02

Su variante se hallaba sentado en la única silla que tenía para ofrecer, con el rostro arrugado en un intento de no soltar patéticos sonidos mientras Nine se encargaba de limpiar la sangre en su hombro para vendar el daño que le había hecho.

Si bien El Nefasto se encontraba desprovisto de tiempo, estaba seguro que su estúpida muestra de sentimientos había tardado más de lo que sería considerado correcto. El de dos colas había separado con suavidad los brazos que se enredaban con fuerza a su torso, y le había sonreído con —puaj— simpatía cuando Nine finalmente dejó de actuar como un niño llorón y patético.

El otro zorro se había levantado y en lugar de alejarse de él o buscar algo para atender la herida supurante, el cánido se había dedicado a recoger con cuidado los prismas que se encontraban esparcidos por el suelo de su base (¿Y no había sido eso verdaderamente peligroso? Aunque, ¿Qué tan malo hubiera sido que explotaran y destruyeran la realidad tal y como era si eso significaba que cierto erizo azul murie-

—¿Nine?..., me lastimas. —dijo su copia con dolor mal disfrazado en su voz. Nine inspecciono de un vistazo el vendaje... y bien, tal vez la queja sí estaba justificada, las vendas que había estado colocando eran demasiado ajustadas como para que la herida respirara.

Con una de sus colas metalicas cortó de manera eficaz el exceso de tela y lo colocó entre los pliegues del mismo para que no se deshiciera con el movimiento. El de dos colas probó su hombro con movimientos rotatorios, y con un asentimiento de cabeza pareció aprobar su trabajo.

Como si Nine hubiera necesitado su reacción primeramente.

—gracias. —le dijo el bi cola con una sonrisa que lo hacía parecer un idiota; Nine chasqueo la lengua con molestia y rodó los ojos.

—ni lo menciones. —respondió con toda su indiferencia para después alejarse en busca de un buen lugar en el que guardar el resto de vendas que no habían sido utilizadas. Si bien pudo dejarlas donde sea ya que esta base no contaba con una esquina libre para amontonar sus escasos recursos, una parte de él aceptaba que estar en una misma habitación con (le costaba admitir) fue la causa de sus problemas no era algo que realmente quisiera.

—para mí sí lo fue, —ante eso Nine no pudo evitar detener sus pasos, aún y cuando sabía que cualquier palabra que saliera de la boca de el otro sólo lograría hacerle dudar sobre sus decisiones. —no tenías por qué hacerlo, y lo hiciste de todos modos..., por eso te agradezco.

Fue como recibir un puñetazo directo en el tórax. Nine guardó silencio, las palabras mordaces que tenía para contestarle escapando de su cerebro, ¿Cómo esperaba el zorro que lo dejará vagar por ahí con un agujero en el hombro que sangraba como una cascada después de haberlo...

Nine no lo estaba admitiendo ni siquiera para su cerebro, nunca.

—como sea, —recogió un poco de aire y suspiró. —haz lo que quieras, yo tengo que arreglar unas cosas.

Nine no miró su reacción o acción y siguió su camino hasta las afueras de su hogar, no sin antes poner las vendas en su banco de trabajo y tomar los contenedores en donde anteriormente habían guardado las piezas del prisma, pues tal vez los necesitaría. 

Al abrir la puerta el vacío saludo su vista, perfecto y enteramente suyo para transformar en algo nuevo; no podía esperar para empezar a crear lo que necesitaría en caso de que...

—entonces..., ¿Qué planeas hacer?

Nine no se enorgulleció del salto ni del gritó con el que reaccionó ante la aparición inesperada del otro.

En su defensa, sería coherente que su variante se hubiera mantenido alejada, después de todo, Nine le había clavado una cola metálica en el maldito hombro, así que en realidad no era capaz de conectar el porque este zorro estaba aquí sonriéndole sin miedo, como si no hubiera estado a punto de acabar con su existencia hace tan sólo pocos minutos.

¿Acaso era algo de Green Hills?

—¿No deberías estar descansando o algo así? —preguntó en cambio cuando salió de la confusión. No lo hizo por alguna razón sentimental, sino porque realmente no quería tener cerca a este reflejo  f̶̶e̶̶l̶̶i̶̶z̶, ̶a̶̶m̶̶a̶̶b̶̶l̶̶e̶, ̶l̶̶o̶ ̶q̶̶u̶̶e̶ ̶s̶̶i̶̶e̶̶m̶̶p̶̶r̶̶e̶ ̶d̶̶e̶̶b̶̶i̶̶ó̶ ̶s̶̶e̶̶r̶  mal hecho.

—nop, —ni siquiera lo dudo. Vaya. —este lugar es interesante, quiero explorar antes de..., ya sabes..., regresar a mi casa.

Nine respiró hondo y se guardó la rabia que quería brotar de su garganta ante las implicaciones de esas palabras. Ya había atacado y terminó llorando en sus brazos; no valía la pena ir por ese camino de nuevo, pensó muy para sus adentros.

—ya te dije, haz lo que quieras, no me importa. —dijo en otro intento de alejarlo para después iniciar su caminata. En realidad, todavía no tenía un lugar en mente a dónde ir, simplemente quería estar solo después de todo.

—bueno. —dijo el de dos colas cuando alcanzó su paso y se posicionó en su costado. Nine levantó una ceja a modo de interrogación y el otro sólo le sonrió. —dijiste que hiciera lo que quisiera, y lo que quiero es seguirte.

La pregunta se le escapó de los labios antes de que la pudiera pensar realmente.

¿Por qué querrías eso?

El bi cola no pareció reaccionar demasiado ante el desespero claro que se reflejó en su voz, y en cambio pareció considerar sus palabras por lo que se sintió como un minuto o quizás dos; en marcada diferencia y porque eran dos diferentes personas, Nine no necesitó pensar demasiado para tener ya varias respuestas en mente, entre la más probable: que lo seguía para no perder los prismas de vista ya que no confiaba en él. Con eso en mente, es normal que el de nueve colas no haya estado preparado para lo que sus orejas captaron.

—porque quiero conocerte..., creo que podrías...., no sé, ser amable y, como extra, me gustaría escuchar sobre como hiciste esas colas metalicas. —fue lo que con tanto cuidado le tomó contestar, sus palabras fueron una declaración, no sonaban como si se tratara de una estratagema para tenerlo atado a su dedo.

Y esa fue la razón por la que Nine se dió cuenta que en definitiva este zorro le estaba mintiendo. Haz que se encariñe con palabras de azúcar y dáselas en la palma de tu mano como si se tratará de un perro; tratalo como lo harías con un proyecto que terminó resultando defectuoso. Porque, después de todo, ¿Cómo este zorro podía sonreírle de forma tan suave si no es que tenía planeado algo? Nine ya había vivido esta farsa demasiadas veces al punto que era predecible; el zorro buscaba bajar sus defensas con promesas que parecían sinceras para que en el momento donde sus paredes dejarán de ser de piedra, fuera capaz de vengarse por todo el daño físico que le había ocasionado. Era solo cuestión de tiempo antes de que sucediera; Nine sólo tendría que estar lo suficientemente confiado y vulnerable a su alrededor, como ya había pasado con...

Debe haber algo en su expresión que delate toda esta tormenta de posibilidades y pensamientos, o no se explica porque entonces el zorro se acerca con la visible intención de brindarle "consuelo" en forma de un toque en su hombro.

La mano enguantada nunca llega a su destino ya que es rápidamente repelida por una cola metálica; Nine odia que lo toquen, que este zorro le sonría y que en su momento más bajo lo haya dejado hacerlo no significa absolutamente nada.

—Entonces me quieres conocer, pft, ¿Para qué?, —pregunta sin humor mientras se yergue en toda la altura que le brindan las extremidades metálicas que tanto parecían gustarle al otro. El doble cola sigue con la mirada cada uno de sus movimientos con un poco de miedo impregnado en sus ojos, aunque no lo suficiente. —¿Planeas descubrir mis puntos débiles y después ayudar a tu amigo egoísta o es simplemente una acción más del amable y empático Tails: "el zorro de oro"?

El zorro de oro resopla, no parece intimidado, ¿Por qué no está intimidado?

—en primera: te aseguro que no soy el " zorro de oro", —dice él mientras se acerca, y Nine quiere alejarse, aunque por principio no lo hace, ¿Y no es graciosa la rapidez con la que se han invertido sus papeles con los de antes? El bi cola toma su mano y lo hace estar a su misma altura tirando suavemente su cuerpo con ayuda del brazo que no tiene el vendaje. No están lo suficientemente cerca como para un abrazo, pero si lo necesario para llevarlo a cabo; y tal vez Nine debería gritarle o golpearlo por el atrevimiento, pero en realidad, se da cuenta en este momento, se encuentra un poco cansado de todo esto, de perder contra alguien que no tiene ninguna ventaja sobre él y dejar que le afecten tanto sus palabras. Tuvo su oportunidad, no la aprovechó; esta es su condena, lo acepta aunque no quiera. —y en segunda: ¿Porque ayudaría a Sonic en vez de a ti?

Nine lo mira con asombro abierto y parpadea para hacerlo de nuevo. Tails le sonríe de una manera demasiado cálida como para estar hablando de preferirlo a él sobre su mejor amigo. Otorgándole el primer lugar a quién le perforó el hombro en un ataque de celos y rabia sobre el mobian que fue su salvador y probablemente enamoramiento desde la infancia.

Lo peor de todo es que no luce como si estuviera diciendo palabras difíciles de pronunciar; su mirada es decidida, como si lo dijera de verdad. Hay algo baboso que quiere salir de la garganta de Nine y la parte interior de sus ojos pican con sentimientos que no piensa sacar por lo que significa esta declaración: él es la primera opción.

—tu... ¿Me ayudarías? —Tails apretó el agarre en su mano como respuesta, y tal vez, quizás, Nine estaba ya demasiado cansado de toda la rabia y de creer que todo se trataba de una estrategia planificada; es sólo por esos sentimientos que no tuvo la fuerza para deshacer el gesto, y si bien quería preguntar el por qué de nuevo, sonar como un disco rayado no parecía lo correcto, aparte de que en lo que él sabía, Tails había estado en la inconsciencia desde que inició todo, por lo que tal vez debería devolver el gesto haciéndole mención de las consecuencias de su aparente decisión.—... ¿Y lo seguirías haciendo aún sabiendo que si yo me quedo, Green Hills se hallaría incompleto?

El ruido del siempre silencioso Nefasto retumba en sus orejas. La expresión que Tails le dirige es perpleja.

—¿De qué hablas? —el zorro de dos colas frunce la nariz. Es un poco graciosa su expresión, o lo sería si fuera alguien quien se detuviera para contemplar esos pequeños detalles inservibles.

Nine apartó un poco la mirada del zorro que esperaba una explicación y no pudo contener el suspiró que se le escapó.

—los diferentes espacios fragmento se crearon tras la ruptura del prisma, ¿Sí? Bueno, ensamblarlos de nuevo en la ubicación original de la explosión haría que toda la energía sea de vuelta a la fuente. —por el rabillo del ojo nota que Tails todavía sigue con la mirada confundida, ¿Quizás no le entendió? Pensó que sería más inteligente; eso le pasa por tener expectativas, supone. —agh... soy energía perdida, ensamblar de nuevo el prisma significaría...

—no, espera, si entendí eso, es sólo... ¿No hay una solución? —cuándo regresa la mirada se topa con la expresión del otro zorro, luce igual de confundido, esperanzado, ¿Un poco desesperado?

Nine separa sus manos pues el contacto ahora le está quemando, y quiere reír (o sollozar) un poco por como se ha estado desarrollando todo. Primero estuvo a punto de matarlo y ahora este zorro quiere salvar su existencia y de paso conseguir un final que le convenga; complejo de mártir, en realidad no está sorprendido, teniendo en cuenta quien es su mejor amigo.

—¿Tu crees que si hubiera tenido una solución que terminaría con todos nosotros tomados de las manos y bailando entre flores, no la hubiera utilizado? —Nine rueda los ojos y responde no sin ironía coloreando sus rasgos. Tails ignora el sarcasmo y parece seguir pensando. —... No se puede, estuve probablemente meses aquí en el nefasto estudiando los fragmentos, ¿Que cambiaría ahora?

—bueno... —hay una sonrisa que lentamente crece en su hocico, y Nine sabe que cualquier cosa que salga de sus labios, independientemente de lo buena idea que sea, sonará increiblemente estupido para sus oídos. —... Siempre dicen que dos mentes son mejor que una.

Sí, no se equivocó. Tails sigue sonriendo, indiferente al hecho de que Nine toma sus palabras como si fuera un anuncio del consejo; sus homónimos se balancean con velocidad por sus positivas emociones, parece como si hubiera ganado una especie de premio. 

Aun así, él no cede. Y el zorro parece notarlo, porque sigue.

—¡Estoy seguro de que tú y yo somos capaces de encontrar una solución buena para todos!, ¿Que dices de trabajar juntos?

Está seguro que este discurso ya lo ha escuchado en alguna variación y no hace tanto tiempo, pero ha diferencia de la anterior vez, este zorro parece estar hablando en serio.

Nine ignora el sentimiento pegajoso que se quiere escapar de su garganta y aleja por tan sólo un momento los pensamientos sobre traiciones por la espalda y venganza que en otro momento se habrían arremolinado y hecho que contestara acorde a ellos.

 ¿Qué tiene de malo esperar algo diferente? Él cree que nada, esta en definitiva sera su última vez, después de todo, la tercera ya es por tonto.


Aparte, en realidad no tiene muchas opciones de las cuales escoger.


—Claro, ya que estás aquí, lo mejor es que sirvas de algo.


Tails le sonríe, porque claro que sólo él tomaría sus palabras como si fueran un halago, y Nine se permite por tres segundos creer que todo irá bien.










Irá bien, ¿Verdad?




Hola

Okey, situación, en un principio este iba a ser un one-shot TailsxNine pero después le tuve miedo a la funa y decidí hacerlo simplemente platónico porque aparte no sabía como iniciar un romance que se viera natural en menos de 4 capítulos ya que también mi plan inicial era escribir esto en las dos fechas de cumpleaños de Tails .

Pero pos andaba escribiendo y m di cuenta que si puedo escribir un romance que avance de forma más o menos natural y q es mi cuenta d wattpad y puedo publicar lo q quiera XD

Así que si, ahora a partir de este CAP va a ser un historia Tailine¿, una disculpa supongo

Y ya, eso es todo, se cuidan y se bañan, gracias por leer 💐

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