-¡Anda Ochako, hay que salir!- Le rogaba Denki a la castaña, ya llevaba días sin salir nisiquiera a la tienda. Pensaba que podría ayudarla si la llevaba de fiesta hoy.

-Denki, son las dos de la tarde, ¿sabías?

-¡Si, pero también quiero llevarte a comer algo! Sólo tú y yo, y en la noche nos veremos con Mina, Eijiro, mi bello novio, Sero y Momo.- Le sonrió dulcemente. -Bueno, ve a bañarte, en lo que busco algo de tu ropa.- Dijo, para tomar a Ochako y meterla al baño.

Uraraka se desvistió, y antes de ducharse se miró al espejo, todo de ella era un asco, pero...

Se sentía ridícula llorando por un chico que no la quería.

¿Dejaría de ser ella misma, sólo por él?

No. Ya no.

Ella valía muchísimo más, Shoto no merecía sus lágrimas, además... Si el va a tomar de nuevo su vida cómo si nada, ¿por qué ella no?

Sólo era una caída, se podría... No, se podrá levantar.

Soltó un gran suspiro, y se bañó sin problemas.

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Kaminari y Uraraka se fueron caminando al centro comercial, ya que el rubio aún no tenía su licencia de conducir y la castaña era algo distraída cómo para manejar.

-Oye Denki.- Habló, y el rubio la miró con intriga. -Me gustaría que me acompañaras con una estilista, quiero que me arregle el cabello.- Comentó decidida.

-¡Eso es genial! Te verás maravillosa, osea te vez genial, pero más todavía.- La abrazó emocionado, Ochako sólo se limitó a reír.

Cuando entraron al centro comercial, ambos quedaron maravillados con todo, y sobre todo con la estética donde fueron, era un lugar muy lindo. Además de que la estilísta era amable.

Después de que Ochako apareciera con su nuevo corte, fueron a un restaurante a comer pizza y hamburguesas, ya que a los dos jóvenes les gustaba esa comida.

-¡Te vez tan linda, cariño! Si fuera un chico completamente héterosexual y soltero, sin duda te pediría que fueras mi novia.- Alagó el rubio.

-Ay Denki, ya basta, haces que me sonroje.- Habló de manera cariñosa la castaña.

Rieron un poco, después de eso, Kaminari le preguntó algo curioso a Uraraka.

-¿Alguien te llama la atención?- Apoyó su cabeza sobre sus manos.

Ochako se ahogó con su bebida de durazno. -¿Qué? no, no me interesa nadie por el momento.

-Ah bueno, es que cómo tienes a varios chicos detrás de ti, así que pensé que al menos uno te podría llamar la atención.- Alzó y dejó caer sus hombros.

-Este, no. No me siento preparada para eso, no después de lo que pasó con Sho- digo, Todoroki.- Suspiró profundamente.

-Es que pensé que tal vez te gustaría tener a alguien a tu lado que te apoye, que siempre esté contigo incondicionalmente, que te ame apesar de todo.

-Cariño, no necesito estar con alguien para ser feliz.- Ochako por un momento, se sintó aconsejada por lo que había dicho.

Pero... Si Denki le preguntaba ese tipo de cosas... ¿Será que...?

Lo miró seriamente. -... Tú sabes algo que yo no.

-¿Eh? ¡Claro que no!- Negó rotundamente el rubio eléctrico.

La castaña alzó una ceja, aún no lo creía. -No puedes mentirme, dime.

-¡Mina me dijo que no dijera nada!- Al decir eso, se cubrió la boca con sus manos. Ashido lo mataría por arruinar todo.

-¡Ajá! Tú sabes algo.- Lo señaló con una papa frita. -¡Anda, dime, Denki Kaminari de las mercedes!

-¡Ahhh no puedooo!- Apretó fuertemente sus labios, se estaba resistiendo.

-¿Me podrías decir por favor?- Uraraka comenzó a repetirlo cómo si no hubiera un mañana.

¡Dime! ¡Dime! ¡Dime! ¡Dime!

-¡¡Esta bien Ochako, te lo diré!!

Ochako sonrió victoriosa, la curiosidad le ganaba por mucho.

-Dime, ¿quién es?

-Izuku Midoriya.- Dijo en voz baja.

La sonrisa de la castaña desapareció y puso una expresión totalmente seria.