O51 ▬ paper rings


🧬 RIDE OR DIE !
fifty—one; anillos de papel

La suave brisa chocó contra mi rostro apenas pisé Alexandria, como si fuera una especie de "bienvenida de vuelta" y sinceramente se sentía demasiado bien volver a casa.

Caminé junto a Carl hacia donde provenía la risa de Judith, pues el sonido de su risa retumbaba por toda la comunidad haciendo que todos allí reconocieran a la más pequeña de los Grimes.

Carl y yo compartimos miradas y salimos corriendo directo hacia Judy. Una vez que estuvimos frente a ella, el ojiazul fue el primero en casi aventarse hacia su hermana para abrazarla con fuerza. Cuando los hermanos Grimes se separaron, Judith vino corriendo hacia mí, yo la recibí gustosa y la abracé fuertemente.

Alcé mi vista encontrándome con Rick y Carl abrazados con fuerza. Sonreí al verlos y mi atención hacia ellos se vio interrumpida al sentir un brazo rodear mis hombros. —Hola Michonne —la saludé y la morena me regaló una sonrisa.

—Es bueno tenerlos de regreso —dice Rick al verme, tocando mi hombro y dando un leve apretón con una sonrisa sincera.

Ahora que hemos regresado me es extraño no estar todo el día con Carl, pues cuando estábamos en Hilltop pasábamos 24/7 pegados como chicles. Compartíamos habitación, paseábamos juntos por toda la comunidad, cuidábamos a los niños y dormíamos juntos. En Hilltop sólo éramos él y yo, pero ahora, regresar a Alexandria fue tenernos que separar de nuevo ya que él se encuentra con los Grimes y yo con mamá y Eugene.

Y para ser sincera, se sentía un poco raro no tener a mi chico pegado a mí como garrapata, pero no lo culpo, yo soy igual con él. Daryl y Vik nos llaman "la pareja garrapata", obvio el apodo fue idea de mi querido amigo Vikram Dixon.

—¿Cómo te sientes al regresar a casa? —me pregunta mamá desde la cocina.

Alzo la mirada para encontrarme a mi madre saliendo de la cocina. Dejo a un lado mi dibujo y me levanto a ayudarle al ver que trae un plato lleno de waffles. Le sonrío para después sentarme enfrente de ella. —Es lindo volver a casa —digo, tomando su mano mientras ella mantiene una sonrisa sincera.

—Te extrañé demasiado, cariño —una de sus manos se dirigió a tomar mi mejilla con delicadeza para comenzar a acariciarla con demasiada sutileza.

Sonreí ante su acto. —Yo también, mamá.

—Nuestros padres van a matarnos, Carl —murmuré en voz baja al ver la hora que marcaba mi reloj de muñeca "10:45 p.m."

—No si no se enteran —dijo, con una sonrisa ladina en sus labios, aferrando más mi mano a la suya.

Lo miré con asombro ante su repentino comportamiento, no es como si fuera la primera vez que nos escaparamos juntos de casa. El frío viento chocó contra mi cuerpo, provocándome un escalofrío, Carl notó esto y dejó de caminar para quitarse su chaqueta y colocarla encima de mis hombros para después depositar un largo y cálido beso sobre mi frente. Le sonreí como agradecimiento, él ante esto me sonrió para volver a tomar mi mano y seguir caminando por las calles de Alexandria.

Él nunca me dijo el por qué me sacó de mi casa a las diez, casi once de la noche para dar un paseo "normal" por Alexandria, solo llegó a mi ventana lanzando rocas así que me escapé de mi casa para salir junto a mi novio, algo muy cliché por cierto, sin embargo eso hacía que me enamorara más del ojiazul. Incluso me atrevo a decir que estoy viviendo mi noviazgo como si se tratase de algún libro de romance bastante cursi, obviamente quitando todo el caos que nos rodea, aún así amo sentirme de esta manera con él.

—Aún no me dices a dónde vamos, cariño —murmuro encima de su hombro, aferrando más su chaqueta a mi cuerpo al sentir el frío que calaba mis huesos.

—No te desesperes, amor, ya pronto llegaremos.

Al escucharlo decirme amor hizo que un enorme sonrojo apareciera en mi rostro haciendo que pareciera un tomate gigante con piernas y brazos. Él nunca me había llamado así —a pesar de llevar dos años de noviazgo—. Sus apodos siempre suelen ser "bonita, linda, muñeca y preciosa", al acostumbrarme a esos, pues que me llamara así me tomó por sorpresa pero no me molestó, al contrario, una sensación reconfortante apareció en mi pecho y una enorme sonrisa se mostró en mis labios.

Caminamos uns minutos más hasta que llegamos al lago, me quedé estática viendo lo que había en la orilla. Una manta extendida en el césped con unas pequeñas velas alrededor de esta y un ramo de rosas rojas en una de las esquinas de la manta. Cubrí mi boca con mis manos con sorpresa al ver a mi novio parado, rascando su brazo con nerviosismo. Corrí hacia él y me enganché a su cintura con mis piernas, mientras me sujetaba de mis muslos, en un movimiento perdió el equilibrio haciendo que ambos cayéramos, con la ligera comparación de que yo caí encima del ojiazul. —¿Estás bien? —pregunté preocupada al ver a mi chico con su ojo cerrado.

Mi preocupación se esfumó al escucharlo reír y a los pocos segundos me uní a sus risas. 

—¿Te gusta? —pregunta, acomodándose para apoyar su peso sobre sus antebrazos, echando su cuerpo hacia atrás.

Asentí con una sonrisa. —Me encanta —murmuré embobada, inclinándome a él para besar sus finos pero suaves labios.

—Oye —dice una vez que nos separamos —, sé que te estás preguntando por qué rayos estamos aquí, pero tengo una explicación muy lógica para esto.

 Me quedé en silencio, indicando que podía seguir hablando.

—Te amo, Nydia. Te amo desde el primer momento que te vi en aquel vagón de Terminus y le sacaste filo a mi pedazo de madera —solté una risita al recordar ese momento —. Te amo desde la primera vez que me llamaste idiota o cuando me apodaste como Woody barato... Cuando peleábamos como perros y gatos por cualquier simple cosa lo único que podía pensar era en lo jodidamente linda que eres y creo que esa fue la principal razón por la cual me "desagradabas", no quería que tú me gustaras porque sabía que tarde o temprano iba a acabar mal, sin embargo, me arriesgué y míranos... Justo ahora estoy diciéndole esto a la chica más hermosa que jamás haya visto en toda mi jodida vida... Eres la persona por quién daría mi vida sin pensarlo dos veces —durante todas sus palabras sujetó mi mano con fuerza mientras yo lo veía con amor y adoración.

Carl suelta mi mano para meterla en uno de sus bolsillos, a la vez que se hinca sobre una rodilla frente a mí. —Nydia Ford, ¿me harías el gran honor de convertirme en tu esposo? —al finalizar su propuesta enseñó el hermoso anillo con un pequeño diamente en el centro.

—¡Oh Dios, por supuesto que sí! —exclamé, mejor dicho, grité con una emoción inmemorable.

El ojiazul tomó mi mano izquierda para colocar el anillo sobre mi dedo anular. Salté hacia él para rodear mis brazos al rededor de su cuello y besarlo como nunca lo había hecho, pero la emoción recorría todo mi ser y no podía ocultarlo.

—Futura señora Grimes —dice, juntando nuestras frentes y soltando una ronca risa.

—Me encanta como suena eso —sonreí, apoyando mi cabeza en el hombro de mi prometido.

La puerta se cerró con brusquedad detrás de mí y apenas me dio tiempo de ver que había cerrado de manera correcta pues Carl volvió a acorralarme entre la pared para volver a besarme, ahora con más intensidad.

Me sorprendió el ritmo con la que aceleró la situación, pero no reproché, al contrario, mi chico es quien toma las riendas en esta ocasión.

Mi cuerpo se tensó un poco al sentir las manos del ojiazul recorrer toda mi silueta con delicadeza, sin dejar de besarme en ningún momento. Sus labios se movían con rapidez pero sin ser tan desesperado, aunque sabía que lo estaba. Nos separamos al sentir la dichosa necesidad de tener que respirar y ahí fue cuando pude ver a Carl con su tan pupila dilatada que juraría que el azul de su ojo había desaparecido... Sus labios rojos e hinchados, su cabello desordenado, su respiración agitada y los primeros botones de su camisa desabrochados.

Se ve como un jodido Dios Griego.

Sin esperar un segundo más volvió a besarme, ahora poniendo sus manos alrededor de mi cuello ejerciendo un poco de presión pero sin ahorcarme.

Jesús bendito no sé que hacer en este momento.

Él se separó de mí para mirarme, su pulgar acarició mis labios con suavidad provocandome un escalofrío. —Te ves tan jodidamente hermosa así —susurró en mi oído.

—¿Así como?

—Teniendo yo el control sobre ti en estos momentos.

Y con esas palabras quitó sus manos de mi cuello para reemplazarlas con sus labios que ahora se encontraban dejando besos en toda esa zona hasta mis clavículas. Dejando un camino de besos húmedos.

En la habitación solo se podía escuchar el sonido de sus labios sobre mi cuello y los suspiros que soltaba al sentir esa sensación.

Dios te doy gracias por hacer a semejante hombre.

Enrollé mis piernas en su cintura y él dio unos cuantos pasos hasta dejar mi cuerpo recostado encima del colchón. Se colocó encima de mí sin apoyar todo su peso.

—Linda, no voy a continuar si tú no quieres. No voy a obligarte a nada.

—Carl, quiero continuar —dije con firmeza, metiendo mis dedos entre su sedoso cabello.

Mi prometido entendió y continuó besando mi cuello, solo que esta vez succionaba pequeñas partes de mi piel, haciendo que inconscientemente ladeara mi cabeza para que el ojiazul pudiera tener más acceso a esta zona.

Se separó de mí para poder quitarse su camisa y aparté levemente la mirada de manera nerviosa y con un gran sonrojo en mis mejillas.

Señor, gracias por escuchar mis plegarias.

































────── (🪐) AUTOR'S NOTE

holaaaaa, primero que nada..... no me vayan a funar q chillo JAJAJJA

pero sí, CARL Y NYDIA SE NOS CASAN, JODER SOY LÁGRIMAS

no tengo más palabras para explicar mi alegría en estos momentos con ellos 😭💗 así q hice memes por qué... por qué sí

memes time ¡!


diivolved ♡

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top