez en cuando.

La primera actividad en el campamento es la comida, para ellos solos. Después la asignación de compañía y la entrega del uniforme.

Prefiero no contar los detalles generales, sólo los particulares de Jose. Se adapta bien a la disciplina, servicios e instrucción. Es un recluta más, sin destacar. La compañía forma por estatura, él se sitúa en la quinta fila de veinte.

Sus problemas nacen cuando van al campo de tiro. El oficial le increpa que sólo haya acertado la mitad dentro de la diana y ninguna en el centro. Tiene una de las tres peores puntuaciones.

Así, Jose conoce a Alberto, de San Sebastián y Teodoro, de Gerona. El médico examina la vista de los tres y rellena un volante para el Hospital Militar de Córdoba. Son trasladados el día siguiente y pasan la noche sin que ningún oftalmólogo les examine.

El día siguiente, son trasladados al Hospital Militar de Sevilla. Aquí sí les examina. Ahora les toca esperar cinco días hasta la reunión del Tribunal Médico el siguiente miércoles. Como el hospital necesita espacio para los pacientes, son trasladados al cuartel de Intendencia, cerca del Parque Murillo, por lo tanto cerca de mi barrio natal.

Pero no les llaman para asistir al Tribunal Médico, ni las siguientes semanas, los papeles procedentes del campamento no llegan. El tercer reemplazo de 1976 jura bandera y ellos tres permanecen en el cuartel. Por fin son llamados. Alberto y Teodoro son declarados exentos y Jose debe repetir campamento, eso sí, con gafas como regalo del ejército.

Jura bandera en diciembre. Es destinado a la Maestranza de Artillería en Sevilla. Disfruta su mes de permiso oficial en Enero y vuelve a Madrid.

Regresa al cuartel y le informan que está destinado al polvorín de El Puerto de Santa María. Hay un soldado enlace que viaja cada semana de un cuartel a otro para entregar documentos. Este enlace le acompaña al nuevo destino en tren convencional. Tienen la ventaja de que pueden viajar con ropa de paisano.

Aunque el apelativo de polvorín parezca indicar lo contrario, Jose ha entrado en el paraíso. Sólo un coronel y tres sargentos, la disciplina no es tan rígida. Los oficiales infunden confianza y comparten tiempo libre en la única cantina con los soldados.

Jose recibirá la cartilla militar, como prueba de su licenciamiento, el martes 13 de septiembre de 1977.

Dicen que la mili madura a los hombres, pues no es el caso de Jose. Sigue igual de tímido e inseguro.

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A ver si puedo explicar cierto tema de forma que lo entendáis. Paul es mucho más explícito que yo y estoy convencida de que él lo haría mejor, le consultaré cuando lo tenga escrito. Allá voy:

Jesús tiene dos eternidades: una solo y otra más feliz con su esposa. ¿Sabe Él, durante su primera eternidad, que viviría junto a su esposa? Supongo que sí, pero Él es el maestro y lo mantiene oculto.

Dudo acerca del tiempo verbal a utilizar, escojo el presente porque el tiempo no existe en Gea. Imaginad que no debemos esperar al futuro y podemos retroceder al pasado. Todo es presente. Todos los visitantes que conservamos nuestros cuerpos podemos cambiar el futuro.

Cristina, no tengas prisa para cambiar la historia. Ya sabéis cuando será el momento oportuno.

Pero Jesús, hay muchos oprimidos y hambrientos.

Bienaventurados sean, porque vivirán aquí felices. La Vida es eterna y ¿qué es una parte de su Vida en la Tierra comparada con la eternidad?

El poder de convicción de Jesús es infinito, no sólo conmigo, sino también con las almas que siguieron a Gea desde las profundidades terrestres. Eran seres llenos de odio. ¿Por qué escribo esta frase en pasado? Porque en Gea han conocido toda la fortaleza del Amor de Jesús, han comprendido que el odio daña más a quien lo tiene que quien lo recibe.

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—Cris, lo has escrito casi bien. Deberías cambiar algunos tiempos verbales.

¡Qué pesado es corregir! Escribo en su mecanográfica, coloco sobre la hoja impresa un papel corrector que deja en blanco cada letra a corregir, pulsando la misma tecla, después marco la tecla correcta.

—Mamá, ¿cuándo habrá computadoras? He soñado que corrigen mucho más fácilmente.

Paul responde por mí:

—Ya hay, pero ocupan mucho espacio y mamá lleva la máquina de escribir de casa a la peluquería y viceversa.

—Entonces, podéis tener la computadora en casa y dejar la máquina de escribir en la peluquería. Así no tendrás que ir cargada.

Ni a Paul ni a mí se nos ocurrió esta idea, nos quedamos pasmados por la perspicacia de una niña de cuatro años llamada Laura. Esta vez respondo yo:

—Chispita, has tenido una genial idea, compraremos la computadora.