━━ 𝟎𝟔


【𝙲𝙰𝙿Í𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟶𝟼】


𝐬á𝐛𝐚𝐝𝐨, 𝟐𝟕 𝐝𝐞 𝐞𝐧𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟒


𝓓afne

𝐋𝐀 𝐌Ú𝐒𝐈𝐂𝐀 𝐑𝐄𝐋𝐀𝐉𝐀𝐍𝐓𝐄 𝐑𝐄𝐒𝐎𝐍𝐀𝐁𝐀 𝐂𝐎𝐍 𝐂𝐀𝐋𝐌𝐀 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐓𝐀𝐗𝐈, llevándonos hacia la discoteca donde celebraríamos el cumpleaños de Melanie. Afuera nos esperaban Isadora y Emilia, dos compañeras del grado con las que habíamos forjado una buena amistad.

Isadora, de melena rubia que enmarcaba su rostro, tenía unos ojos oscuros que irradiaban curiosidad y una sonrisa que denotaba una mezcla de alegría y picardía. Por otro lado, Emilia destacaba por su elegancia natural. Su cabello moreno caía en ondas suaves, enmarcando unos ojos castaños que reflejaban inteligencia y una calidez acogedora. Ambas transmitían confianza y energía positiva, aunque eran capaces de mostrar un carácter firme cuando la situación lo requería. 

Mientras Melanie enviaba un mensaje a su madre para comunicarle que pasaría la noche en mi casa después de la fiesta, yo, como solía hacer siempre, aproveché el trayecto para revisar mi timeline en Twitter. 

Navegando por las publicaciones más recientes, me encontré con diversos comentarios de las fanáticas de Juani. Algunos eran ingeniosos memes que lograron sacarme una risa, mientras que otros revelaban detalles sobre nuestra reciente conexión en redes sociales. Lamentablemente, también me tropecé con algunos comentarios ofensivos dirigidos hacia Melanie.

Di me gusta e interactué con algunos tuits mientras continuaba el trayecto en taxi. Sin embargo, a medida que nos acercábamos a la discoteca, tomé la decisión de guardar el móvil dentro del bolso. Era el momento de desconectar de las redes sociales y sumergirme de lleno en la atmósfera emocionante que nos aguardaba en la noche. 

Poco después llegamos a nuestro destino y con agradecimiento, pagamos al taxista, quien nos deseó una excelente noche. En la entrada de la discoteca nos encontramos con nuestras compañeras de grado, quienes estaban ansiosas para sumarse a la celebración.

Isadora deslumbraba con un vestido verde que abrazaba su figura, realzando su melena rubia con un destello de elegancia y frescura. Por otro lado, Emilia destacaba con un vestido blanco que emanaba sofisticación y estilo. Las cuatro juntas irradiábamos un alto nivel de entusiasmo mientras nos encaminábamos hacia la entrada de la discoteca. 

Entré con determinación a la discoteca, seguida de cerca por mis tres amigas. El bullicio de la música resonaba en el ambiente, creando una atmósfera vibrante que envolvía todos mis sentidos. El lugar rebosaba por la energía y las sensaciones que experimentaba eran simplemente magníficas. 

Las luces parpadeantes pintaban destellos de colores sobre la pista de baile, donde la multitud se movía al ritmo de la música envolvente. La euforia era palpable, contagiándonos a medida que nos adentrábamos en el corazón de la celebración. La música resonaba en el aire, fusionándose con risas y conversaciones animadas. 

Pronto subimos a la zona VIP de la discoteca, un área exclusiva que prometía una experiencia aún más especial. Nos dirigimos hacia una elegante mesa, equipada con cuatro sillas, ubicada estratégicamente para tener una vista privilegiada de la pista de baile y el escenario. 

En un abrir y cerrar de ojos, el servicio nos obsequió con varias copas de Fernet, una bebida muy distintiva de la región, adornando la mesa con las bebidas. 

La copa de Melanie destacaba entre las demás, decorada con una bengala que despedía luces resplandecientes y un pequeño número 19, un toque ingenioso y personalizado para celebrar su cumpleaños. 

─ Amiga, pedí un deseo antes de que la bengala se apague ─exclamó Isadora, animando a Melanie.

La sorpresa iluminó el rostro de Melanie, pero su entusiasmo la llevó rápidamente a sumarse al juego. Con una sonrisa decidida, la chica sopló con gracia, despidiendo las luces centelleantes de la bengala. 

─ ¡Feliz cumpleaños, Mel! ─exclamamos todas al unísono, levantando nuestras copas en un brindis espontáneo. El sonido alegre de los cristales chocando resonó en el aire, marcando el comienzo de la celebración. 

Estuvimos charlando animadamente durante media hora sobre nuestras clases y cómo nos iba en la vida en general. Pronto llegó la segunda copa de Fernet, y con eso, sintiéndome un tanto abrumada por las bebidas, unas enormes ganas de ir al baño hicieron su aparición. 

─ Bueno, chicas, me estoy por mear encima si no voy al baño ya ─solté con una sonrisa. 

Emilia dejó escapar una risa antes de responderme, mirándome con picardía. 

─ No te vas a mear en la pista de baile, ¿no? 

Su comentario me arrancó una risa cómplice. Divertida, comencé a caminar hacia las escaleras de la zona VIP para ir al baño, ya que este se encontraba en la planta baja. 

─ ¡No te enganches con ningún pibe! ¡Te conocemos! ─exclamó Melanie entre risas, provocando que las demás se unieran a sus risas con alegría. 

Mientras estaba a punto de descender las escaleras, mis ojos recorrieron minuciosamente a las personas con las que compartía el espacio en la zona VIP. A un lado, un grupo de empresarios brindaba con varias botellas, al otro, unas chicas disfrutaban de sus copas, y al fondo, siete chicos reían a carcajadas. 

El contagioso sonido de sus risas captó mi atención y, de manera inevitable, escaneé cada uno de sus rostros.

Entre ellos, uno en particular me resultó sorprendentemente familiar, presentando un parecido innegable con Juani, el chico con el que había interactuado previamente a través de Twitter.

Aunque la coincidencia me llamó la atención, decidí no darle demasiada importancia, atribuyéndolo al efecto del Fernet que parecía haber subido un poco a mi cabeza. 

Una vez en el baño, atendí rápidamente mis necesidades y luego me dirigí al lavabo para lavarme las manos. Mientras el agua corría entre mis dedos, aproveché para examinar mi reflejo en el espejo y arreglar un poco mi cabello con las manos, preparándome para regresar a la vibrante atmosfera de la discoteca. 

Con paso decidido, me adentré nuevamente en el espacio, donde las luces destellantes y la música envolvente creaban un ambiente eléctrico y emocionante. Cada nota resonaba en mi interior, mezclándose con la energía contagiosa que se percibía en el aire.

Absorta en mi propio mundo, dejé que la música guiara mis pasos mientras ascendía las escaleras hacia la zona VIP. Sin embargo, la intensidad del momento me hizo perder la noción de mi entorno y, sin previo aviso, choqué con alguien.

La sorpresa y el desequilibrio se apoderaron de mí, pero antes de que pudiera caer por las escaleras, el chico con el que colisioné reaccionó rápidamente y me agarró del brazo, evitando que nuestro encuentro se convirtiera en un accidente total. 






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💌nota de la autora:
con quién se habrá chocado nuestra querida daf??

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