-¿Y eso que vienes así?- Preguntó Todoroki, al ver a la castaña con una sudadera y un pantalón. Junto con una mochila.

-Vengo de la casa de Katsuki, estábamos haciendo ejercicio.- Dijo con neutralidad, tomó las llaves y abrió la casa. -Pasa.

Asintió para después pasarle, y detrás de él entró Ochako.

-¿Por qué viniste hoy? Es Sábado, deberías estar trabajando.

-Bueno, si lo hice, y cómo ahora tengo tiempo libre, me gustaría comer algo contigo, ¿te gustan las hamburguesas, no? Es que los pedí a domicilio. ¡Y con tomate extra para ti!- Comentó Shoto con un aura feliz y encantadora.

Uraraka no pudo evitar sonreír un poco, le pareció tierno que se acordara el cómo le gustaba ciertas comidas.

-Este, me iré a bañar, ponte cómodo si gustas.- Habló indiferente Ochako. Pero algo dicho por el joven héroe, la hizo detenerse a medio pasillo.

"Claro, por que me gustaría hablar contigo sobre algo."

Después de escuchar aquello, siguió su camino hacia el baño.

────────────🌸───────────

Terminó de desvestirse y entró a la ducha. Mientras sentía el cómo caía el agua en su cuerpo, no pudo evitar tocar sus brazos y sus piernas.

Esos bellos muslos, eran testigos de varios golpes y rasguños que no fueron culpa del entrenamiento.

Y ni hablar de sus lindos brazos, estaban rayados con cicatrices de aquellas suaves, satisfactorias y dolorosas cortadas que se llegó a hacer hace tiempo.

Su cabello era un asco, mechones más largos que otros por culpa de sus enojos, del no poder expresar lo que siente.

Sus ojeras por culpa del insomnio que sufría día a día, no eran notadas por la ayuda del maquillaje. Y su medicamento para dormir, sólo le hacía efecto cuando quería el maldito.

"Hay personas que sufren más que tú, no exageres."

Aquella frase se repetía más y más en su mente, minimizando sus problemas.

Las lágrimas no pudo evitarlas, pero de nuevo sintió ese dolor de estómago, pensó que iba a vomitar, pero se contuvo, tal vez comió algo mal.