xviii
𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟏𝟖
"¿𝘘𝘶𝘪é𝘯 𝘴𝘦𝘳á 𝘦𝘭 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘯 𝘥𝘦𝘤𝘪𝘳 𝘢𝘥𝘪ó𝘴?"
ALYSSA
Los soldados habían regresado y comenzaron con las labores de rescate. Ji-Min es la primera en subir, mientras todos mirábamos aquella acción.
— Esto parece tan irreal —Miré a Esko con una pequeña sonrisa—, pronto estaremos a salvo y miraremos Reputation Stadium Tour otra vez.
— ¿Y después veremos One Direction: This Is Us? —Esko asintió con alegría.
— Promesa de garrita. —Entrelazó su dedo meñique con el mío, en señal de promesa.
Estábamos tan cerca de estar a salvo, de poder respirar sin miedo a morir en cualquier momento.
Estábamos tan cerca de ser finalmente libres.
Hasta que todo se fue al carajo.
— Entendido. Cambio —Habló uno de los soldados mirándonos—. ¡Operación cancelada! ¡Sólo tomaremos el paquete y nos iremos!
Al escuchar aquellas palabras todos comenzamos a alterarnos, especialmente Ji-Min, quien rogaba porque no dejaran subir al helicóptero.
— ¡Sólo quiero irme! —Gritó Ji-Min—. ¡Llévenme con ustedes! —Intentó acercarse a los soldados, pero estos nos apuntaron con sus armas.
Esko colocó a On-Jo detrás de él, mientras que Cheong-San lo hacía conmigo.
— ¿Por qué no nos llevan? —El soldado ahora apuntaba a Na-Yeon, quien retrocedió al instante.
— ¡No somos zombies!
— ¡Atrás o dispararemos! —Nos gritó uno de ellos, acercándose más a nosotros.
Cheong-San me tomo de la mano, para acercarnos cuidado hacia el frente: — Señor, ¿no puede llevarse a algunos? —Preguntó con desesperación, pero el soldado en respuesta disparó su arma hacia el cielo, haciendo que ambos retrocediéramos—. Se lo suplico, sólo a unos cuantos.
El pelinegro dio un paso al frente, pero el soldado volvió a disparar hacia el cielo, para luego volvernos a apuntar
— Señor.... por favor —Alcancé a murmurar.
— Lo lamento —Dijo retrocediendo pero sin dejar de apuntarnos.
Hasta que finalmente subió, dejándonos a nuestra propia suerte.
— Nos abandonaron, ¿verdad? —Hyo-Ryung preguntó con la voz entrecortada—. ¿Ya nadie vendrá a salvarnos?
— ¿Por qué lo hicieron? —Na-Yeon me miró en busca de una respuesta.
— Pensaron que éramos unos putos zombies — Escuché la voz enojada de Esko
— No — Hablé con la mirada pérdida—. No se habrían ido sin matarnos, ¡todo esto es una mierda! —Na-Yeon se acercó a mí, rodeándome con sus brazos mientras pequeñas lágrimas resbalanan por mi mejilla—. Hemos luchado para sobrevivir para que menos de un segundo todo se vaya por la borda, ¿acaso no somos muy jóvenes para sufrir todo esto?.
Nadie dijo nada después de eso, Cheong-San se acercó hasta la fogata para patearla con furia, esparciendo unas chispas por el suelo.
— ¿Qué estás haciendo? — On-Jo lo quitó de la fogata, jalándolo del brazo.
— Es inutíl —Respondió el pelinegro con la voz entrecortada— Ya nadie vendrá —Pateó todo a su alrededor, incluidas las SOS que estaban en el suelo, para luego soltar un grito lleno de enojo.
Y no podía culparlo, porque era exactamente lo que yo quería hacer en ese momento. Gritar, patear y destruir todo.
Intentar apagar la furia y la decepción que comenzaba a acumular dentro de mí, porque un gran hombre malo y su gran clan tenían sus manos manchadas de rojo ardiente. Ellos no nos iban a ayudar, estaban demasiado ocupados salvándose a sí mismos.
Y sólo nosotros, sólo los jóvenes podríamos seguir luchando por nuestras vidas.
(.......)
Los truenos y la lluvia no tardaron en hacerse presente ante nuestra soledad, mientras que la tristeza y decepción eran demasiado notorias en el rostro de cada uno de nosotros.
Entre Esko y Su-Hyeok lograron hacer un pequeño "techo improvisado" para que pudiéramos resguardanos de la lluvia, dado que en las palabras de mi hermano:
"Prefiero pelear contra los zombies que cuidar de once niños con un resfriado o neumonía"
Aunque era algo ilógico, ya que todos nos encontrábamos empapados de pies a cabeza.
Na-Yeon tenía recostada su cabeza en mi hombro, escuchando el plan que Cheong-San y Joon-Yeong para poder escapar de ahí.
— Si podemos llegar a la montaña —Habló On-Jo—, podemos llegar a Yangdong. Fui allí de excursión varias veces con mi padre.
— ¿No crees qué podría ser algo suicida? —Cuestionó Woo-Jin
— El que nos quedemos aquí también lo es —Murmuré con la vista clavada en el suelo.
— Lyss tiene razón. Nuestros cuerpos no podrán resistir mucho y aunque tengamos comida, no será lo suficiente para todos —Esko nos miró a cada uno.
— ¿Y si los zombies nos atrapan? —Preguntó Hyo-Ryung en voz baja.
— Nadie nos salvará si nos quedamos aquí —Habló Cheong-San—, sólo nosotros podemos salvarnos. —Se paró delante de nosotros— Vamos, si llegará a pasar algo, gritaré y alejaré a los zombies.
Aquellas palabras hicieron que mirara de mala manera al pelinegro mientras negaba con la cabeza.
— No y no digas más tonterías. Nadie más tendrá que morir —Dije levantándome con cuidado de no lastimar a Na-Yeon para poder quedar delante del pelinegro—. Ya perdimos demasiado y no estoy dispuesta perder a nadie más.
— Nos matarán —Tomé la mano de Cheong-San para entrelazarla con la mía.
— Nos matarán juntos entonces.
Esko fue el primero en asentir: —Entonces hagámoslo. Luchemos para sobrevivir.
— Debido a la lluvia los aromas se mezclaron y se acentuaron — Habló Nam-Ra—, la lluvia también es muy ruidosa. Los sentidos de los zombies no son tan agudos.
— Pues si lo dice una mombi, es demasiado confiable.
— ¿Lo haremos? —Le pregunté a Cheong-San, él cuál asintió.
— Nadie se quedará atrás —Dijo Cheong-San apretando mi mano—. Iremos en parejas y tomados de la mano, para poder protegernos.
Esko se levantó de donde estaba sentado y le extendió la mano a On-Jo: —Antes de irnos, necesito hacer algo.
La pareja salieron del pequeño techo improvisado, para quedar bajo la lluvia.
— ¿Qué están haciendo? — Inquirió Woo-Jin.
— ¿Acaso ellos....?
— Sip — Miré a mi hermano y a mi amiga—, ellos se están besando — Recalqué con una sonrisa.
Estaba tan orgullosa de Esko.
— Bueno, creo que ellos irán juntos — Dae-Su extendió su mano hacia Hyo-Ryung—. ¿Vamos?
Hyo-Ryung miró a Dae-Su y luego tomó la mano de Ji-Min. Dae-Su intentó hacerlo con Nam-Ra, pero ella tomó la mano de Su-Hyeok, y lo mismo trató de hacer con Woo-Jin, pero Joon-Yeong le ganó.
Así que la única que quedaba para ir con él era Na-Yeon.
— ¿Ustedes no me quieren adoptar? —Nos preguntó la pelirroja a Cheong-San y a mí.
— No, bye —Dijo Cheong-San intentando alejarnos de ellos.
— Na-Yeon —Jalé a Cheong-San para que no se moviera—, estaremos bien, lo prometo. Sólo no te separes de Dae-Su.
Miré al chico, y este asintió tomando la mano de mi mejor amiga, la cual soltó un pequeño bufido, asintiendo ante mi petición.
Cheoong-San abrió la puerta de la azotea con lentitud, asomando su cabeza para verificar que pudiéramos salir. Al ver que el camino estaba libre, nos indicó que podíamos salir.
Todos íbamos bajando las escaleras con sumo cuidado y en silencio. Algunos íbamos armados con unos palos de madera, mientras que Esko sostenía a su amado bate. Y, gracias al cielo, logramos llegar hasta el primer piso y salir por la puerta principal sanos y salvos.
Nos escondimos de los zombies detrás de una barda y así poder idear un plan para pasar sin que ellos nos vieran.
— Atraeré a ese zombie y me iré por allí —Cheong-San me susurró—. Usarán ese tiempo para poder escapar.
Comencé a negar con la cabeza de inmediato: —Ni siquiera lo pienses.
— Atraeré a ese zombie y ... —Se quedó callado ante la forma en que lo miraba.
— Sigamos por el muro y crucemos —Él me miró con duda, pero termino aceptando.
— Iremos por el muro —Todos asintieron ante lo dicho por el chico.
Con mucho silencio, pudimos cruzar el muro, hasta llegar a la camioneta con la que Cheong-San nos había ayudado a On-Jo y a mí entrar a la escuela. Todos nos agachamos mientras que Dae-Su fue el primero en cruzar por debajo de la camioneta, siendo seguido por Woo-Jin y Joon-Yeong.
— Ya falta poco —Me susurró Cheong-San, para luego asomarse por encima de la camioneta y quedarse completamente quieto.
— Amigo, pon la cabeza abajo —Dijo Esko intentando jalar el pantalón del pelinegro, pero lo ignoró olímpicamente.
— Cheong-Sa, vamos.... — Me levanté para ver aquello que lo había dejado paralizado—. Esko —Le murmuré a mi hermano, para que viera aquello.
— ¿Mamá?
Tanto mi hermano como yo nos quedamos congelados al ver a aquella mujer que nos brindó su amor maternal convertida en zombie, aquella que nos alimentaba cuando alguno de nosotros olvidaba hacer la despensa, aquella que nos había abierto las puertas para pertenecer a su familia.
— Mamá — Cheong-San intentó subirse arriba del camión, y entre Esko y yo lo tomamos del pantalón para evitar que lo hiciera, mientras que la lluvia comenzaba a hacerse cada vez más intensa.
— Ay Dios —Escuché exclamar a Dae-Su—. ¡Hay un zombie aquí!.
Dae-Su comenzó a golpear a la zombificada señora Lee con el tubo y logro empujarla al suelo con la ayuda de Woo-Jin.
— Basta —Pidió Cheong-San en voz baja mientras era sostenido por Esko—. ¡Deténganse por favor!
El pelinegro golpeo el abdomen de mi hermano para poder zafarse de su agarre y poder cruzar hasta donde su madre estaba. Empujo a los chicos y se colocó arriba de Dae-Su para golpearlo en el rostro.
Ver al chico de esa manera me dolía, y más porque tanto Esko como yo sabíamos lo que era perder a nuestra madre. Sabíamos de aquella oscuridad que poco a poco estaba consumiendo a Cheong-San.
Tanto Esko como Su-Hyeok, On-Jo y yo corrimos hacia los chicos. Esko fue el primero en tomar a Cheong-San por los brazos, separándolo de Dae-Su,
— ¡Suéltame! —Gritaba Cheong-San intentando salir de los brazos de mi hermano—. ¡Que me sueltes, maldita sea!.
— ¡Cheong-san, basta por favor! —Tome el rostro del chico intentando que no mirara aquella escena—. ¡Por favor! —Pedí llorando, pero el chico seguía intentando escapar.
— ¡Máma! —Aquel grito resonó en medio de la oscuridad, dejando a los demás se detuvieran en completo silencio.
Cheong-San se dejó caer al suelo llorando, me agache hasta quedar a su altura y poder atraerlo hasta mi, sentí como se aferro con fuerza entre mis brazos sin dejar de llorar, y yo no lo dejaría solo. Su cabeza quedo en mi pecho, sollozando, sentí otros brazos envolvernos, y pude mirar a Esko de reojo, el cual nos sostenía a ambos.
— ¡Tenemos que irnos! ¡Ahora! —El gritó de Nam-Ra nos alertó a todos.
— ¡Rápido, corran!
Cheong-San ni siquiera intento moverse, sólo miraba como su madre se arrastraba por el suelo, intentando llegar hasta nosotros.
— Cheong-San, tenemos que irnos —On-Jo intento levantarlo, pero este no reaccionaba.
— ¡Tienes que tranquilizarte! —Le gritó Su-Hyeok y Esko, pero no consiguieron nada.
— Cheong.San, tienes que levantarte. —Rogué tomando su rostro entre mis manos—. Por favor, debemos sobrevivir juntos.
Entre los cuatro, logramos levantar a Cheong-San y hacerlo caminar hacia donde Nam-Ra y Na-Yeon nos esperaban, todos comenzamos a correr hasta donde nuestro grupo estaba, siendo perseguidos por los zombies.
La luvia torrencial nos impedía ver con claridad el camino, mientras que el lodo hacía que tropezaramos en cada momento. Mi mano se aferraba a la de Cheong-San, obligandolo a correr con rápidez, voltee hacía atrás para ver que tan lejos estaban los zombies de nosotros, pero mi corazón se detuvo a notar la ausencia de alguien.
— ¡¿Dónde está Esko?! —Me detuvé abruptamente, mirando con desesperación a todos lados en busca de mi hermano.
(......)
OMNISCIENTE
El grito de la jovén Min alerto al grupo de sobrevivientes, en especial al pelinegro junto a ella. Alyssa soltó la mano de Cheong-San y esquivando a On-Jo, salió corriendo por donde habían llegado, para buscar a su hermano.
— ¡Alyssa! —Cheong-San intentó correr hacia su chica pero fue detenido por Woo-Jin.
— ¡Ustedes quedensé con Cheong-San, iremos a buscarlos! —Ordenó Su-Hyeok para luego salir detrás de la castaña, seguido de On-Jo y Na-yeon.
Por otra parte, Esko corría detrás de Hyo-Ryung y Ji-min, cuidando de las dos chicas.
— ¡Sigan corriendo y no miren atrás, chicas! —Gritó Esko golpeando a uno de los zombies—. ¡Mantengansé juntas!
Hyo-Ryung tropezó con el barro y cayó al suelo: — Ji-Min —Murmuró mirando a la de coleta—. Ayúdame, por favor.
Ji-Min miró a la chica en el suelo, seguido de mirar como Esko peleaba con aquel zombie, para luego, salir huyendo de ese lugar, dejando a aquellos chicos a su merced.
Esko logró deshacerse de ese zombie y corrió para ayudar a Hyo-Ryung.
— Vamos, vamos, vamos. ¡Sigue corriendo! —Levantó a la chica del sueter rosa, haciendo que ella corriera delante suyo.
Hyo-Ryung corrió por donde Esko le indicó pero soltó un grito al chocar con alguien.
— ¡Hyo-Ryung! —La voz preocupada de Alyssa se asomaba por los ruidos de los truenos— ¿Dónde está Esko —La chica intentaba respirar— ¡¿Dónde mierda está mi hermano?! —Exigió saber con desesperación.
— Esataba detrás de mí —Murmuró la asíatica con terror.
Alyssa corrió hacia donde la chica le había indicado, y el pánico se apodero de ella al ver aquella escena.
Esko tirado en el suelo, con un zombie acercandosé a él.
No lo dudó ni un segundo. Ella estaba dispuesta a sacrificar su vida, para poder salvar a su hermano.
Esko había sacrificado mucho por ella.
Sacrificó su infancia, para que Alyssa no pasara todo lo que él pasó.
Sacrificó sus tardes de amigos para poder jugar con su hermana.
Sacrificó su vida para convertirse en el hermano que ella necesitaba.
Alyssa corrió hacia su hermano y lo tomo de los hombros para levantarlo. Haciendo que Esko la mirara con sorpresa.
— ¿Qué mierda hacer aquí? ¡Vete ahora mismo! —Ordenó Esko con miedo de que algo le pasara a su hermanita.
— ¡Estás mal del cerebro si piensas que voy a dejarte morir! —Dijo la castaña con lágrimas en sus ojos—. ¡Siempre juntos!, ¿lo recuerdad?
Esko sonrió con tristeza pero los gruñidos de las bestias se hicieron presentes. Alyssa se arrodilló junto a su hermano, ya no había tiempo para escapar, así que si alguien debía morir, sería ella. Así podría darle tiempo de escapar a Esko.
Perdóname hermano, pensó la castaña colocandosé delante de Esko buscando protegerlo.
El muchacho envolvió a su hermana entre sus brazos, arrastrandose con ella por el suelo, sientiendo un dolor apoderándose de su pierna izquierda.
— ¡Lyssa! /¡Esko! —Los gritos de Su-Hyeok y On-Jo se hicieron presentes.
Pero lo que realmente les congeló la sangre a todos, fue escuchar aquel grito de dolor en medio de toda la oscuridad.
El grito que significaba que alguien había sido mordido.
Pero, ¿quién de los hermanos Min sería el primero en decir adiós?
45 VOTOS Y 40 COMENTARIOS PARA
LA SIGUIENTE ACTUALIZACIÓN
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top