𝟷̷. 𝙽̷𝚎̷𝚠̷ 𝙻̷𝚒̷𝚏̷𝚎̷

N̴a̴r̴r̴a̴d̴o̴r̴ ̴O̴m̴n̴i̴s̴c̴i̴e̴n̴t̴e̴

La castaña estaba tumbada en su cama con su inconsciente metida en el mundo de los sueños y su cuerpo estaba esperando a que su usual alarma la despertase de ese sueño, pero al contrario de lo que tenía pensado fue el fuerte sonido de la puerta golpeando contra la pared dejando paso a su madre lo que la arrancó de los brazos de Morfeo una vez más, para después abrir las cortinas de su habitación de par en par para dejar que la luz llenase todo el cuarto y por ello llegase a los ojos de la chica, haciendo que esta los cerrase con más fuerza.

-No es hora para dormir por dios, tu vuelo sale en una hora y si llegas tarde pensarán que es mi culpa -Dijo como forma de "saludo mañanero" a su hija quien no tardó en darle la espalda-

-Te puedes ir de mi cuarto para que me cambie entonces? -Pidió de la forma más amable que su voz y actitud le permitió en aquel momento, para así poder tener algo de tiempo en solitario antes del desayuno-

-En unos minutos recojo el desayuno y te vas -Avisó antes de salir de la habitación para que la más joven pudiera empezar a vestirse y por primera vez en su vida no llegar tarde a un lugar-

Había decidido la noche anterior dejar su ropa ya preparada para no desperdiciar aquellos interminables minutos que solía gastar en esta tarea y simplemente se puso aquellas prendas de ropa antes de coger su equipaje de mano y salir de su habitación para ir en busca de algo de comer en la planta de abajo.

-Buenos días papá! -Saludó al único hombre de la casa con un beso en la mejilla antes de poner una de las tostadas de la mesa en su boca e ir a prepararse un té con hielo- Gracias otra vez por acceder a llevarme

-No hay de que enana, pero no tardes mucho -Le pidió el mayor observando a su hija que rápidamente se fue a por su desayuno, el cual no tardó mucho en desaparecer del plato, ya que llevaba meses hablando de esa experiencia y obviamente no quería llegar ni un minuto tarde-

La mayoría del camino en dirección al aeropuerto consistió en la chica escuchando por teléfono los cotilleos o dramas más recientes de su nuevo instituto, por que según Kurt era lo más importante que debía saber antes de llegar, aunque hubo algo que verdaderamente captó su atención, y fue el hecho de un nuevo concepto el cual no había mencionado en los meses que le había estado contando las cosas de su instituto.

-Espera, espera, espera, que es eso del Glee Club? - Preguntó la chica incorporándose del asiento haciendo que su padre la mirara extrañado, mientras escuchaba a Kurt a lo cual ella hizo una señal con la mano quitándole importancia-

-Cierto, es un nuevo proyecto del instituto, es algo así como un coro, deberías apuntarte, recuerdo que tenías una voz genial, y serías una muy buena nemesis para Rachel, sabes? -El chico tenía la costumbre de hablar muy rápido, y el hecho de que la conversación fuera por teléfono no ayudaba demasiado, pero por suerte la información llegó bien a ella-

-No gracias, estoy bien viéndote desde el público... Esa Rachel es la loca egocéntrica no? -Inquirió la castaña, recibiendo un sonido afirmativo por parte de su amigo, y aunque ella quería seguir haciendo preguntas para conseguir un contexto, unos golpecitos en su rodilla por parte de su padre, la hicieron procesar que ya estaban en el aeropuerto-

Ambos españoles se bajaron del coche y cogieron las maletas para que la más joven pudiera entrar en el edificio y pudiera empezar con la facturación de las maletas, para después esperar algo más al despegue del avión que pese a solo ser media hora, según a chica fueron como dos horas, asique en cuanto pudo la castaña se subió al vehículo y dejó que la música de sus cascos se adueñase de ella todo el viaje de ida.

Como Victoria no tardó mucho en dormirse el viaje se hizo excesivamente corto y de hecho fue la voz que indicaba el despegue lo que la despertó, y aunque al principio de su boca salieron unas pocas quejas al recordar porque estaba allí y lo que iba a hacer no tardó mucho en prepararse y ponerse un poco más decente debido a aquella siesta antes de bajar del avión e ir en busca de sus maletas. Cuando ya tenía todo lo necesario con ella empezó a andar en dirección a la salida de aeropuerto aunque se paró en seco cuando a lo lejos vio uno de los típicos carteles en el que se podía leer su nombre completo y al mover sus ojos solo uno cm a la derecha pudo haber a lo lejos al que consideraba su mejor amigo por lo que no tardó mucho en salir corriendo a abrazarlo.

-Por fin has vuelto Vic! Te he echado mucho de menos -Escuchó la joven en su oído nada más sentir los brazos de su amigo a su alrededor- Te va a encantar tu habitación, la he decorado yo mismo

-Yo también me alegro de verte Hummel, las cosas no eran lo mismo sin ti -Correspondió el gesto con una sonrisa en los labios, aunque se tuvieron que separar unos segundos más tarde- Gracias por dejar que me quede con vosotros, señor -Dirigió su mirada al padre de su amigo-

-No es ningún problema pequeña, el placer es mío, no me tienes que agradecer nada, nos vamos ya? -Preguntó el mayor mientras cogía las maletas de la chica, dejando a la castaña sin la posibilidad de ayudarle a llevarlas hasta el coche-

Llegamos al coche en cuestión de unos minutos y aquella fue la primera vez que la chica se sintió con la posibilidad de descansar pese a que acababa de pasar horas encerrada en un avión, pero sin duda ahora que solo estaba rodeada de personas que conocía, era cuando podía calmarse, por lo que se dejó llevar por la música de la radio creando así un nuevo e improvisado dueto con su mejor amigo en el cual se apoyó nada más terminó la melodía.

-El Glee Club necesita una voz como la tuya, te lo suplico, además necesitamos más bailarines, la mayoría no sabemos ni andar bien -Cambió de tema de forma repentina captando una vez más la atención de la rubia quien negó con una mueca en el rostro- Oh vamos! Al menos di que te lo pensarás, te prometo que será genial.

-Si me ayudas a colocar las cosas de mis maletas, te prometo que me lo pienso -Alzó ambas cejas en dirección al chico quien asintió con rapidez a sabiendas de que era lo que tenía pensado hacer igualmente aunque aprovecharía ese tiempo para seguir insistiendo-

Ese pequeño plan no tardó mucho en empezar a ejecutarse, ya que en cuanto llegaron a la casa de los Hammle aquella fue la tarea de los dos adolescentes

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