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¿¡Pero amor qué hacemos!?

Exclamaba una joven monja de unos trece años, sus ojos verdes no dejaban de mirar a su hermano con terror ante el posible castigo de su dios. Por ser una pecadora.

—Esto fue un error...

Tocaba su vientre levemente abultado mientras el terror hacia temblar sus huesos.

—Le mentiremos a todos cariño, esto es un pueblo lleno de cerdos ignorantes, simplemente diremos que fuiste bendecida por el espíritu santo, ellos lo creerán.

El moreno miraba con dulzura a la menor mientras acariciaba su lacio cabello.

—Esto será nuestro secreto...

Nuestro pecado.

Acariciando levemente las mejillas rosadas de su hermana deposita un suave beso contra sus labios temblorosos.

¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.

1 Corintios 6:9-10

(...)

—Esta es la verdadera prueba de que dios nos ama, bendijo a esta monja, lleva en su vientre un bebe, siendo virgen.

Exclamaba aquel hombre de cabellera blanca mientras señalaba el vientre abultado de aquella joven. La menor simplemente se dispuso de acariciar de este mientras miraba con tristeza su vientre.

Aquellos pueblerinos miraban atónitos a la rubia, muchos lloraban de la alegría, y otros festejaban aquel acto "celestial"

"La iglesia llena de mentira a la gente ignorante que se regocijaban por una falacia de aquellas personas que dicen ser cercanos a dios."

(...)

—¿No crees que seremos castigados? S-Somos hermanos… Y-Yo he escuchado señoras hablar sobre los hijos nacidos de incesto… n-nacen con cola de cerdo… o-oh como iguanas…

—¿En serio crees en las señoras que vienen todos los días aquí a escuchar mis mentiras? Vamos Perla, sabes que dios nunca sería capaz de castigarnos.

(…)

—¿P-Por que es así?

Interrogaba la joven al ver a aquel bebe extremadamente pálido entre los brazos de Pucci. El bebé había nacido con los ojos abiertos, con el cordón umbilical ahorcando su cuello, sorprendentemente la niña fue capaz de sobrevivir.

— D-Dios nos esta castigando…

La mujer no pudo evitar sollozar las palabras mientras veía los ojos rojizos de aquel bebé extremadamente silencioso.

El moreno se encontraba analizando a la pequeña criatura que se removia levemente entre sus brazos, le parecia desagradable, pero a la vez tan tentador, ver a esa pequeña criatura luchando por respirar.

—N-No sé, está vivo... P-parece muerto. S-Se estaba muriendo… ¿T-Tiene cola de cerdo?

Perla seguía observando con terror a aquella bebe que tenía en brazos Pucci. El moreno negó ante la suposición de que la niña tenía cola de cerdo, la rubia suspiro con alivio mientras secaba sus lágrimas.

—¿Es ella nuestro castigo por pecar? ¿Como les explicaremos esto a esas personas? Parece… parece un demonio…

—N-no se... ¡Y-ya se!

Murmuraba pensativo el moreno para dejar a la bebé acostada boca abajo, tomando la daga con la que había cortado su cordón umbilical se dispuso a cortar con profundidad la blanca espalda del bebé, mientras la niña lloraba en agonía Perla gritaba mientras cubría sus ojos.

—D-Diremos que... Que Lucifer vino y le arranco sus alas JAJJAJJAJAAJA ¿no crees que sea una buena mentira Perla?

Pucci voltea su mirada a aquella mujer que no paraba de llorar ante los actos tan brutales cometidos por su hermano.

—¿Qué tienes?

—¡Estás loco!, estamos yendo muy lejos...

La mirada llena de terror era simplemente desagradable ante los ojos del moreno. Frotándose su ensangrentados dedos contra su cien dejó salir un suave suspiro.

—¿Yendo lejos? POR FAVOR!, ¡vamos bien!, ¿que quieres que diga?¿ que tu eres una maldita puta que se acostó con innumerables hombres? , le diría a todo el pueblo que te quemen viva por pecadora, ¡cerda asquerosa!

Grita con odio para así acercarse a la muza y tomar esa cabellera rubia con fuerza. Perla se dispuso a llorar con temor mientras veía a aquel hombre, este no era su hermano, trataba de auto engañarze mientras trataba de cubrir su rostro.

—Puedo mentirles, ellos me creerán, nunca le creerían a una mujer y menos si es una pecadora como tú. Ellos nunca sabrán que ese engendro es mío, así que lo mejor que puedes hacer es callartey ya. Estaremos bien, como dijimos de niños, felices los dos lejos de nuestros padres, y lo somos…

—Perla todo esto es tu culpa… me estas condenando.

El hombre exagera sus palabras mientras abrazaba a la joven con fuerza, esta simplemente corresponde mientras suplicaba por su perdón. Dando una suave sonrisa burlona Pucci deposita un delicado beso sobre su frente.

—Buena chica… solo sigue mis órdenes. Verás que saldremos impunes de todo esto, ya veras.

(...)

—¡Ella es un ángel!, dios nos ha enviado un ángel para llenar a este pueblo de exuberancia, ella es nuestra salvación pero... Lucifer vino hasta aquí y le arrebato sus alas, miren lo que le hizo

El moreno levanto a la bebe para que así todos vieran aquellas dos marcas profundas a rojo vivo donde aparentemente estaban sus alas.

"La gente lloraba pidiendo piedad, mientras aquel hombre mentiroso reía en su interior."

(...)

Una pequeña niña de tres años se encontraba sentada en una gran silla mientras veía a algunas personas llorar mientras rezaban con devoción, no lograba de comprender lo que sucedida y no tenía forma de expresar su disgusto. Aunque tuviera edad suficiente para poder formular algunas palabras, no tenía permitido hablar, por ende no sabía formular palabra alguna y ni mucho menos leer. Pucci generalmente la obligaba a escuchar diariamente a aldeanos suplicar por desgracias, esperando así que la niña conseviera un milagro a las desgracias que atormentaban al pueblo.

—La niña tiene que ir a comer, padre Pucci…

Perla apenas pudo susurrar mientras trataba de no mirar a aquella criatura de piel enfermizamente pálida, cuerpo exageradamente delgado y diversas vendas que eran cubiertas por un gran manto de tela que era tan blanco como su piel.

El moreno al escuchar la voz de su hermana hace una seña a la niña para que esta fuera en dirección de él. Temerosa de cualquier cosa que pudiera hacerle el mayor camino con pasos extremadamente temblorosos hacia el, encorvando su espalda lo más posible mientras estaba más y más cerca del moreno.

—Vamos a comer.

—Es tan bueno… aunque esa niña tenga tantas dificultades la trata como una niña normal.

—Digno de admirar.

Era lo que se podía escuchar dentro de la iglesia, Pucci tomó en brazos a la niña mientras caminaba hacia una de las puerta de la iglesia. Estando ya fuera de la vista pública Pucci deja caer a la niña de sus brazos.

—Maldita creatura repugnante… Ve al sótano, ahí está tu comida.

Dijo con desagrado mientras ignoraba a la pequeña niña que se retorcía de dolor. La niña como pudo se levantó y igual de encorvada camino de puntillas hacia su "hogar" abriendo la puerta, bajo los oscuros escalones, pudo encontrar un trozo de pan y dos papas mal cocinadas en un plato sucio. Dejándose caer en el suelo tomo el pan mientras veía a un punto fijo de la habitación.

—P-Pa… P-Papa…

Apenas podía susurrar mientras deslizaba un dedo sobre el sucio suelo. Había escuchado hace mucho Pucci decir esa palabra, decir que el era su padre. Pero la albina desconocida del significado de esa palabra.

(…)

—C-Creo que eres muy duro con ella… S-Se que nació con muchas dificultades físicas… p-pero podrías ser más amable…

—¿Qué clase de estupidez estas diciendo? Tu ni si quiera eres capaz de verla y me vas a decir como tengo que criar a nuestra hija. Te recuerdo que tu eres la principal causante de esto…

La rubia cerró los ojos mientras frotaba su cien, era imposible hablar con Pucci sin que la hiciera sentir como el ser más estúpido y cruel del planeta. Dando un suave suspiro abraza al mayor.

—Me da lastima…camina toda encorvada por el miedo que te tiene… las heridas están mal sanadas… no la golpees tan fuerte, no hace ruido, no habla, ¿para que golpearle tanto?

—Sí te dijera la razón tendría que asesinarte mi amada Perla.

Ante las palabras la menor se tenso mientras sentía que su respiración se cortaba, aunque al escuchar una dulce risa sintió como poco a poco se calmaba.

—Es un chiste. Sabes que soy duro porque ella necesita carácter, necesita ser la encarnación en vida de un ángel y para mí la imagen de un ángel que fue maldecido por lucifer es esa. Ella está más que feliz por su vida, muchos tienen menos, no pienses tanto en ella ¿sí? Piensa en las formas que puedes hacerme feliz, al igual como yo te hago feliz.

La joven asintió con un pequeño rastro de culpa en su pecho mientras besaba al moreno.

Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.

1 Juan 1:9

(…)

La niña despertó aterrada al escuchar como la puerta de su habitación se abría, abrazándose de sus mantas rotas retrocedió mientras veía al moreno acercarse con algo en la mano.

—No te haré nada, pero si sigues actuando como un animal asqueroso voy a terminar haciendo algo que no te va a gustar.

Ante la amenaza la niña se quedó quieta mientras hiperventilaba.

—Tú madre insiste que al menos te enseñe a leer y a hablar.

Viendo como el mayor tomaba una silla cubierta de polvo este se sienta mientras cruzaba las piernas.

—Dudo que alguien como tu aprenda algo, tu cerebro de seguro se jodio por nacer casi asfixiada.

Murmura con desinterés mientras le tira el libro a la niña, al recibir el impacto de un objeto bastante sólido y pesado simplemente da un pequeño chillido mientras se aferraba a las mantas mientras temblaba de terror.

—Vamos a enseñarte por lo menos a formular algunas palabras, así esa perra dejará de molestarme ¿esta bien?

El mayor se levantó de la silla para así acercarse al pequeño cuerpo, la niña al ver como este se acercaba el terror invadió su cuerpo aunque cuando intento escaparse sintió como su padre tomaba con fuerza su blanco cabello.

—Bien, bien… algo sencillo, di "papá"

Al ser una palabra conocida la menor trato de calmar su respiración mientras movía sus labios sin formular algún ruido. Ante tal acción Pucci sonrío mientras veía esos ojos casi blancos fijamente, esos ojos tan desagradables.

—P-Papá…

—Muy bien.

Soltando su cabello este dio unas pequeñas palmadas sobre su cabeza, ante tal acción la pequeña se sintió realmente confundida. Levantando la mirada trató de decir algo aunque fue detenida por la gran mano del moreno.

—Shhh… estas aprendiendo bien, solo repite lo que digo. Mi niña…

En ese justo instante Pucci recordó la razón por la cual mantenía distancia extrema de esa creatura, el mismo sentimiento de placer surgió de su cuerpo al verla fijamente, una sensación que lo hacía sentir asqueado. ¿Por qué sentirse excitado de algo deforme? Dando un fuerte gruñido golpea con fuerza la pequeña cabeza de la niña contra el suelo.

—Esto es tu maldita culpa…

(…)

—p-padre... padre... padre

La pequeña abrió la puerta del sótano mientras caminaba con pasos temblorosos, caminando de puntillas como ella había caminado desde pequeña busca al mayor con cierto terror. A pesar de que hayan pasado cinco años el miedo hacia su padre era mucho peor, pero igualmente era obligada a buscarlo para poder comer o para hacer cualquier actividad. Al entrar en la habitación vio a su padre ahorcando con fuerza a su madre, ante la imagen simplemente bajo la mirada aterrada, sabía que había cometido un error.

—¿Qué haces aquí? ¿Acaso no vez que estoy pasando tiempo de calidad con tu mamá? Eres realmente ambiciosa, te doy unas cuantas caricias en el cabello y esperas que tu ocupado padre siempre esté contigo.

Soltando a la mujer se dirigió a la albina, tomándola en brazos dio una mirada rápida hacia el cuerpo de Perla.

—Ciaran necesita tiempo de calidad conmigo, eres incapaz de amar a tu propia hija.

Después de decir esas hirientes palabras dejo la habitación con la niña en brazos. Caminando por los pasillos sintió unas manos deslizarse dentro de su vestido.

—Hoy no tendremos lecciones, viste algo indebido y necesitas un castigo.

Sintiendo los besos de su padre deslizarse sobre su cuello la niña simplemente contuvo un sollozo.

(…)

Respirando a duras penas seco la sangre que salía de mi nariz con mi vestido, a diferencia de otros días el castigo fue bastante fuerte. Aunque era de esperarse interrumpí a mamá y a papá.

—¿Ciaran…?

Escucho una suave voz, levantando la mirada confundida. Logro ver a una mujer rubia bajar las escaleras, abrazando mi propio cuerpo observo con duda a mi madre, era la primera vez que me llamaba por mi nombre…

—H-Hmm…

—P-Por dios… ¿Tu padre hizo esto? Estas todo golpeada…

Veo como esta corre hacia mi mientras trata de acariciar mi rostro, al sentir el repentino tacto me alejo rápidamente mientras observo a mamá con bastante miedo.

—T-Te hizo algo más… ¿te hizo algo más…?

Niego rápidamente mientras abrazaba con fuerza mi cuerpo. Lo único que había echo papá era golpearme hasta que terminara suplicandole que parara.

—N-No… S-solo… S-so-solo me golpeó…

Por alguna extraña razón la mujer se sienta en el piso para así hundirse en llanto.

¿Qué le sucede…?

(…)

—Padre... Eres tu...

Ciaran murmura algo nerviosa mientras veía al mayor con una vela en manos, este dándole una pequeña sonrisa a su primogénita toma asiento en la silla, dando leves palmadas sobre su pierna espera que la niña se acerque.

—Sí, soy tu padre Ciaran, ven...

Algo temerosa se acerca al mayor mientras se sienta sobre sus piernas, sintiendo como acariciaba su larga cabellera blanca sonrió levemente. Desde aquella paliza su padre dejó de golpearla, empezó a tener una conducta mucho más pacífica a diferencia de antes. Era como si su antiguo padre hubiera desaparecido y estas este nuevo hombre ante sus ojos, con el alma tan pura como la de un ángel.

—Usted es como un ángel, como los ángeles que me habla, dices que su belleza es inmensa, como la de usted padre... Usted es mi ángel. Ya no es como antes…

La niña lo miraba tan feliz a los ojos, el hombre que se hacía llamar como su "padre" era bueno, ya dejó de temer ante cualquier insulto. Lo último que quedaba era esperar, esperar esa ansiada purificación de la que tanto le hablaba su padre.

—Usted podrá purificarme, ya no quiero ser un demonio.

Hace unos meses su padre le reveló que ella era algún tipo de demonio, ante la revelación no podía evitar sentirse miserable pero su padre la calmo y le susurro palabras llenas de amor, para evitar sus lágrimas.

—Ciaran, naciste como un demonio ya que tu madre peco. Tu madre hizo muchas cosas malas, provocado así la ira de dios.

—Tu presencia nos causa desagrado y miedo, esa es la razón por la que somos tan duros, pero ya estoy consiguiendo la manera de purificar tu alma maldita.

—Yo purificare tu alma.

(…).

—M-Mama… son lindas…

Susurro suavemente mientras acariaba los pequeños pétalos, no podía salir de casa, los rayos del sol queman mi cuerpo con bastante facilidad, además que mis ojos no están tan acostumbrados a luces tan fuertes. Dando un pequeño suspiro veo a mi madre a los ojos.

—Falta poco mamá.

—¿Falta poco para qué…?

—Para que me pueda amar, muy pronto papá me purificara.

Como la emoción a flor de pie abrazo con fuerza a mi madre, muy pronto seremos una familia normal.

Ten compasión de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa bondad, borra mis transgresiones. Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado.

Salmo 51:1-2

—¡N-NO…!

Ciaran apenas podía gritar mientras recibía brutales golpes de su ser más amado, sintiendo como cortaban su respiración da un gemido ahogado. Se supone que sería purificada, ¿qué es esto?

—El demonio en tu interior… no desea ser purificado.

Grandes hilos de blanco caían ante los ojos de la confundida chica, apenas podía ver lo que tenía su padre en manos, pero sabía que estaba cortando su largo cabello. El cabello que su madre tanto amaba.

—Ah… n-no… ¡AH! MAMÁ.

La pequeña llamaba con angustia a su madre esperando así que pudiera escuchar el llanto de su alma. Sintiendo como el mayor desgarraba su vestido dejó de gritar y comenzaba a sollozar en silencio. ¿Qué estaba haciendo?

—Siempre he querido hacer esto contigo… maldito demonio.

(…)

Basta, por favor detente. Era lo único que podía pensar mientras sentía como el mayor embestia mi cuerpo con fuerza, ¿Acaso de esto trata la purificación? ¿Qué me está haciendo…? Esto duele tanto.

¿Donde esta mamá…?

No podía emitir algún ruido alguno, era como si mi cuerpo se hubiera desconectado de la realidad, dejándome así como un alma inerte, un alma en pena que recibe un dolor tan intenso.

—Aún no te haz acostumbrado… pronto lo disfrutarás, confía en mi.

Confiar…

¿Es mi culpa por no acostumbrarme…? Contengo un sollozo al sentir algo caliente dentro de mi, al ver que la expresión del mayor se relaja un sentimiento de alivio inunda mi alma. Ya sé acabó el dolor…

—Shhh~ No llores, es normal que haya dolido. La próxima no dolerá tanto.

¿La próxima? ¿Habrá próxima? Sintiendo como tomaba mi mejilla con fuerza deposita un suave beso sobre mis labios cubiertos de sangre.

—Pucci… ¿Qué estás… que estás haciendo?

Y así un sentimiento de culpa invadió mi alma, por alguna razón me sentía tan culpable de que mi madre me encontrara en esta situación.

—Fue como aquella vez… ¿te acuerdas de lo que hacía papá con mamá…? Todo fue culpa de este engendro que trajiste al mundo.

—Espérame en la habitación Perla…

Esta iglesia era la mismísima encarnación del infierno que siempre relataba mi padre.

(…)

—L-Lo siento… L-Lo siento…

¿Por qué llora…? Era la única duda al ver como mi madre Lloraba mientras me abrazaba, correspondiente a su abrazo mientras acaricio su larga cabellera rubia.

—M-Mama… Mamá te va a proteger… perdóname por ser tan cruel…

—M-Mama…

—Mañana… M-Mañana saldremos… te entregaré la niñez que nunca tuve… el amor que siempre busque… t-todo

¿Por qué se disculpa…? Todo es mi culpa después de todo. Yo soy la que provoca la ira y el pecado aquí… mamá y papá deberían de escapar de mi.

¿Son esas manos buscando algo, o son sólo un signo de dolor?


(...)

—P-Pucci…

—¡TODO ES TU CULPA! TÚ ENGENDRASTE A ESE SER MALDITO.

Se repetía a sí mismo el mayor mientras clavaba una y otra vez aquella daga dentro de pecho de la que alguna vez fue su amada.

—T-Tu… P-Perla no me mires así, mi amor.

Sintiendo como las lágrimas descendían de sus mejillas no pudo evitar abrazar aquel día cadáver. ¿En qué clase de monstruo se había convertido? Todo comenzó a empeorar desde esa noticia, la noticia de que su hermana menor esperaba un hijo suyo…

—¿Esto es lo que deseas ver? ¿Cuál es mi propósito Dios?

(…)

—Mary fue a una iglesia al sur, pero nuestro ángel permanecerá con nosotros

Dice mientras tenía en brazos a la albina que portaba una mirada perdida, sin emociones.

"la gente festejaba alegremente, mientras aquella niña desceaba alejarse de aquel hombre. La gente festejaba la muerte de una persona inocente sin saberlo. La gente festejaba la injusticia que había en aquella iglesia. La gente festejaba su ignoracia."

(…)

—Me estoy volviendo loco…

Murmuraba Pucci mientras veía el cuerpo tendido de Ciaran en su cama, teñida de un dulce rojo que manchaba todo a su paso.

—En que momento…

Pucci trataba de indagar el porqué de todos estos hechos que afrontaba su vida, desde su nacimiento hasta la muerte de su hermana. Todo parecía tan fríamente calculado por su dios que todo esto parecía absurdo.

—Ni en los libros prohibidos aparecen tantas desgracias…

Con burla acaricia su propia cien, ya no había vuelta atrás, lo único que puede hacer es seguir adelante, en este camino rojo que se llama destino.

—Pobre creatura, viniste a este mundo a sufrir de las peores desgracias.

(…)

—…¿hmm…? ¿Qué sucede?

La joven voltea al notar que un pequeño niño la perseguía por toda la iglesia. El infante al recibir la atención de la albina juega con sus dedos.

—¿E-Eres un ángel…?

No lo sé… tal vez no.

—Sí~, ¿en qué necesitas ayuda?

—M-Mi hermana… murió semana pasada, y-yo… yo siento que no me escucha cada vez que vengo aquí, quería preguntarle… como usted es un ángel de verdad, si podría preguntarle si ella está bien…

No se como esta mi mamá… supongo que no soy un ángel, sigo viva después de todo.

—¡Por su puesto!~ con todo gusto hablaré con tu hermana.

Junto con usted murió alegría. Todo lo que queda es desesperación y un futuro de mañana sin sentido.

(…)

—M-Matame…

La albina a duras penas suplicaba mientras extendían su mano hacia el mayor, no podía vivir así, deseaba ser libre como su madre y al fin ser un ángel.

—Seré compasivo, te permitiré el gusto de poder morir en manos de la persona que más amas.

Ese dichoso día llegó, el día de su muerte, el día donde abandonaría aquel terrible lugar, donde podría ser feliz, donde al fin podría ser un ángel y extender sus alas, y saborear lo que es llamado libertad.

—Sí, seré un ángel

Pequeñas lágrimas se deslizan de aquellos ojos rosados, podrá volar, deseaba volar tan libremente como las aves.

—Los angeles no existen.

Tomando ese pequeño rostro repleto de cicatrices, deposita un suave beso contra este. Su rostro estaba casi completamente deforme, a causa de las quemaduras y golpes que recibía constantemente.

—Dios tampoco, el cielo no existe, al igual que el infierno, son estados, no lugares, pequeña ignorante.

Ríe al decir lo último, le daba tanta risa saber que todos le tenían miedo al infierno, cuando realmente no existe. Un miedo completamente irracional hacia lo desconocido, un miedo del que el es completamente ajeno.

—Nosotros los humanos estamos en el infierno, tu estas en el infierno. Sufres, pero yo estoy en el cielo, nada malo me sucederá, y disfruto de ello. No me da miedo morir, mientras más rápido se hacerque mi muerte será mejor, seré feliz, ya que pase casi toda mi vida haciendo lo que más amo.

—Mátame ya, no te quiero escuchar más...

La joven se negaba ante todo lo que él decía, ella fue criada con esas creencias, inculcadas por él, y que ahora venga y diga que todo es mentira, que todo su sufrimiento fue para su entretenimiento...

—Vaya, al parecer quieres negarte a la realidad, algo normal en gente como tú...

Tomando con fuerza el rostro de la menor para así acercarse, la distancia entre ellos era mínima.

—¿Me odias? Vamos dilo.

La muza cierra los ojos con fuerza mientras pequeños sollozos salían de sus pequeños y resecos labios, quería que esto parara de una vez por todas.

—Abre los ojos, afronta tu realidad.

—T-te odio... Y-ya basta.

Suplica con dolor, ya no soportaba más esto, quería acabar con todo. Con toda esta mentira.

Pucci se acerca al rostro de aquella fémina para unir sus labios, acto que corresponde la menor con temor, sabía lo que sucedería si no correspondía algún beso.

Su vida se extendería hasta que el se sintiera aburrido.

—Espero que seas un ángel, lejos de este mundo lleno de dolor y mentiras.

Sus ojos veían la figura borrosa de su padre, al fin todo esto acabaría. Podría descansar eternamente.

—Adiós mi niña.

Susurra aquellas palabras para así clavar la daga en el cuello de esa joven donsella, la sangre se deslizaba de aquel cuerpo que perdía poco a poco su vida. Por alguna razón un sentimiento de vacío se alojó en el pecho del mayor, posando su mano cubierta de sangre sobre su pecho sonríe levemente.

—¿Por qué estoy llorando…?

Monólogo de Pucci.

"Vivimos en el infierno, muy pocas personas logran a estar en el cielo, ya que es un estado inalcanzable, nadie puede llegar a ese estado de paz tan añorado por todos. Yo no me considero una mala persona, bueno aunque eso es cuestión de perspectiva, yo no hice mal en mentirle a mi hermana, en decirle que Dios nos ayudaría, que su camino era el correcto, abandonar nuestro hogar fue lo mejor. En estos momentos si no hubiésemos escapado, yo sería un ladrón o un asesino, bueno ya los soy pero sería un ignorante, y ese es el que peor de los pecados, la ignorancia. Pero vuelvo y repito no me arrepiento de nada, de asesinar aquel Padre que nos  dio un hogar cuando escapamos de casa, en ilusionar a mi hermana que el amor verdadero existe, en mentirles a ignorantes, en encerrar a un ser imperfecto, ya que Ciaran lo era, ¿ustedes creen que yo cuidaría a una creatura así? no pienso perder mi tiempo en enseñarle a caminar adecuadamente a una mujer con problemas motrices, para nada. La mantuve viva por compasión, esa mirada rosada hizo crecer morbo, disfrazado de compasión. ¿La viole? Obvio que lo que hice, Jajajaja hasta su madre veía como abusaba de ella en varias ocasiones, y esta no decía nada por miedo, aunque lastimosamente esa Perla sumisa desapareció para tratar de proteger a Ciaran. ¿Por qué hice todo esto? morbo eso es todo, lo trato de ocultar por pureza, pero es la verdad, simplemente soy un fetichista, un psicópata, un asesino y un ladrón, solo soy eso y estoy orgulloso de eso, de mi verdadero ser... Si crees en Dios, y eres un ignorante, veme como lucifer, y a mi querida iglesia como la entrada a la infierno.


Hasta aquí hemos llegado uwu me atrase mucho publicando este one shot ya que el borrador se borro umu pero hice esta nueva versión de lo que
Más o menos tenía en mente. Muchas gracias por el apoyo uwu dentro de unas cuantas horas publicaré las curiosidades, es como un pequeño especial por todo el apoyo que he recibido en los últimos meses uwu


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