El trabajo se me estaba juntando cada día más provocando que llegara demasiado tarde a mi casa y ni tiempo me daba para al menos mantener una conversación con mi hermana. También afectó el hecho de que pudiera hablar con Licha pues no quería distracciones y al mismo tiempo tampoco quería iniciar algo con él hasta que terminara en definitiva con Rúben lo cual ni siquiera he tenido oportunidad de hacer.

Me encontraba organizando horarios para mañana la conferencia de prensa previa al partido del fin de semana cuando alguien toca mi puerta -Mar, estás ocupada?- se asoma Rashi.

-Un poco. Pero dime qué quieres?

Marcus se sienta frente a mi escritorio -es acerca de Lizzy- da inicio.

Aquello hace que detenga mis acciones -todo bien con ella?- estaba consiente de que últimamente estaban saliendo muy seguido. E incluso ayer en la noche que llegué al depa, Lizzy no estaba dándome a entender que estaría en casa del atacante.

-Han pasado unas semanas después del incidente con Rodrigo y como sabes, hemos estado conviviendo casi diariamente- da una pausa -crees que esté lista para que la invite a una cita?- pregunta con timidez.

Su pregunta ocasiona que me atragante con el café -a ver, espérate!- toso para poder hablar -qué?!

El británico desvía la mirada -pensé que te lo había dicho.

-Decirme qué?

Rashi se aclara la garganta -ayer nos acostamos...- menciona en voz baja.

-QUE USTEDES QUÉ?!- grito sin creerlo provocando que alguien más entre a mi oficina y para mi mala suerte era el argentino.

-Mar!! Qué sucede?!- cuestiona preocupado.

Intento procesar lo que me dijo -nada! Es solo que...- estaba sin palabras -tanto trabajo ha consumido mi tiempo que ni oportunidad he tenido para hablar tan siquiera con Liz- confieso culpable.

Es Licha quien se acerca a abrazarme para sentirme relajada lo cual funciona -es normal cuando subes de puesto en el trabajo- decía -pero una vez que aprendas a manejar y organizar tu tiempo, podrás tener más descansos- convence el argentino.

Yo lo miro -lo siento- me disculpo -yo sé que por mi culpa no nos hemos visto desde hace mucho y...

-Hey hey- me toma de mis mejillas -te entiendo completamente, además que no te estoy culpando de nada. Vas a ver que luego estaremos los dos solos un buen de rato- me besa la nariz.

Lisandro se encarga de que esté mejor para después irse. Marcus cierra la puerta -son novios?!- me pregunta sorprendido.

-No lo sé...- revelo -después del beso en su auto, el argentino se ha comportado muy dulce y cariñoso conmigo como si fuera su novia...

-O sea que ya terminaste con Rúben?- solo me limito a observarlo -MAR!! Han sido semanas!!!- regaña.

Me levanto de mi silla -no he tenido ni la oportunidad de hablar con mi propia hermana!!!- defiendo desesperada -aparte que con Rúben nomás nos hemos mandando mensajes. No lo he visto porque conoce de mi trabajo.

Rashford reacciona decepcionado -Lockley, tienes que terminar con él antes de que Lisandro piense otra cosa- advierte.

-No crees que no lo he pensado?!- cuestiono -tengo miedo de que se entere que no he cortado con Rúben y piense que he estado saliendo con ambos. Amo a Lisandro, no a Rúben. Y lo último que no quiero que pase es perder al único chico que me ha convertido en una mejor persona- revelo preocupada.

-Estás bajo mucha presión, Mar- dice Rashi -intenta resolver las cosas de poco a poco- sugiere -por ejemplo, si tienes la chance más tarde, ve con Rúben y termina las cosas. Así te quitas una preocupación menos.

No era tan mal el plan -eso mismo haré hoy, Rashi- afirmo -oh! Y respecto a Liz, es algo que ambos necesitan hablar. No te puedo decir lo que mi hermana siente, eso tu tendrás que averiguarlo pero confío en que no afectará su amistad pase lo que pase- aconsejo y es así como logro terminar mis deberes para lanzarme a la casa del portugués Citizen.

Toco la entrada y es otra persona quien me abre -oh! Tú debes ser Mar Lockley!- reconoce el chico.

Lo observo extraño -nos conocemos?

Sonríe -mis disculpas. Soy Ivan, hermano de Rúben- extiende su mano para que la estreche.

Me atrevo a tomar su mano para saludarlo con cierto nerviosismo -un placer...

-Mar!! Qué genial sorpresa el verte- llega el portugués detrás de su hermano resaltando ciertas similitudes en sus rasgos y facciones en el rostro.

-Si. Hola, Rúben...- saludo rápido -podemos hablar? Es importante- apresuro.

-Ehh... claro- se acerca a mi.

-Rúben, nuestros padres nos esperan para cenar- hace recodar Ivan.

Definitivamente esto no podía salir peor -estás con tus padres?- trago saliva.

El defensa sonríe -efectivamente, mi familia vino de visita. Creo te avisé pero no has visto mis mensajes por tu trabajo.

Maldigo en bajo -una disculpa, Rúben. De verdad que ni con Lizzy he podido hablar- excuso -escucha, enserio necesito decirte algo...

-Cariño, ya vienes?- se asoma una señora de edad mayor.

Muy tarde -ya voy, mamá.

La mamá de Rúben me observa -ahh tu debes ser Marlene- se acerca -me presento, soy la madre de Rúben- revuelve el cabello de su hijo.

Confirmado que tengo la peor suerte del mundo -un gusto, señora- la voz me temblaba.

-Quédate a cenar con nosotros- invita la señora.

-Oh... ehh... de hecho traigo prisa...

Siento como Rúben me toma de la mano -no te sientas intimidada- acaricia mi palma con su pulgar -mis padres te conocen por fotos que les he mostrado, desean saber más de ti. Ya estás aquí y me imagino que tienes hambre.

No se equivocaba, tenía hambre -agradezco la oferta pero quedé con mi hermana más tarde.

Rúben se gira hacia su mamá -mamá, nos dejas solos por unos minutos?- pide y se despide de mi -pensé que venías a verme y por fin tendríamos una ocasión para convivir- reniega.

Suelto un suspiro -de eso he venido a hablarte.

Ahora tenía dudas, no quería ser grosera y terminar con él mientras su familia está presente. Pero tampoco podía dejar las cosas así si deseaba estar con Licha. Joder, el trabajo es que me ha fregado todo -de eso? No entiendo- cuestiona Rúben.

El portugués poco a poco se acerca para tocar mis labios con los suyos pero yo me hago para un lado -no puedo seguir con esto, Rúben- susurro.

De inmediato de separa de golpe -cómo dices?- me mira sin creerlo.

-No quiero hacerte sentir mal pero...

-Acaso Martínez tiene que ver?- me interrumpe lastimado.

Buscaba una excusa falsa -qué? Por qué piensas que es él?

Sus facciones reflejaban celos -porque te ha sido muy difícil el superarlo- explica -no me sorprendería que me terminaras por el argentino.

Quería evitar que esto se saliera de control -Rúben, te prometo que lo de Lisandro es del pasado- miento -la razón por la que no puedo seguir contigo es porque apenas y tengo tiempo de respirar, y siento que tú necesitas de alguien que te de el tiempo que mereces. Ahorita prefiero enfocarme en mi carrera, si no es mucha molestia.

Me da la espalda -bien, si es lo que quieres- dice luego de una larga pausa -no interferiré más en tu vida- se escuchó como si sus intensiones eran otras.

-No quiere decir que desee cortar total comunicación contigo- aclaro -solo digo que podríamos hablar como amigos.

-Yo paso- niega de inmediato -tu y yo sabemos que jamás estuvimos hechos para ser sólo amigos- confiesa resentido -estoy enamorado de ti, Mar. Siempre lo estuve, desde el primer día que nos conocimos. Lamentablemente mis sentimientos nunca te importaron porque me usabas para olvidarte de Jadon y Lisandro. Supongo que me pondré en sus zapatos y ahora yo asumo el papel de superarte.

Se encamina a la puerta -espera, Rúben...- no quería terminar mal las cosas con él.

-Déjalo ir, Lockley. Las cosas entre nosotros están más que terminadas.