007. emily's family
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chapter seven
❝la familia de emily❞
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Diciembre 2013
ODESSA NO PODÍA CREER LO RÁPIDO QUE EL tiempo había pasado desde que conoció a Emily. A veces parecía que había sido ayer que la castaña se quedó sin palabras cuando vio a quién sería el reemplazo de Clyde. Una hermosa mujer de cabellos negros y sonrisa tan brillante como la luz de la luna. Una mujer que en muy poco tiempo se había incrustado en su corazón y que sin esperarlo, se volvió la dueña de este mismo.
La vida parecía que había sido buena con Odessa y ella no podía sentirse más agradecida. Había logrado obtener el trabajo de sus sueños y en el proceso, obtuvo también a la mujer por la que tanto había esperado. Una que la amaba y la apoyaba en cada decisión que ella elegía tomar, que comprendía todo lo que su empleo significaba para ella, pero sobre todo, una mujer con la que estaba compartiendo cada momento maravilloso de su vida.
Decir que Odessa estaba enamorada era realmente poco a comparación de todo lo que ella sentía. Emily se había vuelto todo su mundo y su razón para respirar.
¿Cómo era posible sentir tanto por alguien? se preguntaba Odessa cada vez que se encontraba en brazos de su novia.
Y es que Odessa era por completo devota a su amada novia. No importaba lo que ella quisiera, Odessa siempre haría todo y hasta más con tal de hacer feliz a Emily.
Emily no era su primer amor. Pero estaba segura que sería el último.
Porque no existía nada en el mundo que pudiera hacer que Odessa dejara de amar a Emily con cada latido de su corazón.
Por su parte, Emily correspondía por completo todos y cada uno de los sentimientos que su novia tenía por ella.
Aunque tristemente no todo era siempre bueno entre ambas. Existían momentos en donde las discusiones se hacían presentes aunque ninguna así lo deseara, y la más intensa fue cuando la pareja llevaba poco más de dos meses de novias y Odessa reaccionó a que no conocía ni siquiera el nombre de la madre de su pareja.
Odessa no tenía padre y su madre ya había fallecido, era hija única y no tenía mas familia además de Anabeth y eso era algo que Emily supo desde las primeras semanas de conocerse, y justo era eso lo que hacía tanto ruido en la cabeza de la castaña... ¿Por qué Emily nunca hablaba de su familia?
"Mi madre no es la clase de persona que quisieras conocer" dijo Emily la primera vez que Odessa se atrevió a preguntar.
Y aunque al principio Odessa estaba bien con esa respuesta, el paso del tiempo solo la hizo comenzar a cuestionar si una respuesta así era suficiente para ella.
"Creo que puedo entender que te mantengas alejada de tu madre y no estoy peleada con esa parte de tu vida... pero quiero saber algo y es muy importante para mi el que seas honesta" dijo Odessa un día que se encontraba exhausta de siempre tener esa discusión con Emily
"¿Qué quieres saber?"
"Tu mamá... ¿Sabe de nosotras?" preguntó Odessa con miedo de saber la respuesta
Y cuando Emily no dio una respuesta, el corazón de Odessa se rompió.
No le molestaba no conocer personalmente a la madre de Emily. Tampoco le molestaba que ella no le contara mucho de su vida fuera de su vida laboral. Incluso estaba bien con el hecho de que cuando su antiguo equipo iba a visitarla, ella no estaba presente y que por lo tanto, aún no los conocía...
Y estaba bien con eso porque sabía que las amistades de Emily hechas por la UAC estaban enteradas de su existencia. No era ningún secreto... o al menos no para ellos.
— ¿Soy un secreto acaso?— preguntó Odessa con la voz quebrada— ¿Te avergüenzas de estar conmigo?
— No... Odessa, eso jamás— negó Emily— Tú eres lo mejor que he tenido en toda mi vida y adoro el hecho de que seas mi pareja...
— ¿Entonces por qué tu madre no sabe de mi existencia?— preguntó nuevamente— cuestionó Odessa con dolor— Entiendo si no me la quieres presentar... ¿¡Pero por qué ni siquiera puedes decirle que estamos juntas!?
— ¿Por qué es tan importante para ti el que mi madre sepa que estamos juntas?— preguntó Emily tratando de contener la molestia de su novia— Ni siquiera es como que la vea seguido...
— ¿¡Y todavía lo preguntas!?— exclamó Odessa elevando cada vez más el tono de su voz— Emily, por dios. ¡Te he escuchado hablar por teléfono con ella en tu oficina y se que quiere presentarte personas para salir, no soy estúpida y tampoco sorda!
Emily se quedó en silencio, como si hubiera olvidado como hablar, cosa que hizo que la molestia de Odessa aumentara.
— Emily, yo te quiero... más que a nadie en este mundo, pero me niego a ser un secreto. Me niego a que me faltes al respeto de la manera en la que lo estás haciendo— dijo Odessa aguantando las ganas de llorar— Entiendo que en el trabajo tengamos que guardar las apariencias... pero, ¿En nuestra vida personal también tenemos que ser un secreto? ¿De verdad crees que tengo porque estar soportando que tu madre quiera emparejarte con alguien más porque tú me mantienes oculta?
— No, no se trata de eso...
— Ayúdame a entenderte entonces porque de verdad me estoy cansando...
— Es que no lo vas a entender— negó la mujer sin poder mirar a su novia a los ojos
— ¿Por qué no me dejas tomar esa decisión por mi cuenta? Deja de pensar por mi, se tomar mis propias elecciones
Emily suspiró, tomó las manos de su novia y la hizo sentarse en el sillón mientras pensaba en una manera de contar toda esa parte de su vida, aquella que nunca había hablado con nadie más.
Odessa por su parte mordía su labio de manera nerviosa en un intento de controlar las lágrimas que amenazaban en salir. No sabía que esperar en cuanto a la respuesta de su novia y eso la ponía demasiado nerviosa.
— Mi madre no es precisamente alguien con una mentalidad abierta, aunque ella diga que si. Yo supe que me interesaban las mujeres desde que era adolescente y nunca lo vi como un problema o como algo de lo que debería avergonzarme... pero ella no pensaba lo mismo— contó Emily con nostalgia— Descubrió mi orientación sexual cuando me vio besarme con otra chica a mis 20. Discutimos bastante...
— Ella no te aceptó, ¿Verdad?— preguntó Odessa sintiendo el dolor en las palabras de su novia
— No... y dijo que jamás lo haría. Y además que si eso se llagaba a descubrir, podría arruinar su imagen...
Odessa sintió demasiada culpa en su interior. Había insistido tanto en respuestas, que nunca se había puesto a pensar en que si Emily no hablaba de su familia era por algo tan serio y personal como lo era que su madre no aceptara su orientación sexual.
Ella había tenido bastante suerte en ese aspecto. Había sido honesta con su madre años antes de que esta falleciera y había recibido todo el apoyo que una madre podría darle a su hija.
Pero Odessa sabía que no todos corrían con la misma suerte...
— No he querido hablar de ti o presentarla contigo porque la conozco y no quiero que te falte al respeto de ninguna manera— explicaba Emily viendo a su novia— Ya te lo dije, eres lo más extraordinario que tengo en la vida... jamás te ocultaría. ¿Cómo podría ocultar a la mejor novia del mundo?
Odessa sonrió.
Claro que deseaba poder convivir con la madre de su novia, sin embargo ahora que sabía la verdad, tenía que comenzar a hacerse a la idea de que eso no sería posible y que lo mejor para ambas partes era permanecer separadas.
— De verdad lamento mucho haberte hecho recordar toda esa parte de tu vida... apuesto que no fue nada sencillo lidiar con algo como eso... yo y mi bocota... lo siento mucho
— No tienes nada de que disculparte. Al contrario, la que se tiene que disculpar soy yo por no haberte contado lo que pasaba desde un principio— dijo Emily acariciando la mejilla de la castaña— Merecías saber la verdad... debí ser honesta desde que me preguntaste
— Está bien. Dejemos esto atrás... puedo vivir sin conocer a tu madre— sonrió Odessa de manera comprensiva— Tú tampoco vas a conocer a la mía de cualquier manera
Emily no quería reír ya que sabía porque Odessa había dicho eso, sin embargo la sonrisa de su novia era tan contagiosa que no pudo evitar reír ligeramente.
— No me siento del todo cómoda riéndome de los chistes de tu madre fallecida— decía Emily con algo de culpa
— Mis traumas, mis chistes. Tú no te apures por esto, hace años hice las pases con la ausencia de mi madre. Me siento bien en ese aspecto— respondió Odessa levantando los hombros— Por supuesto que la extraño todos los días de mi vida, pero he terminado de entender que lo mejor para ella era irse... merecía descansar después de todo
— Tu madre debió ser una mujer maravillosa— sonrió Emily de lado
— Por supuesto que lo fue. Era la mejor madre del mundo— contó Odessa con una gran sonrisa en el rostro— Ella me apoyo en todos y cada uno de mis sueños, así sonaran irreales en su momento... ella siempre creyó en mi
— Me hubiera encantado conocerla. ¿Anabeth la conoció?
— Si, si lo hizo— asintió Odessa sonriendo— En realidad mi madre y yo le dimos asilo después del accidente donde perdió a su familia. Se podría decir que la adoptamos temporalmente
— Debió ser un golpe muy duro también para ella. Pero al menos se tuvieron la una a la otra para superarlo— intentó consolar Emily
— Si... eso creo. Y creo que gracias a eso y algunas otras cosas es que ahora estoy mejor— sonrió Odessa de lado— Quiero decir, la extraño todos los días y pienso en ella en cada momento, pero como te lo dije, aprendí a seguir mi vida con su ausencia
Emily le sonrió y le robó un fugaz beso en la frente para después hacerla recostarse en su hombro.
Admiraba la fortaleza de su novia. La manera en la que llevaba sus problemas aún cuando estos parecían ser demasiado grandes como para saber reaccionar.
Odessa era alguien extraordinaria en todo aspecto posible y Emily lo sabía.
— Hablaré con mi madre. Le diré que estoy saliendo contigo— soltó Emily haciendo que Odessa se impactara
— No... yo no quiero que tengas problemas con tu madre por mi culpa. Ahora entiendo porque eres distante y está bien...
— Quiero hacerlo. Tienes razón en todo, al ocultarte de la manera en la que lo hago con ella te estoy faltando al respeto y no mereces eso— negó Emily acariciando la mano de su pareja— No te preocupes por los problemas, de todas maneras los tengo siempre
— ¿Estás segura de eso?— preguntó Odessa no muy convencida
— Quiero hacerte sentir segura de lo que siento y ahora que me dijiste todo eso... entiendo tu manera de ver las cosas y se que cometí un error al no hablarle a mi madre de nosotras
— ¿Me verías mal si te digo que no estoy interesada en convivir con ella?— volvió a preguntar la castaña— No me malinterpretes, agradezco que entiendas mi postura en todo esto... pero honestamente no estoy interesada en convivir con gente homofóbica... soy alguien muy expresiva y explosiva, y si tu madre llegara a hacer algún comentario... no quisiera faltarle al respeto
— Entiendo completamente, no te preocupes por eso— sonrió Emily— Si te soy honesta, yo tampoco soy fan de convivir con personas que tienen esa mentalidad... pero es mi madre y hacerla cambiar de opinión es imposible
Odessa colocó su cabeza en el pecho de su novia mientras dejaba que el aroma de su perfume entrara por sus fosas nasales, haciéndola sentirse nuevamente en calma.
•••
Había cosas con las que Odessa detestaba lidiar y una de esas eran los días en la oficina en donde la gran mayoría de los agentes se encontraban ya fuera de vacaciones o en alguna misión en donde no se les permitía tener contacto con absolutamente nadie.
Y no era porque no quisiera que los demás tuvieran momentos para descansar o porque no supiera entender el significado de una misión secreta. Su molestia y agotamiento iba más por todo el trabajo acumulado del cual ahora ella debía encargarse.
Pilas y pilas de expedientes que debía organizar. Llamadas sin parar de las familias preguntando por los agentes que se encontraban lejos. Noches de desvelo en donde debía de mantenerse atenta a los canales de comunicación en caso de cualquier incidente. Entre muchas otras cosas más.
Odessa amaba su trabajo, pero odiaba esos días que no podía permitirse el dormirse durante su hora de comida.
Y así es como habían sido los últimos siete días.
— Wow, luces fatal— habló una voz masculina al entrar a la oficina de Odessa
— Eres todo un encanto con las mujeres, siempre sabes que decir— le respondió Odessa de manera sarcástica a su compañero— ¿Por qué será que no tienes novia?
— Lo siento, lo siento. Es solo que me impactó verte asi. Tienes algo de rimel corrido bajo los ojos y pareces mapache— respondió el sujeto riendo ligeramente— ¿Cuánto dormiste anoche?
— Estoy funcionando con dos horas de sueño y media rebanada de pizza en mi organismo— contestó Odessa sin dejar de teclear en su computadora— ¿Puedes buscar en mi bolso algo de algodón y agua micelar? Durante la madrugada me dormí frente al computador y asumo que fue cuando se me corrió el maquillaje
— ¿No llegaste a tu casa?— dijo él mientras hacía lo que su amiga le pedía— ¿Cuánto tiempo llevas aquí encerrada?
— Luca, ¿¡Cómo voy a tener el tiempo de volver a casa cuando las esposas de los agentes D’Angelo y Carson no paran de llamar preguntando si sus esposos realmente están en una misión o solo se fueron con alguien más!?— preguntó Odessa con gran molestia— ¿¡Sabes cuanto tiempo ya perdí explicándole a la esposa de Carson que yo no soy la secretaria con la que su esposo se acuesta!?
Luca rio y mientras ayudaba a su amiga a quitar las manchas de rimel de su rostro, visualizó la cantidad de archivos pendientes que la castaña aún tenía.
— Se que tienes mucho trabajo y seguramente me odiarás por esto, pero la mujer insiste en ver a la persona con el cargo más alto en la oficina y aunque se que esa es Emily, se que está en una junta importante y no la quiero interrumpir— dijo Luca pasando el algodón con cuidado por el rostro de la castaña— Y en cuanto a jerarquía la que sigue eres tú...
— Dime por favor que no es la esposa de Carson— dijo Odessa con fastidio y despegando la mirada de la computadora— ¡Ya le dije que yo no sé quien es la secretaria con quien su esposo la engaña!
— Carson ni siquiera tiene secretaria. ¿De dónde saca eso?— rio Luca— Pero no, dudo que sea su esposa. Es una mujer algo mayor como para los gustos de Carson. Aunque se veía bastante elegante debo de decir. Pero no me quiso decir su nombre. Incluso creo que se molestó conmigo cuando no la reconocí
Odessa tomó aire para calmarse.
— Amo mi trabajo, amo mi trabajo, amo mi trabajo— se repetía la castaña a si misma— Muchas gracias Luca, puedes decirle que pase
— ¿Segura? Puedo decirle que también estás en junta y mandarla con Durand. Sabes que nadie soporta a ese hombre...
— No te preocupes, puedo con esto— asintió Odessa con cansancio— Gracias por el apoyo
Luca asintió, tiró el algodón en el cesto de basura y salió de la oficina. La castaña por su parte suspiró y decidió volver a colocar algo de color en sus labios. No sabía quién podría estar buscando a Emily con tanta urgencia, pero al menos quería lucir presentable y no como si un camión la hubiera arrollado.
Instantes después una mujer de porte impecable, expresión completamente sería, un maquillaje y peinado intacto, ropa perfectamente planchada y calzado que hasta brillaba de lo limpio.
No lo iba a negar. Odessa se sintió solo un poco intimidada por la mujer frente a ella.
Aunque eso tal vez se debía al hecho de que ella lucía bastante cansada por todas las horas de trabajo que tenía encima.
— Buenas tardes. Soy Odessa Knight, ¿En que puedo ayudarla?— se presentó Odessa formalmente
— No, tú no puedes ser quien tiene mas rango aquí...
— En efecto, esa sería nuestra jefa, la agente Emily Prentiss, pero por el momento se encuentra demasiado ocupada como para recibirla y la segunda al mando soy yo— respondió Odessa intentando mantener la calma— ¿Puedo ayudarla en algo?
No conocía en lo absoluto a la mujer frente a ella, pero vaya que le había desagradado por completo con ese corto comentario.
— Yo no quiero hablar contigo. Necesito hablar con la agente Prentiss
— Y como ya le comenté, ella se encuentra ocupada en una junta y no puede ser interrumpida— le contestó ella— Si yo no puedo ayudarla y necesita exclusivamente a la agente Prentiss, puede dejar un mensaje y con gusto se lo haré llegar en cuanto la junta concluya
La mujer se quedó en silencio y observó a Odessa con seriedad, quien algo cansada de la actitud de aquella desconocida, se mantuvo firme.
— ¿Por qué tienes una foto con mi hija en tu escritorio?— preguntó la mujer, tomando por sorpresa a Odessa
La única foto que tenía en su escritorio era con su novia.
“Esto tiene que ser una jodida broma”
“Esto no me puede estar pasando”
— ¿Usted... es la madre de Emily?— preguntó Odessa deseando que la respuesta fuera negativa
— Si y quiero saber porque tienes una foto con mi hija en tu escritorio— contestó la mujer con seriedad
“La vida me odia, me odia y muchísimo” pensaba Odessa.
— Un placer conocerla embajadora Prentiss, pero con todo respeto no creo que las cosas que tenga en mi escritorio sean de su incumbencia
— Todo lo que tenga que ver con mi hija es de mi incumbencia
— Pero no mi vida personal— dijo Odessa ahora forzando una sonrisa— Creo que yo no podré ayudarla, así que le voy a pedir de favor que salga de mi oficina. Tengo demasiadas cosas que hacer y no puedo estar perdiendo el tiempo con alguien que no parece necesitarme
— ¿Cómo te atreves a hablarme así?
— Embajadora por favor. Estoy tratando de apoyarla en lo que necesite y usted parece más interesada en mi vida personal...
Odessa no era precisamente una persona muy paciente e incluso se estaba soprendiendo a si misma por no explotar ante los comentarios de la madre de su novia.
Tal vez si no hubiera sido por la conversación que había tenido con Emily días atrás, ya hubiera gritado que la pelinegra era su novia, sin embargo estaba intentando mantener la compostura.
Y esto no solo porque no sabía que confesarle a la madre de Emily que ella era la pareja de su hija podría ocasionar un gran escándalo, sino también por el hecho de que se encontraba en el trabajo, y aunque todos en ese lugar sabían de la relación de ambas mujeres, habían acordado mantener un perfil bajo y actuar de manera profesional.
— ¡Por fin terminé! No sabes cuanto detesto la... madre— se escuchó la voz de Emily— ¿Qué haces aquí?
Emily quedó bastante sorprendida de ver a su madre en la oficina de Odessa, aunque esa sorpresa quedó un poco de lado cuando sintió la tensión que había entre ambas mujeres.
— Emily, ¿Quién es ella?— preguntó la embajadora
— Madre, ella es Odessa. Trabajamos juntas— dijo Emily apresurandose para ponerse entre ambas
— Emily, ¿Podrías por favor llevarte a tu madre de aquí?— preguntó Odessa aún intentando no perder el control— Tengo mucho trabajo y ella no parece entenderlo
— Solo quiero saber que clase de relación tienes con mi hija como para que tengas una fotografía con ella en tu escritorio
— Madre, este no es el lugar para hablar de eso. Vamos a mi oficina. Odessa tiene muchas cosas que hacer y...
— Emily, exijo saber que está pasando
— Suficiente, ya no puedo más. ¡Fuera de mi oficina!— explotó Odessa— Usted podrá ser embajadora de donde sea y alguien muy importante, pero se encuentra en mi oficina y no voy a permitir que nadie venga a hablarme de esta manera y menos a Emily. No tiene ningún derecho a exigir nada, no en este lugar
— Madre, es la oficina de Odessa y merece respeto. No puedes venir a comportarte de esta manera— habló Emily— Y además de que no voy a permitir que le faltes el respeto a mi novia
El enojo en el cuerpo de Odessa pareció desaparecer en cuanto escuchó eso.
Emily se había atrevido a confesarlo.
— ¿Tu novia?— preguntó la madre de la pelinegra con molestia
— Si madre. Odessa y yo somos una pareja— asintió Emily acercándose a la castaña que aún la miraba sorprendida— Y te voy a pedir que la trates con el respeto que se merece
— Lo dijiste. Se lo confesaste— sonrió Odessa ignorando a la mujer frente a ella que parecía tornarse de color rojo por el coraje
— Si todos aquí saben que estamos juntas y no tienen problema con eso, no tendría porque seguir siendo un secreto para otras personas— sonrió Emily con cariño
— Te amo tanto— dijo Odessa viendo los ojos de la mujer que tanto amaba
La madre de Emily parecía que explotaría del coraje en cualquier momento. Vaya que la noticia la había impactado, aunque eso no podía importarle menos a Emily, quien miraba con gran amor a la mujer junto a ella.
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