Al llegar la noche fue Jimin quien se quedó al cuidado de su padre. No pasaba de las 11 cuando la vibración de su celular interrumpió el sueño que apenas atrapo. Aturdido salió al pasillo para no despertar a su padre que ya dormía, ni a las otras dos personas en el lugar. Una vez afuera contesto no sin antes verificar quien era.

—Hola Taehyung ¿Todo bien?

—Lo estaría, pero no me has hablado en todo el día —escuchar al alfa quejándose le pareció dulce.

Era verdad que se olvidó por un momento de él.

—Lo siento, mi padre está en el hospital. Estoy de guardia esta noche.

—Mamá me lo conto ¿Cómo se encuentra? —sonó preocupado.

—Esta mejor, mañana lo darán de alta. Necesitará reposo un tiempo y en un mes estará recuperado —explico.

—Me alegro —dijo sincero, se alegraba de que el padre del omega estuviera bien, se imaginó como Jimin se lo tomo cuando se enteró —¿puedo ir a tu casa mañana? me gustaría saludarlos.

Hubo un silencio que el alfa supo interpretar. No hacían falta palabras.

—No le has contado sobre mi —se respondió el alfa a sí mismo. No podría ir mañana.

—Ellos sabían que fui a changwon, estaban enterados de lo que descubrí. Les conté que encontré mi verdadero origen —suspiro.

—¿Como lo tomaron?

—Bien.

—Te lo dije. Te aman.

—Lo sé —asintió el omega —Tae prometo que hablare con ellos cuando estemos en la casa. Yo también quiero contarles sobre ti —aseguro.

—Mis padres creen que te hice un lavado de cerebro —menciono entre risas. Jimin rio con él.

—Quizás —bromeo.

—¿Enserio es tan increíble que estemos juntos? —Taehyung se volvio serio.

—Lo es, lo cual lo hace aún más maravilloso —aseguro feliz.

—De verdad quiero estar contigo Jimin. Me gustas.

La confesión hizo que el corazón del omega se acelerara. Era realmente increíble que estuviera viviendo esto.

—También quiero estar contigo. Me gustas Taehyung, como no tienes una idea.

—Crees que si no te hubiera marcado jamás estaremos juntos de esta manera —no era pregunta era una afirmación.

—Nadie sabe lo que pasaría de haber tomado otra decisión —Jimin se entristeció al pensar que era una gran posibilidad el no ser correspondido.

—Yo creo que de una u otra manera terminaríamos dándonos cuenta de lo que sentíamos el uno por el otro.

—Hablas como si llevaras tiempo enamorado de mi —el omega se rio por tener ese pensamiento tonto.

—Jimin —la voz de su padre le aviso que era momento de termina la llamada.

—Tae mi padre me busca, hablemos en otro momento.

—Está bien. Buenas noches.

—Buenas noches.

Al día siguiente dieron de alta al padre de Jimin. Tanto el cómo su papá omega lo recibieron felizmente en casa. Otro día transcurrió sin novedades y por la noche Taehyung volvio a marcarle, hablaron hasta que no soportaron el sueño. Las cosas parecían estar acomodándose en su lugar. Jimin esperaba que así fuera.

Ahora no solo tenía que aclarar el tema de Taehyung si no que tenía que pensar en la propuesta de su tía. La mente de Jimin constantemente se iba de la tierra dándole vuelta al asunto.

—Cariño ¿estas bien? —su papá coloco una mano encima del hombro de Jimin —has estado desde que llegaste.

—Son muchas cosas —dijo sin darle vueltas a la repuesta. Soltó un suspiro cansado.

—¿Quieres contarnos?

Los tres se encontraban en la mesa desayunando. Jimin medito la manera en contarles, debatía que noticia caería menos pesada para sus padres, si contarles que no rompió el lazo con Taehyung o que consideraba irse con su verdadera familia un tiempo. De tanto pensar no se percató de que se volvio a quedar ido. Su padre fue el que lo volvio a traer a la tierra.

—Puedes decirnos lo que sea Jimin. Incluso si se trata de Taehyung lo entenderemos —hablo despacio.

Jimin los miro sorprendidos. ¿Qué tanto sabían sus padres?

—No queremos que pienses que somos padres entrometidos, realmente nos enteramos de casualidad —agrego su papá.

La mirada de sus padres era seria, pero siempre le trasmitían la confianza que necesitaba para hablar con ellos.

—Ni siquiera te has quitado el collar —volvio a hablar su papá. Jimin paso los dedos por encima del collar. En casa nunca lo usaba —nos encontramos con los padres de Taehyung un par de semanas después de que te fuiste, hace tiempo que no nos reuníamos y bueno preguntaron por ti por lo que hicimos lo mismo. Sabes que Taehyung no es mucho de nuestro agrado, pero es hijo de nuestros amigos y sigue siendo tu amigo.

—Sabían que estaba conmigo —Jimin bajo la cabeza, apenado por su comportamiento y mentiras que dijo al tratar de ocultar un secreto que ellos ya sabían.

—Lamentamos hacerte pensar que no podías confiar en nosotros —el alfa sonaba entristecido.

—No es eso —Jimin negó rotundamente, levanto la mirada hacia sus padres —es solo que no quería que se preocuparan. Quería resolver el problema solo.

—Suponemos que no rompiste el lazo.

—No lo hice.

—¿Lo harás? —preguntaron dudoso.

Jimin no dejo de mirarlos cuando meneo la cabeza en negativa.

—Taehyung y yo decidimos darnos una oportunidad —conto por fin sin rodeos. Pudo ver como su padre alfa trago duramente y giraba la cabeza a otro lado mientras su papá miraba a su pareja con preocupación.

—¿Estás seguro? —pregunto el alfa secamente.

—Se que Taehyung no es de su agrado, pero me gustaría que, así como nosotros nos estamos dando una oportunidad ustedes puedan dársela a el —se apresuró a comentar y llenar el ambiente tenso —él ha cambiado, cada vez controla más a su lobo y no me hará daño. Además, así la cicatriz que tengo en el cuello ya no será una, ya no parecerá una cicatriz de lazo roto si no una marca —corrigió —saben de mis sentimientos por Taehyung.

—Y él nunca ha intentado dejar de ser tu amigo, le gustan las omegas —Jimin sabía que las palabras duras de su padre no eran dichas en ese sentido, no querían lastimarlo si no que querían que se diera cuenta de cómo eran las cosas.

—Es distinto. Le gusto. Me quiere —Jimin realmente quería que la burbuja en la que se encontraba no se rompiera. Taehyung lo quería, él se lo dijo. Sus padres no dijeron más. Se quedaron pensando y Jimin se los permitió, no era fácil aceptarlo para ellos —por favor, hágalo por mí y se darán cuenta —casi suplico.

El alfa se tallo la cara frustrando. Realmente no le agradaba ese amigo de su hijo.

—Está bien —respondió finalmente —¿Estás de acuerdo? —el alfa le pregunto a su esposo.

Ese tipo de acciones es de las que le hacía confiar que existían los buenos alfas. Un alfa al cual le importa la opinión de su omega.

—Por supuesto, amor —asintió el omega —invítalo a comer el fin de semana, pero con sus padres. Sera menos incomodo.

Jimin sonrió feliz. Se levanto y corrió a abrazar a sus padres. Les agradecía el esfuerzo. 

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