12.
-Listo, ya terminé al fin.- Comentó Ochako, al ver a su "amigo", sentado en la mesita de mesa que estaba en la sala, junto con la comida que había encargado.
-¡Genial, Ochako! Aquí está lo que pedí, para que ya comas por favor.
-Oh, gracias.- Agradeció amablemente la castaña.
Cuando Uraraka le había dado el primer mordisco a su comida, el joven se le quedó mirando fijamente, no expresaba felicidad o molestia, era una mirada neutral.
-¿Pasa algo?
-No nada, sólo que... Te vez diferente.- Comentó Shoto.
-Bueno, creo que es obvio, han pasado unos años desde la última vez que nos vimos.- Soltó una pequeña risa.
-No me refería a eso.- Aclaró. -Es que... Tú personalidad es, un poco diferente a lo que estaba acostumbrado.
Dejó su comida en la mesita, para poder seguir hablando. -Varias cosas me hicieron ser así, pero no quiero entrar en detalles. Serían demasiadas cosas para contar.- Ochako se rascó un poco la cabeza, mostrando incomodidad.
Todoroki lo entendió, en eso tomó las manos de la castaña. -Recuerda que estaré para ti cuando me necesites.- Le sonrió amablemente.
Un pequeño sonrojo se formó en las mejillas de Uraraka, y ese jodido dolor de estómago volvía. Después de unos cinco segundos, se apartó.
-Ah si, claro.- Dijo, para después seguir comiendo.
────────────🌸───────────
Pasaron toda la tarde conversando, hasta que Todoroki se tenía que retirar. Y Ochako lo acompañó hasta la puerta.
-Me la pasé genial, después hay que repetirlo.
-No fue la gran cosa, sólo estuvimos aquí platicando.- Comentó Uraraka, sin darle mucha importancia.
-Pero, para mi... Pasar tiempo contigo es más que suficiente.- Susurró.
-Lo que digas, adiós.- Se despidió la castaña.
Pero cuando iba a cerrar la puerta, el joven tomó a la chica del brazo, para abrazarla cálidamente.
Ella se quedó estática, no se esperaba aquella reacción viniendo de Shoto, pero... Sintió cómo su rostro explotaba en rojo, su corazó latiendo a mil, y su estómago dolía de nuevo. Odiaba esa sensación. Sintió su cuerpo débil, pero lo suficiente fuerte para no caerse.
No pudo resistirse y simplemente se dejó llevar por el momento.
-Aún te amo...- Susurró el chico.
Pero al reaccionar, se separó inmediatamente, para meterse rápido a su departamento, dejando a Shoto en la puerta, luego se disculparía.
Corrió hacia el baño, y comenzó a vomitar. Sacó todo lo de su interior y comenzó a llorar, cayendo de rodillas. No se sentía bien.
-¡Malditas mariposas, las odio!- Empezó a golpearse levemente sus muslos. -¡Estúpido corazón que no entiende! Pero.... ¿Y si de verdad le importamos?- Susurró. -¡No!- Se contradijo.- ¿Enserio crées eso? ¡A él no le importamos en lo absoluto, seguramente quiere algo!
Pasaron unos minutos en silencio, para que Ochako volviera a hablar.
¿Por qué regresaste? Todo era perfecto sin ti.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top