𝚃 𝚑 𝚛 𝚎 𝚎
Título: Por los pelos.
Anime: Boku no Hero Academia.
Personajes: Yaoyorozu Momo, Jirou Kyoka, Ashido Mina, Todoroki Shoto, Itsuka Kendo, Shinsou Amayo (OC).
Shipp: MomoJirou, TodoKendo.
Advertencias: Hibrid AU, contenido homosexual, pequeño OcC.
Palabras: 1433 sin contar la ficha.
Compañera: c-cherrie_
La de cabellos oscuros no podía aguantarlo más. ¿Por qué de todos los tipos de alergias que podían existir, tenía que soportar el calvario de la alergia a los animales?
Pues claro, justo después de que la ley fuera modificada para que los híbridos pudieran ser tratados como personas tenía que aparecerle la alergia a los animales.
¡Fantástico! Solo faltaba que algún híbrido viniera a vivir a la residencia para chicas en la que habitaba y lo tendría todo listo.
—Bien chicas, dadle la bienvenida a Kyoka Jirou, vuestra nueva compañera. Cuidad bien de ella, es una híbrida de humano y hurón, no está acostumbrada a relacionarse con otras personas.
Puso cara de desesperación nada más verla. La medio hurón creyó que la de cabellos negros no estaba a gusto con su presencia, así que se escondió detrás de la casera en señal de timidez.
La de ojos carbón quería disculparse por su expresión, pero no le dió tiempo a hacerlo. La de genes animales ya había entrado a en su cuarto y cerrado la puerta, asustada por la reacción de una de sus nuevas compañeras.
Yaoyorozu suspiró. Le sería complicado convivir con ella.
Nada más despertarse se dirigió al baño, se preparó y fue a la cocina a prepararse su típico desayuno: unas tostadas con mermelada y un zumo de naranja. Apenas eran las cinco y media de la mañana, así que no tenía ni ganas de moverse, pero debía hacerlo. Su metabolismo no era el mejor en cuanto a quemar calorías, por lo que tenía que cuidar su alimentación si no quería dejar de entrar en los vaqueros.
Escuchó una puerta cerrarse tras ella —cosa que la asustó, supuestamente todas estaba durmiendo— y su reacción no fue la más buena, pues acabó tirando la jarra con zumo de naranja al suelo. Agradeció que la jarra fuera de plástico, pero eso no impidió que todo el contenido acabara desparramado por el suelo, manchando de paso sus deportivas.
Al concentrarse en lo que había en el suelo no se paró a pensar en la persona que acababa de entrar. Solo empezó a sentir un picor en la nariz.
Al darse cuenta de la causa dejó todo tirado y salió de la cocina poniendo los pies en polvorosa.
Haciendo eso, dejó a una híbrida con lágrimas en los ojos.
—¡Jirou-chan! ¿Qué te ocurre? —preguntó con histeria una de sus nuevas compañeras, Ashido Mina.
Le había agarrado un poco de confianza a la de ojos tatuados, pues al conocerla pudo oler un aroma que le recordaba a un amigo de su grupo de híbridos del refugio. Supuso que conocía a Kirishima y no se equivocaba.
Se hicieron amigas enseguida, incluso si la medio hurón aún se sentía un poco insegura sobre entablar amistad con algún humano.
—Creo que Yaoyorozu-san me odia por ser una híbrida... —susurró la de menor estatura intentando no soltar lágrimas de tristeza.
No sabía porqué le había dolido tanto el que la morena la evitara, pues desde que acabó en el refugio a los míseros seis años, no soltó ni una sola lágrima. Pero allí estaba ella, llorando por alguien que acababa de conocer.
—Jirou-chan... —vociferó la de cabellos rosas mientras le daba un abrazo para consolarla—. No te preocupes por eso, deja que aclaremos las cosas con ella, no creo que la dulce Yaomomo ignore a una recién llegada, y menos a una híbrida.
—Pero...
—Nada de peros, ahora ayúdame a limpiar esto, que a la gerente no le gusta que la casa esté sucia.
Luego de tranquilizarse un poco, se pusieron a limpiar todo el desastre que se había creado con el encuentro de las dos jóvenes.
—¡Muchas gracias, Amayo-san! Espero que pueda funcionar.
—No es nada, vuelve a la residencia y habla con ella, seguro que esto te ayudará —aconsejó la de cabellos azules. Su amiga asintió satisfecha y con una sonrisa salió de la farmacia.
Mientras tanto, Mina y Kyoka acaban de limpiar el zumo que quedaba en el suelo de la cocina. Al escuchar el timbre la de piel morena se levantó y abrió la puerta de la entrada, dejando paso a la de ojos onix y mirada arrepentida.
—¡Siento mucho lo que ha pasado, Jirou-san! —gritó la morena apenada, pero su voz salió un poco más baja de lo normal. Pensó que la híbrida no le habría escuchado, pero al verla asomarse de detrás de la tatuada decidió esperar a que hablara.
—¿Eso significa que no me odias? —preguntó esperanzada. Sus ojos empezaron a brillar al ver a la morena negar con la cabeza.
—Simplemente soy alérgica a los animales, por eso te he evitado desde ayer. Me disculpo si he hecho algo que podría haberte molestado.
—¡Para nada! ¿Pero ahora entonces cómo podremos convivir juntas?
Un suspiro escapó de los labios de la de ojos negros.
—Eso es precisamente lo que me preguntaba yo. —Miró el trozo de papel que acababa de sacar de su bolsillo derecho.
—¿Qué es eso? —habló por fin la de cabellos rosados—. "Clínica Recovery, nuevo tratamiento para eliminar alergias". ¡Eso es fantástico!
—No tengo dinero para pagarlo. —Se mantenía a cierta distancia de la de semi-hurón—. Supongo que no podré evitar hincharme como un globo cada vez que pase al lado de Jirou-chan.
—¿Y si creamos un negocio o algo? Seguro que algo se nos dará bien y podremos conseguir el dinero suficiente para pagar el tratamiento —añadió Mina, las otras dos asintieron animadas.
Se sentaron exhaustas en los bancos del parque. Llevaban ya tres meses intentando de todo, desde meterse a trabajar a una heladería hasta pasear perros —que quede claro que solo aguantó Ashido, ya todos entienden porqué— pero no habían conseguido casi nada.
De repente, a Momo le llegó una notificación. Era Todoroki, su ex.
Salieron un tiempo en la secundaria, pues en clase siempre los emparejaban por ser los mejores en todas las materias. Al final se dieron cuenta de que solo se consideraban amigos, por lo que cortaron por lo sano y volvieron a tener el título de amigos.
Hacía poco volvieron a encontrarse cuando el de cabello de dos colores entró a la heladería en la que trabajaba Yaoyorozu, pero en vez de ir solo como solía hacerlo iba acompañado de Itsuka Kendo, una mitad gato que había conocido en la universidad y que por lo visto se había convertido en su novia.
Al acercarse para pedir la morena empezó a estornudar como loca, por lo que se puso una mascarilla para que por lo menos dejara de estornudar y luego se encargaría de las manchas en la piel.
Al ir a recoger los pedidos el de ojos heterocromáticos la reconoció, charlaron un poco y ella le contó sobre su alergia y se disculpó con Kendo al no poder acercarse mucho a ella y saludarla como era debido. Aún así, se cayeron bien mutuamente.
—¿Quién es? —La curiosa mirada de la rosada se desvió al teléfono de la de ojos azabache.
—Shouto. —La boca de la chica de abrió en una "O"—. Es mi ex, pero somos amigos. No problem.
Leyó el mensaje y sus ojos se iluminaron "Hey, Momo. Te escribo porque sé que estudiaste derecho. Hay una oferta de trabajo cerca de mi casa en una asociación de abogados. Te mando el número, a ver si te interesa."
—Chicas, creo que tengo la solución.
Las tres se miraron entre sí. Quizá que lo conseguirían.
Nada más abrir los ojos pudo apreciar a todas sus compañeras de residencia rodeándola junto a flores, peluches e incluso globos.
—Hey, no era necesario todo esto. Ha sido un tratamiento de tres días para eliminar una alergia, no una neurocirugía. —Ninguna de ellas le hizo caso. Todas se abalanzaron encima suya para abrazarla menos Jirou, ella estaba a un par de metros de ella, temerosa.
—¿Puedo acercarme? —La duda se notaba en sus ojos. Tenía miedo, estaba insegura.
—No muerdo, no soy una híbrida de perro. —Abrió los brazos invitándola a acercarse a ella.
Sin esperar ni un segundo más se abrazaron la una a la otra como si fuera su último abrazo, pero en realidad sería el primero de muchos.
Al separarse se miraron a los ojos intensamente. Llevaban esperando ese momento desde hacía mucho tiempo, casi un año incluso. Se fueron acercando poco a poco, hasta el punto en el que sus labios se rozaban. La híbrida había dejado de sentirse insegura.
Una sonrisa surcó sus labios justo antes de juntarlos con los de Momo.
Al fin y al cabo, todo había salido como esperaban.
Tercera fase: Completada.
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