Las atenciones del amable omega que los ayudaba no terminaron en conseguirles un lugar donde quedarse, siguieron con una comida que lucia exquisita. A la hora de haberse instalado en la habitación Yoongi llego para salvarlos de la incomodidad, los llevo al comedor y mostro la cocina que tendrían a su disposición ya que en la habitación solo tenían un baño.

Sentados los tres en la mesa, los ajenos en el hostal alabaron la comida sin aun probarla.

—Seguro que esto sabe mil veces mejor de lo que ya se ve —expreso Taehyung entusiasmado.

—Espero les guste. Esta va por cuenta de la casa —sonrió esplendido —hago la comida y cena, si quieren ser incluidos se cobrara un cargo extra —comento mientras servía los platos.

El alfa al tener el plato servido comenzo a comer y fue feliz.

—Apúntame —dijo mientras masticaba.

Yoongi rio complacido. Le tenido uno de los platos a Jimin, este al probarlo quedo maravillado también.

—Realmente eres genial en la cocina —felicito Jimin —a mí me gustaría hacer mi propia comida, no tengo nada más que hacer ya que estoy de turista por así decirlo, necesito distraerme de vez en cuanto —explico amable.

—Claro, entiendo. Siéntete con la libertad de utilizar lo que está en la cocina. Hago el super los jueves puedo mostrarte donde queda —Yoongi sonrió alegre.

—Gracias.

—¿Puedo comer más? —Taehyung extendió el plato al frente haciendo que los omegas rieran ya que ellos aun no llevaban ni la mitad.

—Sírvete todo lo que quieras —ofreció Yoongi.

—Es que enserio esto está para morirse, en el buen sentido —comento mientras se servía —eres un dios de la cocina —alabo el alfa sin saber que una cuarta persona lo escuchaba.

Namjoon se detuvo al pasar por la puerta del comedor presenciando la escena. Yoongi al verlo sonrió de oreja a oreja.

—Te envié un mensaje, siéntate aquí —señalo a su lado en la mesa para ocho personas.

—Comeré fuera —dijo secamente.

—Pero la pasta es tu favorita —la voz triste delataba al omega.

—Disfrútenla —dicho aquello Namjoon se marchó.

Jimin no pudo evitar enfurecerse, el alfa era un maldito. Durante el poco tiempo que llevaba conociéndolo no vio ni un toque de amabilidad hacia el omega que era su pareja. Miro a Yoongi quien ahora picaba la comida con el rostro agachado seguramente con ganas de llorar.

—¿Estas bien? —pregunto Jimin preocupado.

—Si —Yoongi levanto el rostro mostrando una ligera sonrisa, pero sus ojos acuosos lo delataban —así es siempre. El no quería enlazarse conmigo —conto al ver como Jimin lo miraba con lastima.

—¿Lo hizo porque tu aroma cambio?

Yoongi asintió en respuesta, dejo de sonreír. Se levanto recogiendo el plato, lo llevo al fregadero.

—Tengo que ir a mi habitación. Esta en el último piso, letrero morado por si se les ofrece algo —Yoongi salió del comedor.

Al estar solos Jimin miro a Taehyung. El alfa ya no comía, la escena le hizo perder el apetito.

—Esta es la vida que no quiero Taehyung —susurro Jimin. El alfa lo miro sin comprender —ellos no se aman o al menos uno de ellos no es correspondido. Si tú y yo no rompemos el lazo es probable que lleguemos a odiarnos, no quiero eso.

—Somos diferentes —declaro el alfa, desesperado —hemos sido amigos toda nuestra vida y nos queremos.

—No es suficiente —el omega se levantó, recogió su plato y se fue.

Taehyung quedo sin palabras. No creía poder llegar a odiar a Jimin, pero por otro lado no quería que el omega llegara a odiarlo. Por su amistad debían romper el lazo al regresar a casa, ya estaba decidido.

Jimin no fue a su habitación, tenía un tema pendiente con Yoongi. Por eso se dirigió al último piso, la primera puerta tenía el numero de la habitación y debajo de ella un letrero color morado en el que decía "Recepcionista", decorado con dibujos de margaritas. Rio por lo tierno que era el omega. Golpeo dos veces, Yoongi asomo la cabeza, sus ojos se veían rojos como si hubiera llorado.

—¿Puedo pasar? Esta mañana me llamaste —pensó que lo mejor era no preguntar cosas que le hacían daño al chico.

—Cierto. Pasa —abrió la puerta dejándolo entrar.

La habitación era del tamaño que la de Jimin y Taehyung solo que en esta había una sola cama, un escritorio y un ropero más grande con espejo. Yoongi se dirigió al escritorio donde tomo un papel el cual extendió hacia Jimin.

—¿Qué es esto? —miro el papel encontrando un numero telefónico.

—Lo encontré en la carpeta. Pude ver lo que Mi Suk omitió, la existencia del número. Cuando se fueron revise la carpeta, como te diste cuenta soy algo metiche. Se lo que es querer encontrar respuestas sobre tu origen—comento cabizbajo.

—¿Lo intentaste?

—Por supuesto. A diferencia de ti no me fue difícil, Mi Suk me mostro el expediente. Mi madre era una prostituta, no podía tenerme consigo ya que podían llegar a venderme o hacerme trabajar en el lugar. Huyo cuando nací y me dejo en la casa hogar. Pidió que me dijeran que no la buscara, que ella no quería que la viera viviendo de esa manera. —una lagrima traicionera resbalo por la mejilla de Yoongi.

—Ella te quería y te protegió.

—No sé cuál sea la razón por la que te abandonaron, pero ese número estaba ahí por algo.

Jimin apretó el papel en su mano. La respuesta podría estar en estos números. Agradeció a Yoongi para después marcharse.

En su habitación encontró a Taehyung dormido en la cama correspondiente. Reviso la hora en su celular pasaban de las diez.

Tomando valor, entre más pronto marcara al número mejor. Tecleo los dígitos, espero ser atendido. Las manos le sudaban y el corazón le latía frenético.

De inmediato una voz femenina respondió.

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