O25 ▬ forest
🧬 RIDE OR DIE !
twenty—five; bosque
La vida de todos había cambiado considerablemente desde ese día. Unos perdieron más que otros. Enid y yo habíamos perdido a un gran amigo, Rick casi pierde a su hijo y perdió a Jessie. Vikram perdió a su mejor amigo y novio, me enteré ese mismo día... Perdí a mi pequeño Sammy, Carl perdió un ojo y los demás perdieron la tranquilidad.
Definitivamente Carl y Vikram tuvieron más impacto sobre lo que pasó. Carl se volvió más frío, más distante y un poco más agresivo después de perder su ojo y Vikram dejó de hacer sus estúpidos y carismáticos chistes, y se alejó de todo y de todos... Incluyendo de Daryl, él cual, estaba demasiado preocupado por el estado de su hijo.
Raramente, bueno, no era nada raro que después de lo que pasó me volviera más cercana a Carl. Supe que debía disfrutar a las personas mientras seguían aquí y lo supe después de perder a personas que realmente quería y apreciaba. Personas especiales y que siempre llevare en mi memoria.
El primer mes fue el más difícil. Y fue el único en el que pude estar junto a Vik porque se alejó y era extraño pasear por las calles de Alexandria y no ver a mi amigo ojiverde haciendo cualquier tontería como hablar con hormigas o creerse un Teletubbie. Y Carl, mi pobre Carl... Se volvió sumamente cuidadoso con todo y torpe, debido a que aún no se acostumbraba a sólo tener la mitad de su vista. Al principio, él no quería que lo viera. Tal vez porque cuando estuvimos en el árbol le dije que tenía lindos ojos... Aún así me quedaba hipnotizada por ese brillante azul en su único ojo y me encantaba.
Era raro que de un cuarteto sólo quedáramos tres. No era lo mismo. Y Alexandria se sentía vacía sin los Anderson. Hacía falta ver el hermoso cabello rubio de Jessie paseando por ahí, escuchar la risa de Sam y oír la voz de Ron.
Todo había cambiado y no sabía como sobrellevarlo.
Ron era la persona por la que no me hundí. Ahora no está él, pero hay alguien que se quedó conmigo y no se rindió, Carl Grimes.
El ojiazul se quedó ahí cuando ya estaba perdida. Le agradezco por tanto.
Acomodé el gorro negro de Ron sobre mi cabeza y seguí caminando detrás de Grimes.
Algo que se había vuelto una costumbre era venir al bosque a estar solos. Al parecer él entendió la razón por la que venía aquí afuera.
—Carl, detente —le dije y me agaché para recoger un globo desinflado de color azul metálico en forma de estrella y llevaba un sobre con una carta adentro.
—¿Qué dice?
Abrí la carta pero no era legible debido a que estaba mojada y la tinta se había chorreado. —Se mojó. Se borró todo —entrecerré los ojos para agudizar mi vista pero era en vano.
—Vamos —dijo para seguir caminando.
—No parece muy viejo —mencioné y seguí examinando el papel.
—¿Y?
—No podemos leer lo que escribieron, pero solo con hacer esto ya están diciendo algo —murmuré.
—¿Qué? —me cuestionó.
—No estamos solos.
Pude ver que fruncía levemente la nariz. —Eso ya lo sabíamos. Lo vimos. Lo viste.
Suspiré. —Yo... Lo sé, es sólo que... que quiero pensar en otras cosas.
—Lo siento —murmuró.
Alcé mi mano restándole importancia. —No hay problema. En fin... —saqué unos cómics de mi mochila —Feliz cumpleaños atrasado —sonreí, entregándole el manojo de cómics.
Él entre abrió su boca con sorpresa y los tomó. —No lo olvidaste.
Negué. —Es difícil olvidarlo cuando Rick andaba como loco buscando papel para envolver tu regalo. Además, quería leerlos yo primero —ladeé levemente la cabeza.
El ojiazul negó con una sonrisita. —Gracias.
Seguimos caminando en silencio hasta que llegamos a "nuestro lugar". Aunque realmente ese era el lugar de Enid y mío pero ella ya no le gusta venir tanto aquí afuera.
Suspiré con pesadez, tratando se alejar esos deprimentes pensamientos de mi cabeza. Me senté en el suelo y Carl se sentó a mi lado mientras abría la pequeña caja de metal que estaba ahí, donde guardábamos cosas raras. Una de esas cosas es una piedra en forma de perro que encontramos cerca de un riachuelo.
Carl guardó los cómics en la caja y solamente se quedó con uno para leerlo durante nuestro tiempo aquí afuera. Abrí mi mochila y saqué los bocadillos y mi libreta de notas.
—¿Quieres? —pregunté, extendiéndole la bolsita de trozos de chocolate.
El ojiazul no dijo nada, sin embargo, metió la mano y sacó un puñado del dulce para después abrir su cómic y comenzar a leer mientras comía.
—¿Qué escribes? —preguntó con curiosidad y lo miré.
Me encogí de hombros. —Lo que pienso. A veces escribo cuanto odio el mundo y al siguiente cuanto amo la vida, o dibujo lo que sea. Raro, pero es una forma de desahogarme, ya sabes... No quiero agarrar eso —mi mirada se dirigió a la cajetilla de cigarros que estaba adentro de la caja.
Él me sonrió y puso su mano sobre la mía. —Estoy orgulloso por tu esfuerzo —habló y acarició mi cabello mientras me dedicaba una sonrisa más grande.
Sonreí algo apenada y seguí escribiendo.
—¿Puedo leer? —señaló mi libreta, y yo asentí y le tendí mi cuaderno.
Carl fruncía de vez en cuando la nariz mientras leía las palabras que le dedicaba a las personas que me importaban, y en ese momento agradecía que no estuviera en la página donde está todo lo que pienso sobre él. Qué vergüenza si llega a leer eso.
—¿A quién le escribiste esto? —señaló dos párrafos.
Extraño jugar contigo en la nieve, pasear por el barrio mientras me contabas tu día en la escuela, comer dulces hasta que nos duela la barriga y reírnos por la más mínima cosa. Pero te fuiste y no me pude despedir.
No te lo pude decir pero en algún momento tu voz, tu risa, tu existencia... Calmaron por completo mi mundo y me hicieron muy feliz. Te extraño.
Sonreí con nostalgia. —A mi hermano. Él tenía la edad de Sam. Y a Ron —suspiré y quité el gorro de mi cabeza para acariciarlo y estrujarlo en mi pecho. Era el gorro que él siempre usaba y de alguna forma me hacía sentir que él estaba ahí.
Carl no volvió a hablar del tema pero sacó un pedazo de chocolate y lo acercó a mi boca. —Abre —ordenó y yo solté una risita pero hice lo que me indicó.
Él me dio de comer en la boca... Qué raro.
El ojiazul llevó su mano a mi mejilla y la rozó levemente con su dedo. Relamí mis labios y evité a hacer contacto visual con él porque sabía que me sonrojaría si lo hacía.
Nos pusimos alerta al escuchar pisadas y de inmediato nos levantamos del suelo.
—Escóndete —mencionó mientras se colocaba su sombrero y sacaba su arma, poniéndose de cuclillas.
Negué y también saqué mi arma. La levanté a la altura de mis ojos y comencé a buscar con la mirada a algún caminante o persona que rondaba por ahí.
Bajé mi revolver cuando vi que eran Michonne y Spencer.
—¿Qué hacían? —le pregunté pero se encogió de hombros.
—No sé. Tal vez vayan a buscar provisiones
El ojiazul se volvió a sentar en el suelo pero estaba inquieta y quería irme a casa con mis padres a jugar cartas o lo que sea.
—Debemos irnos antes de que nos vean —murmuré entre dientes, pasando mis dedos por el sedoso cabello de Grimes.
Carl no dijo nada, sólo se puso de pie y guardó su cómic. —Está bien —masculló para después caminar.
Resoplé algo frustrada.
Aún me costaba entenderlo pero trataba de hacerlo.
Nos detuvimos cuando escuchamos a un caminante. El ojiazul sacó su revolver. —Carl —lo llamé para que no lo hiciera. Sólo era uno.
—Michonne anda por aquí. No pienso dejarlo —respondió con simpleza y silbó para llamar la atención del muerto.
Rodé los ojos con cansancio. Entendía que Michonne es importante para él pero no puedo evitar sentir algo de rencor después de que atravesó el cuerpo de mi Ronny con su katana enfrente de mí. No había necesidad de hacerlo...
El caminante se dio la vuelta y nos quedamos sorprendidos al ver que era Deanna.
—Vamos —nuevamente la llamó.
—¿Qué haces? —cuestioné al ver que guardaba su arma.
Él me ignoró y siguió llamándola.
—¿Qué haces? —volví a preguntar, alzando la voz.
—Vete.
Desfundé mi cuchillo. —Deberíamos matarla.
Carl me miró con reproche. —Vete a casa.
Negué.
—Nydia —reprochó.
—Esto es una idiotez. Deberíamos matarla.
Di unos pasos con la intención de acabar con su "vida", pero Carl me agarró del brazo para evitar que lo hiciera. —Suéltame —forcejeé.
—¡Sólo vete! —exclamó.
Iba a reprochar pero Deanna me había agarrado del brazo y entré en pánico porque Carl me sujetaba del brazo donde tenía mi cuchillo y no me podía defender.
Grimes tumbó al caminante al suelo y me miró con molestia. —No la matarás.
—¿Qué demonios sucede contigo? —pregunté mientras sobaba mi brazo.
—No lo entenderías —murmuró con su vista en Deanna —. Querías irte a casa. Tú lo dijiste. Así que vete a casa.
Bufé. —Sí, eso dije... Pero quería irme contigo —me di la vuelta y comencé a correr.
—Ya llegué —papá entró a la casa y se sentó en el sofá.
—Que bueno que llegas, Abraham —dijo mamá saliendo de la cocina —. Iré a ver a Maggie, ya sabes, preparativos del bebé.
Sonreí y mordí mi mejilla para evitar soltar un chillido de felicidad.
A todos nos emocionaba que Glenn y Maggie estuvieran esperando un bebé, un pequeño Glenny. Imaginarme a mi coreano cargar a su bebé me daba felicidad, una inmensa felicidad y ternura.
Después de ese día, muchas casa quedaron deshabitadas, y como era de esperarse. El grupo se separó para no quedar amontonados en una sola casa.
Prácticamente, mi hogar era la casa Ford Espinosa y los cuatro estábamos ahí. El grupo original, por así decirlo.
—Nydia, ¿quieres acompañarme? —me preguntó.
Negué. —Quisiera pero le dije a Rick que cuidaría a Judith esta tarde y me quedaría a dormir con ella. Al parecer, ella se volvió apegada a mí —solté una risita.
—¿Vas a ver a Judith o a Carl? —mamá me hizo burla y yo negué.
Papá se quedó confundido. —¿Qué hay entre el mocoso Grimes y tú, Nydia Ford?
—Nada... Basta, se desviaron del tema —me levanté de la silla —. Ya me tengo que ir con Judy, no me esperen para cenar.
Comencé a subir las escaleras pero aún así escuché como mis padres murmuraban entre sí sobre "mi relación con Carl".
────── (🪐) AUTOR'S NOTE
vengo a explicar un poco sobre las edades porque tal vez sea confuso.
Carl y Nydia se conocieron cuando tenían 13 a nada de los 14 y pasaron los meses en la carretera que, durante ese tiempo, cumplieron los 14. Estuvieron en Alexandria por unos 4/5 meses y pasaron 3 meses después de que Carl perdiera el ojo (Carl es capricornio de diciembre y Nydia es aries de marzo).
sé que así no va la cronología de la serie pero yo la puse así para que mi fic tuviera sentido para los planes que tengo en el futuro
si tienen otra duda no duden en dejarla en los comentarios y con gusto la responderé <3
unos ejemplos de las notas mal editadas de Nydia JAJAJ
PREGUNTA: ¿quién creen que es el niño?
diivolved ♡
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