𝟮𝟳.


Amelia observaba a su amiga, la cual tenía la cara como un jitomate, la castaña le estaba contando todo lo que había pasado ayer en la fiesta y como descubrió a ella follando con Marcus Jones.

— ¡Dime que no es cierto! —Amelia carcajeó para luego cerrar el casillero y voltear a ver a su amiga, la cual tenía la cara roja como un tomate—. Dios que vergüenza.

Amelia se encontraba en la preparatoria, sin duda alguna podía ver como la mayoría de los estudiantes que habían estado la noche pasada en la fiesta ahora se encontraban cabeceando por todos lados, algunos con los ojos rojos y otro simplemente estaban idos.

— Según yo lo estabas disfrutando, ¡Oh Marcus que rico!, ¡Mm más rápido!, ¡Dios me encanta como me follas! —Amelia imitaba los gemidos de la chica, lo que provocó que recibiera un golpe en la cabeza—. Au, no merezco este tipo de agresiones.

— Mereces eso o peor, ya cállate, me estás avergonzando más, además te vi salir del auto de Billy, estaba borracha no ciega —Amelia se encogió de hombros para luego mirar hacia donde se encontraba el rubio, el cual tenía un cigarrillo en la boca y reía junto a sus amigos—. Creo que alguien se enamoró.

— ¡Ay cállate! Claro que no, Billy es lindo y a veces es tierno, pero no estoy enamorada de él, mejor mira quien viene hay —Amelia codeo a su amiga, la cual se volteo y observo que Marcus Jones se encontraba caminando hacia ellas.

— Hola Lily, hola Amelia, ¿Te importa si te la robó? —Amelia negó con una sonrisa para luego empujar a su amiga hacia el chico.

— Claro que no, ¿Tienes condones? —Lily le dio un golpe con su libro a la chica, la cual se quejó adolorida— Así me tratas después de todo lo que he hecho por ti, pero en fin, me la devuelves intacta por favor, cero chupones, aunque si la quieres dejar con las piernas temblando te lo puedo aceptar.

— ¡Lia! —Amelia se quejó nuevamente ya que había recibido otro golpe de su amiga esta vez en la cabeza—. Mejor vámonos Marcus.

— ¡Disfruten mucho! —Lily miró a Amelia, la cual hizo un gesto de sexo oral, la chica le sacó el dedo del medio, lo que provocó que la castaña carcajeara—. ¡Llámame!

Amelia escuchó el timbre sonar indicando que las clases habían culminado, de repente siente como pasan un brazo por sus hombros.

— Me tienes votada perra traicionera —Amelia miró a su hermano, el cual le sonrió burlonamente—. Ahora solo te juntas con tu noviesito y con Lily, ¿Donde quedaron los días de Steve?

— Para que veas que no soy mala, hoy será día de Steve, papá y mamá no estarán en la casa durante toda la semana —Steve asintió sonriendo—. Podemos pedir pizzas y comer helado con palomitas.

— Me gusta, me gusta.


Amelia se encontraba en su habitación con un libro en su mano, su hermano se había ido a la casa de Nancy Wheeler dejando atrás su plan de "Día de Steve", ya que desde que la chica le dijo que tendría casa sola, el chico salió de la casa como alma que lleva el diablo, diciendo que lo harían mañana.

La castaña escucha como tocan su ventana, se levanta de su cama para luego abrir la cortina y ver a Billy con un abrigo con capucha, la castaña le abre la ventana y el chico entra mientras gemía del dolor.

— ¿Que haces aquí Bill? —El chico se quitó la capucha y dejó ver como su cara la cual se encontraba golpeada y sus ojos completamente rojos—. Oh Dios mío Bill... ¿Quien te hizo esto?

— El idiota de mi padre —Amelia lo agarró para luego sentarlo en la cama—. Me dijo que fuera buscar a la estúpida de la hija de su esposa ya que se había escapado, le dije que no y que ella no era mi hermana y me dejo así.

— Déjame ir a buscar el botiquín, no te muevas por favor —La chica entro a su baño para luego buscar el botiquín de primeros auxilios y regresar corriendo hacia donde se encontraba el rubio, este intentaba quitarse la sudadera pero simplemente no podía—. Déjame ayudarte.

Amelia le quito la sudadera para luego abrir el botiquín, agarrar algodón y alcohol, empezó a pasarle el algodón por los lugares en donde tenía sangre, el chico gruño mientras apretaba la cintura de la chica, la cual se encontraba arriba de él.

— Lo siento, lo siento —Amelia seguía pasando lentamente el algodón por la cara del chico—. No debes dejar que te trate así Bill, debes irte de esa casa.

— ¿A donde me iré? No tengo a nadie en este pueblo y tus padres nunca me recibirán aquí —Billy pasó sus manos por las mejillas de la chica y esta se dio cuenta que estaba llorando.

— Te puedo tener escondido en mi cuarto, mis padres nunca entran, te alimentaré todos los días —Billy carcajeó para luego besarla.

— Eres muy dulce muñequita, pero no quiero terminar como esa planta —Amelia volteo y observo como había una planta arriba de su mesita, la cual ya se encontraba prácticamente muerta y en ese mismo momento dejó caer otro pétalo—. Seguramente le juraste lo mismo a esa pobre planta.

— En mi defensa tú puedes hablar, ella no —Billy carcajeo para luego acariciar la cintura de la chica y esta empezó nuevamente a currarlo—. ¿Por qué no te llevas bien con tu hermana?

— ¡Ella no es mi hermana! Esa mocosa nunca será mi hermana —Amelia puso sus manos en los hombros de Billy para luego empezar a masajearlos, lo que provocó que el chico suspirara—. Lo siento.

— Entiendo que te sea difícil saber que tu padre ya tiene una nueva esposa y te quiere obligar a que trates a la hija de su esposa como tu hermana, aunque no lo sea, pero siento que si puedes llegar a ser un poco más abierto con ella.. —Billy la quito de arriba de sus piernas para luego pararse y buscar su sudadera—. ¿A donde vas?

— Suenas igual que la mujer de el, ¡Ella nunca será mi hermana! El me está obligando a que la trate como mi hermana y nunca lo será, no me importa que me rompa la cara, como quiera lo hacía cuando mamá estaba con nosotros y ella se fue dejándome solo con el.. —Amelia se levantó de la cama para luego acercarse lentamente a él y abrazarlo, el rubio trato de alejarse pero la chica lo acercó más ella, el soltó un sollozo para luego dejarse caer al suelo junto con Amelia, el chico la abrazó mientras sollozaba en su hombro—. Ella me juro que volvería por mi, me dijo que la próxima llamada que recibiría sería la de ella diciéndome que ya venía por mi, dure horas, días, semanas al lado del teléfono y nunca sonó, después llegaron ellas, el me obligó a que la tratara como si fuera mi hermanita menor, pero simplemente no podía, todo lo que amo se va, por favor no te vayas tú también...

— Todo estará bien cariño, no me iré nunca, siempre voy a estar aquí —Sin duda alguna el rubio se estaba encariñando con la castaña, desearía que no fuera así, pero ya era demasiado tarde..





Holaaa! Necesito que me responda
una pregunta, en verdad necesito saber.

¿Le está gustando la historia?

En verdad no se si les gusta, necesito saber
espero y puedan darme su opinión sincera.

Un besote! 💋

Bay Monjas! 🤍

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