🧬 RIDE OR DIE !
sixteen; lo sé

El humo salía de mi nariz, uno de mis brazos estaba apoyado en las tejas del techo y físicamente estaba en el techo de la casa pero mentalmente estaba en las nubes.

Desde que llegamos a Alexandria —casi un mes— no había agarrado el tabaco para nada, pero hay días en los que ya no puedo, ya no puedo dormir ni pensar en otra cosa. Últimamente mi mente está divagando, como si estuviera en un barco y se alejara de todo y de todos, y es frustrante estar aquí pero a la vez no.

El cielo tenía colores cálidos indicando que ya estaba por anochecer.

Los niños pequeños corrían por las calles, el grupo ya tenía trabajos, íbamos a la escuela. Todo era como antes, aunque nunca será lo mismo. El ambiente en la comunidad era hogareño, cálido y amable.

Me alegraba saber que estas personas no sufrieron lo que los demás sufrimos, que nunca tuvieron que pasar hambre o sed, o caminar hasta ya no sentir las piernas y que te conviertas en un caminante más. Me sentía feliz pero no podía evitar sentir envidia. Envidia de aquellos niños que eran felices, envidia de aquella comunidad donde no pasó nada.

¿Qué hay de mis padres?

¿Qué hay de mí?

¿La respuesta? Absolutamente nada.

No había nada para mí. ¿Mi familia? Mi familia ya se está adaptando a Alexandria y en cierta parte yo también, pero hay días en los que siento que no encajo aquí, que yo no debería estar ahí.

Volví a dar una calada, esta vez reteniendo por más tiempo el humo.

A mis espaldas se escuchó que la puerta de la habitación se abría y entré en pánico. —¿Nydia? —era Ron, y estaba usando el mismo tono que Carl había usado conmigo ese día en la iglesia.

—¿Qué haces aquí, Weasley? —el humo salía mientras hablaba.

Ron salió de la ventana y se sentó a mi lado. —Más bien, ¿qué haces?

—Es muy obvio lo que hago, ¿no? —dije con ironía.

Él hizo una mueca de preocupación, le tendí el cigarro y Ron lo tomó sin saber que hacer. —¿Para qué?

Hice un ademán como si estuviera sosteniéndolo con mis dedos y me lo llevaba a la boca.

Frunció el ceño.

—Ron... ¿crees que no he visto esto? —señalé las marcas de sus muñecas, provocando que titubé un poco y de inmediato las cubrió —Las vi en la mañana. No quise decir nada porque estaban todos ahí pero ahora estamos tú y yo solos... ¿Quieres hablar?

Se quedó en silencio por un rato, mirando el cigarrillo. —¿Me escucharás?

Fruncí el ceño. —Claro que lo haré... Eres mi hermano.

Ron se conmovió con mis palabras y cerró sus ojos con fuerza para evitar que las lágrimas salgan.

—Es mi papá —suspiró con pesadez —. Él es un violento... Antes de todo esto, si lo era, pero no llegaba a golpearnos. El virus llegó y todo se fue por la borda —llevé mi mano a su espalda para dar pequeñas palmaditas de apoyo —. Mi mamá hace todo lo posible para que no nos golpee, a mí y a Sam... Sólo una vez golpeó a Sam hasta dejarlo inconsciente, esa noche fue horrible —un escalofrío recorrió mi cuerpo al escuchar las palabras de Anderson —. Cuando papá quiere golpear a Sam siempre me pongo enfrente de él y... —él levantó su camisa dejando ver moretones y cicatrices.

Cubrí mi boca con mi mano horrorizada. —Ron...

—No me importa recibir los golpes —me miró con los ojos vidriosos —, yo no quiero que Sam crezca siendo golpeado. Es un niño.

—Tú también eres un niño, Ronny —murmuré.

Él se encogió de hombros. —Soy el mayor... —susurró con dolor.

Lo abracé por los hombros, atrayéndolo más hacia mí. —Podemos decirlo, pueden salir de ahí, pueden...

Me interrumpió. —Deanna lo sabe.

—¿Lo sabe? —pregunté atónita. Nunca creí que Deanna fuera una persona que permitiera eso.

—Sí, y no hace nada al respecto porque es el único doctor en la comunidad... Es una mierda.

Apoyé mi cabeza en su hombro, quité el cigarrillo de sus manos y le di una calada.

Ron apoyó su cabeza sobre la mía. —¿Y tú? ¿Por qué fumas?

Exhalé el humo. —Trastorno postraumático, o bueno, eso dice Eugene —de reojo vi que fruncía su ceño —. En teoría estoy loca. Alucino y oigo las voces de mis padres —bufé —. Y esta mierda —alcé el cigarro —despeja la mente.

Él me quitó el tabaco de los dedos y se lo llevó a la boca para darle una calada. Su desesperación por estar tranquilo se notaba. Con algo de dificultad sacó el humo. —Mierda... tienes razón —dijo para volver a darle una calada.

Ambos estábamos rotos. Dos adolescentes con problemas tratando de aparentar la vida perfecta. Ambos adolescentes que querían morir aunque en realidad querían vivir.

—Ahora... tú eres la loca y yo el de problemas paternales. ¡Gran dúo! ¿no? —dijo con ironía.

—Ronny, no quiero que te hundas con esto, pero tampoco quiero que sigas lastimándote —mordí mi labio con frustración.

Anderson entrelazó nuestras manos. —Ambos nos estamos hundiendo... Mejor hagámoslo juntos.

Los dos nos acostamos en el techo, con nuestras manos entrelazadas y mirando el anochecer. —¿Dúo dinámico con traumas? Sí, definitivamente si somos.

Ron soltó una risita, pasándome el cigarrillo. —¿Crees que nuestras vidas alguna vez van a cambiar para bien?

Lo miré e hice más fuerte el agarre de nuestras manos. —Yo creo que sí. Tiene que... Mi vida definitivamente mejoro cuando te conocí a ti, a Enid y a Vik —mi vida comenzó a mejorar cuando conocí al grupo.

A todos le había cogido cierto cariño. Incluso a Carl. Por más raro que suene, le tenía una pizca de cariño a ese niño molesto, aunque no quisiera admitirlo, ya no me imagino mi vida si Carl no estuviera en ella.

El canto de las aves se dejó de oír, ahora sólo se oía el viento chocar con las hojas de árboles, algunas voces de los habitantes y nuestras respiraciones irregulares por estar respirando con más rapidez por causa del frío viento que provocaba que no respirábamos bien.

Ron acariciaba el dorso de mi mano con su pulgar. Sonreí inconscientemente a la muestra de cariño por parte de Ron. —Te quiero, Ron.

—Yo te quiero más, Nydia.

Ambos estábamos jodidos, ambos nos estábamos hundiendo en nuestro propio hoyo pero al menos lo haremos juntos. Ron Anderson y Nydia Denson luchando con los verdaderos monstruos de sus vidas.

Ron era mi ancla, era la persona por la que me detuve en medio de ese vacío. Ron Anderson era mi persona y era mi hermano.

Lo lamento tanto, Ronny...

────── (🪐) AUTOR'S NOTE

Yo estoy tratando de hacer un personaje realista, ¿a qué me refiero? que va a cometer errores, va a tomar las decisiones que ella cree que son correctas (aunque a veces no lo sean), no será perfecta. Tal vez algunas de sus acciones les parece inmaduras e infantiles pero al final es una niña.

Trastorno postraumático: trastorno caracterizado por la imposibilidad de recuperarse después de experimentar o presenciar un evento atemorizante, puede durar meses o años.

Sé que es un tema fuerte y por eso no quiero minimizarlo porque sé que hay personas que realmente ocupan el tabaco/cortadas para alejarse del mundo por algunos minutos. Si alguien pasa por una situación similar no dude en escribirme por privado. Mi buzón está abierto para todos <3

Aclarado todo esto. Espero estén disfrutando de la historia.

¿Opiniones?

¿Sugerencias?

Ahora les dejo un meme

diivolved ♡