xx
𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟐𝟎
"𝘏é𝘳𝘰𝘦𝘴"
ALYSSA
Terminaba de colocarme las rodilleras y coderas, miré a Esko quien estaba teniendo algunos problemas para terminar de ponerse su armadura.
— Dejame ayudarte —Le dije tomando el peto¹ para colocárselo de manera correcta.
— Gracias insecto —Sonrío levemente—. Lyss, ¿estás bien?, con respecto a Na...
— Hubo algo que no le pude contestar —Murmuré colocando sus coderas—, ella me preguntó lo que haría si algún día se iba. Nunca pude decirle lo mucho que la extrañaría
Esko se acercó a mí para rodearme entre sus brazos: —Está bien, ella sabía lo mucho que la querías —Murmuró dejando un casto beso en mi frente—. Ahora, ve a ayudar a tu novio, que creo que no sabe amarrarse el peto.
Asentí y me separé de mi hermano para acercarme hasta Cheong-San, quien sonrío levemente al ver como tomé aquel equipo de seguridad.
— No era así, ¿verdad? —Cuestionó en voz baja.
— Nop, pero yo puedo ponértelo —Tomé las coderas para poder colocárselas de manera correcta—. Debo admitir que tengo miedo de que todo falle. —Murmuré mirando al chico.
Cheong-San me miró y beso cortamente mis labios: —No debes preocuparte, pronto seremos libres, y por fin estará todo bien, te lo prometo.
— Es lo único que deseo, siempre y cuando estés junto a mí —Declaré tomando su mano, para entrelazarla con la mía
La voz de Joon-Yeong hizo que todos lo miráramos con atención.
— ¿Todos están listos? —Cuestionó el chico—. Voy a abrir.
— Espera. Esto saldrá bien, ¿verdad?
— Todo saldrá bien niños —Dijo Esko tomando su apreciado bate—, sólo no se separen. Los necesito a todos con vida.
Cheong-San apretó mi mano, haciendo que lo volteará a ver: — No te separes de mí, ¿está bien?. Haré lo necesario para que estemos a salvo. —Asentí ante su petición.
Su-Hyeok caminó hasta nosotros, tendiéndole un bate de béisbol al pelinegro.
— Yo iré adelante, tú encargate de la retaguardia —Cheong-San tomó el bate, asintiendo—. Por favor, cuidala —Me señaló levemente con la cabeza.
— Con mi vida —Murmuró, haciendo que Su-Hyeok asintiera para darme una última mirada e ir hasta donde Joon-Yeong estaba.
— Ya es hora —Dijo el chico dándose vuelta para tomar la perilla de la puerta.
Pusé mi mochila sobre mis hombros, y tomé una de las rejillas. Cheong-San me miró una última vez, dándome un pequeño asentimiento, el cual regresé de inmediato.
Joon-Yeong y Su-Hyeok abrieron la puerta, haciendo que todos comenzáramos a correr fuera de la bodega.
— ¡Rápido!
— ¡Entren, ahora!
Logramos hacer un pequeño círculo con las rejas, dejándonos dentro de este mientras los zombies comenzaban a rodearnos.
— ¡Ciérrenla ya! —Esko fue más rápido, y ató las cuerdas para sellar las salidas de las rejillas.
— ¡Empujen, con fuerza!
Cheong-San, Su-Hyeoky y Esko comenzaron a golpear a los zombies que poco a poco comenzaban a trepar. Ha-Ri lanzaba sus flechas, para rematar a los caminantes, mientras que los demás tratábamos de empujar las rejillas.
Un zombie tomó a On-Jo por su sudadera, tome uno de los palos de metal y comencé a golpear a aquella bestia, para qué la soltará.
— ¡Suelten a mi cuñada, imbéciles! —Golpeé al zombie fuertemente, logrando que soltará a mi amiga, pero una mano aferrándose a mi tobillo, me hizo tropezar, intenté patear al zombie con mi pierna pero era inútil.
— ¡Con mi hermana no, perros! —Gritó Esko golpeando la mano del zombie con fuerza, haciendo que me soltara. Mi hermano me levantó con rapidez, inspeccionando que estuviera bien.
— ¿Qué hacen? —Nos gritó Joon-Yeong—. ¡Sigan empujando!
Y de repente, todo empezó a irse por la borda.
El ver la sangre correr por la mano de Joon-Yeong hizo que mi hermano se agachara con rapidez hasta él.
— ¡Vas a estar bien!, ¡escuchaste, estarás bien! —Esko intentó tomar su mano, pero el chico la alejó.
— Creo que no debí hacerme responsable —Habló el chico y se levantó para subir a las rejillas.
— ¡Joon-Yeong, espera!
— ¡No lo hagas!
Joon-Yeong se dejó caer sobre los zombies, atrayendo la atención de varios de ellos, nadie podía hacer o decir nada ante el sacrificio de nuestro amigo.
— ¡Sigan empujando! —Gritó el chico, empujando a los zombies—. ¡Dense prisa! —Los zombies comenzaron a morder al chico—. ¡Largo! ¡Vayan a casa! ¡Vayan a casa!
Los zombies lograron empujarlo al suelo, mientras que nosotros intentábamos seguir empujando escuchando los gritos de dolor de nuestro amigo.
Habíamos perdido a alguien más.
Los carritos comenzaron a moverse un poco más, haciendo que pudiéramos avanzar hasta llegar a la puerta.
— ¡Rápido, ábranla ahora!
Su-Hyeok intentó abrir la puerta, pero esta no cedía en lo absoluto.
— ¡No se abre!
On-Jo y yo nos acercamos a la puerta, empujándola para que pudiera abrirse, cosa que nunca ocurrió.
— ¡Debe estar cerrada por fuera! —Nos gritó Esko.
Su-Hyeok corrió hacia los chicos para ayudarlos contra las bestias, mientras que On-Jo y yo seguíamos empujando la puerta.
Pero era inútil, al golpear la puerta provocábamos demasiado ruido y de seguro eso podría atraer a los zombies de allá afuera.
Estábamos muertos.
On-Jo y yo nos alejamos para tomar fuerza y volver a intentar empujar aquella puerta, pero esta se abrió de repente, mostrando la claridad de la luz del día y a nuestro héroe.
— Papá —Murmuró On-Jo para correr a abrazar al señor Nam.
Los chicos corrieron afuera y Cheong-San cerró la puerta con rapidez. Tanto mi hermano como mi novio se acomodaron a mi lado, mirando como On-Jo hablaba con su padre.
— Muchachos —El padre de On-Jo se acercó hasta nosotros.
— Capitán Nam —Respondió Esko haciendo una pequeña reverencia, y el señor Nam le dio un abrazo para luego abrazarnos a Cheong-San y a mí.
— ¿Todos pueden correr? —Cuestionó separándose de nosotros.
La mayoría soltó un pequeño "sí".
— De acuerdo —Hizo una pequeña pausa, señalando un punto detrás de nosotros—. Si pasan por las canchas de tenis y la obra en construcción, llegarán a la montaña, ¿de acuerdo?. Si cruzamos la montaña, podrán llegar a Yangdong....
— ¡Señor Nam! —Gritó Cheong-San y los gruñidos de los zombies se hicieron presentes. El mayor corrió hacia este, y lo lanzó al suelo, rompiéndole la pierna.
— ¡Chicos, corran! ¡Ahora!
Cheong-San tomó mi mano, mientras que mi hermano tomaba la de On-Jo y todos comenzamos a correr rumbo a las canchas, con los zombies pisándonos los talones.
Llegamos a las canchas, y nos adentramos rápidamente en estas, el señor Nam cerró la reja principal, pero todos nos detuvimos en medio de la cancha, viendo como los zombies comenzaban a amontonarse detrás de toda la cancha.
— ¡Maldición!
— No podremos salir...... no podremos —Alcancé a escuchar a Dae-Su.
— Estamos muertos —Murmuré mirando a nuestro al rededor.
Los zombies lograron derribar una de las rejas entrando a las canchas. Su-Hyeok, Cheong-San y Esko se colocaron en frente para comenzar a golpearlos igual que Min-Ji. El señor Nam lanzó una bengala hasta los zombies logrando que se distrajeran.
— ¡Vámonos, de prisa! —Nam-Ra me tomó del brazo, para comenzar a correr hasta la otra salida.
Todos logramos salir, con exepción de Esko, On-Jo y el señor Nam.
El señor Nam comenzó a soplar un silbato, atrayendo nuevamente la atención de los zombies, Su-Hyeok se acercó hasta mi hermano para ayudarlo a sacar a On-Jo, quien gritaba por su padre.
— ¡Salgan, ahora mismo!
Un zombie se abalanzó contra el señor Nam, pero Esko corrió rápidamente para sacárselo de encima. Ambos corrieron hasta la salida, pero el señor Nam empujó a Esko para que lograra salir primero, cerrando la reja detras de él.
— ¿Papá? —Preguntó On-Jo, bajando su mirada hasta la mano de su padre.
— On-Jo, mirame —Dijo su padre con voz tranquila—. Por favor, vete. Corre —Le sonrió levemente para luego mirar a Esko—. Sé que tú la cuidaras, no la dejes sola —Esko asintió hacia el adulto— ¡Corran! ¡Ahora!
Los zombies comenzaron a morder al señor Nam, mientras que On-Jo no quería moverse de ahí, tomé el brazo de On-Jo, obligándola a correr junto con nosotros.
Todos corríamos rumbo a la construcción, tomándole ventaja a los zombies. Hasta que un gruñido nos llamó la atención, haciendo que nos defendiéramos un momento.
Un zombie se acercaba hasta nosotros, pero comencé a negar al darme cuenta de quien era ese zombie.
Su suéter rosa ahora se encontraba manchado de sangre, su cabello pelirrojo hecho una maraña y una gran mordida asomándose por su cuello.
— ¿Lyssa? —Cheong-San me tomo de la mano.
— No puedo dejarla en este estado —Murmuré viendo como el cadáver de mi mejor amiga poco a poco se acercaba a nosotros.
Ha-Ri alcanzó a escuchar eso y saco una de sus flechas para colocarla en su arco y apuntar hacia la de suéter rosa: —¿Estás segura? —Yo asentí.
Y de repente el sonido de un cuerpo cayendo al suelo se hizo presente en mis oídos.
Na-Yeon se había ido, y esta vez para siempre.
— Debemos irnos chicos —Esko nos llamó y volvimos a emprender nuestro camino dentro de la construcción.
— ¡Dense prisa!.
—¡Alto! —Ordeno Nam-Ra, haciendo que nos detuviéramos—. ¡Arriba, ahora!
Unos zombies comenzaron a salir de entre los pasillos, obligándonos a correr escaleras arriba. Cheong-San me jalaba de la mano, corriendo de prisa mientras que Su-Hyeok venía detrás de nosotros. Conseguimos llegar hasta el segundo piso, pero era un laberinto.
— ¿A dónde vamos ahora?
Eché un vistazo por el lugar, hasta encontrar una ventana: —¡Por allí! —Señale.
Todos corrimos hacia allá mientras que Esko ponía un banco para ayudarnos a subir, Cheong-San logro entrar primero para después ayudarme a subir a mí.
— No te acerques al borde —Susurró en mi oído, enredando su brazo a mi pecho, en forma de protección.
Pronto, todos lograron pasar por la ventana, sentándonos en el pequeño balcón.
— Silencio —Habló Nam-Ra—. Quédense en silencio —Todos dejamos de hablar, escuchando los gruñidos de los zombies
Esko tenía a On-Jo entre sus brazos, intentando calmarla. Sentí mi corazón latir con fuerza ante el miedo y el cansancio, cosa que Cheong-San noto en seguida.
— Descuida, ya estás a salvo —Susurró en mi oído para luego besar mi mejilla.
Hola, hola, esto es lo más trending en internet y redes sociales.
¿Cómo están? ¿Todo bien? ¿Ya se vieron Purple Hearts?
Los priemeros 30 minutos y ya era un mar de lágrimas, la ptm.
Ya estámos cerca del fin, I'm not ready for this.
¿Qué les pareció el capítulo?
¿Están nerviosxs por el fin?
En fin, me despido deseandole una bonita mañaña, tarde o noche♥
No se olviden de tomar agüita, hacer su tarea y de ponerse su cubrebocas.
Lxs amo ♥♥♥♥
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top