𝐯𝐢𝐢. 𝐭𝐢𝐭𝐥𝐞 𝐨𝐟 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐬𝐞𝐱 𝐭𝐲𝐩𝐞

(gif: jess pleads for cherry to guard his secret)


Cherry estaba en su casa desde la escuela, caminando cansadamente por las calles de Stars Hollow antes de encontrarse con Dean. Estaba parado afuera de la casa de las Gilmore, fregando el auto de Rory con jabón y una esponja. Frunciendo el ceño, Cherry se acercó lentamente, un poco insegura.

—¡Dean! Hola. ¿Qué estás... Rory te pidió que lavaras su auto? —Dean levantó la vista, sonriendo levemente a su mejor amiga mientras se limpiaba el sudor de su frente.

—¿Qué? No, la estaba esperando y su auto se veía sucio así que pensé en lavarlo.

Cherry hizo una mueca, miró a su alrededor y notó que no había ninguna luz encendida en la casa. —Eso es... amable de tu parte, Dean. Pensé que Rory dijo esta semana que tenía un proyecto escolar realmente importante.

Él suspiró, dejando la esponja a un lado. —Oh sí. Supongo que lo olvidé.

Un silencio los llenó cuando Cherry cambió su peso de una pierna a otra. Tenía un mal presentimiento por la pareja. Poco a poco había quedado más y más claro que Rory y Dean se estaban distanciando, y que la chica de ojos azules parecía estar siempre ocupada estos días, con la escuela y Lane. Y esa separación parecía estar pasando factura a Dean, ya que se aferraba desesperadamente a la relación. Y eso lastimó a Cherry, porque no quería ver lastimado a su mejor amigo.

—Dean... ¿Tú y Rory pelearon?

El castaño se volvió a verla, ligeramente alarmado. —No. ¿Por qué? ¿Te dijo algo? Oh, Dios. ¿Qué te dijo? ¿Está molesta conmigo?

—No, no. —interrumpió Cherry, callando el nerviosos balbuceo de Dean. —Yo solo... este es mi punto de vista, puedo estar equivocada, pero parece que las cosas entre ustedes no van bien últimamente. 

—Solo quiero que las cosas sean como antes. —dijo Dean, desplomándose mientras se apoyaba en el auto. Cherry sonrió suavemente, apretando su hombro para consolarlo antes de darle una palmadita.

—Las cosas siempre están cambiando, Dean. Intenta aceptarlo. Si tratas de aferrarte demasiado al pasado, te perderás lo que está sucediendo ahora y te dejarás llevar.

Dean sonrió levemente, levantando las cejas a la chica rubia de cabello rizado. —¿Desde cuando te volviste tan inteligente?

Cherry sonrió, moviendo su cabello rubio detrás de su hombro. 

—¿Yo? Siempre, simplemente nunca me escuchas. —los dos se sentaron en un cómodo silencio mientras Dean vertía el consejo de Cherry. —Bueno, nos vemos en el trabajo. Necesito estar llegando a casa. —antes de que tuviera la oportunidad de irse, Dean se mordió el labio inferior.

—Espera, Cherry. —la rubia volteó, mirando a su mejor amigo expectante. —Eres amiga de Jess, ¿verdad?

Ella suspiró, asintiendo. —Mas o menos. Y sé que no te agrada, pero debajo de esa capa de viejo cascarrabias en realidad es...

—¿Le gusta Rory?

Cherry comenzó a reír, sacudiendo la cabeza. —¿Jess? No. Quiero decir, él no lo ha dicho, pero honestamente no puedo imaginármelo. No tienes nada de qué preocuparte de todos modos, Rory está muy enamorada de ti. —Dean asintió, un poco escéptico, permitiendo que Cherry se alejara. Pero mientras lo hacía, la pregunta de Dean rebotó en su mente, haciéndola menos segura de su respuesta.

¿Era posible que a Jess le gustara Rory?











Otro día terminado en la escuela, tan aburrido y poco interesante como los demás. Por suerte, la profesora de biología había permitido que su clase saliera unos minutos antes. Al pasar por un salón de clases, Cherry se asomó para ver a Jess sentado al final de la clase, leyendo y garabateando en los márgenes de un libro mientras el resto de la clase terminaba un examen.

Jess miró hacia arriba, sonriendo sarcásticamente a Cherry. Ella puso los ojos en blanco, saludándolo mientras sacaba la lengua. Jess levantó su dedo medio, pero mientras lo hacía, la maestra se dio la vuelta. No fue lo suficientemente rápido, y la maestra cruzó los brazos sobre el pecho.

—¿Señor Mariano, puedo preguntarle a quién le dedica su dedo medio? 

Se risas de parte de la clase resonaron en el lugar, y Jess se recostaba en su silla. 

—No, señora. No puede. —antes de que la maestra pudiera regañarlo, sonó el timbre, indicando el final de la jornada escolar. Los otros compañeros de clase entregaron su examen mientras Jess salió corriendo, alcanzando a Cherry mientras ambos caminaban por el pasillo para salir de la escuela.

casi haces que me meta en problemas, chewbacca. 

Cherry puso los ojos en blanco hacia Jess, manteniendo un fuerte agarre de sus libros escolares en sus manos. —¿Yo? Solo estaba siendo una buena persona y saludándote. No es mi culpa que seas tan jodidamente grosero.

—Lenguaje. Quién diría que tendrías una boca tan sucia. 

Cherry sonrió. —Titulo de tu video sexual. 

Jess se burló, empujándola. —Como si alguna vez hubieras tenido sexo.

—Jessica, ¿haces mamadas con esa boca? —se sonrieron los dos, fingiendo estar molestos, cuando en realidad disfrutaban de la compañía del otro. Jess nunca lo admitiría, pero Cherry no era tan mala. —Sabes, he hablado con todos en este pueblo y son mucho más encantadores que tú.

—Eso debe haber tomado un tiempo. ¿De verdad estás tan obsesionada conmigo?

—No tan obsesionado como tú con molestar a Dean. —Jess gimió ante la mención del chico alto y larguirucho, tirando de su cabello oscuro mientras jugaba con la pluma en sus dedos. —¡Vamos! Cree que te gusta su novia, lo cual es ridículo, en realidad, porque no te gusta Rory. —Jess se quedó callado, haciendo que Cherry lo mirara fijamente. De repente, la pregunta de Dean volvió a aparecer en su mente, y esta vez no se sintió tan estúpida. —Espera... ¡¿te gusta Rory?!

Los ojos de Jess se abrieron, asegurándose de que nadie a su alrededor escuchara mientras hacía callar a la chica rubia. —Por qué no dices eso más fuerte, no creo que todo el pueblo te escuchara.

Cherry siguió mirándolo como si estuviera loco, sin saber qué decir o hacer. —Oh, Dios... ¿entonces es verdad? Después de todo, Dean tiene una razón para ser tan paranoico.

—Cherry, si sigues hablando de eso quizás tenga que matarte. —dijo Jess inexpresivamente, haciendo que Cherry sonriera. Finalmente tenía algo sobre Jess. Algo con que amenazarlo. Retrocedió lentamente y Jess la miró fijamente.

—Jess y Rory se quieren besar-¡oh, por Dios! —chilló Cherry, comenzando a correr mientras Jess la perseguía. Los dos esquivaron a los otros estudiantes mientras salían de la escuela, corriendo por la hierba. —Se gustan, se quieren, se besan sus bocas, se pasan el chicle- ¡Ah! —Jess la empujó hacia la hierba mientras Cherry echaba la cabeza hacia atrás riendo, retorciéndose bajo su agarre cuando Jess colocó su mano sobre su boca, haciendo que no pudiera entender lo que decía. Cuando Cherry dejó de retorcerse, levantó una ceja.—Está bien, te dejaré ir ahora. Si cantas esa estúpida canción otra vez, el mano volverá. ¿Comprendido?

Cherry asintió rígidamente y Jess retiró su mano. La rubia lo mira fijamente, toda risa desaparecida. —¿De verdad te gusta?

Jess suspiró antes de acostarse en el césped junto a ella. El silencio cayó sobre los dos mientras los estudiantes que pasaban los miraban con curiosidad, susurrando entre ellos. 

—Nunca me ha gustado nadie antes. —admitió, mirándola de soslayo.

—Pues que mala suerte ahora que te guste una chica que tiene novio. —Jess volteó a mirar al cielo de nuevo, no gustándole que le recordaran ese hecho. Jess ni siquiera estaba segura de si le gustaba Rory de esa manera. Simplemente disfrutaba hablar de libros con ella y quería impresionar a la chica de ojos azules. Pero, ¿era eso realmente gustar de alguien? Él no lo sabía. —¿Es por eso que has estado jodiendo con Dean?

—No. Simplemente no me agrada, eso es todo. —dijo Jess sin rodeos, haciendo reír a Cherry, suspirando suavemente. —Nunca la besaría primero si está saliendo con otra persona. Pero se le permite tener amigos hombres.

—Tienes razón. Lo siento.

Jess levantó una ceja hacia ella. —Tienes que prometerme que no le dirás a Rory, ni a nadie, de hecho.

—No lo haré... Si hacemos pinky promise. —Jess bufó, sacudiendo la cabeza. Una vez que vio que Cherry hablaba en serio, le dirigió una mirada inexpresiva antes de ofrecerle su dedo meñique. Cherry sonrió, envolviendo felizmente su propio dedo meñique alrededor del de Jess. —Te prometo que no le revelaré a nadie la naturaleza de los sentimientos de Jess Mariano por una chica de Chilton.

Los dos se sentaron y Cherry sonrió al ver pasar a Lane. —Oh, mira, es Lane. ¿No le encantaría saber que tienes un crush en su mejor amiga?

Jess la miró alarmada, agarrando su muñeca. —¡Oye! Teníamos un pacto. Y no lo llames 'crush'.

—¿Y qué vas a hacer, atacarme con tu gel exfoliante?

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