01
Dentro de la cueva había alguien parecido a él.
«—Pero no tu amigo real...»
Había una copia (no exacta) de él, y Sonic (a quién Tails apenas había notado que estaba ahí) lo miraba como si ese extraño le hubiera dicho que ahora era ilegal consumir más de un chili dog.
«—¿Qué creíste que sucedería conmigo cuando trajeras a tus amigos de vuelta?»
Era surrealista en varios aspectos que, si Tails se diera el tiempo de considerarlo de manera más profunda, se encontraría parado en ese mismo lugar todo lo que restaba de ese día.
Tomando una respiración profunda, el cánido bajó volando mientras intentaba emitir el menor ruido posible, pues había un sentimiento en el ambiente que le decía que tal vez todavía no era el mejor momento para hacerse visible. Tirados en el suelo había restos de robots sin flickies en una carnicería de metal y aceite (metafórica), lo que significó que había llegado tarde para la pelea.
Pero eso era lo que menos le preocupaba.
Mientras más Tails se acercaba, mejor escuchaba el ruido de las palabras que los otros dos intercambiaban. Por primera vez desde que lo conoció, Sonic hablaba lento, como si temiera decir algo erróneo que complicaría lo que sea que estuviera sucediendo.
Y quizás esa pudo haber sido la alarma centelleante y roja que le haría darse cuenta de que había un problema... si Tails no hubiera estado más concentrado en el otro zorro.
Sus expresiones, la forma sutil de decepcionada aceptación en su postura. No era parecido a verse en un espejo todas las mañanas, pues el otro contaba con ropa y metal en forma de siete colas; pero había algo familiar en él, redundante si se tenía la previa información de que los dos eran básicamente la "misma persona"...
«—¡No!»
Gritó Sonic como nunca lo había escuchado hacer, y cuando Tails salió de sus pensamientos fue sólo para sentir de lleno el choque de energía proveniente del prisma liberada contra su cuerpo.
Fue un parpadeo y el vulpino se encontraba de nuevo como en un inicio; tirado en el suelo, con un dolor de cuerpo como si hubiera estado estático por un largo periodo de tiempo, y con la lengua pegada al paladar por la falta de agua que su cuerpo le volvió a recordar que necesitaba.
«—Podemos hacer que funcione Nine... confía en mí.»
El que se llamaba Nine se hallaba frente a un portal de energía pura, las partes del Prisma Paradoja separadas y siendo sujetadas por cuatro de sus extremidades metálicas.
Lo que hizo fue apenas considerado un pensamiento impulsivo, fue como robar un segundo por un suspiro; una orden irracional apenas estimulada por la sinapsis.
«—Pft, ¿confiar en ti?... La única persona en la que confío es en mí.»
Y si bien Tails no era conocido por ser tan rápido como Sonic o su "copia", tampoco se quedaba atrás.
Por algo era su compañero, ¿No es cierto?
Cuando Shadow llegó a la entrada de la cueva, lo que vió no fue exactamente a un zorro de nueve colas entrar al portal para robarse los prismas (como él dijo que sucedería).
En cambió, lo que él y Sonic presenciaron fue a un borrón dorado colisionar a toda velocidad con el zorro que apenas estaba cruzando para escapar de ese lugar.
El portal magenta no tardó en cerrarse cuando lo atravesaron; al momento desapareció en un parpadeo y la dimensión de lo que alguna vez fue Green Hills quedó en silencio, pues ahora sólo era un campo de hologramas incompleto.
Tails abrió con pesadez los ojos, su caída sobre el suelo de metal había sido brutal y terminó con las rodillas y un codo lastimado al punto en que presentaba un leve sangrado.
Se sobo la cabeza por el dolor del impacto y se sentó, las partes del Prisma Paradoja se encontraban dispersas en el suelo a causa de la colisión. A un metro delante de él se hallaba su variante tirada en posición fetal; un cadáver con la notoria falta de un charco de sangre.
Fue ese pensamiento el que hizo al vulpino empezar a preocuparse, y aún más cuando a sus orejas llegó una especie de lamento amortiguado. No necesitó pensar dos veces en las consecuencia que tendrían sus acciones, su moral de ayudar a quién lo necesitará opacando la voz que advertía en su cabeza sobre el peligro.
Se levantó con esfuerzo y caminó hasta quedar frente al ovillo de metal reforzado, Tails se inclinó para tocar vacilante una de las colas y esta se movió, permitiendo así que un ojo azul opaco pudiera verlo por completo.
—¿Estas bien?, —
El ojo parpadeo y por un momento no hubo una respuesta más que el sonido de las extremidades metálicas moviéndose para separarse. Nine se irguió en toda su altura con ayuda de sus siete colas y se talló los ojos con fuerza. El otro zorro no respondió nada mientras lo miraba con sentimientos que el cánido no entendía porque existían.
Tails jugó con sus dedos por nerviosismo y aprovechó el silencio para preguntar lo que le preocupaba.
—¿No te lastimas...—
—¡Cállate!
El cánido cerró el hocico con un chasquido por mero instinto; los prismas en el suelo brillaron con intensidad, tal vez preparándose para explotar.
—Tú... —escupió Nine con veneno y resentimiento. —... ¡Todo esto es tu culpa!
Tails abrió la boca para preguntar la razón detrás de sus palabras, entonces una cola metálica viajó con velocidad hacia su cara y le hizo tragarse la pregunta para soltar un grito.
El cánido cayó y rodó por el suelo en menos de un segundo, el metal afilado paso sobre su cabeza y recortó un poco de su flequillo. En el mismo movimiento, Tails intentó levantarse para poner distancia entre los dos, pero otra extremidad logró atrapar su tobillo y tiró, lo que le hizo caer al suelo de nuevo y golpearse el cuello con algo que se sentía como una roca.
Nine no espero y se abalanzó sobre su persona, la rabia en su rostro era tan discordante para Tails de la manera en que era extraño ver a alguien parecido así mismo con esa expresión.
—¡Tú eres el causante de todo!, ¡"Tails esto", "Tails lo otro", "Deberías ser más como él"!, —gritó con furia en su rostro, los colmillos afuera. — ¿¡Era tan difícil pensar en mí como alguien independiente!?
Tal vez fue culpa del impacto, ó quizás se debía a que su cerebro todavía no procesaba todo lo que había estado pasando; sea lo que fuere, Tails sólo pudo ser capaz de parpadear sin entender el punto que querían transmitir esas palabras, su memoria muscular siendo lo único que evitaba las puntas de metal que intentaban hacer agujeros en su cuerpo.
—¡Le iba a dar todo!, ¡Lo arriesgue todo!, —Dijo con furia a la par que una punta logró enterrarse en la carne de su hombro; Tails gritó del dolor, y en un momento de pura desesperación intentó utilizar su brazo que no estaba siendo dañado para sacar la cola metálica.
Nine al parecer esto no le gustó, y una mano se disparó a su tráquea y le impidió llevar aire a sus pulmones. Tails pataleo e inútilmente intentó respirar, la mirada en los ojos del otro zorro hablaba de muerte.
—él siempre te vio a ti... ¡Siempre te vió a ti y nunca a mí!
Un pequeño momento de claridad entre jadeos que le quemaban la garganta le hizo darse cuenta que no había forma de defenderse, el control de su láser se hallaba guardado en el pelaje de sus colas y tomarlo para después tener que apuntar con un hombro en mal estado era... era simplemente inútil.
Un movimiento fluido y la intrusión en su hombro giró sobre su propio eje, el sonido indescriptible de la carne moviéndose para hacer lugar al metal llegó primero a sus oídos y después sus nociceptores A-δ se lo hicieron saber a su cerebro. La sangre no tardó en salir de la herida y escurrir por su pelaje amarillo. Por un momento se preocupó por manchar el suelo.
—¡Basta! —soltó Tails en un alarido que le costó todo el aire que poseía y su esfuerzo para lograr escapar aumentó; para su sorpresa, el otro dejó de aplicar un poco de presión al agarre de su garganta segundos después de su petición y el zorro jadeo fuerte e hizo un intento para controlar su respiración.
—¡Por qué te veía a ti!? —Preguntó Nine al aire, pues cuando Tails se preparaba para responder, el otro zorro enterró las siete colas en el suelo alrededor de su cuerpo, eliminando así la remota posibilidad de escapar de lo que fuera a hacerle por furia ciega. —¿¡Qué es lo que tienes tú que Sonic no vio en mí!?
Un temblor en su voz fue lo que terminó esa frase junto al silencio que decidió descender a la atmósfera. Sólo la respiración errática del vulpino atravesó como un cuchillo el tenso ambiente que los cubría.
Tails observó con cierta sorpresa como lentamente el otro se quebraba en pequeños fragmentos, cristales rotos descendían de sus ojos y el de nueve colas intentó cortarles inútilmente el paso con las manos. El cuerpo de Nine flaqueo y cayó de rodillas frente al suyo, pues las extremidades que lo sostenían ahora se encontraban aflojadas; y tal vez, si fuera otra persona, Tails hubiera aprovechado el momento de debilidad para noquearlo y escapar rumbo a su hogar.
El problema es que Tails no era esa clase de persona, ni podía serlo, aún más cuando su cerebro se puso al días y reconoció el tipo de dolor que causaba este mismo sentimiento: no ser lo suficientemente bueno.
Ignorando su hombro lastimado, el zorro de Green Hills lo atrajo con su brazo sano en un abrazo sin pensar demasiado en la terrible idea que era, teniendo en cuenta lo que el otro le había hecho hace apenas minutos.
Nine en un inicio se tensó, rígido cual tabla, como si hubiera estado esperando recibir un golpe en vez de una muestra de empatía básica, más cuando sintió las caricias reconfortantes en su espalda no pudo evitar dejar salir un poco.
El silencio perseveró, y tal vez era anormal brindar consuelo a alguien quien minutos antes había intentado matarte, pero Tails siempre había sido considerado anormal por razones que ni siquiera había elegido para sí mismo, así que tampoco es que fuera importante. En realidad, fue menos extraño de lo que debió ser, considerando todo; fue agradable, hasta cierto punto.
Y entonces, cómo la persona con la que más convive tiene la costumbre de arruinar buenos momentos con comentarios inadecuados, Tails siguió su ejemplo sin pensarlo y tuvo que sacarse las palabras que le habían estado rascando el cerebro desde que su cerebro había entendido todo.
—Es gracioso... —susurró sin aparente razón ni humor, mientras pequeñas gotas cayeron y mancharon el pelaje de su hombro. El de nueve colas lo miró de reojo, esperando sus siguientes palabras con una paciencia que debió ser improbable. —... Es gracioso que te haya sucedido lo mismo que a mí.
Por otra parte, la reacción que recibió fue menos improbable, si se tenía en cuenta cómo habían sucedido las cosas.
—¡YO NO SOY IGUAL A TI! —Nine gritó y se retorció en sus brazos con renovada furia, Tails sólo lo sostuvo más cerca aún y cuando su extremidad lloraba, pues en los movimientos no había verdadera fuerza y sabía que el otro zorro lo necesitaba. —¡No soy débil como tu!, ¡No me pudo suceder lo mismo que a ti porque yo soy mi propia persona y...
—Te llamó su mejor amigo, ¿No? —dijo sin compasión lo que al parecer fueron las palabras acertadas, pues la lucha abandonó instantáneamente a Nine y volvió a ser un peso casi muerto sobre su cuerpo. Tails decidió ser honesto, y sin filtro alguno continúo con su improvisado discurso; —adivino: te sentiste amado porque por primera vez alguien te trato bien y no vió a un fenómeno en ti, porque por primera vez había alguien que te acompañaba sin hacerte daño, porque entre tantos otros te eligió a ti.
Por el rabillo de su visión, se percató que los prismas continuaban titilando tenuemente por el suelo; quizás después de esto deberían recogerlos.
—...no sabes de lo que hablas. —murmuró Nine. Su voz sonó más tranquila, más débil. Al parecer dio justo en el clavo.
—pfft, claro que se de lo que hablo. —contestó con burla e intentó aguantar las lágrimas (que pudieron haber sido por el dolor de su hombro, o tal vez por el de su corazón; quizás era una mezcla de los dos); el otro sólo le gruñó fastidiado, pero no intentó otra vez callarlo. —Lo amaste... lo amaste sin saber que el gran Sonic the Hedgehog no ama a nadie que no sea a sí mismo.
Nine se estremeció en su agarre y negó con la cabeza varias veces, sus manos apretaron todo el pelaje que sus dedos pudieron alcanzar sin moverse de su lugar. La nariz húmeda del otro se enterró en su hombro cerca de su herida no fatal y el cánido evitó expresar el escalofrío que eso le ocasionó.
Tails era consciente de lo que esas palabras hacían, pues él mismo había sido el receptor de ellas y por eso sabía que era necesario decirlas. Pero al parecer el otro zorro no lo entendió como tal.
—él... Él era... ¡Y-y yo sólo p-pensé...—balbuceo incoherentemente, las lágrimas se escuchaban en su voz pero ya no golpeaban su pelaje. Nine guardó de nuevo silencio por un segundo o dos, y Tails sólo esperó pacientemente a que logrará conectar de forma adecuada sus palabras. —... pero en realidad nunca le importe... ¿No es cierto?
El vulpino respiró hondo y sólo contestó un ambiguo "tal vez", pues con Sonic ni siquiera él mismo algunas veces podía saber.
Nine se mordió los labios con fuerza, su respiración errática golpeaba contra la herida de su hombro abierta; se notaba que el zorro intentaba evitar sollozar ante su presencia, y Tails podía entenderlo perfectamente, pero también era consciente que llorar por lo que había pasado era más indicado que dejarlo guardado.
Así que si bien su anterior plática no fue lo que lo terminó de romper, las siguientes palabras que Tails había recordado desde que despertó y que había estado guardando si lograron el trabajo.
—hey, —el otro zorro asintió en apenas un perceptible movimiento, y esa fue la atención suficiente para decir las palabras con una pequeña sonrisa contradictoria a la bomba que sabía estaba soltando. —Feliz cumpleaños.
Nine gritó, algo desgarrador cargado de dolor. Las lágrimas finalmente salieron y lo ahogaron y Tails lo sostuvo con toda su fuerza como si eso hiciera alguna diferencia.
Por segunda vez hubo algo de ruido en el nefasto.
"—¡𝑬́𝒍 𝒅𝒊𝒋𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒂𝒎𝒂𝒃𝒂!..."
Y por segunda vez, fue a causa de un corazón roto.
"—¡𝑬𝒍 𝒅𝒊𝒋𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒂𝒎𝒂𝒃𝒂 𝒚 𝒏𝒊 𝒔𝒊𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒔𝒆 𝒂𝒄𝒐𝒓𝒅𝒐́!"
Verga, m tarde dos días ... Y NO M GUSTO AAAH 😃😃🔫🔫🔫
Pero bueno, hare como que subí esto el 16 y seguiré con mi vida 👍
Nos vemos en el próximo cumple d Tails para terminar con esto bien.
Idk, gracias por leer 💐
Le agregué de mis traumas a Nine poq se m hincho un guevo, pero ahora se lee más oc, sorry 😔👍
Iwal, HC d q Sonic nunca recuerda los cumpleaños a menos q se los recuerden con 24 h d anticipación 🤙
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