𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐈𝐄𝐙. vuelo equivocado


✶ CHAPTER TEN ✶
𝐖𝐑𝐎𝐍𝐆 𝐅𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓

OLIVIA WOLFF

Maratón 1/2

Algo que definitivamente odio mucho, son las mañanas, el levantarme muy temprano no es algo que hago muy seguido.

Al salir del aeropuerto, aún sintiendo mis ojos pesados, demasiadas personas pasan enfrente mío, de un lado a otro y eso de algún modo me estresa.

Después de estar anoche en Mónaco con Lexie, aunque me la había pasado de lo más genial con ella, me sentía cansada, ya que nos habíamos quedado hasta tarde platicando.

Y claro ahora luchaba con el sueño que tengo en estos momentos. Mi cabeza duele demasiado y supongo que es porque no dormí mis 9 horas.

Yo soy exigente con mis horas de sueño y hoy solo había dormido 3 horas, cosa que nunca hago, siempre hago mis horas exactas de sueño.

Y con todo el sueño que me cargo, apenas estaba entrando en razón. Volteo lentamente hacia todo mi alrededor para darme cuenta de algo muy estúpido.

Cuando me doy cuenta en que aeropuerto estoy, confundida tomo la hoja del vuelo, dándome cuenta hasta ahora que estaba en Barcelona.

Claro. Lexie fue la que consiguió el boleto, si le pregunto de por qué compró un boleto a Barcelona, ella no sabrá que hizo mal.

Pues que yo no vivo en Barcelona, sino en Sevilla. El gran error de no decirle en que parte de España vivía.

Que estupidez, ¿como no me di cuenta antes? Incluso la misma chica a mi lado, me había dicho algo de Barcelona.

Y yo no le puse atención, ya que quería dormirme, ahora culpare a mi sueño, por no darme cuenta antes.

En seguida voy a las ventanillas, a preguntar sobre un vuelo a Sevilla y sonrió hacia mis adentros, al ver que había un vuelo a las 10 de la mañana.

Veo la hora; 9:10, bien al menos tengo un poco de suerte. Al llegar con la chica de los boletos, mi sonrisa desvanece.

— Como escucha señorita. Hace un momento se acaba de ir ese avión, adelantaron el vuelo y no hay otro hasta las 4 de la tarde.

Vaya, la vida me odia.

— ¿Segura que no hay otro vuelo? — vuelve a negar —. Pues, bien, quiero ese boleto.

La chica me sonríe, moviendo rápidamente sus manos en el teclado, en seguida me entrego el boleto.

— Te recomiendo estar aquí una hora antes, por si el vuelo se vuelve a adelantar.

— Okey, gracias.

Vuelvo al lugar en donde me encontraba, viendo a las personas pasar rápidamente a mi alrededor y escuchar unas cuantas decirme que no estorbe.

¿Ahora que haré durante 6 horas?

Ni siquiera conozco Barcelona, ¿a qué lugar iré? No pienso quedarme 6 horas acá en el aeropuerto, solo me estresaría.

Veo en maps algún lugar lindo, así que me dirijo a uno que según maps era el lugar más lindo y famoso de Barcelona.

Jamás había viajado a Barcelona, hay demasiada gente por donde sea y para ser sincera, ahora mismo me estresa cualquier persona.

Al entrar al taxi, el señor muy amable dice que si conoce el lugar y me lleva, espero que no me robe. Agradezco que hable español, porque si hablara en catalán no sabría que decirle.

Le entiendo perfectamente al catalán, más no se hablarlo y es un estrés que tenga que hablar un idioma que no manejo bien.

❪•••❫

Media hora después y yo ya me encontraba comiendo mientras esperaba que Lexie me contestara la llamada.

Realmente no iba a reclamarle nada, pues no era culpa suya de absolutamente nada. La realidad era que todo esto era mi culpa, por no haberle dicho que vivía en Sevilla.

Unos segundos después y ella contesta, puedo distinguir que sonríe tras la llamada.

— Yo sé que me extrañas, pero acabas de verme hace unas horas Olivia — sonrió —. Oh, ¿ya llegaste a tu casa?

— Bueno, de eso quería hablar — ella no dice nada —. Si, ya estoy en Barcelona, pero...

Antes de que pueda decirle que no vivía en Barcelona ella se me adelanta.

— Ay que bien, realmente me alegra que ya hayas llegado a tu casa con bien — intentó volver a hablar —, pero Olivia me llamaste en un momento muy ocupado, ¿que te parece si me llamas más tarde y me cuentas qué dice tu mamá sobre lo de ser piloto?

— No espera Lexie, lo que sucede — colgó sin dejarme explicar —. Que yo no vivo en Barcelona, ¡Carajo!

Algunas personas voltean a verme, con una mirada me disculpo por gritar. En serio mi cabeza va a explotar, palpita horrible.

Y tampoco me ayuda que algunos chicos a algunas cuantas mesas de mi, gritan como si estuvieran en su casa.

¿Por qué a ellos no los miran enojados, como lo hicieron conmigo, cuando yo grite?

Los miran como si fueran la gran cosa, ¿en serio estos chicos que se creen? Gritan demasiado y nadie les dice nada.

Aunque de los tres chicos que están ahí, solo miran a uno en especial, pero no lo veo bien, ya que me da la espalda.

Antes de poder decirle a mi subconsciente que no hiciera nada estúpido y mejor me quedara en donde estoy, fue demasiado tarde cuando me acerco a ellos.

— ¿Pueden hablar más bajo? — los tres chicos voltearon a verme —. Hay personas que intentan estar unos minutos en paz. Pero con esos gritos, no dejan.

— Deja adivino, esas personas eres tú, ¿no?

— Mira no quiero pelear, solo me duele demasiado la cabeza y...¿podrían hablar más bajo? Por favor.

— Con ese por favor cambian las cosas, pero no.

Antes de ahora si ponerme a pelear con este chico, que me tenía harta, el otro chico a su lado habló antes que yo.

— Cancelo, no seas así — volteó a ver al chico que hablo, el cual era al que todas las personas veían, ahora veo el por qué —. No te preocupes, intentaremos hablar más bajo.

— Gracias, se los agradecería muchísimo.

El chico, que por cierto era muy lindo, me sonrió, hice lo mismo, para después intentar irme, pero de nuevo habla y me detiene.

— Espera, es que siento que te conozco de algún lado.

Regreso a donde estaba y el chico desconocido para mí, me sonríe, como si hubiera conocido a la mismísima Taylor Swift.

Me auto examino para ver si no tengo alguna cosa de que preocuparme, ya que en serio este chico me veía como si fuera la gran cosa.

— Chicos, es Olivia — lo miró sorprendida al saber mi nombre —. Olivia Wolff, la hija de Toto — los chicos no sabían quién era —. Oh vamos chicos, el director ejecutivo de mercedes.

Fue ahí cuando ambos chicos voltearon a verme sorprendidos, al fin reconociéndome. No sé si es un alago que me reconozcan o debería tener miedo.

— Oh por dios, te debo una gran disculpa, no te había reconocido — medio sonrió a la disculpa del chico que conozco como Cancelo—. Eres una gran piloto, eh.

— Si, mi hermano no para de hablar sobre ti, parece que le hizo el milagro de conocerte.

Volteó a ver al chico que había estado callado todo el tiempo que estoy aquí, yo solo sonrío, ya que no sé cuál de los dos es su hermano.

— Bueno, yo...— me calló intentando recordar si conozco alguno de estos tres chicos—, lo siento, pero no reconozco a ninguno.

— Oh, no te preocupes. — habla el chico guapo.

— Pues deberías, somos futbolistas — miro un poco sorprendida a Cancelo —. Vamos a debutar en el equipo de Bracelona en unas semanas.

— Oh, que bien — los tres voltearon a verme, como si estuviera bromeando que en realidad no los conocía —. Yo no veo fútbol, así que por eso no los conozco y supongo que se van a sorprender si les pregunto, ¿qué es debutar?

Los tres me miraron Incrédulos y eso me hace pensar que pregunte algo muy estúpido. Debería ya irme y dejar de humillarme yo sola.

Se voltearon a ver y empezaron a hablar en español, creo que no saben que yo también hablo español.

— Tenemos que invitarla y explicarle que es debutar...

Antes que pueda terminar yo hablo.

— También hablo español eh — los tres me volean a ver —, y gracias por querer invitarme, pero no quiero incomodar.

— ¿Tú, incomodar? Sería un privilegio que te sentaras con nosotros, ¿verdad chicos?

Ambos asintieron, lo pensé por muchos segundos sin saber que decir.

— Si te sientas con nosotros, te doy una pastilla para el dolor de cabeza.

Antes de poder decir algo, mi cuerpo me suplicaba que aceptara la propuesta, así que asentí, mientras me sentaba con una sonrisa.

— Bueno, soy Hugo Félix — hablo el chico, pasándome la pastilla, le sonreí —. Es un gusto conocerte.

Me tome la pastilla, mientas los otros dos chicos, que estaban enfrente mío, empezaban a presentarse.

— Yo me llamo João Cancelo.

— Y yo João Félix.

Les sonrió, en especial al último chico que se presentó, que desde que llegué no ha quitado su mirada de mi.

— Pues es un gusto conocerlos a todos — me acomodo bien —. Supongo que no hay necesidad de presentarme, ya que me conocen, pero aún así, yo me llamo Olivia Mo- Wolff.

— Ahora que ya nos presentamos, te platicábamos sobre lo esencial del fútbol.

— ¿Eso hacen cada vez que conocen a una persona? ¿Hablarles de fútbol?

— No siempre, pero hoy es la excepción.

Les sonrió, esperando a que alguno de los tres empezará a platicarme sobre lo de fútbol.

Al fin y al cabo tenia 6 horas libres y supongo que con ellos me la voy a pasar muy bien.

❪•••❫

Habían pasado aproximadamente 3 horas y los chicos me habían explicado más de lo esencial del fútbol.

Y lo más importante fue que no me aburrí en lo más mínimo cuando ellos me explicaban lo del fútbol.

— ¿Y ahora estoy invitada a uno de sus juegos?

— Por supuesto, ahora eres más que invitada.

Mire confundida a Cancelo y Hugo que se estaban levantando de la mesa.

— ¿Ahora que pasó, ya se van?

— Tengo unas cosas que hacer — habló Hugo —. Y le prometí a Cancelo llevarlo.

— Pero no te preocupes, Félix se quedará contigo, así no estarás sola hasta que esperes tu vuelo.

Les sonrio, ya que también hubo tiempo en donde les platique que no era de aquí y que me había equivocado de vuelo.

Obviamente se rieron de mi, pero ahora no me molestaba, pues ya los consideraba mis amigos.

— Bueno, pues espero verlos en otra ocasión a ambos — me levanto para darles un pequeño abrazo —. Fue un gusto a verlos conocido.

— El gusto fue de nosotros linda — me sonríe Cancelo —, y una disculpa por tratarte mal al principio.

Solo le sonrío, dejando ese problema atrás, aunque ni siquiera cuenta como un gran problema.

— Bien, nosotros nos vamos — Hugo se despide —. Eh pero eso de vernos otra vez sigue de pie.

— Estaremos en contacto.

Ellos me sonríen y le guiñan el ojo a Félix, no entendí muy bien ese gesto, pero no le tomó mucha importancia.

— Tu amigo y hermano son geniales — le digo una vez que ellos no están —. Jamás imaginé hacerme su amiga en menos de 1 hora.

— Les caíste bien, o supongo que quieren que los invites a algún gran premio de la fórmula uno — suelto una pequeña risa —. Me da mucho gusto el haberte conocido.

Me sonríe y esa confesión por alguna extraña razón, me hace sentir muy bien.

— No fuiste el único, realmente estoy feliz por haberte conocido a ti y a los chicos. Si no fuera por ustedes, ahorita mismo ya estuviera apunto de morirme de aburrimiento.

Suelta una carcajada y después de varias horas, al fin puedo escuchar a perfección su risa.

— Pues date gracias a ti misma, que fuiste la que nos habló primero.

— Cierto. Bueno, gracias a mi misma, soy muy inteligente.

Vuelve a sonreír, juro que daría cualquier cosa por volver a escuchar su risa.

— Aún te quedan 3 horas, ¿quieres hacer algo en específico?

— Pues la verdad no, yo planeaba quedarme aquí las 6 horas.

Sonríe y en eso se levanta rápidamente a pagar la cuenta y al volver me acerca su mano.

— ¿Qué? — preguntó confundida —. Aún es muy temprano para irme al aeropuerto.

— No, te llevaré a conocer un poco de Barcelona, así sirve que yo también conozco un poco.

Le sonrío, aceptando la mano, total no era como si tuviera algo mejor que hacer. ¿Cómo por qué no iba a aceptar ir a caminar con él?

— Bien, pero João más te vale no robarme o vender mis órganos.

— Ya me descubriste.

Sonrío, al igual que él y aunque en serio debería estar dudando ya que no lo conozco, de alguna forma él me causaba mucha confianza.

❪•••❫

Una hora que llevábamos caminando, mientras me contaba de sus cosas y yo de las mías.

Lo único extraño era que las calles no estaban repletas de personas, claro que habían algunas cuantas, pero no de lo que se hace ver en Barcelona.

Y en estos momentos creo que sí debería estar dudando en que João podría robarme en cualquier momento, si él quisiera.

— ¿Por qué no se ve tanta gente? — me animo a preguntar —. Es extraño no ver a tantas personas.

— Porque no es un lugar muy transcurrido — lo miró confundida —. Aquí como en cualquier país, hay un lugar en donde no ves a tantas personas, en Barcelona este es el lugar. Aparte yo tengo que cuidarme, no puedo estar en un lugar público.

— Por lo mismo que eres futbolista. — terminó la frase por él y solo asiente

— Aunque tú también deberías cuidarte por dónde vas. Ya eres una figura pública Olivia, desde que admitiste ser la hija de Toto Wolff y desde que te subiste a esa monoplaza a mostrar lo grandiosa piloto que eres.

— Yo aún no me considero una figura pública, pero tendré en cuenta eso de cuidarme.

Sonríe y volvemos a caminar más lento, creo que ya es como la 3 vez que caminamos por aquí.

— Volviendo al tema — lo miró —. ¿Tienes novio?

— Ya no — no doy más explicaciones, pues hablar de él no me agrada —. ¿Y tú?

— No, bueno no sé — lo veo confundida —. Pues sigo saliendo con mi ex novia, probablemente vuelva con ella.

— Oh eso está bien — lástima que no está soltero —. ¿Cómo se llama?

— Magui, bueno así no se llama, pero le dicen así.

Le sonrío y le digo que me cuente de ella, él empieza a contarme cosas maravillosas de ella y por un momento pienso en si alguna vez me tocará que alguien hable así de mí, como él habla de ella.

Se ve muy enamorado, supongo que si volverán, estoy muy segura en que si volverán a ser novios. Al menos que alguien se interponga en ambos, aunque no lo creo.

— Realmente te gusta — le digo, cuando termina de hablarme de ella —. Eso es lindo.

— Mucho. Me gusta mucho — le sonrió —. ¿Tú no tienes a alguien que te guste?

En seguida el nombre de él, llega a mi cabeza. Lando.

— No — miento —. Por el momento no. Después de mi relación pasada, solo estoy enfocada en mí y en mi futuro.

Aunque no miento tanto, pues Lando no me gusta, solo me atrae y eso es una gran diferencia.

— Pues también está bien solo estar enfocado en uno mismo — asentí —. Va a ser un afortunado el que sea tu próximo novio.

— Ni creas, tendrá que aguantar mis caprichos y caerle bien a mi papá.

Él suelta una pequeña carcajada.

— No creo que sea difícil caerle bien a tu papá.

— Oh no es difícil, el problema es que cambia los papeles si sabe que están interesados en mi.

— Entonces le voy a caer bien, por ser tu mejor amigo.

Me río tan fuerte que siento mi garganta doler, si Geroge escucha esto me mata completamente.

— ¿Mejor amigo? — João asiente —. Apenas nos conocimos hoy João, los mejores amigos no se hacen de una hora para otra.

— No importa, yo ya te considero mi mejor amiga.

Espero que jamás en la vida George lo conozca y que jamás lo escuche que me diga mejor amiga.

— Lo voy a medio aceptar, solo si me llevas al aeropuerto, es muy probable que el vuelo lo adelanten y no quiero perderlo. No de nuevo.

João en seguida asiente con una sonrisa, este chico no se cansa de estar feliz todo el día.

❪•••❫

Estaba apunto de tomar el avión, pues efectivamente lo habían adelantado y lo mejor fue que llegué justo a tiempo.

Estaba despidiéndome de João, que no había querido irse hasta que yo tomara ese vuelo.

— Fue un gran gusto conocerte.

— El gusto fue mío Olivia, espero volverte a ver en otra ocasión — me da un pequeño abrazo —. Y aún sigues invitada a vernos jugar a mí y a Cancelo.

— Lo tendré muy en cuenta, algún día volveré a verlos — ambos escuchamos como llaman a los pasajeros de mi vuelo —. Es momento de irme.

— ¿Estaremos comunicados? — asentí —. Bien, hasta luego Olivia.

Me despido con la mano y con una gran sonrisa, jamás pensé en que iba a conocer a un gran persona.

Ahora ya no estoy tan molesta con Lexie, pues había hecho que conociera a mis nuevos amigos.

Aunque siendo sincera, João hacía que pensara demasiado en Lando, a lo mejor estoy loca, pero de alguna forma siento que se parecen.

Creo que definitivamente estoy loca.

❪•••❫

Estando en mi casa, me encuentro sentada en la sala, con los nervios a más no poder, pues era el momento de decirle a mi mamá sobre la decisión que tome.

Ella se encontraba a mi lado, contestando mensajes, que supongo que son del trabajo.

— Mamá — ella no me hace caso —. Mamá, necesito decirte algo importante.

— ¿Puede ser después? En estos momentos estoy ocupada.

— Siempre lo estás.

Me mira enojada, deja el celular con un suspiro y me pone atención.

— Bien pues, dime qué quieres, que sea rápido.

Me relambo mis labios, para ser directa y sin rodeos.

— Acepté la propuesta de hacer una prueba para ser piloto el próximo año.

Cierro los ojos rápidamente, esperando el regaño de mi vida, pero a lo contrario ella suelta una risa.

— ¿Es broma no? — niego —. Por dios Olivia, ¿tú siendo piloto? Deja de soñar niña.

— No estoy bromeando mamá, en unos días me iré con mi papá a hacer la prueba.

— Oh claro, fue él el que te metió esas estúpidas ideas de que vuelvas a ser piloto.

— Es algo que yo quiero hacer, deberías estar contenta, estoy volviendo a conducir, lo que tanto amo.

— Eso que tanto amas, casi te mataba — me quedo callada —. Déjate de tonterías Olivia y sácate esas malditas ideas que tu papá puso en ti. No eres y jamás serás piloto.

No digo nada, pues el nudo en la garganta no me deja hablar y las lágrimas están amenazando con querer salir.

— Ya te graduaste niña, búscate un trabajo y dile a tu papá que deje de meterte esas estúpidas ideas. Ya te dije Olivia y si querías mi opinión aquí está. Y no te doy permiso de hacer esa prueba.

— No pienso pedirte permiso — habló, ni siquiera sé cómo pude tomar la valentía —. Solo te avisaba, porque lo voy hacer, haré la prueba y verás que seré esa piloto que tanto anhelo.

De nuevo se rio y sinceramente estoy odiando esa risita.

— ¿Qué fue lo que hizo tu papá para meterte esas ideas? Entiéndelo no eres piloto ya basta Olivia — no digo nada —. Y hablando de tu papá, porque estoy segura que él fue el que te metió esas ideas idiotas de ser piloto. ¿En qué puto momento se volvieron a ser cercanos? Por si te lo recuerdo, él siempre fue alguien ausente.

Oh no, no de nuevo con este tema.

— ¿En serio quieres hablar de personas ausentes? Porque no creo que mi papá lo sea.

Suspira y para este momento, ella seguía sentada en el sillón, pero yo me encontraba parada y lo suficientemente lejos de ella.

— No empieces, yo jamás fui alguien ausente, por algo sigo aquí, eso es suficiente.

— Si claro estás aquí, pero recuérdame ¿alguna vez que estuviste presente en mi cumpleaños? — no dice nada —. Claro no sabes, porque jamás estuviste en algún cumpleaños, por tu trabajo, o recuérdame la vez que me llegó la regla por primera vez, claro tampoco lo sabes porque le tuve que llamar a la abuela ya que tú estabas trabajando, o recuérdame las veces que lloré toda la noche porque no me sentía suficiente para poder pasar un examen, exacto tampoco lo sabes porque no estabas.

Ella no dice absolutamente nada y solo me mira y sé perfectamente que está enojada.

— Así que te pido que no digas que mi papa fue alguien ausente, porque aunque él no estaba aquí, me llamaba cada noche preguntándome cómo estaba, algo que anhelaba que hicieras tú y jamás lo hiciste. La única persona ausente aquí, eres tú.

Las lágrimas ya salían y yo no podía controlarlas, incluso al hablar sentía el nudo enorme en mi garganta.

— ¿Sabes que? Has lo que quieras, lárgate si es lo que tanto deseas — no digo nada —. Solo una cosa te diré, no quiero verte aquí llorando porque no lograste ser esa piloto, porque no te voy a consolar, una vez que pises la salida olvídate de mí. Eres tan ingenua si piensas que te voy a aceptar si regresas llorando.

Cuando estoy apunto de irme a mi cuarto, mamá vuelve a hablar.

— Y espero dejes esta tontería de ser piloto, porque no lo serás, deja eso a personas profesionales, eres una niña Olivia, jamás lograrás ser piloto, de mí te acordarás.

Solo la veo deja reojo y aunque lo que me dijo es algo que no debería afectarme, había hecho que se me quedara marcado para siempre en mi piel.

Jamás tuve su apoyo y sabía que con esto tampoco lo iba a tener, pero aún así quería que fuera diferente.

Ahora todo lo que viví hoy se había ido a la mierda con solo las palabras de mi mamá.

Y sus palabras se habían quedado tatuadas en mi mente, ¿y si tiene razón? ¿y si en verdad jamás seré piloto?

Por dios. No merezco esto, en serio no lo merezco.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top