Una semana antes de lo ocurrido.

De nuevo, su corazón fue más fuerte que su cabeza, se creyó totalmente lo que le había dicho aquél joven. Parecía que la tenía bajo un hechizo, ya que incluso en clases no se podía concentrar, la hacía sentir mil cosas, por que ella nunca lo dejó de amar, siempre tuvo esa chispa de esperanza que se mantenía en su corazón.

-Tal vez si sea verdad lo que dice...

Sus pensamientos fueron interrumpidos, cuando escuchó el timbre sonar.

Abrió la puerta y vió que era una chica de cabello rubio muy bonito, más la facción que tenía era de molestia.

-Disculpa, tú eres Ochako Uraraka?- Preguntó.

-Eh, claro. ¿Necesitas algo?

-¡Si, quiero que te alejes de Shoto, y no te lo estoy pidiendo de favor, te lo estoy exigiendo!- Gritó la rubia, más Ochako se molestó.

-¡Oye, no me grites! ¿Y por qué me lo exiges?- Preguntó, aún molesta.

Ella rió de forma burlona, para después continuar. -¿Y todavías preguntas el por qué? Por que yo soy su prometida.- Dijo, para después mostrarle el anillo.

Ochako miró más que sorprendida, no podía ser cierto.

-Sólo te pido que no lo busques más, por favor.

-Claro, discúlpame por eso.- Habló sin mostrar ninguna expresión en su cara. Después de eso, cerró la puerta cuidadosamente.

Sus lágrimas no paraban de salir, pero sentía nada, aún estaba en shock sobre lo que acababa de decir esa mujer, él se casaría, ¡y él nunca le dijo nada!

Subió lentamente a su recámara, se encerró en ella, tomó un bate de baseball que tenía en su armario y comenzó a golpear su cama, sus muebles y demás cosas.

Sentía mucha rabia.

¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!

Aún en su momento de total enojo, vió que era un mensaje de dos personas, una de Mina, junto con una foto, y uno de Shoto.

Abrió y miró el de Mina primero.

"¡Mira Ocha, No hagas ninguna tontería, voy para allá!"

Esa foto era una del periódico de hoy, donde anunciaban que él una chica se casarían. No terminó de ver la imágen y vió el mensaje de Shoto, que decía:

"¡Perdón, pero te lo puedo explicar!"

¿Explicar qué? Si no había nada que explicar, todo era claro, pero no podía reclamarle, ella tenía toda la culpa, por confiar de nuevo, pensar que tal vez... Podría empezar de nuevo.

No se llegó a enamorar de Katsuki por que Todoroki estaba en su jodido corazón, intentaba algún chico a tratar de conquistar y ella se negaba, sólo por él. Carajo.

No lo pensó más y rompió su celular con su bate, no quería hablar con nadie, quería pasar sola su enojo y frustración.

Después de eso, comenzó a llorar, gritó del coraje, su cabello era arrancado a tirones por ella, incluso temblaba del odio que sentía en ese momento.

Deseaba desaparecer, aunque sea sólo por un momento.