𝐢𝐢. 𝖺𝗍𝖺𝖼𝖺𝗇𝗍𝖾𝗌
002\. ┊໒ ⸼۰CHAPTER TWO
❛Atacantes❜
—¡Arriba! ¡Roy, Jack… deprisa, levantense, es urgente!
Roy se incorporó de un salto y se golpeó la cabeza con la lona del techo.
—¿Qué pasa? —preguntó.
Los cánticos habían cesado. Se oían gritos, y gente que corría. Bajó de la litera y cogió su ropa, pero su padre lo detuvo.
—No hay tiempo, Roy, sólo tu chaqueta y sal ¡rápido!
Roy obedeció y salió a toda prisa de la tienda, delante de Jack
A la luz de los escasos fuegos que aún ardían, pudo ver a gente que corría hacia el bosque, huyendo de algo que se acercaba detrás. Llegaban hasta ellos abucheos escandalosos, carcajadas y gritos de personas. De repente, apareció una fuerte luz de color verde que iluminó la escena.
A través del campo marchaba una multitud de magos, que iban muy apretados y se movían todos juntos apuntando hacia arriba con las varitas. Parecía que no tuvieran rostro, pero luego comprendió que iban tapados con capuchas y máscaras.
Roy sintió pánico enseguida, se giro a mirar a Jack quien abrazaba a su hermana menor con protección, el se giro y tomo a Harry del brazo y lo pego a el. Siguieron avanzado esperando salir de ese lugar, su padre iba con la varita en la mano y sus tíos Sirius y Remus, igual.
—Vamos a ayudar al Ministerio —gritó James, por encima de todo aquel ruido—. Ustedes vayan al bosque, y no se separen. ¡Cuando hayamos solucionado esto iremos a buscarlos!
Sirius dejo un beso en la frente de su hija y camino junto a James y Sirius, Lydia se pego a Roy por instinto y comenzaron a caminar. En el camino se encontraron con los Weasley quienes también iban para el bosque, Harry se acercó a Ron quién parecía querer vomitar.
Roy vio a Hermione temblando ligeramente y apresuro el paso para tomarla del brazo con calma, la chica lo miro y se sintió segura. Sin importar que Lydia estuviera del otro brazo, fue Roy quien la busco.
—Vamos —dijo Fred, cogiendo a Ginny de la mano y tirando de ella hacia el bosque.
Al llegar a los primeros árboles volvieron la vista atrás. La multitud seguía creciendo. Distinguieron a los magos del Ministerio, que intentaban introducirse por entre el numeroso grupo para llegar hasta los encapuchados que iban en el centro: les estaba costando trabajo.
—Sigan caminando y no se separen —ordeno Roy, todos siguieron la indicación al pie de la letra.
Eso hasta que de pronto escucharon a Ron gritar de dolor.
—¿Qué ha sucedido? —preguntó Hermione nerviosa, deteniéndose tan de repente que Roy chocó con ella—. ¿Dónde estás, Ron? Qué idiotez… ¡Lumos!
La varita se encendió, y su haz de luz se proyectó en el camino. Ron estaba echado en el suelo.
—He tropezado con la raíz de un árbol —dijo de malhumor, volviendo a ponerse en pie.
—Bueno, con pies de ese tamaño, lo difícil sería no tropezar —dijo detrás de ellos una voz que arrastraba las palabras.
Draco Malfoy estaba solo, cerca de ellos, apoyado tranquilamente en un árbol. Tenía los brazos cruzados.
—Veta a la...
—Ron —Roy lo detuvo—. No vale la pena, sigamos caminando.
—Eso, háganle caso a Potter mayor, y más teniendo en cuenta que llevas a Granger del brazo... —solto una risa burlona.
—¿Qué quieres decir? —pregunto Hermione molesta.
—Vienen por los muggles, yo que tú tendría cuidado porque...
—¡Hermione es una bruja! —le dijo Lydia mirando mal a su primo—. ¿Dónde estás mis tíos, Draco? No tendrán una máscara puesta ¿De casualidad?
Draco apretó los dientes al escuchar a su prima y la vio mal.
—Tal vez, ese no es asunto tuyo, Black. Mejor sigue tu caminó.
—Vamonos —Roy comenzó a avanzar una vez más sin interesarle en absoluto Malfoy.
—Gracias —murmuro Hermione mirando a Lydia y a Roy.
—No es nada, Draco es un idiota, no le prestes atención —la chica le resto importancia.
—Lydia tiene razón, eres una bruja, y la más brillante de tu generación, es pura envidia del rubio ese —Roy le sonrió mientras la abrazaba por unos segundos.
Una vez más, Hermione se sintió en el cielo.
( . . . )
—¡Mis bebés! —Lily Potter gritó abrazando a Roy y Harry con fuerza.
Después del campeonato de quidditch, la mujer estaba más que preocupada por su familia. Y están agradecida de que estuvieran bien.
—Estamos bien, mamá.
—Tuve tanto miedo, pensé que... —James la abrazo al ver cómo soltaba lágrimas.
—Estamos en casa Lily-Flor —murmuro besándola.
—Oh, James. Estoy tan agradecida de que estén bien —miro a sus hijos y luego noto a las personas detrás de ellos—. Jack, Eileen, ¿Cómo están? —abrazo a los dos chicos quienes le sonrieron.
—Estamos bien, señora Potter —Eileen contestó.
—Me alegro tanto, sus padres ya vienen en camino —les hizo saber.
—Gracias a Merlín —dijo Harry, "bajito"
—Idiota —la chica Snape lo miro mal.
Lily soltó una risa por eso, y luego miro a su hijo mayor.
—¿Todo bien, cariño?
—Claro, solo tengo que escribir una carta y vuelvo mamá —subio a su habitación y tomo el primer pergamino que encontró.
Hermione:
Me quedé con la duda de si estabas bien, espero que no te moleste que te escriba, solo que la última vez que te vi, estabas pálida. Espero que te encuentres bien ahora con tus padres.
Nos veremos en Hogwarts.
Roy P.
Le dio la carta a su lechuza y está se encargo de llevarla. Volvió a bajar a la sala y se encontró con los Señores Snape ahí.
—¡Mis pobres niños! —la señora Snape, era una mujer alta, de cabello castaño, con una mirada profunda.
Era hermosa, y muchas personas se preguntan que le había visto a Snape al casarse con ella.
—Señores Snape —Roy saludo con cordialidad.
—Ah, el unico Potter que me agrada —Severus dijo para diversión de su hija y Lily.
Roy soltó una risa y lo saludo, posteriormente se despidió de su amigo y prometieron mandarse cartas para el restó del verano. Harry también fue obligado a despedirse de Eileen, pero ni el, ni ella lo deseaban.
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