【 𝟑: 𝐂𝐨𝐪𝐮𝐞𝐭𝐞𝐨 】
(BFSarvente versión B3. Los diseños de las versiones empleadas están en la multimedia)
Un grupo de tres chicos, conocidos por allí como The Hamburguer Trío, caminaba por las calles de la ciudad vestidos de mariachis.
El primero de ellos, Bartholomew, un peliverde a quien apodaban B3, iba a paso rápido mientras miraba con atención las casas cercanas.
Tras él caminaban Benjamin, un chico tímido de cabello azul, y Neo, un energético pelinegro, a paso más lento, mientras bostezaban de vez en cuando.
—¡Vamos, apretad el paso! Así no llegaremos nunca— les recriminó el peliverde, girándose hacia ellos
—Tengo sueño, B3...—dijo Benji en tono cansado, y bostezó de nuevo
—Pues ve despertándote, la canción no va a tocarse sola— B3 señaló la trompeta que llevaba el peliazul, y luego siguió— Haz como Neo, ¡el no tiene sueño! ¿cierto, amigo?
El peliverde se giró hacia el de cabello negro, solo para ver que este se había dormido de pie.
—Oh, por Dios... ¡NEO!
—¡AH! ¿Qué? ¿que pasa?
—¿Dónde está la casa? Dijiste que era esta calle— dijo B3 en tono de hartura
—Ah, si, si— el pelinegro echó un vistazo rápido a su celular, y después miró a su alrededor— Es allí, el segundo piso
Neo dejó en el suelo la guitarra que llevaba, y señaló una ventana de un bloque de apartamentos. B3 sonrió y corrió hacia debajo de la ventana.
—¡Perfecto, empecemos entonces!— dijo el peliverde
Los otros dos se apresuraron a ir junto a él, y empezaron a tocar la trompeta y la guitarra, mientras B3 cantaba la canción de "Las Mañanitas"
🎶 Despierta, mi bien, despierta,
mira que ya amaneció.
Ya los pajaritos cantan,
ya la Luna se metió 🎶
...
Cuando estaban terminando la canción, B3 vio una silueta al otro lado de la ventana frente a la que cantaban, y a pesar de no poder verla bien desde abajo, supo que era su amada, Sarvente.
Desde que la había conocido en aquella convención de música había quedado enamorado de ella. Su belleza, su forma de hablar y de ser, habían tardado poco en quedarse grabados en su mente.
Y ahí estaba, pocos días después: Neo, su buen amigo con habilidades informáticas, y Benji, que aceptaría cualquier excusa para salir de su casa, se habían unido a él para poder cantar una serenata a la joven.
Estaba seguro de que le encantaría. Sarv era una gran amante de la música, y él lo sabía bien, así que no había mejor forma de conquistarla.
Y si aún así no lo aceptaba, pues... al menos la habría hecho sonreír.
Neo y Benji tocaron el final de la musica, y el peliverde se acercó a la ventana y se arrodilló frente a esta.
—¡Buenos días, preciosa!— el chico elevó la voz, ya que la ventana estaba algo alta— He venido hasta aquí a tocarte una serenata y desearte que tengas un buen día, ¿te ha gustado?
No hubo respuesta al otro lado. Bartholomew veía la silueta moverse tras la ventana, pero toda su respuesta fue un silencio.
—¿Hola?— la llamó B3, y luego se giró hacia sus amigos, confuso— ¿Por qué no responde?
—Quizás a Pico no le haya gustado la canción— dijo Benji, y luego miró su instrumento, triste— Debí haber ensayado más...
—¿Pico?
El peliverde se quedó helado al oír eso.
—Benjamin... ¿A que te refieres con Pi-
—¡BOYFRIEND!— la silueta abrió la ventana, y pudo verse que, efectivamente, era Pico— ¡Lo sabía! ¡sabía que seguías amándome!
—¿¡AH!?— el peliverde se quedó en shock, mirando hacia la ventana— ¡Neo! ¿Por qué rayos estamos en la casa de Pico?
—Pues, me dijiste que te indicase la dirección del pelirrojo, ¿no?— contestó el pelinegro
—Te pedí la dirección de LA PELIRROJA, ¡la que vimos el otro día en la convención!— B3 se llevó la mano a la cabeza— Oh, joder...
—¿La chica con sombrero y vestido del otro día? Creo que no era pelirroja— contestó Benji
—Tiene el cabello naranja, ¡eso es ser pelirrojo!— le gritó B3, haciendo que el peliazul se sobresaltara— Joder... ¡se supone que esta serenata era para Sarvente!
—Aww, pobre Triple B. Convirtiéndose en simp de una mujer que lo confundió con un niño—dijo Neo en tono burlón mientras miraba su celular
La cara de Bartholomew se puso roja de vergüenza. Mientras tanto, el pelirrojo con lentes seguía cantándose victorioso desde la ventana.
—Por fin, ¡sabía que volveríamos!— celebró Pico. Benji y Neo lo escucharon, pero no le dijeron nada, uno por lastima y el otro porque le daba igual.
B3 caminó a paso rápido hasta Neo, le dio un manotazo a su celular y lo miró amenazadoramente.
—Vale, bro, era una broma— el pelinegro retrocedió un poco mientras reía
—Más te vale conseguir su dirección, y más te vale hacerlo rápido— le dijo el peliverde en tono sombrío. Neo asintió nervioso y comenzó a teclear su celular
—¡Ajá, ya la tengo!— dijo el pelinegro, y echó un vistazo— La chica vive a unos 15 kilómetros de aquí.
—¿Cual chica?— preguntó el youtuber desde la ventana
—Así que...— Neo ignoró a Pico y trató de tranquilizar a B3– Podemos ir a cantarle otro día si quieres
—¿Otro día? De ninguna manera— el peliverde apagó su micro y alzó el puño— Vamos ahora mismo. ¡En marcha!
Acto seguido, el peliverde agarró a sus dos amigos del brazo y se dirigió con decisión hacia donde fuese que estaba la casa de su amada.
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