OO6. 𝗯𝗼𝗼𝗺
chapter six !
boom 📻
vol. 1 — mastermind
Sophi, Carl y yo nos apresuramos a desayunar para ir de inmediato a la habitación de juegos, los tres decidimos venir aquí después de lo incómodo que fue el poco rato que estuvimos en el comedor, no quiero hablar de eso... Realmente era sorprendente y extraño que ahora estemos jugando cuando hace un par de días vivimos la peor noche de nuestras cortas vidas. Nadie ha hablado de esa noche, es como si todos la hubieran olvidado, pero yo no. No puedo olvidar los gritos y la sangre por todos lados, ni mucho menos puedo olvidar al caminante que me iba a morder, sino fuera por Daryl, yo ya hubiera muerto.
Fue poco el tiempo que estuvimos allí pues llegó mi mamá diciendo que teníamos que ir con ellos, que el doctor Jenner tiene respuestas, y no rechistamos nada, al final sabíamos que habíamos llegado aquí para responder las preguntas que todos teníamos.
Llegamos a la gigantesca habitación dónde se encontraban demasiadas computadoras y en la pared comenzaron a pasar imágenes que reflejaba el proyector. Era una persona que solo se podía ver el cerebro, al rededor del órgano había diferente lucecitas que por la explicación del doctor era lo que te hace humano, lo que te hace tener recuerdos. Prácticamente son impulsos eléctricos al cerebro para que reacciones. También nos dijo que el cerebro era de un sujeto de prueba, alguien a quién mordieron y se infectó, y se ofreció como voluntario para que registraran el proceso.
Un escolofrío recorrió mi cuerpo al pensar que tal vez esa persona era alguien cercana a alguno de los científicos que trabajan aquí, ver como alguien se transforma frente a ti y no poder hacer nada para evitarlo.
Vi habló y en la pantalla ahora se veía el mismo cerebro solo que ahora había una gran mancha roja en medio. Fruncí las cejas, confundida ante lo que veía. — ¿Qué es eso? —pregunté, aferrándome al brazo de Glenn quién había puesto su mano sobre mi hombro.
— Invade el cerebro como la meninguitis —dijo el doctor, girando su cabeza para verme. No sabía que era meninguitis, pero ok. — Hemorragia en las glándulas suprarrenales, el cerebro se apaga, luego los órganos principales —el cerebro se apagó por completo —. Después, la muerte... Todo lo que alguna vez fuiste o llegarías a ser muere.
— ¿Es lo que le sucedió a Jim? —preguntó Soph y de inmediato su mamá asintió.
Andrea estaba pérdida, literalmente, parecía como si su mente estuviera en otro lado pues su mirada solo estaba en el suelo. El doctor Jenner se percató de esto y frunció el ceño.
— Perdió a alguien hace dos días. A su hermana —mencionó Lori.
El doctor se acercó a Andrea. — Yo también perdí a alguien. Sé lo devastador que es —la rubia le dio una mirada rápida para después volver su vista hacia el suelo. Jenner se separó y le habló a Vi —. Avanza hasta el segundo evento... El tiempo de resurección varía enormemente. Tuvimos reportes de hasta tres minutos. Lo más largo que escuchamos fue de ocho horas. En el caso de este paciente, fue de dos horas, un minuto... y siete segundos.
El cerebro de la pantalla ya estaba totalmente en negro, había pequeñas lucecitas color naranja. — ¿Reinicia el cerebro?
— No, solamente el tronco encefálico. Básicamente hace que se paren y se muevan.
— ¿Pero no están vivos? —mamá preguntó, acercándose un poco más para verlo de más cerca.
— Dímelo tú —murmuró el doctor.
Mamá frunció los labios mientras negaba levemente con la cabeza. — No es nada parecido a lo que era antes. La mayor parte del cerebro está oscura.
— Oscuro, sin vida, muerto. El lóbulo frontol, el neocórtex, la parte humana. Eso no regresa... Es solo una cáscara dirigida por un instinto irracional.
Pegué un pequeño salto cuando algo atravesó el cerebro con rapidez. Una bala. El doctor apagó todo dejándonos nuevamente a oscuras, solamente un pequeño foco alumbraba todo el lugar.
Mi mamá tomó mi brazo, acercándome a ella. — No tiene idea de lo que es esto, ¿verdad?
El doctor Jenner se mantuvo en silencio por unos segundos. — Podría ser microbiano, viral, parasitario, micótico.
— ¿O la ira de Dios?
— También eso...
¿La ira de Dios? ¿Eso podía ser posible? Los adultos hablaban pero realmente no podía poner atención, si es la ira de Dios el mundo ya está pérdido y cualquier esperanza de tener una cura murió y por un momento me sentí muy tonta al creer que todo podía ser como antes.
Las malas noticias nunca acaban, o eso es lo que parece. El reloj que tenía el doctor Jenner en la misma habitación donde nos enseñó las imágenes del cerebro, iba hacia atrás, como una cuenta regresiva y por lo que Vi dijo habría una descontaminación. ¿Qué rayos significaba eso?
Además la peor noticia es que el aire acondicionado dejó de funcionar y el calor comenzó a abrumarme. Me voy a desmayar, no bromita. Tal vez estoy exagerando pero el aire acondicionado era una maravilla al estar tantos metros bajo tierra. Como dije, las malas noticias no paraban pues ahora la luz de nuestra habitación se fue, dejándonos completamente a oscuras.
Mamá se asomó por la puerta y fui tras ella, ambas nos quedamos en el marco, observando como todos se encontraban confundidos como nosotras. El doctor Jenner apareció en el pasillo y de inmediato comenzaron a bombardearlo de preguntas.
— ¿Por qué apagaron el aire acondicionado?
— ¿Y las luces de nuestras habitaciones?
— ¿Qué sucede? ¿Por qué está todo apagado? —salió Daryl de la habitación de a lado con una botella de alcohol en su mano que fue arrebatada por el doctor Jenner, retuve mi risa cuando vi la expresión de molestia en su rostro.
— Se prioriza el uso de energía —fue lo único que dijo el doctor sin tomarse la molestia de mirarnos o explicarnos más.
El señor Dale parecía indiganado ante la respuesta de Jenner. — ¿El aire no es una prioridad? ¿Y las luces?
Jenner tomó de la botella y sabía que algo malo estaba pasando, mamá tomó mi mano y ambas seguimos al doctor como todos los demás.
— No es cosa mía. La zona 5 se apaga sola.
Daryl llegó junto a nosotras, dándole una mirada rápida a mamá para apresurar el paso y llegar hasta el doctor. — ¡Oye! ¿Qué demonios significa eso? —preguntó en un grito pero no hubo respuesta — Oye, te hablo a ti. ¿Qué significa que se apaga sola? ¿Cómo puede un edificio hacer algo así?
El doctor suspiró. — Te sorprendería.
Antes de que alguien pudiera decir algo más entró Rick corriendo, detrás de él venían Glenn, Shane y T-Dog. El señor Grimes se veía alterado y no era buena señal. Algo va a salir mal. — Jenner, ¿qué sucede? —su voz salió con desesperación y su mirada no se despegaba del doctor.
— El sistema desecha todos los usos de energía que no son esenciales. Está diseñado para mantener las computadoras funcionando hasta el último segundo posible. Eso comenzó cuando nos acercamos a la media hora —¿de qué diablos habla? estoy pérdida, mi vista se dirigió hacia el reloj 31.28 y bajando —. Justo a tiempo.
El silencio incómodo inundó el lugar, todos se miraban entre sí tratando de entender lo que estaba pasando. Jenner le volvió a dar la botella a Daryl, él la tomó con brusquedad sin quitarle la mala mirada al doctor.
— Fueron los frances —habló, confundiéndonos a todos —. Fueron los últimos en resistir, hasta donde sé. Mientras nuestra gente salía despavorida y se suicidaba en los pasillos, ellos se quedaron en los laboratorios hasta el final. Pensaron que estaban cerca de una solución.
— ¿Qué pasó?
— Lo mismo que está sucediendo aquí. Se quedaron sin energía. Se les acabó el jugo —otra vez ese silencio incómodo nos rodeo —. El mundo funciona con combustible fósil. O sea, ¿qué tan estúpido es eso?
La verdad no entendía nada pero al ver a Shane y Rick tan desesperados apunto de golpear a Jenner era obvio que algo andaba mal.
El señor Grimes se giró a vernos con una mirada de preocupación en sus ojos. — Todos, agarren sus cosas. ¡Nos vamos de aquí ya!
Su grito hizo que todos nos movieramos de inmediato, sin embargo una alarma comenzó a sonar por todo el lugar haciendo que todos nos quedaramos quietos sin saber qué es y solamente preguntando con la esperanza de que el doctor conteste a las preguntas. En la pantalla apareció el reloj con la voz de Vi acompañada "Treinta minutos para la descontaminación". Shane gritó lo mismo que Rick, debíamos ir por nuestras cosas y cuando todos volvimos a reaccionar corriendo hacia la salida pero se cerró con una gigantesca puerta de metal.
El pánico era notorio en todos, mamá me aferró a ella cubriendo mi pecho con sus brazos, no quería soltarla, algo malo iba a pasar y no quería despegarme de mi mamá. Todos los adultos gritaban, mis ojos buscaron a Carl y cuando lo encontré él también me estaba mirando, el miedo en su rostro se reflejaba y se notaba la intención que tenía de acercarse a mí pero Lori lo jaló para que se quedara a su lado.
— ¿Qué es? ¿Qué sucederá en 28 minutos? —preguntó mamá con la voz temblorosa temiendo de la respuesta del doctor. Respuesta que nunca llegó pues se quedó callado, ¿tan malo es lo que va a pasar?
Shane al no tener respuesta pateó la silla donde se encontraba el doctor gritando que dé una respuesta. Jenner se puso de pie y comenzó a gritar. — ¿Sabes lo que es este lugar? ¡Protegimos a la gente de cosas muy feas! ¡Viruela transformada en un arma! ¡Cepas de ébola que podrían arrasar con la mital del país! ¡Cosas que no quieren que salgan! ¡Nunca! —nadie dijo nada, ¿qué se decía en este caso donde un doctor se está volviendo loco? —En caso de una falla de energía catastrófica, en un ataque terroristra, por ejemplo, se despliegan los HIT para prevenir que cualquier organismo salga.
Fruncí las cejas con confusión. — ¿HIT? —tomé el atrevimiento de hablar.
El doctor le dijo a Vi que definiera y la voz de la computadora comenzó a sonar. — HIT es una bomba termobárica de alta presión que consiste en una ignición en aerosol de dos fases que produce una onda explosiva de un poder y duración mucho mayor que cualquier otro explosivo, excepto el nuclear. El efecto de presión al vacío enciende el oxígeno entre 2750° y 3300°, y se utiliza cuando se desea la mayor cantidad de pérdida de vidas y de daños a las estructuras.
Una bomba, genial. Mejor me hubiera quedado con la duda. Eso me pasa por preguntona.
— Hace que el aire se prenda fuego. No hay dolor. Y es el final del dolor, del pesar, del arrepentimiento. De todo.
Abracé a mamá. Íbamos a morir. No quería morir, menos de esa forma. Los brazos de mamá me rodearon con fuerza y poco a poco se agachó hasta quedar de rodillas frente a mí, nunca se separó del abrazo y me sentí terriblemente mal cuando la escuché sollozar. Ella quería algo mejor para mí, quería que estuviera a salvo y desde que empezó todo logró protegerme, y ahora todo ese sacrificio se fue a la basura. Las dos moriremos.
Los hombres hacían de todo para tratar de abrirla pues ni siquiera un hacha podía hacerle daño. Sorbí mi nariz cuando los adultos comenzaron a gritar, esto ya se había hecho una costumbre, limpié mis lágrimas con la manga de mi playera. Rick aún mantenía la esperanza pero las palabras del doctor diciendo que allá afuera no quedaba nada más que sufrimiento hizo que el ánimo de todos bajara. Tal vez tenía razón.
— Mamá, no quiero morir —solté un sollozo abrazándola con fuerza.
— ¡Abre la maldita puerta! ¡Mi hija no merece morir así! —el grito de mamá me hizo sobresaltar, y no ayudó en nada que Shane llegara con un rifle en sus manos apuntando directamente a la cabeza de Jenner.
Rick era el único que trataba calmarlo pero Shane estaba desesperado como todos y disparó a un lado como amaneza. Mamá me jaló para alejarme de ahí. Ambas fuimos hacia donde se encontraba Daryl tratando de tumbar la puerta con un mazo, era en vano pues ni siquiera se abollaba.
Daryl al vernos dejó de golpear la puerta, lanzó el mazo hacia otro lado de la habitación y se sentó en el suelo recargando la espalda en los barrotes del barandal, mamá y yo nos sentamos frente a él.
— Lo siento —dijo en voz bajita, mirando a mamá —. Lamento que todo acabara así para ustedes.
Mamá se quedó callada por unos segundos, con las cejas y nariz fruncidas. Yo también me quedé callada, ¿qué se supone que digamos? No tenía ánimos de hablar, ni mucho menos de lo que va a pasar.
— Cariño, ¿por qué no vas con Carl? —la frágil voz de mamá hizo que me estremeciera, jamás la había escuchado así. No reproché nada y me levanté con la intención de ir hacia el pecoso que estaba sentado en el suelo abrazando sus rodillas.
Me senté junto a él sin decir nada. Todo era tan abrumador. Los gritos, la desesperación y la bomba que va a estallar.
— ¿Tienes miedo? —preguntó Carl en bajito.
Mis ojos chocaron con los de él, Carl dejó de abrazar sus rodillas para mirarme mejor. — Sí... No quiero morir, Carl —él no me dijo nada solo colocó su mano sobre la mía haciendo que un escalofrío me recorriera —¿Tú tienes miedo?
Carl asintió, con sus ojos aún fijos en mí. — Es horrible. Mi mamá no deja de llorar por lo que va a pasar y eso me da pánico.
— Mi mamá está igual. La entiendo. Ella quería que tuviera una vida larga —dije, sintiendo un apretón en mi mano.
— Thea, me alegro haberte conocido —sus palabras me tomaron por sorpresa, me esperaba cualquier cosa menos eso —. Estos días me la pasé muy bien, eres una gran amiga y hubiera deseado que tuviéramos más tiempo juntos.
Sentí mi cara arder, aparté la mirada de él con nerviosismo, además de que no quería que viera que mis mejillas están rojas a nada de explotar. No quería tampoco ser una grosera así que con el poco valor que me quedaba giré mi rostro encontrándome con los ojos azules de Carl encima de mí y él estaba tan rojo como yo, parecíamos tomates.
— A mí también me hubiera gustado que estuviéramos juntos más tiempo. Me alegra haberte tenido como amigo —sonreí levemente, sintiendo que el aire se me iba cuando Carl se acercó a mí y dejó un beso en mi mejilla. Me sonrojé el triple, y ahora si estaba segura de que mi cara iba a estallar de lo caliente que se encontraba.
— ¡Thea! ¡Carl! —ambos nos pusimos de pie al escuchar nuestros nombres y al ver la puerta abierta sabíamos que significaba correr.
Le di una última mirada al reloj, 4.32 y bajando. Carl corrió a los brazos de su madre y yo fui con la mía, sin embargo ya no corrí pues ni mamá ni Rick se movían ya que el doctor les estaba diciendo algo.
— ¡Thea! —el grito de Carl hizo que volteara a verlo. Estaba desesperado, y quería correr hacia mí pero Glenn se lo impedía.
— ¡Nos quedan cuatro minutos! —gritó Glenn con desesperación, mirándome con súplica.
Mamá ni Rick se movían, y yo tampoco. Quería vivir, pero tampoco podría vivir en un mundo donde no estuviera mamá. Ella lo es todo para mí.
— Si mamá no se va, yo tampoco —hablé con la voz temblorosa, sujetando la mano de mi mamá.
Ella pareció escucharme y salir del estado de shock que se encontraba para jalarme a mí y a Rick y salir corriendo de allí. El señor Grimes fue hacia su familia mientras Daryl, mamá y yo corrimos hacia las escaleras hasta llegar a la planta de arriba donde todo se encontraba cerrado, la única manera de escapar de allí era por la ventana, Daryl tenía una hacha, nos pidió que retrocedieramos y comenzó a golpear el vidrio con eso pero ni siquiera le salía un rasguño. Los demás llegaron corriendo directo al vidrio para ayudarle a Daryl pero era en vano. No funcionaba nada.
— Rick, tengo algo que podría ayudar —dijo Carol acercándose al señor Grimes con la mano dentro de su mochila.
— Carol, no creo que una lima de uñas sirva —rodé los ojos al escuchar la voz de Shane decir eso.
Nadie le hizo caso al hombre y Carol siguió hablando. — Tu primera mañana en el campamento, cuando lavé tu uniforme, encontré esto en el bosillo —abrí los ojos con sorpresa al ver que en su mano tenía una granada.
¡¿Tuvo una granada todo este tiempo en su mochila?!
Rick se acercó a la ventana y la colocó ahí, los demás nos encontrábamos en el suelo y la exploción de la granada hizo que el lugar temblara. De inmediato nos pusimos de pie y corrimos hacia la ventana, los adultos fueron los primeros en bajar, Daryl me tendió sus brazos y sin pensarlo me lancé. Él no me bajó, iba corriendo conmigo en sus brazos mientras me aferraba a su cuello para no caerme. Shane y Rick se encargaban de matar a los caminantes que trataban de acercarse.
Daryl, mamá y yo subimos a la caravana junto a los Grimes y Glenn. El señor Grimes ya iba a arrancar la caravana cuando nos dimos cuenta que por la misma ventana iban saliendo Dale y Andrea. Quedaba poco tiempo, de eso estaba segura, no sabía específicamente cuanto pero al notar la desesperación con la que Rick tocaba la bocina para que Andre y Dale se apresuraran sabía que todo iba a explotar muy pronto.
— ¡Todos atrás! ¡Ahora! —Rick gritó mientras nos empujaba levemente para dirigirnos hasta atrás de la caravana.
Estábamos en el suelo, mamá me abrazaba cubriéndome con su cuerpo y de un momento a otro una fuerte exploción hizo que mis oídos comenzaron a zumbar provocando un sonido insoportable. Cuando logré ponerme de pie y asomarme, todo estaba destruido y en llamas. Sentí un pinchazo en el pecho con el nudo en mi garganta comenzando a formarse, ¿de verdad estuvimos a punto de morir ahí?
Carl se aferró a mi cuerpo con fuerza, sacándome el aire. Me removí algo incómoda, no es porque no me gustara tenerlo cerca, sino porque ya se está pasando con el contacto físico.
Mucha confianza.
Puse mi mano sobre su cara y lo alejé suavemente, manteniendo el largo de mi brazo como distancia. — Atrás, niño. Estás invadiendo mi espacio personal —dije con seriedad, aún sin bajar el brazo de su cara.
Carl bajó mi brazo y fruncío las cejas mientras hacía una mueca en sus labios. — Thea... Estoy a un metro de ti, según yo eso no es invación al espacio personal.
— Tengo que enseñarte la diferencia entre metro y centímetros porque al parecer te falla.
🪐 ── 3219 palabras
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