Mi dia comenzó temprano como era de costumbre, me levanté de la cama y tomé una ducha rápida y cálida. Jaime había ido a la ciudad para encargarse de un caso sobre la expropiación de nuestra tierra.
Baje a la sala de la casa, buscaba a papá, pero no lograba encontrarlo, así que fui al lugar donde siempre solía estar. Al acercarme a la estancia escuche quejidos. Y ahí estaba el, sentado en un sillón, mirándose en el espejo, con un montón de gasas y alcohol.

- ¿Qué te ocurrió?- pregunte acercandome a el con rapidez

- Tuve un accidente, Pat- respondió con tranquilidad mi padre

Se veía que estaba batallando un poco, así que tomé la aguja de su mano.- Dejame a mi- sonreí levemente y me senté frente a él

- Tu madre siempre fue buena en esto- mi padre me miro

- Apuesto a que si papá- asenti- Pero los doctores también lo son, debiste ir al hospital

- Tu eres doctora- afirmó obvio

- Veterinaria- corregí con media sonrisa- Pero con tantos accidentes que he curado, ya podría ser doctora

Mientras suturaba la herida en su frente, logre escuchar como los pasos se acercaban, me detuve del acto y mi mirada viajó a mi hermano Jaime el cual ya estaba entrando a la estancia.

- Payton, necesito hablar a solas con papá- pidió acercandoce

- Yo puedo escuchar lo que le tienes que decir, soy parte de está familia- seguí suturando

Mi padre me miro atento.- Déjanos a solas, Pat- pidió amable

- Bien- limpie su herida y deje las cosas sobre la mesa- Iré a ver a los vaqueros

- Claro, hija- asintió mi padre

Salí de la casa, la mañana era algo fría, el helicóptero estaba encendido y aguera de la casa.  Lo lejos una de nuestras camionetas se acercaba, se estaciono cerca del helicóptero y Lee bajo de ahí.

- ¿Hoy no eres un agente de la ley?- camine hasta el

- Me temo que no- Lee sonrió y beso mi frente- ¿Ya es hora de molestar a nuestros vaqueros?

- No molesto a nadie, Lee- alcé una ceja- Los ayudó- sonreí

- Claro- rió por lo bajo- ¿Y papá?

- Esta en la ca...- me detuve al escuchar su voz detrás de mi- Ahi está y yo ya me voy

Camine con prisa alejandome de ellos, todos teníamos cosas que hacer todos los días y mis tareas eran las mejores del rancho. Mire una vez más detrás de mi, papá ya se iba en el helicóptero, al igual que Lee en la camioneta, mientras que Jaime regresaba a la casa. La ventaja de trabajar con los vaqueros, es que nadie me daba órdenes a mi.

[...]

Después de que Lee me llamará y me explicará el problema de las vacas que cruzaron a la zona india, volví a lo mío. Suele ser entretenido escuchar los problemas que hay en la comisión ganadera y lo que Lee como el comisario tiene que enfrentar. Pero meterse con la gente tribal, sería iniciar una guerra.

Me aliste con mi caballo, montura y sobrero, estaba en el corral, frente a todos los hombres que trabajaban para el rancho.

- Bien vaqueros, el día de hoy vamos a...- dije pero Lloyd interrumpió

- ¿No seguiremos las ordenes de Rip?- curiosio el viejo

- No Lloyd- negué con rapidez- Y si le molesta, puede hablar conmigo

- Es muy ruda, Señorita Dutton- Ryan sonrió un poco

Mordi levemente mi labio.- Ya pasamos las formalidades, no me llamen señorita Dutton, sólo díganme Pat

Di la orden y los vaqueros salieron del corral, iríamos a revisar las tierras. Colby y Ryan iban al frente, otros de los vaqueros iban en medio y yo iba con Lloyd al final.

- Le atraes- susurro Lloyd

- ¿Qué?- lo mire confundida

- A Ryan, siempre te mira con esos ojos de...- se detuvo a pensar- Esos ojos de idiota enamorado

Gracias a eso solté una gran carcajada, provocando que nos miraran.- Lo siento. Vuelvan a lo suyo- ordene y mire a Lloyd

- Si no me crees, preguntáselo- se encogió de hombros

- ¿Porque debo de hacerte caso, Lloyd?- pregunte atenta

- Porque soy viejo, sabio y soy tu amigo- sonrió divertido

- Mi mejor amigo es un anciano- frunci el ceño

Al instante ambos reimos. Lloyd, a pesar de ser un hombre algo grande, era mi mejor amigo. Desde pequeña pasaba a mi tiempo con el, montando caballos y alimentando a las vacas, después crecí y nos volvimos más cercanos, de volvió como mi segundo padre.

[...]

Pronto la noche se hizo presente, los vaqueros terminaron sus trabajos, fueron a las barracas y yo volví a casa. Al entrar, quite mi sombrero, camine hasta las escaleras, pero me detuve al escuchar la voz del mismismo demonio.

- Debe ser una broma- pase una mano por mi rostro y camine hasta la entrada de la sala- ¿Beth?- la llame

Ella de giró y me miro.- Pat, cuanto tiempo hermana- se acerco y me abrazo

- Mis dos hijas,  juntas otra vez- músito mi padre desde el sillón- Me alegra verlas así

- Si, es... Es emocionante- sonreí aún en el acto, para después apartarme- Iré a descansar, fue un día agotador, pero los veré mañana

- Claro, descansa- beth sonrió

Iba a dar el paso, pero papá me llamo.- Pat, necesitaré de tu ayuda estos días

- ¿Ayudar en que?- pregunte mirandolo

- Necesito todos tus dones, cariño- respondió mi padre

- Bien, esperaré tus órdenes- asenti y me aleje en dirección a la escalera

Subí a mi habitación, cerre la puerta al entrar y me tiré en la cama, mirando hacia el techo.