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Al caer la noche, en el cuarto de Merlin y Edric, estaba el primero terminando de quitar la mitad de los colores del ventanal. Al quitar el último pedazo, justamente la puerta se abría, viéndose a Enid que llegaba junto a TN que iba a acompañarlo para que le devolviera algo, hasta que ambos veían que pasaba dentro.

-Ay, no..-Susurraba la chica cuando veía a Edric entrar molesto

-¿Qué carajos le hiciste a mi cuarto?-

-Divido nuestro cuarto a la mitad-Diría Merlín para levantarse y patear las partes de color del otro lado de la cinta pegada en el suelo
-Parece que un arcoiris vomitó en su lado-

-Yo..-

-Agradecería tu silencio. Es mi hora de escritura-Interrumpía a Edric el joven de negro, sentándose en su escritorio frente a una máquina de escribir

-¿Tu hora de escritura?-

-Dedico una hora al día para mi novela. Tal vez si hicieras lo mismo, tu blog sería más coherente-Diría el joven mientras le daba la espalda al sentarse
-He leído diarios de asesinos seriales con mejor puntuación-

-Escribo con mi voz-Diría molesto el rubip, viendo al chico voltear a verlo
-Es mi verdad. Es lo que mis followers aman-

-Oigan..-

-Es claro que tus followers son imbéciles-Diría Merlín sin escuchar a la peli gris, quien solo suspiraba resignada
-Responden a tus historias con pequeños dibujos insípidos-

-Osea, ¿con emojis?-Diría TN burlona viendo a ambos enfrentados, mientras Merlín la veía por un momento de reojo

-Así expresan sus sentimientos. Pero obvio, ese es un término extraño para ti-Se burlaba Edric mientras lo veía molesto

-Cuando te miro, los siguientes emojis me vienen a la mente. Cuerda, pala, tumba-Murmuraba de manera amenazante Merlín, antes de volver a su asiento
-Por cierto, Addams es con doble d. Si vas a chismear sobre mí, escribe mi nombre correctamente-

-Dejen de discutir, parece una pelea de un niño y un anciano-Diría la joven luego de oír la pelea de lo antiguo y lo moderno, mientras se cruzaba de brazos
-Parecen infantiles..-

-Lo dice la niña que hace peluches. Muy maduro de tu parte-

Al oír al joven decir aquello, la de venda en los ojos se quedaba quieta, dando una media sonrisa mientras reía molesta.

-No quisiste decir eso-Diría mientras aguantaba las ganas de quitar un alfiler de su muñequera

-Lo digo muy en serio. Deberías tener otro pasatiempo que no sea acosarme-Diría recordandole lo de la mañana al encontrarla observandolo
-Parece que los chismes se los das tú-

Ya molesta, TN alzaba su mano a Edric, quien entendía sin decir nada para darle su celular.
De repente sonaba una música pop muy fuerte, provocando que Merlín se detenga y volteara a verlos, mientras TN sonreía y Edric bailaba al gustarle esa canción.

-Apáguenlo-Ordenaba el chico pero ambps lo ignoraban
-Última advertencia-

Cuando se acercaba a TN con intención de quitarle el celular, la joven bajaba el brazo y lo colocaba detrás suyo, sintiendo que el joven quedaba cerca suyo mientras sus brazos la rodeaban para tomar el teléfono, por lo que ella lo apagaba.
Al quedarse en silencio todo, el joven miraba a TN quien parecía también mirarlo en silencio aún bajo la venda, estando ambos algo petrificados por la cercanía, y más porque Merlín no reaccionaba en alejarse, cosa que ponía nerviosa a TN, y esto lo notaban ambos chicos al verla temblar un poco.

Aquella escena, claramente molestaba a Edric y lo ponía celoso, acercándose para separarlos y colocar a TN detrás suyo.

-Aléjate de ella-Diría Edric sacando sus garras, mientras el joven veía de reojo las uñas del chico volverse garras
-Este gatito tiene garras y no me da miedo usarlas-

Los tres escuchaban a alguien entrar al cuarto, por lo que Enid escondía sus garras y manos detrás suyo, quedando los tres mirando hacia la puerta para ver quien entraba.

-Buenas noches niños, perdón por el lodo. Quería asegurarme de que Merlín se había intalado...-Diría una mujer pelirroja, de lentes y botas rojas mientras cerraba la puerta y volteaba a ver a los tres en silencio
-¿Es un mal momento?-

Al ver a TN mover su mano en una señal de más o menos, la mujer notaba en el suelo la línea de la cinta negra, separando sus pies pisando cada lado.

-Soy la señorita Thornhill, jefa de habitación. Perdón por no haber estado aquí para saludar cuando llegaste. Espero que Edric y TN te hayan dado la bienvenida apropiada-Diría mirando a ambos chicos con una sonrisa

-Me asfixiaron con su hospitalidad. Espero regresar el favor... Cuando duerman-Diría de forma amenazante, más hacia Edric, aunque apretaba su mano con fuerza al aparecer un fugaz pensamiento de otra forma de asfixia en la joven de pelo gris, queriendo que eso salga de su mente

Aquello que dijo hacia que Edric lo mirara, mientras TN solo alzaba sus hombros al haberse esperado que diga algo de eso, mientras la mujer ahí daba una sonrisa incómoda.

-Bueno, te traje un pequeño regalo de mi invernadero-Mencionaba la pelirroja para extenderle una maceta con una flor negra
-Trato de emparejar la flor indicada con cada uno de mis niños. Y cuando leí la carta de presentación de tu expediente, de inmediato pensé en esta-

-Una dalia negra-Diría el chico tomando la flor

-Ah, ¿la conoces?-Preguntaba curiosa la mujer

-Claro, se llama como mi homicidio favorito-Diría aunque aquello preocupaba a la contraria
-Gracias-

-Oki doki. Pero antes de irme, quiero repasar algunas reglas. Las luces se apagan a las diez, sin música fuerte y nada de muchachas, jamás-Diría aquello último al referirse de que TN no podía estar en el cuarto de ellos en la noche
-Solo lo dejaré pasar por esta vez-

-¿Qué se hacer aquí para ir al pueblo cercano?-Preguntaba Merlín con intención de saber como escapar

-Los pases a Jericó son un privilegio, no un derecho. Está a veinticinco minutos caminando y hay un transporte los fines de semana. Los locales son un tanto recelosos con respecto a Nunca Más, les pido que no provoquen alborotos ni perpetúen ningún estereotipo de los excluidos-Diría para mirar a los tres
-Me refiero a mantener las garras ocultas, los alfileres en la casa y a no asfixiar personas mientras duermen. ¿Está claro?...-

Los tres la miraban en silencio, mientras la joven de pelo gris giraba su cabeza a un lado, escondiendo su brazo con la muñequera de alfileres detrás, debido a que no era la primera vez que salía con él a todos lados.

-¡Excelente!-Diría la mujer con una sonrisa, para luego salir del cuarto, dejando a los tres en silencio

-Uhm.. Supongo que te debemos una disculpa-Diría TN para ver hacia Merlín
-Solo pedías tu espacio-

-Gracias-Diría apunto de irse de vuelta a su escritorio, cuando la chica extendía su brazo hacia el, por lo que se detenía y la veía
-¿Qué?-

-¿No dirás algo tú?-Diría la joven con una sonrisa, señalando con su cabeza a Edric, esperando que ahora él se disculpe

-No vas a dejarme hasta que lo diga, ¿Verdad?-Al ver que la chica sonreía, suspiraba frustrado, mirando a otro lado para dejar de ver su estúpida y adorable sonrisa, según Merlín
-Lamento tener la razón-

-No puede ser-Suspiraba Edric para salir de su cuarto, con intenciones de ir a tomar algo para relajarse y tener paciencia con ese chico

-Algo es algo-Diría entre risas para bajar su brazo, mientras iba a tomar algo del escritorio de Edric y caminar a la puerta
-Hasta mañana Merlin-

El joven le miraba de reojo que estaba por irse, cuando inconscientemente su boca hablaba.

-¿Qué flor te dio la señorita Thornhill?-Al oír tal pregunta salir de su boca, miraba a otro lado pensando que debió morder su lengua para evitar que quisiera tener una conversación con ella

Aquello dejó confundida a TN, quien se giraba a verlo, alzando una ceja, por lo que solo pensaba que era una forma de decir lo siento, más honesta.

-Pues, en mi caso fueron dos. Una rosa negra y una rosa-Diría la joven mientras alzaba sus hombros
-Además de que uno es por su color positivo, asumo que el segundo lo buscó por el trabajo de mi padre-

-¿Cuál es?-

-Forense-Diría mientras daba una sonrisa al mencionar a su padre, viendo a Merlín asentir, para sin más irse del cuarto
-Qué descanses-

El chico no daría respuesta, solo la vería caminar hasta que desaparecía tras cerrar la puerta, terminando por ahora el intento de escribir, y acostándose lo más rápido para tratar de quitar estas extrañas ideas de que había llamado su atención aquella extraña chica, cuando sólo aseguraba que no era más que otra niña y ya.

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