【 𝟓: 𝐄𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐜𝐢𝐭𝐚 】
(BFSarvente versión Swap. Las versiones usadas están en la multimedia)
8:00 de la mañana, sábado.
Nos encontramos en el dormitorio de cierta monja peligris, Sarvente, quien se encontraba durmiendo plácidamente, como cualquiera haría al inicio del fin de semana.
Si, ese era todo su plan para el día: dormir hasta tarde, comer algo y después leer un libro o mirar la televisión.
Y si, tenía una iglesia de la que ocuparse, que era de de hecho donde vivía y donde estaba durmiendo, pero sabía que nadie acudiría allí un sábado. Y mucho menos a esas horas.
TOC, TOC, TOC
Por supuesto, nadie estaría en una iglesia a las ocho de la mañana.
TOC, TOC, TOC
Bueno, quizás si que había alguien por ahí, la persona con quien Sarvente vivía. Se trataba de...
TOC, TOC, TOC, TOC, TOC...
—¡RUV!— la chica se incorporó de la cama con un grito— ¿¡Quieres dejar de hacer ruido!?
—¡Perdón! Estoy clavando unos clavos— Sarv escuchó la voz de Ruv por el pasillo— ¿Podrías ayudarme, porfa?
La peligris suspiró con pesadez. Pocas cosas odiaba más que levantarse temprano, y además tendría que ayudar a su compañero con cualquiera de sus tonterías.
—Pues que bien empezamos el día...— se dijo la chica a si misma, levantándose de la cama para salir del dormitorio
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—¿¡Pero que caraj-
Sarv echó un vistazo a la sala principal del lugar. Lo que antes era el interior de una iglesia limpia y prácticamente vacía parecía ahora algún tipo de club de música, lleno de focos y luces.
Todos los bancos que deberían estar llenando la sala estaban ahora juntos, apilados, haciendo una especie de escenario que parecía a punto de derrumbarse. Arriba de este se encontraba Ruv, montando unos altavoces gigantes.
—¡Buenos días, Sarv!— dijo el pelirosa en tono amable
—¿¡Se puede saber que has hecho con MI iglesia!?— gritó la chica, en un ataque de ira
—Ambos vivimos aquí, Sarv. Además, yo pagué la mayoría, ya que a ti aún te busca la policía...
—Me da igual. ¿Para qué rayos es toda esta decoración?
El chico hizo una pausa para pensar su respuesta, mientras seguía clavando los clavos.
TOC, TOC, TOC
—Bueno, no sé si recuerdas a Boyfriend y Girlfriend— siguió hablando Ruv— Celebran hoy un año juntos, así que él quería cantarle una canción a su novia y después llevarla en una cita. Y reservó la iglesia para poder cantar aquí.
—Que cursilada...— se quejó Sarvente, viendo que iban a arruinarle su sábado
—¡Y debo tenerlo todo listo para la ocasión!— dijo el pelirosa ilusionado
TOC, TOC, TOC
—Espero que no estén aquí todo el día— le contestó ella
—No seas así, Sarv, a Boyfriend ya lo conoces, y su novia te caerá bien. Hasta les hice una pastel de bienvenida
—Si, Boyfriend...— la chica recordó al peliazul por un instante— Pero no quiero verlos siendo unos empalagosos de-
TOC, TOC, TOC
Harta ya de ese ruido, la chica subió al escenario improvisado, le quitó el martillo a Ruv y lo lanzó hacia quien sabe donde.
—¡Oye!— el chico se cruzó de brazos
—Eso son tornillos, imbécil. Debes atornillarlos, no clavarlos a golpes— dijo Sarv con hartura
—Oh...
Ruv echó un vistazo a los altavoces. Los laterales de estos, que supuestamente debían estar unidos por tornillos, estaban hundidos y destrozados.
—¿Crees que aún lo puedo arreglar?
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El sitio ya estaba preparado: El pequeño escenario se veía mejor ahora, las luces apuntaban a este y había una música que inundaba el lugar. Ruv se veía muy orgulloso, y Sarv, en cambio, solo estaba indiferente.
—¡No había visto este sitio tan animado en mucho tiempo!— comentó el chico con una sonrisa
—Seguramente porque es una iglesia— le respondió ella con sarcasmo
¡DING-DONG!
—¡Oh, deben ser ellos!— el pelirosa ignoró el comentario de Sarv y se dirigió hacia la entrada, a paso rápido— ¡Bienvenidos, chicos!
Ruv abrió la puerta, listo para ver a Boyfriend y Girlfriend, pero en su lugar solo se encontró al peliazul com un ramo de flores aplastadas, y... a nadie más
—¡Boyfriend!— lo saludó Ruv, animadamente— ¡Llegas pronto! Aunque siempre es bueno verte, jaja
—Eh, si, gracias Ruv— respondió el peliazul con cierta incomodidad
Ambos hicieron un silencio. El pelirosa se preguntaba dónde estaba Girlfriend, pero no quería preguntar, por si eso le sentaba mal a Boyfriend.
—Y... ¿que tal?— preguntó Ruv
—Oh, bien supongo. Gracias
—De nada
—Ajá
—Así que...
En medio de esa conversación incómoda, Sarvente apareció detrás del pelirosa, todavía sin muchos ánimos. La chica dio un par de pasos afuera de la iglesia y miró alrededor.
—Hey, ¿y tu novia?— preguntó esta, sin ser tan discreta como Ruv
Boyfriend intentó articular palabra, pero sólo emitió algunos "beeps" nerviosos, como si no supiese que responderle.
—A-Ah, ¿Girlfriend?, p-pues, ella... ¡beep!
—Ehhh... ¿todo bien?— preguntó Sarv
—¡Si si! Solo es que ella...—el peliazul hizo una pausa— no va a venir...
—¿Por qué?
—Pues, es que...
Boyfriend parecía algo incómodo con la situación.
—Ella... cortó conmigo la semana pasada
Silencio.
Ruv se llevó ambas manos a la cara, tapándose la boca con sorpresa, y Sarv solo se quedó cruzada de brazos, con algo de confusión en su cara.
Boyfriend miró hacia abajo con derrota. Parecía a punto de echarse a llorar.
—Siento que hayas preparado todo esto para nada, Ruv— el peliazul señaló el interior de la iglesia— De verdad, lo siento. No sabía como decirte
—No te preocupes, lo entiendo— el pelirosa no se veía ten animado ya, pero asintió con la cabeza— Solo déjame ir a apagar el horno. Estaba haciendo un pastel...
El ruso abandonó el lugar para entrar a la iglesia, y Sarv y Boyfriend se quedaron solos.
—También lo lamento por ti, Sarv. Sé que no te gusta levantarte pronto, y menos para verme a mi haciendo el tonto...—siguió disculpándose el chico
La chica sintió bastante lástima al oír eso, aunque su cara no lo reflejase. Boyfriend tenía mayores problemas que ella, sin duda, y aún así él se disculpaba por tonterías.
—No te preocupes, Boyfriend. Mi pereza no es el mayor problema aquí— contestó ella con su tono comprensivo
Después se agachó un poco, para estar a la altura del chico, y esbozó una ligera sonrisa.
—Y verte aquí tampoco es un problema, de hecho, me alegra
El peliazul formó una gran sonrisa al oír eso, y su respuesta fue un abrazo hacia la contraria.
A ella no le agradaban mucho esas muestras de afecto, ni estaba acostumbrada, pero igualmente lo correspondió con torpeza.
—Gracias— contestó Boyfriend, aún sonriendo
Se quedaron así unos segundos, hasta que apareció tras ellos Ruv, cargando un plato con un bizcocho completamente negro.
—Se ha quemado un poco, pero creo que se puede rascar...—se dijo el pelirosa mientras se acercaba a la puerta. Luego vio el abrazo entre sus dos amigos— ¿Chicos?
—Ah, hola Ruv— Sarv se separó de Boyfriend, se incorporó y miró el plato— Ehhh... ¿es eso el pastel?
Ruv se quedó en silencio por unos segundos, procesando lo que acababa de ver. Antes de que pudieran decirle algo, el chico pareció tener una idea.
—¡Lo tengo!— dijo el pelirosa, sonriente— ¡Ustedes dos deberían ir en una cita!
—¿¡QUE!?
—¡Si! ¡Así Boyfriend no desaprovechará todo lo que había preparado! Y Sarv...—Ruv la miró y alzó una ceja— Bueno, quizás se divierta por una vez
—B-Bueno...— el peliazul se veía nervioso— E-Esta no era mi idea, pero si a ella le parece bien...
—¡NO, claro que no!— Sarv miró con clara molestia al pelirosa— ¿¡Por qué iba a hacer eso!?
—Bueno, ya es hora de que hagas algo más que dormir y leer, ¿no?
—¡¡Y una mierda!!
—Oh, vamos Sarv
—¡Que no! ¡NO voy a ir a ninguna parte, NO voy a tener una cita con nadie y NADIE va a poder convencerme de lo contrario!
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Ahora nos encontramos en el centro de la ciudad, con Boyfriend y una más arreglada Sarvente caminando por el lugar.
—No sé ni cómo he llegado aquí— suspiró la chica, cansada
—Porque Ruv te dijo que vinieses conmigo o comieras el pastel quemado— contestó el chico, con una risa
—Es verdad
La peligris echó un vistazo a su alrededor. No había mucha gente por allá, afortunadamente, pero igual estaba cansada de caminar.
—¿A donde se supone que vamos?— preguntó Sarv
—Es aquí. Acompáñame
Boyfriend se dirigió a un restaurante cercano, e hizo una señal a Sarv para que lo siguiera.
La chica entró al local tras él: Parecía algún tipo de restaurante de lujo, con una decoración abundante, música y varios camareros vestidos de traje. Casi parecía sacado de una película.
—Esto... tiene pinta de caro— Sarv estaba sin palabras. No estaba acostumbrada a ir a ningún sitio, mucho menos a uno tan lujoso
—Oh, supongo...—el chico no supo que responder a eso— Mi padre me dejó dinero, si
Ambos se acercaron a una mesa cualquiera, se sentaron y ordenaron su comida.
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—Bien, ya estamos en la zona establecida.
Ahora nos encontramos en el centro de la ciudad, de nuevo. Un par de policías, un hombre llamado Jock y una mujer de nombre Jane, habían sido enviados a ese lugar en busca de cierta criminal.
—Una mujer alta, delgada, de cabello gris, ¿la ha visto?— preguntó Jock a un hombre que pasaba por allí, que negó con la cabeza— Ohhh...
—No creo que esté por aquí, a la vista de todos, Jock— le dijo Jane, su compañera— La señorita Sokolova tiene fama de escurridiza, así que no-
—¿No es esa?
El primero señaló la ventana de un restaurante cercano. A través de esta se veía a Sarvente y Boyfriend, ambos comiendo y charlando tranquilamente.
—Es... ella— el cigarro que Jock llevaba cayó al suelo. Después Jane habló al walkie-talkie— ¡Es ella! ¡La hemos encontrado!
La pareja de agentes corrió hacia el restaurante. El primero pateó la puerta, y la segunda apuntó a Boyfriend y Sarv con un táser.
—¡MANOS ARRIBA!— gritó Jane. El peliazul obedeció, y la peligris solo se quedó en shock, mientras masticaba su comida
—¡N-No disparen!— pidió Boyfriend— ¡No hemos hecho nada!
—¿¡Ah, no!?— gritó la policía, y apuntó con su pistola táser a Sarvente— ¡Eso díganselo al juez! ¡La señorita Sokolova es una criminal, buscada en varios países!
—¿¡Que!?
El peliazul se giró hacia Sarv y la miró con miedo. La chica no le devolvió la mirada, la tenía puesta en el policía, también asustada.
—No levantas las manos, ¿eh?— gritó Jane
Y, antes de que Sarv pudiera obedecerlo, fue disparada con el táser, cayendo al suelo como un peso muerto.
—...
Boyfriend se quedó mirándola, impactado, bajando las manos poco a poco.
—¿Y tú que, chaval? ¿vas a levantar las manos o no?— preguntó la agente. El peliazul volvió a levantarlos, y se escucharon unas sirenas de policía afuera del restaurante— Oh, ya está aquí el jefe. Vamos
Ambos policías salieron afuera y se dirigieron a los coches patrulla. Tan pronto como lo hicieron, Sarv se levantó de un salto, como si no hubiera pasado nada.
—¿Que? ¿Estás bien?— Boyfriend estaba confundido
—¿Crees que no tengo experiencia siendo disparada con esas cosas?— preguntó la chica con sarcasmo— Como sea, acompáñame. Deberíamos irnos
La peligris tomó al chico de la mano y salió corriendo hacia la puerta trasera del restaurante.
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—Ufff... Bien, creo que aquí está bien
Ambos dejaron de correr. Sarv se paró y comenzó a revisar su alrededor, vigilando que nadie los siguiera, y Boyfriend se apoyó en una pared para tomar algo de aire.
—Creo... creo que ya estamos lejos— dijo el chico mientras respiraba pesadamente. No estaba acostumbrado a correr tanto— ¿No?
—Si, eso parece— confirmó la chica
Los dos estaban en la parte trasera de un edificio, para que, en caso de que pasasen los coches patrulla, no fueran vistos.
—B-Bueno, yo... siento que la cita no fuera muy bien— se disculpó el peliazul agachando la cabeza— Quiero decir, no eres mi novia ni nada, pero fue-
—Deja de disculparte. Tú no hiciste nada— contestó la chica, interrumpiéndolo— Fue mi culpa, es a mi a quien buscaban... y debí haberte dicho sobre eso
Boyfriend la miró, y asintió un poco con la cabeza.
—Entonces... ¿es por eso por lo que no sueles salir de tu casa?
—No exactamente, solo me divierto más en mi casa que por la calle— dijo Sarv con algo de timidez — Pero supongo que eso también hacia difícil que la policía me viese. Ya que yo no...
La chica hizo una pausa.
—Nunca había salido con nadie antes...
—Bueno... Hay una primera vez para todo— el chico miró hacia otro lado— Quizás no haya sido la mejor, así que podríamos... repetir otro día
Boyfriend miró al suelo con vergüenza, enrojeciendo, al decir eso último.
Sarv se quedó unos segundos en silencio ante la propuesta. Después, volvió a mirar alrededor, vigilando que no hubiese nadie cerca.
—Bueno...
La chica se puso frente a Boyfriend, se agachó un poco y le dio un tierno beso en la mejilla.
—Eso sería divertido— le sonrió la chica. Era la primera vez que el peliazul la veía sonreír genuinamente
Sarv volvió a apartarse de él, y adoptó su tono serio de nuevo.
—Bueno, supongo que debería irme ya— la chica solo fingió que nada acababa de pasar— Así que bueno, umm, adiós
Ella solo salió corriendo, sin esperar respuesta por parte de Boyfriend. A este le pareció ver como Sarv se sonrojaba al huir, lo cual le pareció extrañamente lindo.
—Oh, bueno...— el chico puso su mano en la mejilla, donde Sarv lo había besado, y se sonrojó un poco— Quizás las cosas no salieron tan mal, jeje...
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