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Los primeros en llegar a la casa de Scott y Danny son Marcus, Antony y Lisandro. Los tres atletas sumamente preocupados ante la situación de Marlene Lockley sin conocimiento alguno de que parecía como si la inglesa hubiera despertado en otra vida. Seguía devastada ante el hecho de sentirse culpable por sus amigas, ya que a cada una la imaginó con un final feliz y más que merecido para ellas, sin embargo todo se queda en la misma mente de la morena.

-Cómo está?!- cuestiona Licha alarmado.

Danny venía bajando de las escaleras -ella está bien- responde finalmente.

-Juro que voy a matar al imbécil de Sancho- dice Antony.

-Te sugiero que te detengas por un segundo- advierte la rubia.

Scott se entromete -por qué no dejas que lo haga? Después de todo, Sancho es la razón por la que encontramos de Mar en el parque?- desea saber.

La rubia suelta un suspiro -no es lo que parece. El dolor de Mar va más allá- confiesa.

Los futbolistas se miran entre sí -a qué te refieres?- pregunta Rashford.

Danny mira fijamente al argentino -es algo que aún no consigo entender, pero todo parece indicar que siempre ha estado liado entre tú y Jadon- intenta responder.

Martínez suelta un fuerte suspiro -puedo ir a verla?

-Temo que tendrás que esperar- niega -me dijo que quería hablar con ambos antes de otra cosa- dice refiriéndose a Sancho.

-Y dónde mierdas está Sancho?- cuestiona Antony.

-Nadie sabe...- justo en ese momento, el celular de la italiana suena indicando que era Triana quien le hablaba. Pone en altavoz la llamada para que todos escucharan.

-Hey, Dann- inicia Tri -estoy con Héctor, Esme y Pulisic- indica -acabamos de regresar de una reunión que Sancho nos obligó a estar- explica algo incómoda -nos dijo que todo esto ha sido su culpa y nos pidió perdón. En fin, su discurso fue con las intensiones de motivarnos que estaría dispuesto a cambiar y no sé cuantas mierdas más- se desespera -en fin, que ya va en camino a Manchester para disculparse con Mar. Danny, no dejes que se acerque a mi niña...

-De hecho, Mar quiere hablar con él también- interrumpe.

Esme habla -yo diría que hay que dejarlo hablar. A ver con qué nos sale- apoya seria.

Triana bufa -sólo te queríamos avisar.

-Cómo están?- se atreve Lisandro a preguntar -si se puede saber.

-Por ahora? Procesando todo lo que ha pasado estos últimos días- responde la española.

-Los dejamos, chicos. No queremos interrumpirlos en sus cosas- desvía la rubia cortésmente y se despiden -que cagada toda esta situación.

Y todo creada por Jadon, pensó Lisandro culpando a Sancho.

Esperaron un par de horas más hasta que el mismísimo futbolista inglés llegó a casa del escocés e italiana. Una vez que entró, todas las miradas se iban con él haciéndolo sentir peor de lo que estaba. Estaba más que resaltado que lo había arruinado en grande y quizá no iba a salir de esta tan fácilmente. No obstante, tenía que disculparse con Mar antes de que fuera demasiado tarde.

Traga saliva al adentrarse más a la casa -yo sé que Mar está aquí- revela -es un refugio para ella- explica.

Precisamente la inglesa iba bajando de las escaleras -llegaste- responde sin expresar ningún sentimiento en su rostro y voz.

Todos se levantan al verla por primera vez -Mar!!- Lisandro intenta acercarse a ella, pero retrocede un escalón ante la presencia del argentino, ante ello, le regala una mirada de confusión.

Mar da una larga pausa antes de hablar otra vez -necesito hablar con ambos- no aparta su vista de Jadon y Lisandro.

El instinto del hispano es mirar de Danny quien sólo le incita a que vaya con la mirada. El británico busca respuestas con Marcus quien imita la misma acción de la italiana. Los tres finalmente suben al cuarto donde Mar se estaba quedando a reposar, cierran la puerta para evitar ser distraídos y con ello, la chica inicia su discurso.

-Esto sonará raro dado ante las circunstancias en las que estamos presentes- estaba encogida de hombros, y su vista estaba mirando de sus manos jugueteándose entre ellos -el tiempo que estuve desmayada, soñé un final completamente alternativo donde todos a mi alrededor eran felices, pero en cuanto a nosotros tres- se ahoga con su propia voz -mi mente jugaba conmigo con respecto a tomar una decisión entre los dos, gracias a esto, mi corazón no paraba de latir por ambos hasta el punto de amar a ambos por igual. Supongo que mi subconsciente me estaba queriendo decir algo con respecto a esto- señala a los futbolistas y finalmente alza la mirada -no puedo elegir con quien deseo quedarme porque los dos han influenciado demasiado en mi vida imaginaria...- suelta un suspiro de frustración.

-Ustedes mismos me estaban dando señales de que alguna manera, se complementan en lo más profundo que quiero en un hombre- se dirige a Jadon -deseo que mi chico ideal me conozca desde siempre- ahora postra su atención en Lisandro -añoro que la persona indicada sea caballeroso- se gira para darles la espalda. -Pero también existen las desventajas en los dos, y eso es que me han hecho daño por igual.

Mientras la morena hablaba, los Red Devils tensaban todo su cuerpo al escuchar cada palabra que salía de la boca de la chica.

-Jadon, tu jamás expresaste tus sentimientos por mi gracias a tu orgullo, todos sabían que lo nuestro nunca fue una simple amistad. Por qué te tuviste que esperar hasta que alguien declarara su amor por mi?- confiesa -Lisandro, por qué decidiste ignorar lo que era notorio entre Sancho y yo? Por qué fuiste egoísta y me seguiste el juego? Tantas advertencias que te lanzaron y aún así no sirvieron de nada porque tu objetivo fue el principal factor de que estemos en esta situación.

Quizá sonara como si estuviera culpado a ambos de lo sucedido. Pero esto siempre fue un juego de tres, por lo que ella también tenía la culpa.

-Lo que sea que les pasa por la mente, los comprendo- se arma de valor -porque yo también los embarqué en este estúpido juego. Ninguno de los tres tuvo claro lo que sentíamos, e inconscientemente terminamos involucrados en esto. Eso no quiere decir que nuestras acciones sean justificadas, sólo tenemos que recordar que somos seres humanos que nos equivocamos.

Lisandro y Jadon se lanzan unas miradas una vez que Marlene terminó de hablar. Ninguno de los dos se esperaba que esto fuera a acabarse de este modo, al igual que no sabían cómo responder ante tanta profunda explicación de la inglesa. Prácticamente les había dicho que pese a lo que había sucedido, de alguna extraña manera, amaba a los dos incondicionalmente y no había a quién amaba más.

Finalmente es Sancho quien se atreve a hablar primero -respeto tu decisión- dice -y entenderé lo que pasé en un futuro porque siendo sinceros, lo que te hice no tiene ningún perdón, ni lo mereceré jamás- se abre -siempre fui el inmaduro entre nosotros y estuviste bien en buscar de alguien que te diera la estabilidad y seguridad que nunca ibas a encontrar en mi. Es por eso que creo que es lo mejor que yo me aleje de ti y busque la ayuda que necesito para ser ese amigo que te mereces y nada más- agrega algo susurrándole al oido -debí decirte lo que siempre he sentido por ti, en vez de andarme con rodeos.

Ahora tocaba el turno de Lisandro -tienes razón, debí escuchar las advertencias de todos en cuanto a la peculiar amistad de ambos- señala -pero dejé que mi ambición te deseara cada segundo y te arrebatara de Jadon. Entenderé tu coraje y enojo conmigo. Debí ser consiente de lo que el futuro te iba a ser. Discúlpame Mar.

Mar sonríe a ambos -la culpa es de los tres- termina diciendo -es poro eso que de una vez por todas, lo que quiero es...

Había por fin tomado una decisión.