⚔𝓕𝓸𝓾𝓻⚔

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Al instante, mi adrenalina aumento. Sin tener la verdadera certeza, en que momento baje. Recorriendo mi mirada a mi entorno. Mi boca quedo entreabierta, ante la sorpresa que se presentaba frente a mis ojos; Sus respiraciones aceleradas, rastro de tierra en sus ropajes, gotas de sudor caer en sus mejillas. La sorpresa fue mayor, al ver a mi Padre y hermano.

—¿Ustedes que hacen aquí?. —Pregunte ante la sorpresa. Tenía que admitir que me encontraba contenta, pero el disgusto de sus rostro solo me confundía. Tragaba de analizar su llegada tan temprana, pero ninguna fue una respuesta apropiada.—¿Padre? ¿Adelin?

Los dos se giraron a verme, su tez blanca dejaba ver el espanto que emitían. Seguramente se encontraron en una situación inapropiado, y un espanto para su razón.

— ¿Qué fue lo que paso?.

Ninguna respuesta, solo se daban miradas cómplice. Invadían mi pregunta, probablemente se estaban cuestionando para hablar. ¿Qué tan grande fue su espantó, para llegar a este punto?.

— Hay situaciones donde uno debe ocultar información para no involucrar a nadie.- Desvío la mirada. Para seguir.—Si eso significa, que tenemos que llegar el grado de mentir.

— No entiendo Xandru, ¿En qué estarías relacionado?.—Cuestiono mi madre. La miraba de reojo, su inquietud fue mayor que la mía.

— Ese es el detalle Lindsey.

— Por una vez en la vida, ¿puedes dejar tus palabras sin justificación?. Necesito tener una razón, en el estado de que se encuentran.—Elevó su voz. Suspiró, a ver la tensión que provocaba. Intente sobrellevarlo, para así tocar el hombro de mi mamá.

— Mamá tranquila, sabes que Papá tiene sus razones para ocultarlo. No debe ser tan grave.

— Tienes razón...No debo alterarme.-Suspiro, frotando sus dedo contra su frente para calmar sus nervios.— Solo vayan a cambiarse, me descontrola verlos con esas caras.

— Créeme Lindsey, que hago todo esto para evitar problemas.— Pronunció,una mirada de culpabilidad se lograba ver en su alto esplendedor.

Todo encajaba, que la situación era riesgosa. Quizás un secreto, donde podría sacrificaría sus propias vidas. Mi cabeza surgía respuestas inapropiadas.

-— Si necesitan algo. Pueden avisarme, con gusto los ayudare.—Mi amabilidad fue para calmar la tensión, claramente no sirvió.

Cada uno se fue a sus respectivos cuartos. Aprete ligeramente mi puño, me cuestionaba su estado. Era amarga la situación, más, cuando no puedes percibir esa angustia que los rodeaba.

Una idea surgió, para así ir inmediatamente a la habitación de mi hermano. Abro la puerta de golpe, para así ver que se estaba cambiando.

— T/n más privacidad, ¡joder me estoy cambiando!—Exclamo eufórico, para así ver su torso desnudo.

— ¡Eso no importa!. Lo importante aquí, es arreglar la situación incomoda que se surgió en el salón. Para eso, necesitó que me ayudes.

Me miró incrédulo, para así ladear la cabeza de un lado a otro. Sonrió, demostrando mi perfecta idea que volvería la alegría a nuestro hogar.

— Tu siempre con tus ideas. ¿Te recuerdo, que siempre terminan mal?-alzo una ceja. Para así suspirar largamente.—Bien, te ayudaré pero- Mostró aquella sonrisa maliciosa, que siempre se le caracterizaba al decir una travesura.—Quiero algo a cambio.

— Tu siempre quieres algo a cambio. ¿No le tienes piedad, a tu hermosa hermana pequeña?—Hice un moflete, para así mirarlo suplicante.

— No.

— ¡Ay que jodido eres!.—Bufe. para así pasar mis dos manos sobre mi caderas.- ya bueno, ¿Que es lo que quieres?

— No te lo diré, aún...— susurro. Dejándome con claras sospecha que sería una petición desagradable.

— ¿Como quieres algo a cambio?. Si no lo dices. Vaya no encuentro fallas ante tu lógica. ¡Tan inteligente que me salió mi hermanito!

— Ya cállate.— Renegó fastiado, para después seguir.— ¿Que es lo que quieres?

— Verás...¿Te dije que quiero arreglar toda está situación incómoda?.—Le sonrío. Tratando de esconder el nerviosismo que comenzaba a crecer.

— Prosigue.

Rascó mi nuca. Para así respirar profundamente, y soltar cada palabra que describía mi idea. Con el claro concepto, que probablemente no me ayudaría.

— ¡Quiero ir a sacar moras, para así ejucutar la receta! Así finalmente todos nos podríamos reunirnos como familia...

— ¿Una tarta de moras?— Vociferó, para mirarme a los ojos con confusión.—¿Eso no queda en el centro del bosque?

— Por eso necesito tu ayuda... Necesito que me cubras. Ya sabes.— suspire, para agarrar un mechón de cabello. Juego con el, para así crear rulos entre mis dedos.—Más que nada, papá no le gusta que tenga contacto con el bosque, menos en lugares lejanos.—Suspire para contener mi aliento.—De verdad quiero revivir toda la alegría que dejaron, no sabes lo preocupada que estoy por ustedes.

Solo me observó. Quedó en silencio, asimile que estaba procesando mis palabras. Desvíe mi mirada, no era la idea más brillante.

<<¿Pero qué puedo hacer?, Si el mejor método para reunirnos es con una tarta.>>

— El que rechaza una tarta, es un delito.—Prosiguió como si tuviera leyendo mis pensamientos.-Eso dijo nuestro Padre.—Me dirigió, la más hermosa sonrisa que haya visto en mi vida- El mejor metodo para quitar todo enojo y frustración es una tarta.— Negó divertido, para así peinarse sus cabellos rojizos.—Estaré en graves problemas, pero todo ¿Es para una buena causa?

Un grito de felicidad salió en mis labios. No contuve la alegría que se formaba, salte a sus brazos para así integrar besos en su mejilla.

— ¡Cuando quieres, puedes ser la persona más simpática!—Apreté su mejilla, para así juntar nuestra frentes.—De verdad quiero solucionarlo. Te prometo que no te vas arrepentir en ayudarme. ¡Es más! Haré que que tú mismo, digas ¡lo fantásticas que son!

-— No te ilusiones. Jamás en mi jodida vida, admitire de tus propuestas.—Contestó burlón.—Vaya que bipolar eres. Me amas y después me odias.

— Oye no te odio, solo me fastidias Adelin.

— El sentimiento es mutuo, Pequeña extrovertida.—Pellizco mi nariz, para así soltarme con sus pequeñas burlas gracias a la base de mi comportamiento.— Sal de aquí, a escondida. Dudo que Padre, baje para charlar.—Me límite a escucharlo, logrando percibir el tono desanimado.

— Bien, seré lo más sigilosa posible.

Susurré, pasa así caminar. Un pensamiento me detuvo, retrocedo para así quedar en frente de mi hermano.

— Puedes ser un pobre idiota, pero eres la persona que más amo en esta familia. Tu aumentas mi creatividad, para seguir con mi ansiado anheló de conocer el mundo.—Resone, para así juntar nuestra frentes.—Te amo.

El solo observaba, incrédulo de cuyas palabras que salieron de boca, en total sinceridad. El eliminaba la soledad que surgía por momentos, mi necesidad de conocer a nuevas personas me limitaba. Dentro de todo, mi conciencia tiene el conocimiento que tengo todo lo que necesitaba. El amor de toda mi familia.- No digas nada, tengo que admitirlo. Sabes que soy directa, no soy yo si no digo lo que siento.

Beso por última vez su mejilla, para así salir sigilosamente. La dura puerta fue un problema para abrirla, mi poca resistencia era un duro trabajo donde yo no encajaba. Mis ojos buscaron la pequeña canasta, que fue creada por las propias manos de mi madre.

— ¡Te encontré!—chille gloriosa, para así tapar inmediatamente mi boca.

<<¡Oh!, Olvidé que tengo que guardar silencio>>

Visualizo las dulces moras, que se presentaban en pequeños arbustos. El viento traspasa en mis brazos, cubiertos por una manta para no tener contacto con el frío. Sonrió, al sentirse la exquisita flagrancia. La armonía era un privilegió que disfruto en cada momento, me atrevería a decir que aquel lugar era uno de mis favoritos, e únicos que me han permitido conocer.

Un hermoso campo de flores, que conozco desde mi infancia. Mi madre en la desesperación, de no verme tan capturada en mi realidad, provoco que convenciera a mi padre en ir a un pequeño viaje en el centro del bosque.-Fue un viaje que jamás me arrepentiré, fue la primera vez en tener una sensación de serenidad en el aire libre.- De conocer el sabor de la mora, que disfruto una niña pequeña ansiada por descubrir.

Mis dedos capturaron una mora, el color notable los cubrió. Un morado profundo, con un toque áspero atacaron mis uñas. El canasto completame lleno, dejando a la vista la cantidad moras atrapadas.

— E perdido el conocimiento del tiempo.—Cité preocupada.

El tiempo es mi principal enemigo, olvidaba lo malicioso que llegaba ser. Por otro lado, mi felicidad se bordo encontrándose con una chispa de esperanza de volver escuchar las risas y felicidad que se caracterizaba mi familia. Un simple pastel, se convertía en una inocente idea de recuperar el tiempo perdido de las semanas que fueron una completa agonía sin su ausencia.

(...)

El frío invadió mi piel, la capa rojiza revoloteaba por los fuertes remolinos de la sincronización de los vientos.
Mi respiración acelerada, admire los cielos asegurándome que no fueran de noche, para mi suerte no lo es.

<<Dios, ojala no descubran mi ausencia. ¡Confío en tí, adelin!>>

Lo deseaba, no quería escuchar regaños por parte de mi madre. Mis intentos de resolver la incomodidad podría estropearse. Pero ahora, lo que menos quería pensar negativamente.

Respiraba, para recuperarse mís fuerzas. Me prepara psicológicamente para volver a correr una vez más, mi condición física no era lo mejor. Una simple corrida provocaba una exageración para mi corazón, el cansancio llegaba más temprano de lo normal.- Al menos veo, más de cerca la chimenea.- Musitó, para así apretar el canasto entre mis manos.

— ¡AAAA!

Un grito, resonó por mis tímpanos. Tan agudo que se lograba percibir la desesperación. El presentimiento se hizo el encuentro con la angustia, provocando un malestar para mis ideas. Las manos se hicieron temblorosa, el canasto cayo de golpe desparramando las moras contra la tierra.Mis pensamientos se despejaron, asimilando que el gritó proviene a la dirección donde se encuentra mi familia

Corro, desesperadamente para así sentir como mi cuerpo recibe los rasguñones de los arbusto, se cruzaban entre el bosque que esconde la cabaña. Mi corazón es frenético, asustado con la simple idea que mi familia está en peligro.

Me sujetó de un tronco, para así buscar con la mirada algún integrante de mi familia. Mi corazón se detuvo, mi cuerpo tirrito con un nuevo sentimiento.

Grandes hombres fornidos, con armaduras plateadas, sujetan a mi madre, y abuelo con brusquedad con la espada atravesando sus torsos. La sangre cubre sus rostros, demostrando la horrorizadad que los libros describían. Los ropajes, se dejaron ver un color carmesí. Formando un pozo de bajo de su pies.
El filo se removió, saliendo dentro de su pechos. El hilo de los cangulos de sangre seguían conectados, sus cuerpos sin vida caen contra el suelo al no ser sujetados.

Los rostros de los caballeros, no mostraron resentimiento solo una desagradable mueca al ver las dos vidas ya muertas. No se inmutaron al presenciar la muerte.

— La muerte, es un ser temporal que demuestra lo minúsculo que convierte a un ser humano, aferrándose a la vida.—La sequedad de una voz, puntualizo con un determinado sentimiento de la perturbación de la maldad.

En la expansión de las tierras, se dejó a la vista a un hombre alto con un rostro neutro, con caractericaba peculiares; barba de chivo, adorna su rostro sin ninguna simetría. Cabello albino, ojos de color turquesa inexpresivo recordando la mirada de una pesadilla. A sus pies, mi padre lo mira sollozando. La mugre se deja ver en su rostro.

Estática, un trance donde no puedo escapar. No soy dueña de mi cuerpo, el miedo se apodera. Perdiendo totalmente mi don de mover mis piernas. Todo fue producido al ver las extremidades de mi padre, descuartizada a cada lado de su cuerpo. Sangre, la misma que e visto minutos antes se hizo presente. Pedazos de carne desgarrados, que dejaron a la vista la profundidad de las heridas, de los huesos expuesto. El líquido no tiene fin, cae sin ninguna detención marcando las hojas del césped.

De un movimiento, la cabeza cayo rodando contra su misma sangre. Dando pequeños giros hasta ser detenida por un pie. El cuerpo repite la acción de las anteriores víctimas.

Quiero gritar, llorar, pero no tengo control de mis propias emociones. Una penumbra, inquietud, deforma un vacío que hunde un dolor que desgarra mi garganta. Caigo de rodillas al salir del trance, mi respiración se acelera con una sensación de ser ahogada contra el agua.

Las insignia de los caballeros sangrados marcaban su torso, memorice los gestos de cada uno de sus rostro. La impotencia incitó mi imprudencia, sin ningun plan. Me levanto rápidamente para así correr a su dirección, no me importaba morir solo quería borrar esa morbosa sonrisa de sastifación que el albino mostró.
Acelero, pero drásticamente soy detenida por una mano que agarra firmemente mi muñeca. La otra atrapó mi boca, obligandome a callar. Trato de empujarlo: Pataleo, golpeó, incluve le entierro mis uñas para salir de su agarre. La desesperación comienza a subir.

Nos dirigimos al centro del bosque, mis pies se balancea al ser tomada de la cintura. Soy colgada entre sus brazos, para así ser soltada. Rápidamente me giró para Encontrarme con unos ojos azules.

— Adelin...—Lo abrazo de golpe, para así enredar mis brazos en su cuello. Las lágrimas fluyen, marcando el recorrido de mis mejillas. Todos lo sentimientos atrapados, se liberan al ser refugiadas en su brazos.

Acaricia mi cabello, estrechándose contra su cuerpo. Me aprieta, no me quejo. Lo único que ansiaba es tenerlo, que alguien me sujetarse al borde del colapsó. De ser protegida, después de la pesadilla que llevaba a una profunda locura. Un lazo donde mi cordura se perdería.

— Están...todos.—Mis labios tirritaron al hablar. Me sujetó desesperadamente, para no caer.— Muertos.—Gimo, con las lágrimas ahogando mi boca.

— Lo se...- Me sujeta, para cargarme antes que caiga al suelo. Sus dedos agarrá mi mentón.—Te prometo que muy pronto se acabara.

— ¡Por favor despiertame de está pesadilla, no puedo despertar!. No es real, nada de esto es real. ¿¡Estoy soñando cierto!?. Este maquiavélica pesadilla, no es real.—gritó, con mis manos tirando de mi cabello. La locura cegaba mi realidad, trato de despertar de un juego despiadado que mi mente lunática realizaba.

— ¡Todo esto es real!. T/n reacciona.— sentencia, obligandome a verlo.— No estás en la condiciones para perder la locura. Es real, todo es real. Tienes que sobrevivir, no caigas porfavor no caigas.— el azul de sus ojos, se cristalizan como un mar en busca de su serenidad.—Lo que más deseo, es que te salves.

— Yo...—Mi voz se quiebra. Escondo mi rostro en su cuello, para así formular cada una de sus palabras. Mis dedos acarician su cuello. Dentro de todo, ninguno estaba bien. Los dos presenciamos la masacre, que distorsionamaba nuestra realidad.

— Para eso debo salvarte.— Demandó, con su voz mostrando la determinación. Mis ojos se abren horrizada separandome al instante de su cuerpo.

— ¡No!. ¿¡Pero que dices!?—Vociferó asustada. Enterrando mis manos en sus ropas.- ¡No realices ninguna locura, adelin!

Entendía su respuesta, la determinación cuando sacrificaba lo que apreciaba para salvar lo que amaba. Un labor donde un caballero, honra con su propia vida.

— Debo sacrificarme, no pararan hasta encontrarme.—Demandó.—si me ven muerto, acabarán con su búsqueda. T/n no saben de tu existencia, si llegaran a encontrarme conmigo no tendrán ninguna duda en matarte...Es algo que jamás me lo perdonaría. Como hermano mayor es mi deber protegerte.

— Adelin. Eres lo único que tengo ahora, no puedo ver cómo otro miembro de mi familia muera. Por favor no vayas, no podría vivir sin ti.— Expresó, pasando mis manos por su mejilla tratando de hacerlo reacción. El dolor de mi corazón se comienza a formar de manera rítmica.

— Vive por nosotros, T/n.— Una sonrisa me regaló. Tan cálida que mi corazón se estremeció, la idea de perderlo me derrumba.

— N-no yo quiero que vivas. Adelin, ¡Por favor quedate!

nuevamente me obliga a verlo. La seriedad se presenta, ignorando totalmente mis súplicas.

— Escuchame, cuando todo esto se acabe. Quiero que busques a los siete pecados capitales. Búscalo, sin importar las circunstancias que se te presente.— Suspiro, para continuar.— Prometeme que lo harás.

— P-pero ellos traicionaron a L-liones...—Contradigo insegura.

— Te equivocas. Jamás fueron los enemigos, los verdaderos enemigos son los caballeros sagrado.— Espetó.— Ahora prometemelo.

— Lo prometo...

— Pase lo que pase no me seguirás, corre muy lejos de aquí, no mires hacia atrás, sin importar lo que escuches no quiero que vuelvas hacia atrás.—Ordenó, su brazos me liberaron.

— ¡N-no, no te dejare!.

— ¡T/n no seas tonta! ¡Esto no se trata que no quieras o no!, tu vida corre en peligro. ¡Es mi decisión, sacrificarme por ti!— Me levanta la voz, apretándome fuertemente de los hombros.

Lo miro destruida. Con lamentos, suplicas para detener su muerte. Pero todo lo que hacía fue inevitable, el me soltaba para cumplir con su deseo. Mientras que yo, solo me lastimaba una y otra vez con la idea de perderlo.

— Te amo T/n.

Beso mi frente. Con una sonrisa que atesore por años. De tanta discusiones, el amor si existía entre nosotros. Una rara forma de amar, pero lo apreciabamos como un pequeño tesoro guardado en un cofre.

El sonido de una rama quebrarse, se hizo tormentoso. Dejando claro, que pertenecía las pisadas de los soldados. Adelin preparo su espada, para así hacerme retroceder hasta quedar detrás de un tronco.

— Cuídate.

Fue lo único que se limitó a decir, para así desaparecer en medio de los arbusto. Mi mirada quedó atrapada por la dirección que se fue. Mi cabeza fue razonable, diciendo: "Corre, haz lo que el te ordenó. Pero mi corazón respondió con un: "salvalo".

Son los momentos donde ya no te importa tu conciencia, solo piensas con el corazón. Porqué fue el único que si me dejaba influenciar. Corro, recordando cada camino que Adelin atajó. Buscaba algún camino, automáticamente mi cuerpo corría por si solo dándome mi pequeña ventaja que el cansancio ya no existía.

Me detengo al sentir el aire libre, mis ojos capturaron el fuego envolver su destructivo cuerpo tocar la cabaña que guardaba mi infancia.

En llamas, todos los recuerdos que forme con mi familia se convirtiendo en cenizas, continuó caminando. No me detendría está encontrar a mi hermano.

Sigo adelante, el estruendo del metal estrellándose me hizo entrar en alerta. Sigo el sonido, para así detenerme al ver mi destino.
Involuntariamente lo sospeché desde el principio, pero mi mente no razonaba. El mismo hombre, que acabó con la vida de mis seres amados, movió ágilmente su espada.

Me escondo detrás un árbol, sigilosamente para así planear un atentando. Al momento que giré la voz del albino resuena;

— Una muerte digna para un caballero.—Mis ojos presenciaron como atravesaban su abdomen.



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✨✨✨✨✨✨✨✨✨
Recuerdo que está parte de la historia la escribí hace un año atrás, claro que lo arregle por qué: ¿Errores?, fueron muchos.

¿Primera vez matando personajes?, Pues si. Sean gentiles conmigo, porqué es mi primera vez.

No sé si la descripción es muy buena, solo reconozco el esfuerzo. Así que espero que le guste, si le gusto una estrellita por favor uwu.

Sorry por ortografía

Un beso y un abrazo psicológico.

~Goodbye.~

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