𝘊𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘤𝘶𝘢𝘵𝘳𝘰

Hace unos meses.

Donghyuck se encontraba nervioso, claro que si, pues estaba en la sala de esperas del hospital.

—Soy un imbécil. —paso una de sus manos por su cabello desesperado.

¿Que había sucedió?

Fácil, estaba teniendo sexo con Renjun y fue demasiado brusco, pues Huang no podía caminar, le dolia demasiado, tanto que hasta sangro un poco, Haechan al ver aquello no lo dudo y salió directo al hospital con su casi novio en brazos.

Ningún doctor salía a atenderlo, estaba demasiado nervioso, ¿Cuanto se tardaban de verdad?

Cansado de esperar Lee se levanto para preguntar por Renjun, pero el doctor que lo estaba atendiendo fue más rápido.

—Familiares de Huang Renjun. —llamó.

—Yo —y rápidamente Donghyuck se acerco al doctor.

—¿Usted que es del paciente?.

—Soy su novio —respondió con orgullo.

—¿Así que tu eres quien lo dejo así? —el doctor soltó una pequeña risita mientras que Lee se sonrojaba—. Él está bien, no fue nada grave, lo único es que no pueden tener sexo por un par de semanas y si lo tendrán no sean bruscos por favor, aquí hay una crema la cual se le aplicará todas las noches más unos medicamentos, esto le va alivianar el dolor. —y con aquellas palabras el doctor extendio una hoja donde estaba anotado todo.

—No se preocupe, yo mismo me encargaré de que el tome todos los medicamentos y de que use la crema —asintió Lee mientras tomaba en sus manos aquel papel—. ¿Puedo pasar a verlo?

—Claro, habitación 301.

—Perdóname Renjun —se disculpó Lee mientras tomaba asiento al lado de la camilla de Huang.

—¿Por qué te disculpas? —Renjun estaba confundido.

—Fui muy brusco contigo al grado de terminar aquí en el hospital, disculpame.

Renjun solamente se rio—. ¿Cuando me queje? Si, me dolio lo admito, pero me encantó, te pedí que me partieras en dos y solo cumpliste mi fantasía, no te sientas mal Hyuck, me ha encantado todo —sonrió Huang mientras miraba a Donghyuck.

—Eres todo un caso, pequeño masoquista —Lee se acerco mientras soltaba una pequeña risa y besaba castamente los labios de Renjun.

Huang se sonrojo mientras tomaba aire, iba a soltar todo.

—Yo, tengo algo que decir. —Rompió Renjun el silencio que se había formado luego de aquel pequeño beso.

—Dime.

—E-esto... —Renjun comenzó a jugar con sus manos—, se que lo nuestro es solo sexo y quedamos en eso el primer día que nos encontramos y todo eso. Todo fue maravilloso, grandes sesiones de sexo duro la mayoría de los días. Pero estas semanas que comenzamos a solo tener citas y dejamos el sexo de lado hasta hoy que no pudimos aguantar la abstinencia —rio—. He descubierto que me gustas mucho, mi corazón se acelera cada que estoy a tu lado, cuando me sonríes y me tratas bonito me siento tan afortunado de ser el único de tener este privilegio. Yo, me gustaría ser tu novio, tu, ¿Quieres ser mi novio?

Haechan solo soltó una carcajada.

—Se suponía que yo era el que se tenia que declarar primero.

—¿Entonces...

—Es un si, claro que quiero ser tu novio. —Y con aquellas palabras Lee se acerco a Renjun para darle un beso, no era un beso lleno de lujuria, era uno sincero lleno de amor.

Pero así como todo, el beso se acabó y ambos simplemente se miraron con una pequeña sonrisa.

—Te amo —dijo Haechan.

—Yo también te amo Hyuck.

Ambos se sonrieron un poco más y quedaron en silencio, un silencio demasiado cómodo, con su mirada se decían todo.

—¿Y si me follas? —soltó Renjun con una sonrisa de lado.

—Eres bueno acabando los momentos románticos, ¿Sabias eso? —Donghyuck soltó una risita—. Y para tu mala suerte, el doctor prohibió el sexo, así que no podremos tener sexo durante un largo largo tiempo.

Renjun se iba a quejar de aquello, pero entró una enfermera con una silla de ruedas.

—Lamento molestarlos pero ya el joven Huang puede irse, no se les olvide que tienen que pagar la factura —habló esta mientras acercaba la silla de ruedas a la camilla de Renjun.

Haechan se encontraba pagando la factura del hospital mientras que Renjun se encontraba recibiendo unas indicaciones del doctor.

—¿Tienes alguna duda? —preguntó el doctor.

—No señor.

—Bueno, con todo esto espero te recuperes y no tengas algún otro problema.—asintió el doctor.

—No se preocupe doctor, pronto nos volveremos a ver —Renjun comenzó a reír mientras miraba como Lee se acercaba.

—Bueno entonces, gracias por todo doctor, adiós. —se despidió Haechan mientras comenzaba a caminar mientras llevaba a Renjun en la silla de ruedas.


—Y por eso fue que yo falte por dos semanas hace tiempo —termino de contar Renjun mientras veía como Chenle y Giselle se morían de risa.

—Y querías que te follara apesar de que estabas inválido, tremendo huevos tienes Ren —rio Chenle mientras tenía sus manos en su estómago.

—¿Por cuanto tiempo no follaron? —preguntó Giselle.

—Ese mismo día le hice una mamada, a los dos días volvimos a follar y pues esa vez Hyuck si fue suave porque yo todavía me encontraba sensible.

—Que masoquista eres.

—No lo voy a negar —respondió como si nada Renjun.

—Mira, allá viene tu novio —señaló Chenle.

—Cierto, hoy voy a ir a conocer a sus padres —asintió Huang mientras se levantaba para esperar a su novio con una gran sonrisa.

—Uy, vamos por eso campeón, esta claro que les vas a agradar, yo se que si. —ánimo Zhong.

—Hola chicos —saludó Lee a los amigos de su novio.

—Hola —respondieron al mismo tiempo.

—¿Vamos bebé?. —preguntó Haechan mientras pasaba su mano por la pequeña cintura de Renjun.

—Si, adiós, nos vemos pronto. —y con aquellas palabras la pareja se fue.

Donghyuck y Renjun se encontraban en el auto de Lee rumbo a la casa de este, habían decidido llevar un par de ropas ya que según Haechan sus padres podrían obligarlos a que se queden a dormir y pues quería estar preparado por si eso llegaba a pasar.

Había silencio en aquel auto ya que Donghyuck estaba concentrado mientras conducía y Renjun iba escuchando música mientras miraba por la ventana.

Pero una grandiosa idea pasó por la cabeza de Huang que sonrió de lado y procedió a quitarse sus audífonos.

—Sabes algo Hyuck —llamó Huang.

—¿Que cosa?

—Nunca hemos follado en el auto.

Haechan se atragantó con su propia saliva, ¿Había escuchado bien?

—¿Q-que?.

—Si Hyuck, siempre he tenido la fantasía de follar en el auto. —respondió inocentemente.

—Entonces deja encuentro un lugar para estacionar. —dijo mientras miraba por todos lados donde estacionar.

¿Quién era el para negar una follada a su novio?

—No, no, quiero follar mientras conduces.

Y ahí Donghyuck sintió como su corazón se detenía.

—¡Renjun! ¡Nos podemos estrellar!.

—Eso es lo que hace lo hace excitante.

Luego de una no muy larga preparación Renjun se encontraba saltando sobre el pene de Donghyuck, Huang se sostenía de los hombros de Lee mientras aumentaba sus saltos.

Mientras que Haechan hacia lo posible por no cerrar los ojos y agarrar de la cintura de su novio y dar duras embestidas, pero debido a que se encontraba conduciendo no podía hacer tal cosa, hacia lo posible por contenerse y no terminar al lado de satanás.

—H-hyuck...S-se siente tan bien —Renjun mordió su labio mientras varias gotas de sudor caían por su rostro y buscaba su punto con el pene de su novio.

Huang coloco su rostro entre el cuello de Haechan mientras lo mordía, queriendo así dejar un chupon.

—R-Ren... —gimió Lee.

Renjun sonrió de lado mientras continuaba con su trabajo.

—E-estamos cerca...m-mis padres... —Lee no podía formular bien sus palabras.

—No te preocupes, ya casi llego.

Y como si la vida de Huang dependiera de ello comenzó a saltar un poco más brusco, necesitaba correrse pronto.

Dos, cuatro, seis, embestidas fueron suficientes para que Haechan se corrieran en el interior de Renjun y este se corriera en el pecho de ambos.

Huang se recostó en el pecho de Donghyuck cansado mientras se regulaba su respiración.

—M-me gusto...

—Ahora dime, ¿Podrás caminar? —preguntó burlon Lee.

Y el rostro de Renjun se puso pálido, ¡Mierda! No había pensando en eso, quería morirse en ese mismo momento.

Lo había cargado en grande, claro que si.

Pero eso no le importaba, había disfrutado de un gran sexo, ya vería que se inventaba con sus suegros.

Durante ellos se dieran cuenta que amaba demasiado a su hijo, lo demás no importaba.

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