Despertó con peso extra encima, la luz del sol le obligó a cerrar los ojos de nuevo. Recargo la cabeza en su compañera, el aroma le dio un golpe de realidad.

—No, por favor no —suplico alterado.

Recordaba absolutamente todo. No entró en celo, tuvo uno de esos días en que su lobo controlaba su cuerpo y mente, pero al final le dejaba los recuerdos. Aquello sucedía generalmente cuando se volvía agresivo en los tiempos atrás, era su lobo quien hacía todo.

Abrió los ojos y bajo la mirada a su pecho. No era una compañera, era su amigo.

—Estoy muerto —soltó un gritó ahogado.

Con cuidado de no despertarlo ni lastimarlo se quitó al omega de encima y lo dejo en el asiento. Jimin jadeo, afortunadamente para el alfa no despertó. Se subió la ropa interior junto a los pantalones, se los abrocho y luego hizo lo mismo con Jimin. Lo dejo dormido en el mismo lugar.

Antes de ir al asiento del conductor observo la marca fresca en el cuello de su amigo. Se estiró los cabellos y abrió la boca como si fuera a gritar, pero no emitió sonido, reprimió la desesperación.

—Ok. No pasa nada —se dijo a sí mismo para tranquilizarse —vivirás ya verás —su tono positivo no iba con la voz temblorosa.

Salió del auto tropezando, tomo el lugar en el asiento delantero y condujo como alma que lleva el diablo. La carretera seguía vacía ya llegando a la ciudad se encontró con el tráfico. Se mordía las uñas y sus piernas temblaban de nervios. Debía encontrar la solución antes de que su amigo despertara.

Estacionó en su casa, corrió a la puerta y la abrió con su llave, cerro de un portazo.

—Hijo dile a Jimin que entre veo el auto afuera —su madre cerro la cortina por donde los vio llegar.

La mujer siempre lo esperaba pendiente luego de una fiesta.

—Mejor que no entre —le costaba respirar, estaba agitado —mamá ayúdame.

—¿Qué hiciste Kim Taehyung? —la mirada de su madre se endureció. Lo conocía bien.

—Una estupidez —chillo. La ceja de su madre se levantó como cuando estaba molesta —tontería, una tontería —se corrigió.

—Pues dila —ordenó con fastidio.

Sabía que era una pelea, su hijo andaba metido en ellas desde adolescente.

—Mordí a Jimin

Los ojos de la mujer casi se le salen. No era una pelea.

—¿De nuevo? Sus padres te matarán —se acercó para golpearlo. Taehyung se protegió de los manotazos de su madre —deja los brazos del pobre chico.

Otra cosa más. La mordida en el cuello no fue la única, pero si la peor. Solía morderle los brazos cuando estaba molesto con él, aun lo hacía de vez en cuando.

—No ese tipo de mordida —gritó alejándose —¡lo marque!

Los brazos de la mujer cayeron a cada lado sin fuerza, parecía que se desmallaría de lo pálida que se puso. No alcanzó a detenerla de caer al suelo, pero su papá si la alcanzó. Venía bajando las escaleras.

—¿Qué le paso? —preguntó el hombre preocupado mientras la trataba de despertar.

Taehyung se alejó de ellos y hablo.

—Cree un lazo con Jimin —soltó de golpe.

Su padre también se tambaleo, ya estaba casi en suelo cuando detuvo a su esposa de caer. De rodillas cayó al suelo.

—Ven —le ordeno amablemente su padre, lo cual era raro dada la situación.

—No —su espalda ya dolía por el golpe de su madre.

Sus padres no eran personas violentas por eso mismo se sorprendieron que el resultara de aquella manera, sin embargo, cuando se trataba de Jimin era otro asunto. El pobre y tierno omega era la razón por la que los padres de Jimin no les dejaron de hablar, pero Taehyung era la razón de que pelearan. El niño problemático era una amenaza andante para el bello omega.

El alfa resignado se levantó y llevo a su esposa al sofá, la mujer ya despertaba. Al hacerlo miró a su esposo y lloró dramáticamente.

—Mi hijo morirá.

—Mamá contrólate —la mirada asesina de su madre le hizo callar.

—A ti no te gustan los omegas y Jimin es demasiado inteligente para enamorarse de ti. Es obvio que es un lazo no consensuado y dudo mucho que los padres del omega te dejen pagar en la cárcel, harán justicia por su propia mano —hablo rápidamente.

—¿Y me dejaran morir? —sonaba asustado.

Su madre volvió a llorar en el hombro de su padre.

—Mi hijo morirá hoy.

Taehyung se sintió frustrado y despertado. Necesitaba ayuda de sus padres no que armaran un teatro. De la nada una idea llego a su mente, bueno, en realidad no, esa idea surgió en el camino por eso fue con sus padres.

—Ya se —captó la atención de sus progenitores —Vamos a ir a casa de Jimin y les dirán a sus padres que morí en un accidente y entonces me enviarán a Canadá. Si, eso haremos —sonrió satisfecho.

—No hijo mío —suspiró su padre —iremos a casa de los Park y les dirás que aceptaras la decisión que ellos tomen. Si tienes que ir a la cárcel, irás.

Trago seco. Era joven para ir a la cárcel. Había cometido una falta grave y su celo no fue el causante por lo tanto la sentencia sería aún más alta.

No tuvo tiempo de procesar el plan b cuando ya era arrastrado al auto de Jimin. Los tres subieron, la omega se fue con Jimin. Al ver la marca casi le da un infarto.

—Taehyung cuando aprenderás a ver dónde encajas los colmillos —se quejó fastidiada.

Lo amaban lo sabía, pero hay límites que Taehyung superaba.

Estando frente a la casa de los Park con el hijo único de la familia dormido en brazos vio su corta y agitada vida pasar frente a sus ojos. Dio un paso atrás, sus padres lo detuvieron. Tocaron el timbre y esperaron.

El alfa los atendió. Al ver a su hijo lo tomo entre sus brazos con rapidez.

—¿Qué paso? —se veía preocupado, pero nadie respondió.

El omega llego rápido al escuchar a su esposo. En ese momento Jimin se removió, olfateo el aire.

—Alfa —giro el rostro en dirección a Taehyung. Mantenía los ojos cerrados, aún dormido.

—¡Lo marcaron! —gritó el omega espantado al ver la mordida en el cuello de su hijo.

Cuando Jimin movió la cabeza dejo expuesta esa parte del cuello.

—¿Quién le hizo esto? —gruño el alfa hacia Taehyung —¡tráeme al maldito de inmediato!

Taehyung se asustó como un niño pequeño. Los Park le daban miedo, al principio eran amables hasta ese día hace unos años.
Inclinó la cabeza, pero no le pareció suficiente, se arrodillo y miro al suelo.

—Lo siento mucho. Perdóneme por favor. Haré lo que ustedes quieran, pero no me envíen a la cárcel —suplicó. Cerro los ojos fuertemente, preparado para cualquier impacto.

—No te haremos nada porque definitivamente iras a la cárcel —dijo el omega con voz dura.

—No, por favor —Taehyung levanto la vista —Hare lo que sea. Es más, seré el alfa de Jimin —dijo desesperado, asintiendo con la cabeza frenéticamente—Posiblemente nunca encuentre un alfa que lo acepte y eso también es mi culpa. Pagaré por ello —los miró suplicante.

Los Park lo miraron ofendidos. Taehyung se veía patético ante sus ojos.

—¿Así que el castigo "justo" por lo que le hiciste a nuestro hijo es estar enlazado a él, de por vida? —jadeo indignado el omega.

—Tenerte de alfa será un martirio para nuestro Jimin. En lugar de arreglar las cosas las empeoras. Eres el claro ejemplo de un alfa que no queremos para él —comentó el alfa sumamente molesto.

Los dejaron en la puerta, se encargarían de Jimin primero. Al notar el aroma llamaron a un médico.

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