【Ⅲ】

________
❝𝐋𝐢𝐜𝐚𝐧𝐭𝐫𝐨𝐩𝐢́𝐚❞
________

Pasaron varias semanas desde la muerte de mis amigos, desde entonces Darkwood nos metió de nuevo a las jaulas para mudarnos a otro lugar y canceló las funciones mientras el circo se recuperaba.

En cuanto a los que sobrevivieron a la ruleta rusa, no fui capaz de dirigirles la palabra por la culpa que sentía. Solo me mantuve ahí, conviviendo en silencio con ellos mientras observaba cada movimiento que hacían.

—¿En serio necesita analizar mi ADN cada mes?—pregunté, rodando los ojos.

—Si, es importante.—respondió Darkwood, cortando otro mechón de mi cabello—¿Tienes idea de lo que significaría que pudieras transmitir tus genes a tus hijos?

—Tengo trece años, no me hable de esas cosas.

—Solo digo que podrias dar lugar a un nuevo tipo de humano.—me respondió.

—No le basta con deshacerse de mi humanidad, ¿Quiere que tenga hijos iguales a mi?—hice una mueca de desagrado.

No se en que punto pasó, pero ahora podía mantener conversaciones enteras con Darkwood, él ya no me ignoraba en el laboratorio y eso era un avance.

—Algún dia serás adulta, ____.—volvió a acercarme otra jeringa con el suero—Claro que eso solo será posible si no vuelves a causar problemas.

—Ya dije que no volvería a hacer algo así.—bajé la mirada un poco—¿No me cree, verdad?

—Es cierto que te portas mejor desde entonces, pero...

—¿Pero...?

—Eres una niña demasiado inteligente como para confiar plenamente en ti.—dejó la jeringa a un lado.—Y tienes un corazón noble, por lo que si no haces una rebelión por ti...lo harás por tus amigos.

—No hablo con ellos. Ellos...seguro me odian desde ese dia.

—Es probable.

—De todas formas, soy lo suficientemente inteligente para saber que hacer algo así de nuevo solo causará más muertes.—respondí, dirigiendo mi mirada hacia Darkwood.—No quiero que nadie más muera, solo quiero protegerlos.

—Para eso es mejor que no me den problemas.

—No creo que ninguno lo haga, no despues de la ruleta rusa.—desvié la mirada, mientras Darkwood quitaba los grilletes que me ataban a esa silla.—Tienen miedo que vuelva a pasar y tienen el animo por los suelos, perdieron la esperanza.

—Creí que no hablabas con ellos.

—No necesito hablar con ellos para saberlo.—le dije—Es suficiente con observarlos.

—¿Entonces...los vigilas de lejos?

—Si, ese seria el termino correcto.

Darkwood pareció reflexionar eso unos segundos y luego le indicó a sus asistentes que me devuelvan a la jaula.

—¿Puedo practicar?—pregunté, antes de que los asistentes tomen mis muñecas.

—Sabes que tienes un horario, como todos.

—Tus asistentes pueden vigilarme de cerca, solo practicaré en la cuerda floja.

—Aún así, no lo autorizo.

Suspiré, para luego ser llevaba a mi jaula. Era la decima vez en esta semana que pedia practicar fuera del horario, solo estaba evaluando mis limites en cuanto a permisos.

Despues de un mes, Darkwood accedió.

—¿En serio?

—Si, en serio.—respondió, suspirando mientras revisaba unos papeles—Pero yo te vigilaré en persona.

Eso no me sorprendió, seguro él queria ver la razón de que insistiera tanto en practicar fuera del horario y asegurarse de que no fuera nada que pueda causarle problemas

Asi que no dije nada más y me acompañó al lugar.

La nueva carpa era igual a la anterior en cuanto a colores, pero el espacio era mucho más grande y cuando mirabas arriba te dabas cuenta de que era mucho más alto de lo que pensabas.

—Bien, haz lo que ibas a hacer.—Darkwood sacudió la mano, como una señal de impaciencia.

Comencé a estirar y calentar antes de la practica, tratando de disimular que la presencia de Darkwood no me incomodaba solo porque necesitaba su confianza. Necesitaba que viera que no intentaría escapar y mucho menos hacer algo a sus espaldas.

Necesitaba cambiar su perspectiva de mi.

—____...—llamó Darkwood.

—¿Hm?—dejé mi estiramiento para prestarle atención.

—¿Todavia no sabes usar el trapecio?

—Eh...no, aún no.—sinceré—Puedo pasar por la cuerda floja y hacer algunos trucos, pero el trapecio aún es dificil para mi.

Él pareció revaluar algo dentro de su mente mientras me observaba.

—¿Por que lo pregunta? —cuestioné, alzando una ceja.

—El circo aún necesita recuperarse, hay varias cosas que todavia no recuperé...pero el principal ingreso provenía de los espectáculos. —dijo él—Los miembros del circo se redujeron, pero conseguir nuevos seria mucho trabajo.

—Sugiere que haga un espectáculo, ¿No?

—No lo sugiero, lo ordeno.—respondió él, en un tono más firme—Es solo que incluso si abro las puertas del circo de nuevo, no vendrá mucha gente despues del alboroto que hubo.

—Tiene razón.—me encogí de hombros mientras subía a la cuerda floja de nuevo.—Pero si quiere que su circo vuelva a recuperar fama...debe cambiar algunas cosas.

Mi voz resonó en todo el lugar, pues estaba vacio y ambos eramos los únicos presentes. Ni siquiera tenia que hablar más alto, porque sabia que Darkwood alcanzaba a escucharme.

Comencé a caminar por la cuerda floja, que a estas alturas ya no me asustaba tanto.

—¿A que te refieres con cambiar algunas cosas?

—Es un circo ¿No? Debe innovar, cambiar la decoración o la temática.—a mitad del camino tambaleé un poco.—El punto es que...si sabe manejar bien sus cartas, la gente siempre volverá.

—¿Qué sabria una niña como tú de negocios?—se burló.

—¿Yo?—solté una risa, sentándome en la cuerda a mitad del camino—Es cierto ¿Qué sabria de negocios una niña que es la hija del magnate más adinerado de la capital?

Sonreí al ver que Darkwood no respondió, su sonrisa de burla habia desaparecido.

—¿Prefiere arriesgarse a perderlo todo o escuchar las sugerencias que tengo para que este circo vuelva a su época de fama?

Despues de escuchar mis sugerencias, Darkwood parecia impresionado. Eran solo ideas y no eran gran cosa, pero pronto lo serian.

Y si todo salía bien, pronto me convertiría en alguien irremplazable en este circo.

Debía alzar este circo a la cima más alta de todas, así Darkwood creerá que realmente estoy de su lado. Y así, algún dia, la caída seria más dolorosa.

Sabia que aún no confiaba en mi, pero era cuestión de tiempo.

—Miren quien llegó, la favorita de Darkwood.—Susan pareció perforarme con la mirada—Creí que eras de los nuestros.

—Lo soy.

—¿En serio?—Hyuk soltó una risa.—Al fin nos hablas despues de ignorarnos más de un mes, ¿Tu que opinas, Hyun?

La cabeza de Hyun volteó la mirada para ignorarme, parecia decepcionado de mi y eso me hirió mucho más de lo que creía.

—Escuchen, se que cometí un error y todo es mi culpa...pero estoy tratando de enmendarlo ¿Si?—suspiré, mientras recostaba mi espalda en los barrotes de hierro.

—Lo único que haces es ignorarnos todo el dia y hablar con Darkwood, ¿Acaso se te olvidó que tipo de persona es él?—preguntó Emma.—Pensábamos que estabas deprimida por lo de nuestros amigos, pero te apegaste a Darkwood en la primera oportunidad que tuviste.

—Eres...una traidora.—musitó Hyun.—Creí que eramos amigos.

Respiré hondo, conteniendo mis propias lagrimas. No era su culpa hablarme así, sabia que seguro se sentían heridos y traicionados.

Pero yo tambien lo estaba, estaba herida por sus palabras a pesar de que pensaba haberme preparado mentalmente.

—Ódienme más, ignórenme si eso quieren.—dije yo, dirigiendo mi mirada hacia cada uno—Pero quiero que sepan que odio a Darkwood tanto como ustedes.

Todos me miraron, confundidos, desconcertados, tal vez intentaban comprender mis comportamientos pero era evidente que no sabían lo que pasaba por mi cabeza.

—¿Entonces por qué...?

Mantén a tus amigos cerca...y a tus enemigos más cerca.—sonreí levemente de lado, realmente nunca pensé que utilizaría esa frase de forma literal—¿Nunca lo escuchaste?

—¿Dices que estas planeando algo?—cuestionó Emma.—Si Darkwood te descubre...

—No lo hará, para cuando se de cuenta de mi plan...su circo estará ardiendo en llamas con él adentro.—interrumpí rápidamente—Asi que necesito de su cooperación.

Un gran silencio creció alrededor, por lo que supe que estaban dudosos. Los entendía, según su punto de vista yo me alejé de ellos primero y ahora venia a pedirles ayuda.

—Solo quiero vengar a nuestros amigos, para eso necesitaré que sigan mis instrucciones.—dije—Yo me encargaré de ser la favorita de Darkwood, así confiará en mi.

—En el caso de que aceptemos...¿Qué deberíamos hacer?

—En caso de que acepten...—hice una pausa—solo tienen que odiarme.

—No queremos a una traidora entre nosotros.—Hyuk y Hyun me empujaron—¡Es tu culpa que Hikaru muriera!

Si, todo es parte del plan. Incluso les ordené que me dijeran ese tipo de cosas, aunque cualquier otro tipo de frase hiriente tambien ayudaría.

Al principio no entendieron la razón de mi pedido, pero todos accedieron y, afortunadamente, años en el circo los entrenaron en el arte del engaño.

—¡No fue mi culpa, ya se los dije!

—¡¿Quieres hablar sobre culpa?! ¡Por tu culpa seguimos en este lugar!—exclamó Susan.

—Es cierto, tal vez seriamos libres de no ser por ti.—añadió Emma.

—¡Nuestros amigos no hubieran muerto!—dijo Anna.

Hay que ser fuerte mentalmente para fingir estar bien despues de escuchar eso y saber que no dijeron ninguna mentira.

Darkwood entró en ese momento, siendo alertado por la pelea.

—¿Qué demonios está pasando?—preguntó, en un tono elevado e irritado.—¡Se supone que deberían estar practicando!

—¡No planeo practicar con ellos!—respondí, caminando hacia la salida.

Por lo general, Darkwood me hubiera detenido y regresado a la carpa para seguir entrenando, pues a él normalmente le importaba un carajo lo que yo quiera.

Pero esta vez se quedó en silencio mientras veía como pasaba por su lado antes de salir de esa carpa, luego me siguió.

—¿Qué crees que haces?—interrogó, algo enojado por mi comportamiento.

—De regreso a mi jaula.

—No puedes hacer lo que se te antoje, mocosa.

—No planeo regresar con ellos, se supone que eramos amigos y ahora solo me culpan por todo.—dejé de caminar, suspirando cansada—¿Sabe que? Vamos al laboratorio, los experimentos son incluso mejor que ser molestada por ellos.

Darkwood suspiró, entre cansado y con la paciencia al tope.

—¿No le gustan los experimentos? ¿Qué espera?

—¿Desde cuando te comportas así?—preguntó, confundido.—¿Qué es lo que planeas?

Antes de entrar en panico por pensar que habia sido descubierta, rodé los ojos con molestia y me acerqué para mirarlo cara a cara.

Era más bajita que él, asi que Darkwood bajó la mirada.

—Usted tambien se comportaría así si estuviera en mi lugar.—le dije—Sin salida, sin amigos y sabiendo que cualquier dia podrían matarlo, ¿Pregunta que si planeo algo? Si, planeo vivir aunque nunca salga de este lugar.

Darkwood frunció el entrecejo, tal vez intentando analizarme.

—Si no hay esperanza de escapar, entonces debo aprender a vivir aqui ¿No?—cuestioné.

—¿Por que crees que sobrevivirás?—por un momento, sonrió con burla.

—¿Por que cree que moriré?

Otro tipo de sonrisa se formó en el rostro de Darkwood, una más impresionada por mis palabras. Parecia incrédulo ante el hecho de que una niña de trece años le hable de esa manera.

Pero todo funcionó a la perfección, pronto ni siquiera necesité que los asistentes de Darkwood me llevaran a la fuerza al laboratorio, solo me escoltaban como un par de guardias hasta llegar.

Tampoco me amarraban a la silla o a la camilla, pues yo me adelantaba por mi misma.

Y dias despues no me dijeron nada cuando dejé de amarrarme, incluso Darkwood se habia dado cuenta que no hacia nada por escapar.

—Sabes que pronto el circo volverá, ¿No?—preguntó, revisando algunas muestras de mi sangre a través de un microscopio—Tendrás que presentarte.

—Sabe que ni siquiera puedo manejar bien el trapecio.

—Susan te enseñará.

—Sabe que me odia.

—Y tú sabes que soy el dueño de este lugar, incluso de los miembros del circo y eso significa que tambien de Susan.—respondió rápidamente—Aprende sus trucos y el procedimiento del espectáculo que da.

Sonreí escuchando eso, luego le di instrucciones a Susan de negarse. Asi que cuando le dije a Darkwood que Susan se negaba a entrenarme, fue personalmente a darle la orden y se sorprendió de que ella se niegue.

—¡No voy a entrenarla! ¿Por que tengo que hacerlo?—preguntó, enojada—¡A mi nadie me entrenó!

Los del circo se pusieron de su lado, naturalmente. 

Darkwood estaba perdiendo la paciencia, pero los miembros del circo se pusieron firmes.

—Parece que alguien se tomó unas pastillas de confianza hoy.—con una señal de su mano, hizo que sus asistentes se acerquen.—¿Quieres que te recuerde quien soy?

Susan palideció rápidamente, asi que intervine antes de que ella siga algo fuera de su actuación.

—No deberia arriesgar a más miembros del circo.—dije yo, interponiéndome entre Susan y Darkwood.

—¿P-por que no te pones patas de cabra y cantas? Tal vez te vaya mejor suplantando a Barbara ahora que no está.—dijo Susan.

—Ella es más valiosa que todos ustedes juntos.—interrumpió Darkwood.—Si tengo que cortarle las piernas y ponerle patas de cabra a alguien de nuevo, será a ti.

Susan se quedó en silencio, bajando la cabeza mientras apretaba los puños con fuerza.

—Creo que ya dejé en claro que hago con los que me complican las cosas.—Darkwood se dio la vuelta y empezó a caminar mientras sus asistentes lo seguían—No quiero tener que utilizar la ruleta rusa de nuevo.

Despues de marcharse, un silencio inundó el lugar.

Volteé hacia Susan y los demás, me miraban con una mezcla de sentimientos que no pude descifrar de inmediato. Solo sabia que estaban dudando de mi, de mi plan.

—¿Esto es lo que quieres?—cuestionó Emma—¿Ponernos en riesgo con tal de que seas la favorita de Darkwood?

—Se que lo que hago puede verse cuestionable para ustedes...pero hablo en serio cuando digo que esto pronto dará frutos.

—Ni siquiera sabemos la mitad de tu plan y estamos corriendo el riesgo de morir como nuestros amigos.—Anna solo me miró desconcertada, tal vez algo herida por la posibilidad de que pueda traicionarlos—_____, ¿En serio debemos confiar en ti?

Sabia que, desde su punto de vista, yo tenia todas las de ganar. Entendía que haberlos ignorado por más de un mes les dio la sensación de que los habia abandonado, pero no era así, ahora más que nunca estaba decidida a salvarlos.

—¿Quieren que les cuente todo mi plan?—me crucé de brazos y solté un suspiro—Lo haré, pero esperen hasta esta madrugada, será mejor cuando piensen que estamos dormidos.

De nuevo se formó un silencio, los miembros del circo se miraron entre si.

Para esa misma madrugada, todos estábamos despiertos y tuve que contarles mis verdaderas intenciones para poner fin a sus dudas de una vez por todas.

—Yo...creo que tiene razón.—dijo Emma, desde su jaula—Ella es la que lleva menos tiempo aqui, es lógico que Darkwood comenzará a confiar más en ella si se aleja de nosotros.

—Entiendo eso, pero ¿Qué planeas hacer cuando ganes su confianza?—preguntó Susan.

—De esa forma será más facil escapar, créanme.—respondí, con total seguridad—Se que estamos en jaulas casi todo el dia y nos vigilan demasiado, pero yo me encargaré de cambiar eso.

—¿Como?—cuestionó Hyun—Eso es imposible, llevamos tantos años aqui y nada cambió ni un poco.

—Para empezar, haremos muchos sacrificios, más de lo que ya hicimos.—respondí—Se que será dificil, pero se que todo dará resultado.

—¿Y como sabes eso?—preguntó Anna, en un tono inseguro.

—Porque ahora soy libre de ir al laboratorio cuando quiera y se que pronto podré ir a cualquier parte del circo cuando quiera.—aseguré firmemente—Y luego me encargaré de que puedan hacer lo mismo. Tendremos la libertad suficiente para andar por este circo sin ser vigilados y eso nos dará más chances de escapar.

—¿Chances?—cuestionó Anna.

—Si, chances. Posibilidades.—respondí—Mientras menos obstáculos tengamos, podremos escapar sin problemas algún dia.

Se que sonaba dificil, pero yo estaba segura de que lo lograría. Ahora más que nunca me sentia segura de eso, porque hasta ahora todo habia salido según mi plan.

Con mis amigos entendiendo mis intenciones, todo fue más facil.

Actuábamos todo el dia y conversábamos en la noche sobre el plan, Darkwood estaba demasiado ocupado pero yo sabia que nos observaba atentamente desde lejos.

Él sospechaba cada vez menos, yo ganaba su confianza cada vez más.

Pasaron algunos meses y llegó un punto en el que Darkwood tuvo que irse unos dias de viaje y me dejó a cargo de los miembros del circo.

—¿Por qué me pide eso?

—Aunque te llevas mal con ellos, eres la más cercana y puedes vigilarlos.—respondió, revisando unos papeles sobre el escritorio.

Estábamos en su oficina, fue la primera vez que la vi y era más simple de lo que creía, asi que supuse que las cosas importantes las guardaba en algún otro lugar.

—Se que los aprecias en el fondo, asi que vigila que no hagan nada sospechoso o los mataré yo mismo.

Habló con mucha naturalidad, pero sabia que hablaba en serio.

—Lo haré, vigilaré que todo esté en orden.

Cuando Darkwood se fue, sus dos asistentes se quedaron vigilándome especialmente a mi.

Tal vez Darkwood intentaba probarme, porque los asistentes no hacían más que vigilarme de lejos y avisarnos cuando era hora de levantarse, practicar, comer o ir al baño, luego todo lo hicimos como de costumbre.

Decidí que por esos dias era mejor actuar todo el dia y noche si era necesario.

Todo iba bien hasta entonces.

Pero cuando Darkwood volvió, trajo consigo una gran jaula con un animal enorme dentro y muchos más asistentes.

—Se quedará aqui, con ustedes.

Todos nos quedamos callados, observando a un lobo tratando de atacar a todo lo que pudiera estar a su alcance.

Tenia los ojos violeta, el pelaje negro y dientes tan afilados que sabias que podria quitarte el brazo en cuestión de segundos.

—Lo usaremos para el nuevo show, es un nuevo miembro del circo.—anunció Darkwood, con una sonrisa—Todo circo necesita una bestia, ¿No?

Si hablábamos de bestias, habian dos si contaban a Darkwood. Pero claro que me quedé callada, un comentario como ese me hubiera costado la cabeza en ese momento.

Pero sabia que una criatura como esa podria ser peligrosa para el plan si se ponía del lado de Darkwood, ¿Y si lo usaba para amenazarnos?

—Es de noche, será mejor que se vayan a dormir.—se retiró a su oficina mientras dos de sus nuevos asistentes arrastraban la jaula con ruedas hacia una carpa aparte.

El resto de asistentes, entre ellos los dos que estaban antes de que llegaran los nuevos, nos llevaron a nuestras jaulas.

Lo raro es que no escuché ningún ruido o aullido que vinieran del lobo, toda la noche estuvo extrañamente tranquila.

Varios dias despues, tampoco se escucharon señales de la bestia, asi que saqué el tema cuando estaba en el laboratorio con Darkwood.

—¿El lobo?—sonrió como si mi pregunta le hubiera parecido divertida.—Él esta bien, no tienes que preocuparte de nada.

—¿Cómo planea añadirlo al espectáculo?

—Aún no se me ocurre nada.—se encogió de hombros, acercándose a inyectarme una dosis más del suero—Ahora mismo estoy demasiado ocupado intentando que se calme y coopere.

Una idea surgió en mi cabeza, pero Darkwood pareció darse cuenta y se adelantó.

—¿Quieres intentarlo, no?—soltó una risa burlona—Si piensas que te gustan los animales y por eso puedes calmarlo, déjame decirte que este no es un perrito que puedas dominar con unas caricias.

—Es solo un lobo asustado.

—Intentó atacar a mis asistentes, ¿Qué haria una niñita como tu?—preguntó, sin dejar el tono burlón—Te comerá de un bocado.

—Déjame intentarlo.—insistí.

Darkwood sabia que cuando comenzaba a insistir con algo, no me rendiría hasta conseguirlo, asi que aceptó y despues de los experimentos me llevó al lugar donde estaba la bestia.

En cuanto entramos a la carpa donde estaba aquella gran jaula, solo encontré a un niño dentro.

Tenia el cabello azabache y la ropa hecha harapos, su piel tenia varias heridas y moretones, lo cual me confundió un poco. Pero unos moretones no se comparaban con el par de orejas que sobresalían de su cabeza y la cola que podía verse aunque estuviera tratando de ocultarla detrás de él.

—¿Qué es...?—me acerqué a la jaula, no habia señales de la criatura—¿Dónde está la bestia?

—Lo estas viendo.—señaló Darkwood.—Es él.

No tuve que fingir estar confundida, realmente lo estaba.

El niño tenia la cabeza baja, pero alzó su mirada hacia mí. Pude distinguir su enojo y rabia, no queria que nadie se acerque a él.

—¿Alguna vez escuchaste acerca de la licantropía?—preguntó Darkwood.

—Licantropía...—algo hizo clic en mis recuerdos, habia leído sobre eso en los libros de la mansión Ratri—Se supone que son leyendas.

—¿Una leyenda? _____, son tan reales como este circo.—chasqueó sus dedos y le dejaron un pedazo de carne crudo en la jaula, pero el niño ni siquiera lo miró.—Es un licántropo por contagio y lo compré en una subasta, pero si sigue sin cooperar resultará inútil y...

—Y tendrás que matarlo.—completé, rodando los ojos—Déjamelo a mi, se que puedo hacerlo.

Sabia que ese tipo me creía incapaz de hacer eso, se notaba en su mirada burlona. Creía que era un chiste.

—Te doy una semana, de lo contrario tendré que matarlo.—dijo Darkwood, saliendo del lugar—Y si fallas, te mataré con él...pero hey, sin presiones.

A pesar de que me estaba dando la oportunidad perfecta para huir, sabia que no lo iba a hacer.

Ahora tenia tantos asistentes merodeando a los alrededores que si intentaba huir por mi cuenta, me atraparían enseguida.

—Genial, acabo de poner mi vida en riesgo de nuevo.—volteé hacia el niño—¿Cuál es tu nombre?

No respondió, era obvio.

Me acerqué, pero comenzó a gruñirme como si aún fuera un lobo rabioso.

—Si eres un licántropo por contagio, significa que fuiste un humano antes de contagiarte.—me acerqué a una distancia segura, por si intentaba atacarme—Seré lo más clara posible contigo porque se que lo entiendes: Mi vida depende de ti ahora.

Parecia hacerle caso omiso a mis palabras, asi que intenté acercarme un poco más.

Casi grité cuando saltó hacia mi, pero sabia en el fondo que no me mordería. Es facil deducirlo porque sus manos agarraron los barrotes de hierro y me miró a los ojos sin atacarme, aunque parecia que lo haria sabia que no me atacaría. Solo quería asustarme.

—Para resolver tus dudas, no, no te haré daño y no, no estoy del lado del tipo que te compró.—me crucé de brazos, mientras lo miraba a los ojos.

Eran oscuros a simple vista, pero habia unos tonos violetas que solo notabas cuando prestabas atención.

Estaba distrayéndome en sus ojos hasta que él habló.

—¿Cómo se que...no estás de su lado?—cuestionó, en un tono bajo y distante.

—Porque jamás estaría del lado del tipo que me secuestró.—suspiré y decidí quitarme las vendas de mis brazos.

Él posó sus ojos en cada cicatriz que se veía en mi piel pálida, cada quemadura, cortada y moretón. Examinó con cuidado y reflexionó, pude ver su mirada confundida y sus labios fruncidos tratando de formular una pregunta.

—No somos los únicos aqui y se que quieres salir....pero es casi imposible en nuestra situación actual.—dije yo, volviendo a envolver mis brazos con las vendas.—Yo puedo salvarte, pero necesitas seguir mis instrucciones o ambos moriremos antes de intentarlo, asi que dime ¿Quieres vivir?

Él aún parecia dudar de mi, pero aún así bajó la mirada lentamente.

—Ray.

—¿Eh?—parpadeé varias veces, intentando comprender. Pensé que habia escuchado mal.

—Mi nombre es Ray.

—Oh...—sonreí levemente, estirando mi mano hacia él.—Bienvenido a Neverland Circus, Ray. 

Él estiró su mano para estrechar la mía, alzando la cabeza solo para cruzar miradas.

Cuando volví a ver su cabeza, las orejas habian desaparecido y parpadeé para asegurarme de que mis ojos no me engañaban.

—¿Eh?

Continué visitándolo a partir de ese dia, en casi una semana conseguí darme cuenta de muchas cosas acerca de él.

Como el hecho de que sus orejas y cola solían desaparecer cuando bajaba la guardia y se sentía más cómodo, lo que no ocurría seguido cuando vivíamos en un lugar como Neverland Circus. Aqui era mejor mantenerse alerta todo el tiempo.

Ray era un niño de mi edad, sorprendentemente era más listo de lo que creí. Era analítico, frio y directo, era el tipo de persona que necesitaba de mi lado.

—Déjame entender...¿Esto es un circo?—preguntó, mientras estaba sentado yo apoyaba mi espalda en la jaula.—¿Cómo es que ese tipo logra ocultar toda la mierda que hace?

En estos dias, y en cuanto Ray tomó la confianza suficiente, me di cuenta de que él tenia un diccionario completo de groserías para usar.

—No es cualquier circo, Susan me dijo que aqui solo llegan psicópatas.—me crucé de brazos, mirando a un punto fijo sin intención—En otras palabras, estoy segura de que a nadie le importa lo que Darkwood nos haga con tal de que les demos una buena función.

—¿Quién es Susan?

—Es la trapecista del circo. Hay algunas personas más que conocerás despues.—le expliqué—Por ahora soy la única persona que puede venir a verte a parte de Darkwood. Aunque, por alguna razón, siento que aún desconfías de mi.

—Si eso es lo que piensas, significa que tú tambien desconfías de mi.

Él tenia razón, aún desconfiaba de él. Esperaba que no se diera cuenta, pero parecia leer entre mis líneas.

—Eres...perspicaz.—volteé, posando mis manos en la jaula.—Pero eso ya lo sabia.

—Si tienes un plan para escapar de aqui, ¿Por que me incluiste si apenas me conoces?

No hace falta decir que esa pregunta me recordó a Hikaru. Él apenas me conocía y me ayudó, me añadió a su plan e intentó salvarme incluso a costa de su vida.

Supongo que estoy haciendo con Ray lo que Hikaru hizo conmigo. Queria salvar a Ray, porque él no tenia la culpa de haber terminado en este circo y tampoco de ser obligado a dar funciones.

—Supongo que intento ser amable.

—Ya escuchaste al tipo ese, soy un monstruo.—me respondió él—¿Por que querrías ayudar a alguien como yo?

—¿Por que no?—pregunté—¿Qué importa si eres un licántropo? ni siquiera es tu culpa haberte contagiado. No me vengas con cosas como "merezco morir porque soy un monstruo" o "déjame en paz" porque no pienso dejarte en este circo cuando me vaya.

Ray se quedó en silencio, solo giró en su lugar para así darme la espalda mientras seguía sentado.

Por alguna razón, sentí su voz menos fría.

—¿Qué sabes de mi? Podria estarte usando para salir de este lugar y traicionarte en cuanto tenga la oportunidad...y tú solo intentas ser amable, ¿No me tienes miedo?

—¿Miedo a ti o a morir? Porque en cualquiera de los dos la respuesta es no.—respondí—No viste las cosas de la que es capaz Darkwood, pero todos aqui desearon morir en algún momento, incluso yo.

Ray volteó la cabeza un poco, para mirarme de soslayo.

—Lo único que nos mantiene vivos es el deseo de ver morir a Darkwood y este lugar.

Estiré mi mano, sabiendo que eso era peligroso frente al licántropo que amenazaba con traicionarme, pero Ray no hizo nada más que seguir mis movimientos con la mirada.

—Planeo escapar, pero tambien ponerle fin a todo esto. No quiero que más niños como nosotros terminen siendo parte de este infierno...asi que planeo quemar el circo con Darkwood dentro.

Pero pude reconocer, a través de los barrotes de la jaula, una pequeña sonrisa ladina.

—Me convenciste con quemar.—volteó completamente para acercarse a mi y tomar de mi mano en vez de morderla.—Supongo que tu eres mi mejor opción ahora mismo, asi que me uniré a tu plan.

—Eres listo.

—Lo sé, copito.

Mi rostro confundido debió divertirlo, porque soltó una pequeña risa.

—Cabello blanco, piel pálida, vestido blanco. incluso el listón en tu cabello es blanco.—dijo él—Pareces un copo de nieve andante.

Despues de procesarlo, me di cuenta de que tenia un buen punto y reí ligeramente. Hace meses que ni siquiera sonreía, asi que reír se sintió extraño.

—¿Me llamarás así desde ahora?

—¿Por que? ¿Te molesta?—preguntó él, con una expresión seria que contrastaba con su tono burlón—Si te molesta, entonces te diré así permanentemente.

—Pff...olvídalo.—rodé los ojos con una leve sonrisa.

Con Ray en el equipo, pude calmarme un poco. Si él hubiera decidido estar del lado de Darkwood, por muy poca que sea esa probabilidad, hubiera sido desastroso.

Pero no fue así, ahora tenia a Ray de mi lado.

En cuanto Darkwood notó los cambios de comportamiento en Ray durante los siguientes dias, aprovechó el momento en que estábamos en el laboratorio para preguntarme.

—¿Cómo lo hiciste? Esto no tiene sentido.

—¿Por que no lo tendria?

—Porque es una bestia que mató a cinco de mis asistentes en el camino y a dos en estos dias.—respondió, mirándome a los ojos como si tratara de buscar alguna señal mía—¿Cómo no te hizo un solo rasguño?

—Dices que es una bestia, entonces probablemente lo trataron como tal.—respondí tranquilamente—Pero yo lo traté como lo que es: una persona.

—¿Solo eso? Suena estúpido que se haya calmado solo por eso.

—Desconfía de lo que le hice, ¿No?—alcé una ceja, cruzándome de brazos ante la mirada de Darkwood—No le hice nada, solo me acerqué a él como si tratara de ser su amiga y ahora lo soy.

Bajé un poco la cabeza, viendo las vendas de mis manos.

—Despues de todo...solo somos niños.

Darkwood se quedó en silencio, siguió así durante varios segundos mientras me preguntaba que pasaba por su cabeza.

Ese tipo era facil de leer hasta cierto punto, él podía ser una pared de hierro cuando queria y yo solo era una niña.

—Si, todos son niños.—dijo él—Pero a veces pienso que eres más lista que los demás, no pareces una niña.

—¿Cómo espera que me comporte?—cuestioné.—¿Quiere que llore y haga berrinches de ahora en adelante?

—Supongo que no.—retiró la mirada para seguir en sus investigaciones—Ya puedes irte.

—Regresaré con Ray.—avisé, antes de salir.

Darkwood no hizo nada, pues sabia que no podria escapar con tantos asistentes suyos merodeando afuera.

Cuando llegué con Ray, él siguió mis movimientos con la mirada hasta ver que me acercaba a su jaula.

—¿Qué te hizo ahora?—preguntó.

—Me aplicó el suero de nuevo y tomó muestras de mi sangre.—me encogí de hombros—Antes de eso platicamos un poco, es diferente a como era antes.

—¿Antes?

—Su objetivo al principio era hacerme resistente al dolor, es por eso que sus experimentos se enfocaron en mi tolerancia al dolor y mi umbral del dolor, pero ahora solo me toma muestras y administra el suero para...—suspiré pesadamente—olvídalo, probablemente no entiendas.

Él frunció el ceño, parecia un poco ofendido por lo ultimo que habia dicho.

—Intenta ver la mutación en tus genes mediante los experimentos, no es tan dificil de entender.—respondió.—Los genes constituyen el material hereditario para el cuerpo humano y la forma como funciona, ese hombre intenta modificarte a nivel genético.

Me apegué más a los barrotes de la jaula, intrigada, mientras él agrandaba los ojos ante mi acción repentina. Por unos segundos lo habia asustado.

—Mis...mis padres eran científicos.—se explicó, leyendo mi rostro lleno de curiosidad.—¿Por que estas feliz?

—La verdad es que eres el primero en entender de lo que hablo y responder de esa forma.—formé una sonrisas sin querer.

—¿Qué hay de los otros aqui?

—Bueno...todos los niños anteriores llegaron aqui demasiado jóvenes, algunos nunca recibieron educación además de aprender a hablar.—respondí, bajando un poco la mirada—No saben escribir, tampoco leer más allá de palabras simples.

—¿Eso no te complica las cosas?

—Solo un poco.—me encogí de hombros.—Es por eso que lo más seguro es ir lento, tenemos mucho tiempo para vengarnos de Darkwood.

—¿No deberías aprovechar ahora que el circo está débil?

—No, dejemos que pruebe un poco de gloria antes.

Ray se quedó en silencio, pero pronto sonrió de lado.

—Me gusta esa idea.

—En poco tiempo el circo regresará y ambos debutaremos esa noche, asi que es mejor no cometer errores.—comenté, dejando el hecho de que la mirada de Ray sobre mi empezaba a incomodarme—Será mejor que aprendas a controlar a tu parte bestia antes de causar un desastre.

—Ya te dije que no se como hacer eso.

—Si no lo haces, podriamos morir todos.

Fruncí el ceño, en un intento de mostrarle a Ray lo serio que era el asunto, pero solo conseguí que él me mire unos largos segundos antes de sonreírme con burla.

No se si él no tomaba nada en serio o era solo yo la que no tomaba en serio.

—Como sea, regresaré a practicar.—salí del lugar a paso rapido mientras ignoraba la mirada de Ray.

No podíamos decir con seguridad como Ray podria controlarse en su forma de lobo, pues solo podía convertirse completamente con la luna llena y la siguiente fue a fin de mes. Las transformaciones variaban tanto como la luna, era muy dificil de predecir.

—¡De nuevo!—ordenó Susan, indiferente a mi caída.

—¡Ya te dije que es dificil!—bajé de la red que me habia atrapado.

—Si no puedes mantener tu equilibrio en el trapecio, estarás muerta cuando des el show.

Desvié mi mirada a la cuerda floja, preguntándome como diablos Anna podía hacer un split sobre la cuerda y no caerse en el proceso.

Habia llegado fin de mes y aún no dominaba el trapecio como esperaba, solo sabia hacer trucos simples que seguro aburrirían al publico.

—De nuevo.—dijo Susan.

No dejaba de caer. Caía una y otra vez, provocándome más moretones de los que ya tenia. No le temía a la caída pero si a fallar.

—De nuevo.—repitió Susan nuevamente.

habia perdido la cuenta de todas las veces que ella repetía lo mismo cada vez que me caía del trapecio.

En el fondo, me preocupaba cometer un error por más pequeño que sea.

Y ahora que los asistentes de Darkwood estaban por todas partes, estábamos obligados a actuar mientras practicábamos.

—¿Hay algún lugar donde no estén ellos?—susurró Susan, mientras se balanceaba conmigo en el trapecio.

—No se acercan a la carpa donde está Ray, todos tienen miedo de que él los ataque.

—¿En serio es tan agresivo como dicen?

—Solo con Darkwood y sus asistentes.—me encogí de hombros.

Susan saltó al siguiente trapecio y se puso de cabeza, esa era mi señal.

Con mis brazos, me colgué de mi trapecio y me balanceé lo suficiente para que al saltar pudiera alcanzar los brazos de Susan.

Cuando logré tomar sus manos, me sentí aliviada.

Escuché unos aplausos lentos provenir de la entrada.

—Me alegra ver que tuviste un gran proceso.—Darkwood sonrió.—Esta noche es muy importante, será mejor que no te equivoques.

Aterricé en la plataforma y me tiré hacia la red por ser la forma más rápida para bajar.

Todos pausaron sus practicas para verme caminar hacia Darkwood.

—¿Necesita algo? ¿Quiere que vaya al laboratorio?

—No, solo vine a traerte esto.

Dio un chasquido y un asistente se acercó a entregarme una caja de regalo.

—¿Es...para mi?

—¿Para quien más?—preguntó él—Lo necesitas.

Abrí la caja, encontrándome con un traje de ballet. Era blanco y tenia bordados dorados muy detallado e incluso algunos brillitos sobre la tela, traía un moño satinado del mismo color y las zapatillas tambien eran satinadas.

No entendía el gesto de Darkwood ¿Un regalo? ¿Cuál era la razón?

Sabia muy bien que aqui todos traían harapos como ropa y sus trajes de circo estaban demasiado descuidados, era algo demasiado injusto.

Tenia dos opciones, aceptarlo y verme como una favorecida o devolverlo por empatía a mis amigos y provocar sospecha en Darkwood.

—¿Ni un solo gracias?—Darkwood alzó una ceja, observándome atentamente.

—¿En serio...es para mi?

—Si. Lo es.

Si lo devolvía, no tendria sentido para Darkwood. Él aún creía que los miembros del circo me odiaban, además, rechazar este regalo podria causar una reacción desfavorable en ese tipo.

No se que planeaba dándome un regalo así, pero no podía rechazarlo.

—¡Gracias!—me lancé a abrazarlo, formando la mejor sonrisa para convencerlo—¡Me encanta!

—Será mejor que no me decepciones en el show de hoy, niña.

Despues de separarse del abrazo, él se marchó. Me sacudí la ropa como si de alguna manera eso me quitaba la sensación de asco que me daba abrazar a Darkwood.

Todo el lugar quedó en silencio, podía sentir la mirada de los demás sobre mi.

—No tienes que decir nada, sabemos que eres su favorita.—Anna se volteó y regresó a la cuerda floja.

Sabia que estaban actuando, pero no podía evitar sentirme culpable. Sabia que, mientras yo me ganaba la confianza de Darkwood y comenzaba a tener más libertad, ellos temían ser traicionados.

Pero aunque les prometiera que jamás los traicionaría, sabia que la mente podía ser un enemigo temible.

Esa misma noche, Neverland Circus abrió sus puertas de nuevo.

Las personas eran pocas a comparación de antes, tambien habian menos sacrificios para usar. Darkwood habia tomado mis sugerencias y la nueva apariencia del circo era una de las pruebas de eso.

La decoración, las luces, incluso nuestro show. Todo era nuevo.

Mientras los asistentes de Darkwood merodeaban por los alrededores, nosotros terminábamos de alistarnos para el show.

—Bien, ya todo está casi listo.—salí un momento, asomándome por la entrada de la carpa donde estábamos—No hay nadie alrededor ¿Podemos hablar?

Todos se quedaron en silencio, atentos.

—Si hacemos esto bien, pronto podremos seguir a la siguiente fase del plan para-

—¿Para qué?—preguntó Susan, interrumpiendo—_____, creo que tú eres la única beneficiada de todo este plan...y de verdad quiero confiar en ti, pero hasta ahora nos siguen maltratando mientras a ti te dan un traje bonito.

Suspiré, sabia que esto pasaría.

—No se por qué Darkwood hizo eso, en serio. No lo rechacé porque iria en contra de mi plan.

—_____...estamos depositando nuestra ultima confianza en ti.—dijo Emma, tomando mis manos—Solo que tenemos miedo, perdónanos.

—No necesitan pedir perdón, entiendo su punto de vista.

Darkwood entró en ese momento, posando rápidamente sus ojos en mis manos y las de Emma entrelazadas.

Mi plan de hacerle creer a ese hombre que yo estaba peleada con los miembros del circo se fue al carajo.

—Emm....—mi mente formó rápidamente una salida—¡Emma, gracias por perdonarme!

La abracé, mientras empezaba a soltar algunas lagrimas a proposito.

Emma entendió rápidamente y correspondió al abrazo, acarició mi cabeza mientras Darkwood nos miraba a ambas.

—No tengo tiempo para sus estupideces, tienen que dar un show ahora mismo.—hizo una seña con la mano para que todos saliéramos rápidamente.

Parecia molesto cuando se fue, pero no le tomé importancia debido a un aullido que todos escuchamos en ese momento.

—Ray...—susurré sin querer su nombre, pero de inmediato sacudí mi cabeza al recordar que él estaría bien.

Cuando nos trasladamos a la carpa principal, donde daríamos el show, sentí un poco de nervios apareciendo en mi estomago y revolviéndolo.

¿En verdad estaba preparada para esto?

Tendria que matar personas en medio del show, tenia que hacerlo como todos aqui.

—______.

La voz de Darkwood me llamó, en cuanto estuve lo suficientemente cerca solo tomó de mi brazo con fuerza y me jaló hasta atravesar la salida trasera de la carpa.

—Explícame esto.—apuntó con el mentón la jaula grande—Tu amigo no deja de atacar.

—¿Habla de la bestia come-hombres?—crucé mis brazos, hablando en un tono sarcástico—¿No tenia idea alguna de que los licántropos no controlan fácilmente su transformación? apuesto a que no se lo dijeron cuando lo compró.

—Pensé que habías domesticado a ese niño.

Escuché el grito de otro asistente, pero decidí no voltear. No queria ver cadáveres antes del show.

—Escucha, pequeña mocosa.—Darkwood se inclinó hacia mi, tomó mi cabello fuertemente y me obligó a mirarlo a la cara—Será mejor que esto no sea un plan tuyo para volver a hacer un desastre.

—¿Por que piensa eso?

—Porque se que hay algo que no encaja en todo esto.

—Si se refiere a lo que vio hace un rato, solo es una reconciliación.—respondí, tratando de mantenerme tranquila—Ellos querían disculparse conmigo.

La expresión de Darkwood cambió y me soltó inmediatamente.

—¿No crees que es raro?—cuestionó.

—¿Raro?

—Que te pidan perdón antes de la función.—respondió, llevándose una mano al mentón—¿No pensaste en que ellos podrían actuar a tus espaldas?

—¿Por que lo harían?

—Porque te alejaste de ellos.

Inspeccioné con la mirada la expresión de ese hombre, que parecia impenetrable como una pared de hierro frente a mi pequeña yo de trece años.

Pero su mirada brillaba, perforaba el alma.

Me recordaba a mi abuelo, igual de malhumorado, estricto, exigente y manipulador. Habia aprendido de mi abuelo como hacerle frente a tipos como él y Darkwood.

—¿Usted...cree que ellos siguen enojados conmigo?

Me aseguré de que mi rostro dudara, que mi tono sonara preocupado. Darkwood acercó una mano hacia mi cabeza y, esta vez, me dio palmaditas.

—Piensalo un poco, ¿Ellos llevan años aqui mientras que tu solo unos meses y ya tienes un traje nuevo?

—Yo necesitaba uno.

—Eso es cierto, pero ellos no lo entienden. Ellos estan celosos en el fondo, puedo verlo porque yo los conozco mejor que nadie.

Hizo un buen intento, lo admito. Sinceramente hubiera caído en su trampa de no ser porque yo le ordené a los miembros del circo que me odien.

Y entendí que, desde el punto de vista de Darkwood, le convenía ponerme en contra de ellos, asi que solo le seguí la corriente.

—¿Entiendes a lo que quiero llegar?—preguntó—Tuviste un buen comportamiento estos meses, no lo arruines dejándote influenciar por ellos.

Volteó a ver a Ray, quien intentaba salir de su jaula con todo lo que podía.

—Este circo solo es un infierno para los que se portan mal.

El estomago se me revolvió aún más.

El show habia comenzado, Darkwood estaba al frente y yo estaba detrás de la salida trasera, junto a los demás miembros del circo.

Esperábamos nuestro llamado, nuestro turno. Cada uno salió y todo fue peor de lo que imaginé.

—_____...¿Estas bien?—preguntó Hyun, uno de los gemelos—Estas...más pálida de lo normal.

—Pareces un cadaver.—soltó Hyuk.

Habia escuchado tantas veces los gritos de agonía, pero eso fue hace meses y dentro de una jaula muy lejos.

Ahora el espectáculo estaba a tan solo unos metros de mi, el olor de la sangre llegaba a mi y los gritos se oían más claros que nunca.

—Todo estará bien, esto es algo que debía pasar.—dijo Susan, acercándose a mi para dar palmadas en mi espada—Eh...si crees que es demasiado para ti, yo puedo dar el golpe final.

—No, tengo que hacerlo yo.—respondí, respirando hondo para que mis nauseas desaparezcan de a poco.

Escuché la voz de Darkwood llamándonos a Susan y a mi al escenario.

—¡Denle un aplauso a nuestras trapecistas!

Contuve el aliento, mi corazón pareció detenerse unos segundos mientras caminaba al escenario.

—Bien...es hora de que nuestras trapecistas elijan sus sacrificios de hoy.—Darkwood extendió la mano hacia las gradas de la derecha, donde estaban sentadas varias personas—Elijan ustedes mismas.

Esta fue una idea que le sugerí: "Que los miembros del circo elijan a quienes matarán"

Antes, según lo que escuchaba y lo que me contó Hikaru, los sacrificios solo eran escogidos al azar o eran voluntarios.

Pero me pareció que a Darkwood le gustaría la idea de que los niños que odian matar elijan a quien matarán. Era cruel para nosotros y para los sacrificios hasta cierto punto, pero tenia que darle sugerencias frescas a Darkwood.

Y traté de convencerme a mi misma que sea quien sea que elija, alguien inevitablemente moriría por mis manos hoy. Tal vez así tendria menos culpa persiguiéndome.

—¿Y bien? ¿Ya eligieron?

Susan y yo alzamos nuestros dedos índices y apuntamos al azar. Dos personas se nos acercaron y Darkwood les preguntó sus nombres.

Eso tambien habia sido sugerencia mía, preguntarle a los sacrificios sus nombres y aplaudir su sacrificio.

—Sonju.—respondió el hombre.

—Mujika.

Esto lo sugerí para apuntar y memorizar cada persona que habia muerto por mi culpa y la de este circo.

Pensaba que, si iba a matar, seria mejor recordar a esas personas y vivir en su honor. No queria que fueran olvidadas, iba a colgar sus nombres en ese sauce lleno de victimas de este circo.

—Sonju y Mujika están haciendo un sacrificio esta noche para nuestro entretenimiento, ¡Un aplauso para ambos!

Todos comenzaron a aplaudir, algo inseguros.

Porque a pesar de que Mujika era una mujer bajita y delgada, Sonju era alto y corpulento, seria dificil para un par de niñas alzarlo por los trapecios.

Pero Darkwood me miró como si fuera un perro a punto de hacer un truco que él enseñó.

—Puede que duden de estas pequeñas damas, pero señores ¡No dejen que sus ojos los engañen!—exclamó a través del altavoz—Una de estas pequeñas niñas es una rareza única en su clase ¡Es increíblemente fuerte! ¿Quieren adivinar quien?

Mientras subía hacia las plataformas junto a Mujika, Susan hacia lo mismo con Sonju en la plataforma de en frente.

—Manténgase al borde de la plataforma, por favor.—le indiqué al sacrificio, sin mirarlo a los ojos. La mujer temblaba de pies a cabeza, pero no podía hacer nada—Lo...lamento.

Me paré al borde de la plataforma, mis manos temblaban mientras que Susan parecia lista para comenzar.

Ambas nos vimos mutuamente antes de empezar y lanzarnos con los trapecios. El publico se habia quedado en silencio, parecían tratar de descifrar lo que haríamos.

La música estaba sonando, todos nos observaban, Darkwood esperaba que todo fuera un exito.

De pronto me sentí como si fuera un producto en exhibición.

—¡Un aplauso para estas habilidosas acróbatas, señores!

El lugar se llenó de aplausos forzados, pero llegó el momento en el que Susan y yo intercambiábamos de trapecios.

Un salto, una voltereta.

Extendí mi mano...pero no llegué al otro trapecio.

No habia red abajo, como en las practicas. La caída fue rápida y el ruido seco de mi chocando contra el suelo hizo que todos se quedaran en silencio.

Tenia que pensar en algo rapido.

Habia cometido un error, un fallo de calculo en la acrobacia. Esperaba que la caída me matara, pero no sentí algún dolor que de esa señal.

Por culpa de los experimentos, ni siquiera una caída tan alta me produjo algún dolor.

—Esto es un asco...—suspiré y me levanté lentamente.

Incluso la musica se habia detenido, los reflectores me apuntaron mientras caminaba hacia Darkwood.

Aquel hombre que habia gastado tanto tiempo y esfuerzo en hacerme inmortal, habia visto como me levantaba de una caída como esa sin darle importancia.

Darkwood abrió los ojos, asombrado. Sonrió mientras no decia una sola palabra y yo le quité el altavoz de su mano.

Parecia que no le importaba mi error, pero a mi si.

—¿Acaban de ver lo que pasó?—pregunté tranquilamente, intentando mantener la idea de que todo era parte del acto—Caer al suelo es aburrido ¿No?

Planeaba esto como una sorpresa para el publico, pero ahora podria ser mi oportunidad para salvarme.

El publico estaba acostumbrado a los mismos shows de trapecio, donde los sacrificios solo morían cayendo al suelo. Yo cambiaria eso.

—¿Quieren que haga esto un poco más entretenido?—pregunté, formando una sonrisa tan dulce como mi tono al hablar.—Hyun, Hyuk ¿Podrían entrar?

Los reflectores apuntaron al par de gemelos, entonces todos voltearon su mirada a ellos.

Ambos empujaban una gran caja de regalo, incluso tenia un listón gigante en la tapa. Comenzaron a escucharse susurros intentando saber que pasaba mientras la musica se reanudaba.

Claro que no entendían nada porque solo Susan, los gemelos y yo sabíamos.

—¿Qué está pasando?—preguntó Darkwood, tapando el altavoz para que nadie escuche el hecho de que el maestro de ceremonias no entendía un carajo de la situación.

—Todo es parte del show.

Cuando regresé a esa plataforma, Mujika aún seguía ahí. No tenia idea de lo que pasaba, pero estaba obligada a no abandonar su lugar.

Respiré hondo y observé como Susan estaba en la plataforma del frente de nuevo.

Empezaríamos de nuevo, desde cero.

Me lancé una vez más, mientras sentia mi cabello balancearse y mis manos sudar.

Despues de unos segundos, tomé suficiente impulso para dar una voltereta y no fallar esta vez.

Ya saben lo que dicen, uno aprende de los errores.

Esta vez si alcancé el otro trapecio y el intercambio fue exitoso.

—¡Un aplauso, señores!—exclamó Darkwood.

De nuevo, aplausos forzados.

Aterricé en la plataforma donde estaba Sonju.

—Súbase.—apunté al trapecio.

—E-estas loca, ni siquiera tu sabes como manejar eso.

—De todas formas va a morir, suba rapido.—tomé su muñeca, pero él se opuso y trató de empujarme fuera de la plataforma.

No se si tenia miedo o era un idiota, pero todo el circo habia visto que una caída como esa no me mataría.

Supuse que intentaba ganar tiempo.

Pero...no podía permitirme el riesgo de otro error.

—No haga las cosas más dificiles.—con un empujón, un hombre tan alto y corpulento como él cayó al suelo con facilidad.—Lo siento.

—¿C-como eres tan fuerte?

—Realmente no quieres saberlo.

El dia en que intenté salvar a Hikaru, antes de que muriera, estaba atada a una silla. Las cuerdas se rompieron con tanta facilidad que pensé que eran viejas.

Pero poco despues, Darkwood me dijo que mi fuerza aumentó como consecuencia de la administración del suero.

—Olvidaba que este circo está lleno de fenómenos.

—Ignóralo...ignóralo...—comencé a susúrrame a mi misma mientras sonreía.

Tomé su muñeca y lo arrastré, luego lo lancé al trapecio con tanta facilidad que pude escuchar los aplausos del publico.

Sonju hubiera muerto de la caída, de no ser porque sus manos se aferraron al trapecio y quedó colgando.

Mantuve mi mente ocupada en un solo pensamiento: No fallar.

Olvidé el hecho de que estaba camino a convertirme en asesina y pronto no habría marcha atrás.

Ignoré los aplausos de cada persona sentada en las gradas, sabiendo que cada uno era una persona insufrible. Porque para estar en esos asientos solo tenias que ser un criminal o una persona realmente mal de la cabeza.

Me balanceé sobre el trapecio, con Sonju justo debajo y observando como pisaba sus manos.

—¿Crees que esto es gracioso?

Tal vez lo preguntó porque no habia dejado de sonreír, desde su punto de vista él estaba a punto de morir a manos de una niña pequeña que parecia burlarse de él.

Susan se balanceaba al otro lado, con Mujika, mientras los gemelos terminaban de conectar lo que habia dentro de la caja.

Un ruido inusual provino de la caja, captando la atención de todos.

—Miren esto...—Darkwood se acercó a observar como los gemelos sacaban la tapa de la caja—¿La...trituradora?

Pude ver los ojos de Sonju agrandarse hasta más no poder, una de sus manos trepó por mi pierna.

—N-no...eso no, ¡No puedo morir de esa forma!

Hay algo curioso que suele aparecer cuando alguien se siente acorralado, es un sentimiento de valentía desesperada. Pude sentir aquel sentimiento en los ojos de Sonju.

Pude ver el miedo recorriéndolo, pero ese mismo miedo me recorría a mi.

No habia nada que hacer.

Un grito me sacó de mis pensamientos, Susan habia soltado a Mujika encima de la trituradora.

La gente empezó a gritar, de emoción. Pedazos de carne saltaron y la sangre salpicó por todos lados. Era la primera vez que veía una escena tan abrumadora.

—¡Un aplauso para Susan y Mujika, amigos!—Darkwood aplaudió con una sonrisa, a pesar de que estaba manchado de la sangre que habia salpicado.

—Por favor...no lo hagas...—Sonju aún tenia una de sus manos en mi pierna.

El reflector me apuntaba.

La gente aplaudía y gritaba.

Sentí miles de agujas imaginarias pinchar mi cuerpo, todas al mismo tiempo.

—Parece que nuestra pequeña _____ se está tardando un poco.—dijo Darkwood, observándome desde abajo.—¿Qué opina nuestro querido publico? ¿Qué tal si la alentamos un poco más?

La gente empezó a silbar y gritar más fuerte, empezaron a gritar mi nombre.

—¡¡_____!! ¡¡______!! ¡¡______!!

Di un pequeño salto, sosteniéndome del trapecio con ambas manos mientras el resto de mi cuerpo colgaba y Sonju se aferraba a mis piernas.

De no ser por mi fuerza, ambos hubiéramos caído.

—¡¡Estas loca!!—gritó Sonju, trepando por mis piernas en un intento de subir al trapecio de nuevo.—¡Ambos vamos a morir!

Respiré hondo y amplié mi sonrisa para bajar mi mirada hacia él.

—No, yo planeo sobrevivir en este circo.

Solté una mano, esa era la señal para que Hyuk y Hyun me lanzaran la granada.

En cuanto la atrapé con mi mano libre, quité el seguro con mi boca y luego...

—¡¿Que crees que hace-

Metí la granada en la boca de Sonju, dejé que el panico se apoderara totalmente de él. En un intento de sacarse la granada de la boca, soltó una de sus manos de mi.

Esperé que, mientras nos balanceábamos, estuviéramos alineados con la trituradora debajo para poder empujarlo con mis pies.

Lo ultimo que escuché de Sonju, fueron sus gritos antes de que la mitad de su cuerpo sea tragado por la trituradora y la otra mitad explotara por la granada.

Pedazos de carne más grandes volaron, incluso órganos explotaron y la sangre salpicó en un alcance mayor que al de Mujika.

Me solté del trapecio a tiempo para caer al lado de la trituradora cuando ya habia explotado.

Susan se acercó a mi, preparamos nuestras mejores sonrisas y ambas hicimos una reverencia mientras el publico nos ovacionaba.

—Déjalo salir...—Emma continuó dándome palmadas en la espalda.

No habia dejado de vomitar desde que habia regresado con los demás. La imagen del show se paseaba por mi mente una y otra vez.

Miré mi ropa. Lo que antes era un traje de ballet blanco y pulcro ahora estaba manchado de sangre.

—Lo hiciste asombroso.—dijo Hyuk, con una sonrisa para mi.

—Si, estoy seguro de que Darkwood está satisfecho.—añadió Hyun—La gente parecia feliz.

De pronto llegaron varios asistentes de Darkwood jalando una gran jaula cubierta con una sabana.

No tenias que ser muy listo para saber que esos gruñidos malhumorados que se escuchaban pertenecían a Ray. Estaban llevándolo para dar el ultimo show de la noche.

—¿Qué piensan hacer...con-...—mi boca volvió al balde de vomito, ni siquiera podía armar una oración antes de que mi mente recuerde los pedazos de órganos y carne volando.

Lamentablemente, amigos mios, tengo que informarles que esta velada está llegando a su fin.—la voz de Darkwood se escuchó a través del altavoz.—¡Oh! Pero no se preocupen, esta noche ustedes son los afortunados de ver la posesión más reciente de este circo ¿Quieren saber que es?

—Parece que ese licántropo reemplazará a Nath.—dijo Susan, asomándose a ver el escenario.

Me reincorporé mientras una mano se posaba a la altura de mi estomago, luego miré a Susan cuando estaba segura de poder armar una oración sin tener que vomitar a la mitad.

—¿Qué es lo que....hacia nath?

—Era un caníbal, pero eso fue porque Darkwood lo obligaba a serlo.—respondió Anna.—Estaba obligado a matar personas y comérselas durante sus shows...pero un hombre lobo, es diferente.

En ese momento se escuchó un grito desde el escenario.

Ninguno de nosotros se alarmó, los shows se trataban de matar gente. Lo que llamó la atención de todos fue que el publico afuera comenzó a alborotarse.

—Oigan....creo que ese es un....—Susan retrocedió rápidamente—¡Ray acaba de escapar!

—¿Q-que dijiste?

Me acerqué solo para asomarme, mientras la gente empezaba a tomar posición alerta.

El licántropo se habia escapado de su jaula en medio del show.

8822
✩︶꒦꒷ ୨୧꒷꒦︶✩

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top